lunes, 3 de julio de 2017

MUJERES EN LA HISTORIA: EL INCONFORMISMO DE FRANCISCA DE PEDRAZA (SEGUNDA PARTE)

"Matrimonial . Francisca de Pedraza, vecina de Alcalá , contra Jerónimo de Jaras. Notario, Pérez"  Ese era el epígrafe de un proceso judicial que, sin buscarlo,  vino a caer en las manos del doctor en Derecho por la Universidad de Alcalá de Henares Ignacio Ruiz Rodríguez  mientras trabajaba en el Archivo Histórico Nacional preparando su tesis doctoral . Sería el origen de una obra que publicaría veinte años después, en 2014, con el título de "Una alcalaína frente al mundo. El divorcio de Francisca de Pedraza" junto con el también doctor en Derecho Fernando Bermejo Batanero. Según  explicaría después Ruiz Rodríguez  en una entrevista al Diario digital de la Universidad de Alcalá publicada el 8 de marzo de 2015 "Escribí este libro en homenaje a las mujeres de todos los tiempos que han sufrido y sufren malos tratos, en homenaje a Francisca de Pedraza, una mujer humilde, huérfana de padre y madre, dulce y tranquila, pero con una fuerza interior inmensa , que la llevó a luchar para cambiar su realidad" Debemos a Ignacio Ruiz Rodríguez el haber sacado a la luz esta historia que durante cuatro siglos permaneció olvidada en la oscuridad de un archivo , rescatando el nombre y la vida de una mujer normal como millones de otras mujeres de su tiempo, pero que en lugar de resignarse a su destino y aceptar lo que le sucedía como algo inevitable, tomó la decisión de tomar las riendas de su destino y , contra todo pronóstico, recuperar su libertad . Una historia que no pertenece al pasado pues hoy en día siguen existiendo, por desgracia , muchas  Francisca de Pedraza, cuyos nombres nos son tan desconocidos como el de la heroína de esta historia hasta que fue descubierta por Ignacio  Ruiz Rodríguez. Ella fue una adelantada a su tiempo , una inconformista  que ,cuatro siglos después  de los acontecimientos recogidos en aquel archivo polvoriento y olvidado, ha cobrado vida de nuevo mostrando que el silencio , el sometimiento y la resignación no son el camino, el único camino es la denuncia incansable de los maltratadores, de aquellos cobardes que ahogan sus frustraciones y complejos agrediendo a una mujer. 








Imagen relacionada
Portada del libro "Una alcalaína frente a un mundo. El divorcio de Francisca de Pedraza" escrito por Ignacio Ruiz Rodríguez y Fernando Bermejo Batanero en el año 2014 con el que se dio a conocer, después de casi 400 años, la historia de Francisca de Pedraza. Ignacio Ruiz, en el prólogo de otra de sus obras dedicadas a la figura de Francisca de Pedraza,  "Francisca de Pedraza. Mujer, madre, esposa...maltratada" publicado en 2016  explica como después de hallar en el Archivo Nacional los documentos del proceso de divorcio de Francisca
"Me prometí a mi mismo que algún día daría a conocer la historia de esta mujer, de su sufrimiento,  de su lucha por conseguir salir del pozo oscuro de los malos tratos , de la violencia de género, de su fortaleza interior pese a su aspecto esquelético fruto de la falta de una ingesta mínima de alimentos, por su valentía en una idea de búsqueda de la justicia  en un mundo adverso, en un mundo creado por hombres, controlado por los hombres"  
Tal vez no fuera plenamente consciente de lo que significa su acción , ella sólo quería alejarse de aquel hombre que la maltrataba desde casi el momento en que se casaron, pero fue una pionera en la lucha por los derechos de la mujer y contra el maltrato y la violencia ejercida sobre ellas por los hombres, una lucha que todavía continúa en nuestros días donde seguimos asistiendo a un lento pero continuo  goteo de noticias de mujeres asesinadas por sus parejas , y eso en España, pues en otros países y culturas esta violencia no sólo alcanza proporciones mayores sino que en buena parte permanecen impunes.
(Imagen procedente de https://www.casadellibro.com )






En la primera parte hice un breve recorrido por la historia del divorcio  y las leyes y costumbres que lo regularon en diferentes tiempos y pueblos, desde el Antiguo Egipto y Mesopotamia, pasando por la Atenas clásica, el Imperio Romano y la Europa medieval, hasta llegar a finales del siglo XVI ,cuando nace nuestra protagonista. Como la historia de Francisca se desarrolla en España recordemos que en la época en que vivió  el divorcio seguía regulado por lo establecido en las Siete Partidas, aquella recopilación de todo el saber jurídico de su tiempo redactado durante el reinado del rey de Castilla  Alfonso X el Sabio (1221-1284) que afirmaba la indisolubilidad del matrimonio en el Título X de la Partida IV donde leíamos que "El matrimonio legítimo entre los cristianos siempre permanece aunque ocurra divorcio entre los cónyuges"  por lo que en realidad más que de divorcio como lo entendemos hoy, la extinción del vínculo matrimonial, hay que hablar de separación  y , por lo tanto,  añade el texto de la Partida IV , "ninguno puede casarse en vida del otro". Recordaré también las causas que establecía para proceder al divorcio "Por dos causas o en dos modos se hace propiamente el divorcio ;por religión cuando alguno de los casados quisiera entrar en alguna Orden (se refiere a una orden religiosa) ; por adulterio corporal de la mujer acusado y probado ante el Juez eclesiástico" Será para conseguir esa separación que permitía vivir a la mujer en otro lugar diferente a donde estuviera su esposo  por la que lucharía Francisca de Pedraza. Comencé a hablaros  al final de la primera parte de su vida siguiendo el trabajo de Ignacio  Ruiz Rodríguez . Como Francisca era una mujer más del pueblo, ni noble ni rica, una entre millones de otras mujeres cuyos nombres nunca conoceremos,   apenas hay datos sobre su vida al margen de los que ha sacado  Ruiz Rodríguez a la luz a través de los documentos de su proceso.  Gracias a ellos sabemos  los nombres de sus padres , Juan de Pedraza y Mari Sánchez, aunque no la fecha de su nacimiento , que establece Rodríguez Ruiz  en algún momento de finales del siglo XVI en la localidad madrileña de Alcalá de Henares. Sus padres debieron morir muy pronto dejando huérfana a Francisca que pasaría sus años de infancia y adolescencia al cuidado de alguna institución religiosa, lo que deduce Rodríguez Ruiz porque en el documento de su matrimonio aparece como "Francisca de Pedraza, beata" lo que quiere decir que debió de permanecer en algún convento alcalaíno bajo la tutela de las monjas. 







Fotografía del doctor en Derecho y  escritor  Ignacio Ruiz Rodríguez sosteniendo entre sus manos la obra que ha dado a conocer la historia de Francisca de Pedraza , donde detalla el proceso judicial que  Ruiz Rodríguez califica ,en una entrevista con el Diario digital de la Universidad de Alcalá , como
"Una isla mínima en un inmenso océano de la desigualdad histórica. Sólo por eso merece la pena haber escrito el libro, para ejemplo y justicia de todas las Francisca de Pedraza que ha habido a lo largo de la historia"
Y añado a las Franciscas de Pedraza que todavía hoy tienen que vivir situaciones muy parecidas a las de esta intrépida mujer
(Imagen procedente de http://www3.uah.es/diariodigital )






Como ya veíamos en la primera parte, Francisca no era una mujer rebelde o revolucionaria, sino una joven que quería tener una vida feliz, casarse , tener hijos y formar una familia como veíamos que nos explica  Ruiz  Rodríguez "no era la típica mujer con carácter, es dulce, sensible. Su objetivo en la vida era, como el de tantas otras casarse , criar a sus hijos, envejecer con sus nietos" Estamos en la España del llamado Siglo de Oro, durante el reinado de Felipe III (1578-1621) , hijo de Felipe II (1527-1598) , que al contrario que su padre, que llevó  personalmente la dirección de aquel inmenso Imperio, optará  por delegar  ese gobierno en su valido Francisco Gómez de Sandoval, duque de Lerma (1553-1625). El duque usó el gran poder que el rey delegó en él para enriquecerse  mediante la especulación, el tráfico de influencias y la corrupción . Un buen ejemplo de su forma de actuar fue el traslado de la Corte , establecida  en Madrid desde  1561 por decisión del rey Felipe II,  a la ciudad de Valladolid. Fue Lerma el gran impulsor de este cambio y no lo fue de forma desinteresada pensando en el bien del reino , sino en beneficio propio  pues antes de que fuera conocida la decisión había adquirido  terrenos en Valladolid a unos precios que, nada más saberse la noticia del traslado de la Corte, se multiplicaron.  Lerma no tuvo más que vender después esos terrenos para aumentar todavía más su fortuna. Cinco años más tarde realizaría la misma operación a la inversa. En 1606 la Corte abandonaba Valladolid para regresar definitivamente Valladolid, y una vez más el Duque de Lerma se había adelantado a comprar propiedades en Madrid antes de que se difundiera  el cambio de sede de la Corte, repitiendo el mismo proceso de comprar barato y vender caro.  Pero si la corrupción en el gobierno fue una de las características del reinado de Felipe III también lo sería la paz, pues en 1609 se establecía la llamada Tregua de los Doce Años que suponía la suspensión de la guerra que desde 1568 mantenía España con las Provincias Unidas, los actuales Países Bajos, que tantos hombres y recursos materiales y económicos le habían costado a España durante las últimas cuatro décadas.  Gracias a ella los soberanos españoles de los Países Bajos,  el archiduque Alberto VII de Austria (1559-1621) y su esposa, la hija de Felipe II y hermana de Felipe III , Isabel Clara Eugenia (1566-1633), gobernarían en paz hasta 1621








Retrato ecuestre del duque de Lerma (Rubens).jpg
Retrato ecuestre  de Francisco Gómez de Sandoval, duque de Lerma ( 1553-1625) primer ministro y valido del rey Felipe III (1578-1621)  realizado por el pintor flamenco Pedro Pablo Rubens (1577-1640). El monarca carecía de las dotes para el gobierno  y la política de su padre Felipe II (1527-1598) y estaba mucho más interesado en otras actividades como la caza, el teatro o la pintura, por lo que delegó las labores de gobierno en manos del duque de Lerma Fue el protagonista de uno de los primeros casos conocidos de especulación inmobiliaria como os cuento en el texto del artículo , cuando se produjo el cambio de capitalidad de Madrid a Valladolid en 1601 y de nuevo , en sentido contrario, en 1606. Aunque tal vez no fuera responsable  de tantos casos de corrupción como se le acusa, es evidente que utilizó su posición de poder y privilegio  en su propio beneficio , aunque hay que reconocerle el mérito de haber mantenido  durante sus años de gobierno a España  fuera de cualquier conflicto militar. Debido a las sospechas de corrupción y a la cada vez más fuerte oposición interna, el rey Felipe II le retiró su confianza en 1618 , aunque antes pudo arreglar el duque su nombramiento como cardenal, con lo que lograba la inmunidad que le protegía contra cualquier proceso judicial en su contra . Poco antes de la muerte de Felipe III el 31 de marzo de 1621, el monarca se lamentaba por haber desatendido las labores de gobierno  y se le atribuyen estas palabras
"Ah, si Dios me diera vida, cuán diferente gobernara"
Le sucedería en el trono su hijo Felipe IV (1605-1665) durante cuyos primeros años de reinado se produciría el proceso final del divorcio de Francisca de Pedraza    
(Imagen procedente de https://es.wikipedia.org )






En lo cultural son años de esplendor  donde era posible encontrarse por la calle a escritores como Miguel de Cervantes (1547-1616) , autores teatrales como  Lope de Vega (1562-1635) o Calderón de la Barca (1600-1681) , poetas como Luis de Góngora (1561-1627) o Francisco de Quevedo (1580-1640) y pintores como Diego Velázquez (1599-1660) o Francisco de Zurbarán (1598- 1664)  entre muchos otros grandes nombres de la literatura o la pintura  que coincidieron en el tiempo en aquella época dorada de la cultura española. A pesar de la corrupción del gobierno del duque de Lerma, en estas primeras décadas del siglo XVII  España seguía siendo el mayor Imperio del planeta , cuyas colonias se extendían por todos los continentes, desde el Norte de África hasta América y hacia el Pacífico, conocido entonces como el Lago Español, hasta las posesiones españolas en Asia. En el Imperio de Felipe III , como había sucedido en el de su padre, la afirmación de que en él nunca se ponía el sol era cierta.  Este fue el mundo en el que se desarrolló la infancia , adolescencia y primera juventud de Francisca de Pedraza , aunque no formaban parte de su mundo personal que debió circunscribirse a la comunidad religiosa en la que vivió en aquellos años. El momento que marcaría su vida futura llega en 1612 . Es entonces cuando contrae matrimonio con un hombre llamado Jerónimo de Jaras , del que ya vimos que  Ruiz Rodríguez nos contaba que "era el típico hombre que en la calle era muy simpático y tenía muchos amigos, pero en casa era un monstruo". Un tipo de hombre que , me temo , reconocerán muchas mujeres por propia experiencia, una especie de dios Jano, dios etrusco de las dos caras , o de un Jekyll y Hide ,  encantador con los demás y un demonio con su esposa, lo que hace  la situación de la mujer todavía más terrible porque a su entorno le cuesta creer sus denuncias de maltrato ¿cómo ese hombre tan agradable, tan afable iba a levantar la mano contra su esposa? Además, era deber de la esposa soportar todo con resignación y en silencio como apuntaba uno de los escritores más populares  de la  primera mitad del siglo XVI en España, el eclesiástico fray Antonio de Guevara(1480-1545) que escribía en su obra "Epístolas familiares" esta descripción de la perfecta casada "Las propiedades de la mujer casada son que tenga gravedad  para salir fuera, cordura para gobernar la casa, paciencia para sufrir el marido, amor para criar los hijos, afabilidad con los vecinos , diligencia para guardar la hacienda , cumplida en cosas de honra, amiga de honesta compañía y muy enemiga de liviandades de moza" y añade como consejo a los que buscan esposa "Es también saludable consejo que la mujer no sea brava ni ambiciosa, sino mansa y sufrida".







Van Eyck - Arnolfini Portrait.jpg
"Retrato de Giovanni Arnolfini y su esposa", conocido también como "El matrimonio Arnolfini"  , obra  realizada en 1434  por el pintor flamenco Jan van Eyck (hacia 1390-1441) que hoy se conserva en la National Gallery de Londres. Se trata de  una obra maestra de la pintura y también una imagen fija de lo que se consideraba el matrimonio ideal  en el Renacimiento. Los retratados son el comerciante italiano Giovanni Arnolfini (1400-1472) y su esposa  Giovanna Cenami.  Sobre su significado escribe  el historiador español Manuel Fernández Álvarez (1921-2010)  en su obra "Casadas, monjas, rameras y brujas"
"El marido acaba de llegar  de la calle, tanto que aún no se ha quitado su gran sombrero de copa ni se ha despojado de su rico abrigo de pieles. Alza la mano diestra , señal de su poderío, la mano con que afirma su autoridad, que es la que emana de su rostro rígido, sin concesiones a los blandos sentimientos, si bien tiende su mano siniestra para recoger en ella la de su dócil esposa ,que, con sumisión , inclina levemente su cabeza ante él. Ella . además de sumisa , como lo denota su humilde actitud ante el marido, muestra que cumple su otra obligación  familiar, cual es la de dar hijos . Su avanzado estado de gestación está bien marcado por el artista , algo que parece mostrar satisfecha la obediente esposa a su marido, colocando su mano izquierda sobre su  fecundo vientre"
Obediencia, sumisión, lealtad y fecundidad eran las cualidades apreciadas y exigidas a una esposa , reproduciendo la figura romana del Pater Familias, donde el hombre ejerce un poder absoluto dentro de la familia  , aunque, como explica Manuel Fernández Álvarez    
"Éste (el marido) deja en manos de su esposa el gobierno del mundo doméstico, de forma que a ella le queda encomendada la doble tarea del cuidado de los hijos y la administración de la casa El mundo exterior para el hombre  y el mundo interior en manos de su esposa"       
(Imagen procedente de https://es.wikipedia.org )







¿Qué podía pensar la joven Francisca de Pedraza sino en casarse? Como escribe el historiador Manuel Fernández Álvarez(1921-2010) en su obra "Casadas,monjas,rameras y brujas", solo había "dos destinos honorables: el de casada, o bien el de aquel otro matrimonio, el amor a lo divino, la monja. Fuera de eso no quedaban más que migajas, miradas con desprecio" La mujer que permanecía soltera era objeto de sospecha y marginación social "Las solteras -escribe Manuel Fernández Álvarez - se convertían en solteronas, si no es que perdían su virginidad  y paraban en unas perdidas: eran las madres solteras que, ya infamadas, frecuentemente acababan de rameras" Como era habitual en las sociedades no sólo de los siglos XVI y XVII sino , como veíamos en la primera parte, en las sociedades de  casi todas las épocas de  la historia, el amor no jugaba un papel  en el matrimonio y se consideraba más provechoso el matrimonio concertado que aquel nacido del amor de los cónyuges, como escribía uno de los intelectuales españoles más destacados  del siglo XVI, el humanista valenciano Juan Luis Vives (1492-1540),amigo de grandes  personalidades de la cultura como  el canciller de Inglaterra Tomás Moro (1478-1535) o el propio Erasmo de Rotterdam (1466-1536) , que en su obra "Deberes del marido" escribía que "Una larga y jamás desmentida experiencia ha enseñado que son muy raros los casamientos afortunados que a hurto se concertaron entre el mozo y la doncella , y , al contrario , que son harto pocos los matrimonios desafortunados de quienes los padres fueron los inspiradores y casamenteros"  También se prefería que la esposa fuera joven e inocente pues, como nos explica Manuel Fernández Álvarez, "la doncella, en extremo joven, nada sabía de los goces de la vida amorosa, lo que permitía llevarla dócilmente al matrimonio" Y es que una de las condiciones de todo matrimonio era que la mujer llegara virgen al matrimonio  "Una virginidad -escribe Fernández Álvarez - que ni se pedía ni se esperaba del hombre, pero sí de la mujer"  y una vez casados  "a la esposa se le exigía fidelidad , mientras el esposo no tendría que dar cuenta de su conducta  erótica extraconyugal. Esto es , prohibición para la mujer y libertad para el hombre"  








Imagen relacionada
Portada de una edición de "Instrucción de la mujer cristiana" obra publicada en castellano en 1528   y escrita por una de las personalidades más importantes del humanismo en España, el filósofo y pedagogo valenciano Juan Luis Vives (1492-1540) . Nació en el seno de una familia de comerciantes judíos de Valencia que para evitar su expulsión en 1492 decidieron convertirse al cristianismo , aunque como sucedía en muchos casos similares, seguían practicando en la intimidad la religión judía lo que finalmente provocó que la Inquisición abriera un proceso contra los padres de Vives., que por entonces se hallaba estudiando en la Universidad de Valencia. Para poner a salvo a su hijo, el padre de Vives lo envió a estudiar al extranjero, a la Universidad de la Sorbona en París donde se doctoró en 1512.  Fue ganando prestigio y en 1523 recibió una oferta de la Universidad de Alcalá, donde un siglo más tarde se dirimirá el proceso de Francisca de Pedraza, para ejercer como profesor pero Vives lo rechazó por temor a la Inquisición , un temor más que justificado porque en 1526 su padre sería condenado por la Inquisición y moriría en la hoguera, mientras que el cuerpo de su madre, que había fallecido en 1508, sería exhumado en 1529 y sus huesos quemados en la hoguera. Viviría muchos años en Brujas y luego se trasladaría a Inglaterra  respondiendo a la llamada de la reina Catalina de Aragón(1485-1536), esposa del rey Enrique VIII de Inglaterra (1491-1547), para que ejerciera como profesor de latín de su hija María Tudor (1516-1558) . Finalmente perdería el favor de los reyes de Inglaterra cuando trató de mediar en el divorcio de los dos monarcas , primero tratando de ayudar a Catalina escribiendo a su sobrino Carlos V, y después , una vez que este camino fracasó, tratando de convencer a Catalina que se resignara al divorcio. Como señala Manuel Fernández Álvarez, a pesar de la amplia cultura y el pensamiento avanzado de Vives en otras materias, en lo que al matrimonio se refería,
"Para Luis Vives, como para el resto de moralistas  de la España del siglo XVI, la mujer debía sufrir con buen ánimo los atropellos del mundo "
En la "Instrucción de la mujer cristiana" Vives hace un reproche a las viudas que muestran su alegría por verse liberadas de la tiranía de sus esposos
"Y aun las hay que se alegran de la muerte de sus maridos  como si con su muerte se sacudieran un triste yugo, y como si se hubiesen libertado de una servidumbre y cautiverio"Peor es que para muchas mujeres el matrimonio era un cautiverio en el que no había esperanza de libertad al no ser que se produjera el fallecimiento del esposo. ¿Cuántas mujeres no vivirían circunstancias parecidas a las de Francisca de Pedraza y tuvieron que soportar toda su vida los maltratos y desprecios continuados de sus esposos sin que tuvieran ninguna posibilidad de escapar de aquella tortura cotidiana?¿Cómo no iban a vivir como una liberación la viudedad en un tiempo en el que no existía la posibilidad del divorcio?
(Imagen procedente de https://es.pinterest.com/pin/568016571730765222/ )








¿Fue por amor el matrimonio de Francisca de Pedraza?¿sería concertado bajo la tutela de las monjas con las que debió convivir todos aquellos años? No lo sabemos , lo que los documentos muestran es que Francisca se casó con Jerónimo de Jaras  en 1612 . No debió durar demasiado el encantamiento del matrimonio, porque según escribe Ignacio Ruiz Rodríguez en otra de sus obras dedicada a nuestra protagonista, "Francisca de Pedraza. Mujer, madre, esposa...maltratada", en enero de 1614 y había abandonado el hogar conyugal  para buscar refugio en el convento donde había residido hasta el momento de su matrimonio , dato conocido  por "el documento notarial que contiene su dote que fue firmado el 31 de enero de 1614 en la villa complutense ante Juan Enríquez, notario , a raíz de la fuga de Francisca de su domicilio, como consecuencia de una paliza" Pero la fuga no duraría mucho. Probablemente Jerónimo de Jaras , como tantos otros maltratadores, debió de asegurarla que aquello no se repetiría y que todo cambiaría a partir de entonces. O tal vez no fue necesario porque la responsabilidad de la paz y la armonía en el matrimonio recaía sobre la mujer , no sobre el hombre, y si las cosas no iban bien era ella la que tenía que esforzarse en ser mejor esposa . Uno de los grandes poetas del siglo XVI, el religioso fray Luis de León (hacia 1527-1591) insistía en su obra "La perfecta casada" sobre la necesidad de que la mujer fuese sumisa y evitase enfrentamientos con el hombre "Que por más áspero y de más fieras condiciones que el marido sea -escribe  Fray Luis de León-  es necesario que la mujer le soporte, y que no consienta por ninguna ocasión que se divida la paz". Si desnudamos estas palabras del lenguaje florido de su tiempo vienen a decir que, aunque el marido las maltratase y se comportase como un bárbaro con ellas, lo que se esperaba es que guardaran silencio y aceptaran su infortunio.  Se pregunta  Manuel Fernández Álvarez  acerca de las palabras de fray Luis de León "¿qué paz era esa, o cómo se podía llamar cuando el marido, el rey de la casa, era el que se convertía en tirano y declaraba por su cuenta la guerra?¿Y si era cruel?¿Y si bebía?"  Pues fray Luis de León  insiste una vez más en que la mujer debe aguantar en silencio "¡Oh, que es un verdugo! Pero es tu marido. ¡Es un beodo! Pero el nudo matrimonial le hizo contigo uno.¡ Un áspero , un desapacible! Pero miembro tuyo ya y miembro el más principal!"








Resultado de imagen de fray luis de león la perfecta casada
Ejemplar de "La perfecta casada", obra escrita por el poeta y humanista fray Luis de León (hacia 1527-1591)  a modo de manual de instrucciones para una recién casada a la que dedica la obra, María Varela Osorio . Fray Luis de León escribe que el mal hombre no merece una buena mujer
" A la verdad , el hombre vicioso y distraído,  y de aviesa y revesada condición, que juega su hacienda y es un león en su casa, y sigue a rienda suelta la deshonestidad, no espere ni siquiera tener buena mujer, porque ni la merece, ni Dios la quiere a ella tan mal que la quiera juntar a compañía tan mala"  
Pero también, siguiendo la línea de pensamiento de la época, la insta  a soportar todo lo que haga su marido, pues es su deber como esposa
"No empeñar a su marido y meterle en enojos y cuidados sino en librarle de ellos y en serle perpetua causa de alegría y descanso. El oficio natural de la mujer , y el fin para el que Dios la crió, es para que sea ayudadora de su marido y no su calamidad y desventura"
Y así, aunque su marido sea un villano, un tirano, un borracho o un maltratador  la mujer  debe aguantar en silencio
"¡Oh, que es un verdugo! Pero es tu marido. ¡Es un beodo! Pero el nudo matrimonial  le hizo contigo uno. ¡Un áspero y un desapacible! Pero miembro tuyo ya y miembro el más principal"
(Imagen procedente de http://www.todocoleccion.net/libros-antiguos )







Y es que , según fray Luis de León , el oficio de ser esposa consiste en " agradar y servir y ayudar  en los trabajos de la vida  y en la conservación de la hacienda a aquel con quien se desposa" Así que si tenía la mala fortuna de que su esposo le pegara, le fuera infiel  o cometiera cualquier otra felonía contra ella  , lo que se esperaba de la esposa es que mantuviera a toda costa la paz en el matrimonio.  "Se daba por sentado - escribe Manuel Fernández Álvarez - que el marido se comportaría de forma tan arbitraria y desconsiderada que la única forma de que todo no se lo llevara el diablo  estaba en la paciencia de la mujer, en eso de ser sufrida , que tanto encomiaban los moralistas de aquel tiempo. Sólo aguantando y sufriendo parecía asegurada  la paz" y como afirmaba fray Luis de León "si sufre, será con su marido bien casada"  Como podéis suponer con ese pensamiento dominante en la sociedad pocas alternativas le quedaban a Francisca que regresar al lado de su marido. El matrimonio tendrá dos hijos  pero , como sucede siempre con los maltratadores, la violencia de Jerónimo de Jaras no disminuirá con el tiempo sino que  cada vez será peor  constituyendo la terrible rutina diaria de la vida matrimonial de Francisca , tal y como escribe Ruiz Rodríguez "fueron los golpes, palos y otra serie de crueles malos tratos los que trazaron el eje vertebrador de aquel matrimonio a lo largo del tiempo"  Y lo peor de todo es que aquella situación , como nos cuenta Ruiz Rodríguez y como ya hemos ido viendo a lo largo de este relato con las palabras de Juan Luis Vives, fray Luis de León o fray Antonio de Guevara, "era contemplada por una inmensa mayoría de sus convecinos con enormes dosis de indiferencia, por no decir que asistían a su padecimiento como algo propio del matrimonio"  Pasan los años, los golpes, las vejaciones y las violaciones,  y el miedo constante  se convierte  en su compañero más leal. Escriben Ruiz Rodríguez y Fernando Bermejo  que "aquel hombre hombre que hacía gracietas en la taberna entre vaso y vaso, ese dicharachero, se transformaba en un monstruo al llegar a casa borracho, mientras la escupía  en la cara lo mala madre y esposa que era , tirándola al suelo el plato de lentejas, asegurándola que ni para cocinar , ni para un revolcón servía"








Resultado de imagen de premio francisca pedraza
Fotografía de la presentación el pasado mes de junio de 2017  de la convocatoria del II  Premio  Francisca de Pedraza contra la Violencia de Género.  Como consecuencia de la salida a la luz de la historia de Francisca de Pedraza , en 2016 se creó el Premio que lleva su nombre por la Asociación de Mujeres Progresistas de Alcalá que en su primera edición fue entregado al que fuera presidente de España José Luis Rodríguez Zapatero (1960) . También entregaron un diploma póstumo al jurista y rector de la Universidad de Alcalá , don Álvaro de Ayala, quien presidió el tribunal que en 1624 concedería el divorcio  a Francisca de Pedraza. Con estas palabras se explicaba ese reconocimiento póstumo al jurista alcalaíno   
"Tras tener conocimiento de los hechos sufridos por la alcalaína (Francisca de Pedraza) escuchar a ella y a los testigos que presenciaron la brutal paliza sufrida por la víctima por la que perdió al hijo que esperaba, y observar las marcas que años de maltratos habían dejado en su cuerpo, dictó una sentencia ejemplar y pionera por la que Francisca de Pedraza obtenía el divorcio, lo que la permitía no vivir bajo el mismo techo que su maltratador, Jerónimo de Jaras. Además , éste tenía que devolver la dote que recibió el día de su matrimonio y le prohibía hacerle ningún mal, así como acercarse nunca más a Francisca "     
(Imagen procedente de http://www.dream-alcala.com )


Hasta que un día Francisca decide que no está dispuesta a seguir soportándolo y decide presentar una demanda de divorcio el 28 de julio de 1620  haciéndolo ante el canónigo de la Colegial de Alcalá de Henares. Ya sabemos que no podía recurrir a la justicia civil u  ordinaria pues tal y como se establecía en el Título X de la Partida IV de las Siete Partidas  "la sentencia de divorcio debe pronunciarse por los arzobispos u obispos de cuya jurisdicción fueren los cónyuges por cuanto la gravedad de tales pleitos y el peligro de su determinación exige la mayor ciencia de dichos prelados".Aunque también añade el texto que "habiendo costumbre usada por cuarenta años de que los libren arcedianos, arciprestes u otros inferiores a los obispos , podrán hacerlo siendo letrados instruidos en Derecho" y otro aspecto que será importante para la resolución del caso de Francisca de Pedraza, pues contempla que "el Papa concediera a alguno (no necesariamente un religioso) privilegio para ello (es decir, para resolver el divorcio)" Hay que insistir en algo que ya hemos visto, el divorcio no rompía el vínculo matrimonial , pero al menos le permitiría a Francisca vivir alejada de aquel infierno en la Tierra  en el que se había convertido su hogar. Para defender su causa presentará testimonios de algunos de sus vecinos , como una mujer llamada Beatriz González  que afirmará haber sido testigo de como Jerónimo de Jaras agredía a su esposa con "coces, puñados y bofetadas" y otra testigo contará como había presenciado los insultos proferidos por Jerónimo contra su esposa , como la quitaba su dinero  e incluso la comida, hasta el extremo de tener que acudir en ayuda de Francisca porque , según decía, "padecía de hambre"  La sentencia sería pronunciada el 16 de septiembre de ese año y , como era previsible, el resultado fue apenas una amonestación a Jerónimo de Jaras para que "de aquí en adelante trate bien y amorosamente" a  Francisca. Con esa sentencia Francisca tuvo que regresar a seguir conviviendo con Jerónimo que, como podéis imaginar, no cambio su actitud hacia ella,sino que  la empeoró y prosiguieron los malos tratos . 





OBRA DE TEATRO "SE TENDIÓ EN LA CALLE Y SE HIZO LA MUERTA" 



Esta obra  escrita por Guillermo Escribano fue representada el  pasado 25 de noviembre de 2016 en Alcalá de Henares recreando en el escenario la vida de Francisca de Pedraza tal y como la estamos conociendo en este artículo. Dura alrededor de una hora y media pero creo que era imprescindible incluirla para identificarnos todavía más con los sufrimientos  que padeció  y la lucha que tuvo que mantener  para lograr liberarse del terror al que la sometía su esposo. La actriz Beatriz Jimeno encarna a Francisca de Pedraza y Pedro Grande a don Álvaro de Ayala 













Lo normal es que en este momento Francisca hubiera bajado los brazos y aceptado su sino , pero no estaba dispuesta a seguir más tiempo en silencio. El paso más difícil, el primero, ya lo había dado y no estaba dispuesta a abandonar su lucha para lograr la separación de su marido. El 6 de julio de 1622 Francisca de Pedraza vuelve a presentar la demanda de divorcio , en esta ocasión ante el arzobispado.. De nuevo se presentan testimonios que confirman los maltratos sufridos por Francisca  e incluso, como indica la escrita española Nerea Riesco (1974)  en un artículo dedicada a Francisca de Pedraza , "ante el tribunal se desabrochó el jubón y la camisa y mostró su maltrecho cuerpo cuajado de moratones" Ante el poder de los testimonios y las pruebas físicas del maltrato sufrido por Francisca, el tribunal eclesiástico dicta el 13 de octubre de 1622 esta sentencia que recojo en su integridad, comenzando por su introducción  "En el pleito y causa de divorcio que ante nos ha pendido y pende, entre partes, de la una actora demandante, Francisca de Pedraza, y de la otra reo demandado , Jerónimo de Jaras, su marido, vecinos de esta villa , y el fiscal mayor  de la Audiencia  y Corte Arzobispal de ella, que se dio la voz y salió de la causa , y sus procuradores  en sus nombres"  Y  a continuación , después de la fórmula protocolaria  "En el nombre de Cristo invocado"  proceden a dictar la sentencia "Fallamos que la dicha Francisca de Pedraza probó su acción y demanda, , como la convino , para lo que de ello se hará mención , y el dicho Jerónimo de Jaras, su marido, y el fiscal mayor no haber probado cosa alguna de sus excepciones y defensas", es decir, que la defensa de Jerónimo  de Jaras no había sido considerada creíble  , pero sigamos con la sentencia "en cuya consecuencia debemos amonestar y amonestamos, mandar y mandamos, al dicho Jerónimo de Jaras que de aquí en adelante trate a la dicha su mujer con mucho amor, y la dé vida honesta y maridable, y el sustento , vestido y demás necesario, como es obligado , y no le haga semejantes malos tratamientos como los que se dice le ha hecho, con apercibimiento  que no lo cumpliendo así, procederemos contra él por todo rigor  de derecho, y haciendo el dicho Jerónimo de Jaras caución y juratoria  y dando fianza llena y abonada en cantidad de 600 ducados dentro de seis de la notificación de esta sentencia , de que tratará bien  a la dicha su mujer y le dará todo lo necesario"








Resultado de imagen de francisca de pedraza sentencia
Esta es la sentencia dictada el 13 de octubre de 1622 por el Tribunal Eclesiástico en el que por un lado llamaba la atención a Jerónimo de Jaras
"Amonestar y amonestamos, mandar y mandamos, al dicho Jerónimo de Jaras que de aquí en adelante trate a la dicha su mujer con mucho amor,  y la dé vida honesta y maridable, y el sustento , vestido y demás necesario, como es obligado, y no le haga semejantes malos tratamientos "
Pero por otro lado exigía a Francisca  que
"Vaya a hacer y haga vida maridable , como el dicho su marido y le respete y obedezca como es obligación"
No tuvo más remedio que regresar con él aun sabiendo que los maltratos seguirían y , probablemente, con mayor violencia como venganza por haberle llevado a juicio .En 1624  la violencia llegaría al límite cuando fruto de una de esas palizas perdió al hijo que esperaba . Como bien saben por experiencia propia las mujeres que sufren malos tratos de nada sirven las palabras  ni las promesas  cuando la mujer se queda sola en el hogar con el maltratador
(Imagen procedente de http://www.elmundo.es/ )






Podemos imaginar a Francisca desfalleciendo al escuchar esto, porque ella no quería promesas de buen comportamiento y de vida honesta, bien sabía que después de diez años de matrimonio no podía esperar honestidad y buen comportamiento de su esposo, lo que ella deseaba era vivir apartada de él , pero una vez más se daba contra un muro  insalvable  que adopta la forma de estas palabras con las que el tribunal cerraba su fallo  "Mandamos a la dicha Francisca de Pedraza  vaya a hacer y haga vida maridable , con el dicho su marido y le respete y obedezca como es obligación , con apercibimiento que se procederá contra ella con todo rigor  de derecho, y pasado el dicho tiempo  y no dando el dicho Jerónimo de Jaras  las dichas fianzas  y haciendo la dicha caución , reservamos  a nos del proveer justicia y lo que más convenga, sobre el divorcio , pedido por parte de la dicha Francisca de Pedraza" y así concluye  "por esta nuestra sentencia definitiva , juzgando así lo pronunciamos y mandamos sin haber condena en costas" firmando la sentencia el "licenciado Lorenzo de Yturizarra" ¿Qué podía pensar  Francisca de este fallo del tribunal eclesiástico? Después de presentar los testimonios de sus vecinos confirmando los maltratos, después de mostrar las marcas de los golpes propinados por su esposo, el tribunal la mandaba que "vaya a hacer y haga vida maridable , con el dicho su marido y le respete y obedezca como es obligación" ¿Tenía que obedecer y respetar  a aquel hombre que la golpeaba , insultaba y humillaba desde hacía diez años ? Sin embargo, la sentencia era la que se podía esperar de un tribunal en el siglo XVII. Recordemos de nuevo las palabras de fray Luis de León  que bien podría haber dictado esta sentencia  "Que por más áspero y de más fieras condiciones que el marido sea   es necesario que la mujer le soporte, y que no consienta por ninguna ocasión que se divida la paz" Francisca ya no luchaba con su esposo, tenía que enfrentarse a los usos, costumbres, creencias y pensamientos de una sociedad mantenidos de manera invariable durante siglos. Pero rendirse no figura a estas alturas en el vocabulario de Francisca. 






Resultado de imagen de francisca de pedraza sentencia
Portada del libro publicado en 2016 de Ignacio Ruiz Rodríguez donde retomó la historia de Francisca de Pedraza . En su prólogo escribe como cuando los maltratos alcanzaron unos niveles que ya no podía soportar
"Decidió cierto día poner fin a su suplicio , por más que se tratara de una medida poco usual. Lo natural en aquel tiempo habría sido el suicidio o la huida , por más que ambas prácticas significaban para una mujer profundamente creyente  su condena a los infiernos ¡Cómo si en el que vivía en este mundo no lo fuera suficientemente! Pero ella creyó en la ley de los hombres, creyó que su realidad habría de tener una solución jurídica"
Y ahí comenzó la lucha pionera de Francisca de Pedraza    
(Imagen procedente de http://www.dykinson.com/libros/francisca-de-pedraza/9788490858004/ )






Ya hemos visto que en las Partidas se recogía la posibilidad de que el Papa autorizara que alguna otra instancia al margen de los tribunales eclesiásticos resolviera la causa de divorcio "Literalmente decía  que se contemplaba que "el papa concediera a alguno privilegio para ello" Y nuestra indomable, inconformista y valiente Francisca decide continuar la lucha recurriendo al nuncio papal para que autorice que su causa sea juzgada en otra instancia diferente. No se si en ese momento el nuncio era Inocenzo Massimi , que lo fue entre 1622 y 1624, o Giulio Sachetti que lo reemplazó en 1624 y permaneció en el puesto hasta 1626, pero fuera uno u otro lo importantes es que, como nos cuenta Ignacio Ruiz Rodríguez,  "el nuncio a la vista de los hechos, otorga esa dispensa, una cédula que le permite llevar el proceso donde quiera , y ella lo lleva a la corte de justicia de la Universidad de Alcalá de Henares" Y por fortuna para ella el rector de la Universidad que presidiría el proceso era el jurista Álvaro de Ayala (fecha desconocida -1625) , el primero que se había licenciado en los dos derechos, el Canónico y el Civil y para quien Ignacio Ruiz Rodríguez sólo tiene palabras de elogio demostrando además valor y determinación  al aceptar la causa porque "admite una demanda de una jurisdicción que no le pertenece ,pero es que además vivía y paseaba por Alcalá y era consciente de que su actuación sería muy criticada"  Fallar en contra de Francisca seguro que le traería críticas de los vecinos que conocían su situación pero más arriesgaba si fallaba a favor de su demanda de divorcio porque sería algo insólito y contrario a las costumbres que imperaban en la sociedad además de desautorizar a los anteriores tribunales eclesiásticos que habían tratado esta causa. Se celebró en el verano de 1624  tiempo en el que ella habría perdido a un hijo que esperaba debido a una nueva paliza propinada por Jerónimo de Jaras. De nuevo se escucharon los testimonios que se habían pronunciando en las anteriores vistas describiendo las brutalidades cometidas por Jerónimo  y otra vez mostraría las marcas de esa violencia en su cuerpo. Por desgracia, no he tenido acceso al texto integro de la sentencia, del que Ruiz Rodríguez señala que "recomendaría que los jueves de hoy, en algunos casos, copiaran la sentencia de don Álvaro de Ayala" pero para el que quiera conocer la historia en más profundidad ya conocéis el título de la obra de Ruiz Rodríguez que yo todavía no he podido adquirir 









Resultado de imagen de universidad de alcalá de henares
Fachada de la Universidad de Alcalá  que fue fundada en el año 1499 por el cardenal Francisco Jiménez de Cisneros ( 1436-1517), hombre que fue confesor y consejero de la reina Isabel I de Castilla (1451-1504), tercer inquisidor general de Castilla, arzobispo de Toledo y regente de Castilla en dos ocasiones, la última de ellas entre 1516 y 1517 tras la muerte de Fernando II de Aragón (1452-1516) aguardando la llegada del nieto de los Reyes Católicos e hijo de Juana I de Castilla (1479-1555) , el futuro emperador Carlos V (1500-1558). Fue la primera universidad humanista y renacentista española y la institución a la que recurriría en última instancia Francisca de Pedraza con la esperanza de que un tribunal no eclesiástico fallara de forma diferente a como lo habían hecho los tribunales a los que había acudido en 1620 y 1622 , donde lo más que logró fue una amonestación a su esposo pero nunca la concedieron el divorcio , instándola en la sentencia de 1622 a  que
"vaya a hacer y haga vida maridable, con el dicho su marido y le respete y obedezca como es obligación"  
(Imagen procedente de https://www.uah.es )







Y es que, contra todo pronóstico y esperanza después de los antecedentes de las dos sentencias de 1620 y 1622,  Álvaro de Ayala falló a favor del divorcio de Francisca de Pedraza, lo que significaba que ya no tendría que seguir viviendo con aquel monstruo que la torturaba desde hacia doce años . Pero no se detenía ahí la sentencia porque  obligaba a Jerónimo de Jaras a devolver la dote que había recibido al celebrarse el matrimonio y  también la mitad de los bienes conyugales, Y a todo ello añadió algo novedoso, porque para garantizar el cumplimiento de la sentencia y la seguridad de Francisca  ordenaba que "Jerónimo de Jaras no inquiete ni moleste a la dicha Francisca de Pedraza, su mujer , por sí ni por sus parientes ni por otra personas , so pena de cuatrocientos ducados" que es lo más parecido que podríamos encontrar en el siglo XVII a una orden de alejamiento . Y aquí termina la historia de Francisca de Pedraza, no porque no siguiera su vida sino porque no tenemos más documentación acerca de lo que sucedió después con ella. Me sumo a los deseos de Ignacio Ruiz Rodríguez que desea imaginar que Francisca "Vivió tranquila , vio crecer a sus dos hijos , fue abuela y murió llena de paz, en el olvido de los años horribles que pasó junto al maltratador"  El hombre que contribuyó al triunfo de Francisca de Pedraza, el rector de la Universidad de Alcalá de Henares y jurista Álvaro de Ayala, moriría apenas un año después de dictar esta sentencia innovadora y ejemplar, después de terminar su año de rectorado y el mismo día en que ingresaba en la Compañía de Jesús .  Mucho tiempo tendría que pasar antes de que el divorcio real, aquel que extingue el vínculo matrimonial, fuera legal en España . El Código Civil de 1889, que con muchas modificaciones, permanece vigente en nuestros días, recogía en su artículo 67 que "La mujer que se proponga demandar la separación o nulidad de matrimonio puede pedir que se le separe provisionalmente de su marido y que se le confíen  los hijos menores de siete años "  aunque encontramos también artículos como el 57 donde leemos que "el marido debe proteger a la mujer , y ésta obedecer al marido"  Se avanzaba lentamente pero permanecía el paternalismo sobre la mujer. El 14 de abril de 1931 se proclamaba la Segunda República Española y el 9 de diciembre de ese mismo año se promulgaba la Constitución . En su artículo 43 se reconocía por primera vez el derecho al divorcio en condiciones de igualdad para ambos cónyuges . Al comienzo del texto de ese artículo se podía leer "La familia esta bajo la salvaguardia especial del Estado. El matrimonio se funda en la igualdad de derechos para ambos sexos , y podrá disolverse por mutuo disenso o a petición de cualquiera de los cónyuges , con alegación en este caso de justa causa"









Portada del archivo que contiene el proceso de divorcio de Francisca de Pedraza de su esposo Jerónimo de Jaras , que fue presidido por el rector de la Universidad de Alcalá de Henares en el año 1624, el jurista don Álvaro de Ayala cuya importancia en el proceso subraya Ignacio Ruiz Rodríguez con palabras llenas de admiración recogidas en la entrevista que concedió en marzo de 2015 al Diario digital de Alcalá de Henares
"También escribí este libro para reconocer la figura de don Álvaro de Ayala, el primer jurista de la Universidad de Alcalá formado en derecho canónico y privado. Un hombre con una mente abierta , capaz de superare la sociedad de su tiempo y afrontar un proceso  en el que dictamina, hace 400 años , una orden de alejamiento para el monstruo, para el maltratador , pero también para toda aquella persona interpuesta que, actuando en nombre de Jerónimo de Jaras, tuviera intención  de intervenir en la vida de Francisca de Pedraza . Fue un hito en su tiempo y desde luego lo sigue siendo hoy"
 (Imagen procedente de https://es.wikipedia.org/ )







 Al año siguiente, el 25 de febrero de 1932, se aprobaba en el Parlamento la Ley del Divorcio , que sería publicada en la Gaceta de Madrid el 11  de marzo de 1932. En su primer artículo se afirmaba que, por primera vez, el divorcio si producía la extinción del vínculo matrimonial "El divorcio decretado por sentencia firme por los Tribunales civiles disuelve el matrimonio , cualesquiera que hubieran sido la forma y la fecha de su celebración "  La derrota del gobierno republicano en la Guerra Civil  que se libró entre 1936 y 1939 , y el nuevo gobierno del dictador Francisco Franco (1892-1975) trajo consigo  la derogación de la Ley del Divorcio el 5 de octubre de 1939 cuando se publicó en el Boletín Oficial del Estado  la Ley del 23 de septiembre de 1939 relativa al divorcio , que venía encabezada con estas palabras "El nuevo listado Español anunció, desde un principio , la derogación de la legislación laica devolviendo así a nuestras Leyes el sentido tradicional , que es el católica. "  y justificaba la derogación de la ley del divorcio de 1932 "por tratarse de Ley distinta de la mencionada de Matrimonio Civil y radicalmente opuesta al profundo sentido religioso de la sociedad española" y por ello en el artículo único de esta ley se anunciaba que "Queda derogada la ley de Divorcio del dos de marzo de mil novecientos treinta y dos y las disposiciones complementarias de la misma" Habría que esperar a la muerte de Franco el 20 de noviembre de 1975, la celebración de las primeras elecciones democráticas el 15 de junio de 1977, la ratificación  de la nueva Constitución  por el pueblo español en el referéndum del 6 de diciembre de 1978  para llegar a la nueva Ley del Divorcio que sería publicada en el Boletín Oficial del Estado el 7 de julio de 1981 , que desde entonces permanece en vigor.  Francisca de Pedraza fue una pionera en esta lucha, pero no solo del divorcio, sino también contra los maltratos que, como bien sabemos todos pues basta con abrir la sección de sucesos de los periódicos, sigue dejando todos los años decenas de mujeres asesinadas y miles de mujeres que siguen sufriendo en silencio el terror cotidiano de la violencia en su propio hogar.  Francisca de Pedraza es el mejor ejemplo de que el peor enemigo de la mujer que sufre la violencia masculina es el silencio. Ella alzó su voz en un tiempo en que lo tenía todo en contra y a pesar de ello logró salir victoriosa . Afortunadamente hoy el clima social y las leyes nada tienen  que ver con el del siglo XVII ,aunque sigan viviendo entre nosotros demasiados canallas como Jerónimo de Jaras, y hay los instrumentos necesarios, aunque todavía insuficientes, para no tener que sufrir en silencio como lo hicieron millones de mujeres en el pasado. Francisca de Pedraza es el ejemplo y la esperanza de que al final la violencia perderá, porque detrás de cada mujer maltratada hay  una Francisca de Pedraza dispuesta a alzarse  contra el maltratador. Y cada hombre debería grabar en su corazón las palabras del poeta mexicano Amado Nervo(1870-1919) con las que abría esta historia que ahora concluyo  "El proverbio persa dijo; no hieras a una mujer ni con el pétalo de una rosa; más yo te digo; no la hieras ni con el pensamiento"


Enlace con la primera parte de  "El inconformismo de Francisca de Pedraza "
https://chrismielost.blogspot.com.es/2017/07/mujeres-en-la-historia-el-inconformismo.html  


El Mentidero de Mielost en Facebook :
 https://www.facebook.com/ElMentideroDeMielost


No hay comentarios:

Famosos