martes, 28 de junio de 2016

GRANDES EXPLORADORES :MARY KINGSLEY .LIBERTAD, CORAJE Y HUMOR EN ÁFRICA OCCIDENTAL (PRIMERA PARTE)

"Delgada , erecta, algo rígida, tenía los ojos azules y un cabello castaño claro que casi siempre se recogía en un moño. Era la persona que menos recordaba a un explorador. Pero Mary tenía un cerebro masculino por su fuerza y amplitud de miras, y un sentido del humor único. Era con diferencia la persona más divertida que he conocido" Hoy frunciríamos el  ceño al leer que una mujer "tenía un cerebro masculino por su fuerza y amplitud de miras" pero estas palabras escritas por una amiga de nuestra protagonista no fueron redactadas en nuestros días, sino en los años finales del siglo XIX y en el contexto de la conservadora y rígida sociedad victoriana, donde el papel de una mujer era cuidar de su marido e hijos, y en caso de permanecer soltera, lo que significa cargar con el calificativo de "solterona", languidecer en casa viendo pasar la vida tras el cristal de una ventana sin participar en ella. El mundo de la mujer era entonces, como lo había sido la mayor parte del tiempo a lo largo de la historia, muy reducido y sus posibilidades de cambiarlo casi inexistentes, subordinadas a la moral y la tradición que delimitaba el estrecho margen vital en el que debía desarrollarse la existencia de la mujer . El Reino Unido era la primera potencia de su tiempo, la Roya Navy dominaba los mares , su poder industrial no tenía rival y poseía colonias en todos los continentes bajo el reinado de una mujer , la reina Victoria de Inglaterra (1819-1901)que daría su nombre a toda una época, la era victoriana, pero que a pesar de hallarse al frente del progreso científico de su tiempo, mantenía una rígida estructura social donde era muy difícil escapar del puesto que en esa sociedad se asignaba a cada persona por la clase social en que se nacía o , como en el caso de nuestra protagonista , por su sexo. Ella misma escribiría "Nunca he tenido mi propia vida siempre he hecho las tareas que nadie quería hacer y he tenido que vivir las alegrías, las penas y las preocupaciones  de otras personas" Y su gran aventura , la que os invito a que me acompañéis a conocer, fue sobre todo la de romper el molde, la de abandonar el papel que ya tenía asignado y ,desoyendo todas las advertencias y también todos los temores, lanzarse a vivir su vida tal y como ella quería vivirla. 




"Hace más de cien años Mary Kingsley inventó el turismo de aventura. El rafting, el trekking y la escalada  no tuvieron secretos para esta plusmarquista victoriana y para demostrarlo  eligió las selvas, las cumbres y los ríos de África occidental "
Así nos introduce  en la vida de esta intrépida aventura de la era victoriana, Mary Kingsley (1862-1900) , la historiadora , periodista y escritora Pilar  Tejera en el libro que tenéis sobre estas líneas y que ha sido una de las dos fuentes documentales que he utilizado para traeros aquí la vida de una de las más singulares viajeras y exploradoras del siglo XIX y , sin duda, la que estaba dotada de un mayor sentido del humor
(Imagen procedente de unlibrojuntoalfuego.blogspot.com




Antes de presentaros a nuestra heroína quiero mencionar a dos escritoras españolas cuyas semblanzas biográficas sobre ella nos acompañarán a lo largo de toda esta historia, "Viajeras de leyenda. Aventuras asombrosas de trotamundos victorianas" de  la escritora e historiadora Pilar Tejera, que tiene una completa y muy interesante página web dedicada al mundo de las mujeres viajeras  con este enlace:
  http://www.mujeresviajeras.com/ 
La otra obra  es  "Las reinas de África" de la periodista, fotógrafo y escritora Cristina Morató (1961). Es a través de ellas como conocía a la protagonista de ésta aventura . Y hora es ya de que os la presente y para ello tenemos que viajar a Londres y al día 13 de octubre de 1862.  pues fue entonces cuando vino al mundo Mary Henrietta Kingsley (1862-1900). Era hija de George Henry Kingsley (1827-1892) y de la esposa de éste, Mary Bailey (fecha desconocida -1892).  George Kingsley era médico de profesión y tenía dos hermanos consagrados al mundo de la cultura, Charles Kingsley (1819-1875), profesor universitario, historiador y novelista, y Henry Kingsley (1830-1876) , novelista al igual que su hermano mayor. La familia Kingsley tenía además un  pasado aventurero que se remontaba al tiempo de las Cruzadas, pues, como nos cuenta Pilar Tejera  "un antepasado suyo  había partido a Tierra Santa con Ricardo Corazón de León. Con el tiempo los Kingsley  aprendieron a desahogar su espíritu belicoso lanzándose a las cacerías y carreras de caballos hasta que nuevas guerras los llamaran de nuevo a la aventura" Entre ellos el abuelo de Mary, el reverendo Charles Kingsley que  acompañó al duque de Wellington, Arthur Wellesley (1769-1852), durante su campaña en España en el marco de las guerras napoleónicas que marcaron los primeros quince años del siglo XIX. George Kingsley había mantenido una larga relación con una de sus sirvientes , Mary Bailey, algo normal en aquel tiempo pero lo que era más singular es que después de dejarla embarazada en lugar de desentenderse de ella , que era lo habitual, asumió su responsabilidad y se casó con Mary cuatro días antes del nacimiento de Mary Kingsley.




 
Las reinas de África: Viajeras y exploradoras por el continente negro eBook: Cristina Morató: Amazon.es: Tienda Kindle:
"Nada hace imaginar que tras esta mujer de aspecto un tanto cursi, que bien podría pasar por una rígida institutriz victoriana, se escondiera una dama indómita que vivió entre los caníbales de Gabón y se enfrentó con gran humor a los prejuicios de su tiempo"
Así nos introduce en la vida de Mary Kingsley la periodista, fotógrafo y escritora española Cristina Morató (1961) en su libro "Las reinas de África" que es la otra fuente  principal en la que he basado éste relato  pues no he tenido acceso a los libros en castellano de Mary Kingsley "Viajes por África Occidental" y "Estudios de África Occidental"
(Imagen procedente de https://es.pinterest.com/s)


George Kingsley  había mostrado sus inquietudes viajeras y su espíritu inconformista desde su primera juventud. Era un hombre de quien Pilar Tejera nos cuenta que "una existencia alejada de la naturaleza le resultaba insoportable". En la misma biblioteca llena de libros de viajes y antiguos mapas que después alimentarían la imaginación de Mary, George soñaba con llevar una vida viajera y visitar todos aquellos remotos lugares que aparecían en los libros. Aunque estudió la carrera de medicina para contentar a su padre, el reverendo Charles Kingsley,  en cuanto tenía la oportunidad  realizaba viajes por Europa . También cuenta Pilar Tejera como daría muestras de un espíritu altruista que heredaría su hija cuando, terminados sus estudios a los veintitrés años  y estando de viaje por Gales, George Kingsley  "coincidió con un brote de cólera. Podría haberse alejado, como turista que era,  pero se puso en manos del médico local  y lo ayudó durante semanas a luchar contra la epidemia". Posteriormente comenzaría  a  desarrollar su profesión como médico entrando al servicio de diferentes aristócratas como su  doctor personal , lo que le permitiría acompañarlos en sus viajes  , desde los Mares de Sur hasta Estados Unidos, donde estuvo a comienzos de la década de 1870  acompañando al conde de Dunraven Windham  Windham Qin (1841-1926),  donde , como nos cuenta Cristina Morató,  "se dedicó a cazar búfalos y a vivir  con los indios sioux"Según otra de las biógrafas de Mary,  Katherine Frank , escribe en su obra "Una viajera: La vida de Mary Kingsley"  las injusticias que George Kingsley observó en el trato que recibían los pueblos indios en Estados Unidos por parte del hombre blanco,  pudo tener una influencia en  la empatía  que años después sentiría Mary por los pueblos africanos que sufrían similares injusticias por parte de las fuerzas coloniales europeas.  Entre sus muchas aventuras se encuentra su participación en la Revolución de París de 1848  pero además también era un apasionado de la ciencia  escribiendo diversos ensayos científicos  e incluso intentó escribir una novela. Lograría cierta estabilidad cuando entró al servicio  del marqués de Ailesbury , George William Frederick (1804-1878). Y ahora que conocemos un poco mejor a su progenitor, regresemos con Mary  


Lo que le espera a la pequeña Mary nos lo cuenta ella misma por boca de Pilar Tejera "Me educaron según las costumbres victorianas  así que no pude ir a la escuela y me enseñó a leer y escribir mi madre"  Setenta años antes del nacimiento de Mary Kingsley, en 1792 se publicaba "Vindicación de los derechos de la mujer" donde la también inglesa Mary Wollstonecraft (1755-1797) reivindicaba el derecho a que la mujer recibiera la misma educación que el hombre para poder ser independientes y no subordinadas siempre al hombre "Educad a las mujeres  como a los hombres - escribía Mary Wollstonecraft - Ese es el objetivo que yo propongo. No deseo que tengan poder sobre ellos, sino sobre sí mismas"  Pero casi un siglo después, como vemos con el ejemplo de Mary Kingsley, las cosas apenas habían cambiado. Al menos la lectura  y su innata curiosidad serían las grandes compañera durante los años  de adolescencia y juventud de Mary . Por fortuna para Mary, la familia tenía una nutrida biblioteca   y en ella Mary  "pudo aprender - escribe Cristina Morató -  de manera autodidacta  leyendo los libros de historia natural, geografía y viajes que se amontonaban en las estanterías".  Aunque también desarrolló una curiosa afición por la crianza de los gallos de pelea sobre los que escribe que "El canto del gallo es uno de los sonidos más esplendidos de la naturaleza. Es tan excitante como una jauría de perros  o el graznido de las gaviotas" Al pasar tanto tiempo en casa, dedicada casi en exclusiva a su familia no tenía muchas oportunidades de hacer nuevas amistades y de mejorar sus habilidades sociales  y por eso " en las escasas fiestas  a las que tuvo ocasión de asistir - escribe Pila Tejera -  se sintiera fuera de lugar. Desconocía los juegos, los bailes y las modas de los jóvenes de su edad y lo que ocupaba su cabeza carecía totalmente de interés para ellos. Y es que su mundo lo conformaban la casa, los libros y la soledad"   




Retrato de la escritora y filósofa Mary Wollstonecraft (1755-1797) realizado hacia 1790 por el pintor inglés John Opie (1761-1807). En 1792 publicaba "Una vindicación de los derechos de la Mujer. Críticas Acerca de Asuntos Políticos y Morales" considerada una de las obras pioneras de feminismo  aunque en ella Mary no reclamaba la igualdad de la mujer  con el hombre ni tampoco pedía el derecho al voto , aspectos que han hecho que posteriormente colectivos feministas la criticaran por esta actitud, pero hay que poner la obra de Mary Wollstonecraft, igual que la vida de nuestra protagonista Mary Kingsley,  en el contexto de la sociedad en la que vivió que en el caso de Wollstonecraft era la de la Inglaterra de la segunda mitad del siglo XVIII, cuando sólo reclamar la igualdad en la educación y las oportunidades para que la mujer pudiera llevar una vida independiente eran ya palabras e ideas revolucionarias. En una parte de "Una vindicación de los derechos de la mujer" escribe:
"No se concluya que quiero invertir el orden de las cosas , ya he asegurado que , por su constitución los hombres parecen diseñados por la Providencia  para lograr un mayor grado de virtud"
Pero por otro lado defiende ideas tan modernas como la educación mixta de niños y niñas ya que estaba convencida que ambos sexos debían
"Ser educados según el mismo modelo
Y acusaba a la educación dominante   en su tiempo de impedir la evolución intelectual y personal de la mujer al convertir la belleza en su principal virtud  y sobre ello escribe
"Enseñadas desde su infancia que la belleza es el cetro de las mujeres, la mente se amolda al cuerpo y , errante en su dorada jaula, sólo busca adornar su prisión"
Estas palabras nos permiten conocer como era la vida de la mujer en la sociedad burguesa o de la baja nobleza , esa misma vida que describe la novelista Jane Austen (1775-1817)  en sus novelas, donde la mujer apenas tiene una vida propia más allá de la vida hogareña , el cuidado de los hijos y del esposo. Una mujer soltera era considerada poco menos  que una vida fracasada
En los tiempos en que vivió Mary Kingsley apenas habían cambiado las cosas con respecto al cuadro que nos describe Mary Wollstonecraft
(Imagen procedente de http://en.wikipedia.org 


A pesar de sus largas ausencias  debido a sus constantes viajes, George se percató de la despierta inteligencia de su hija " Mi padre se dio cuenta que yo era curiosa- nos cuenta  Mary - y estaba dotada para los estudios, así que hizo una excepción  y empecé a recibir clases particulares de alemán, la lengua en la que estaban escritos la mayor parte de los textos científicos. No lo sabía entonces, pero iba a resultar muy útil en el futuro" Gracias a ello adquirió un conocimiento fluido del alemán que le permitió leer  e instruirse en física, química o biología, lecturas que eran más de su agrado que las tradicionales en una joven, como las novelas de Jane Austen (1775-1817). Los padres de Mary tuvieron un nuevo hijo, Charles Kingsley  que, él si , recibiría una completa formación académica y asistiría a la Universidad en Cambridge para estudiar Derecho, trasladándose con él toda la familia . Mary , entre tanto, además de cuidar de su madre, una mujer de salud delicada,  y de su hermano como le exigía su condición de mujer y soltera,  quiso hacer algo más y en una de las raras estancias de su padre en casa  se ofreció para ayudarle en sus estudios científicos que abarcaban de la antropología a la zoología  y la botánica."Mary - escribe Morató - le organizó sus notas, tradujo un buen número de textos antropológicos  del alemán y ordenó todo el material que traía de sus viajes" y como recordaba la propia Mary "De  éste modo me apasioné  por la medicina y las ciencias naturales  y empecé a escribir mis primeros ensayos. Recuerdo que mi padre decía siempre "Un hombre se entrega a la escritura por miedo, una mujer para curarse" Tal vez Mary quería curarse de aquella sensación  de  encierro , de existencia limitada donde la única vía de escape era aquel otro mundo de horizontes diáfanos, de aventuras, de vida apasionada que le ofrecían los libros . Ella resumía su vida de aquellos años con estas palabras "Toda mi infancia y juventud la pasé exclusivamente entre la casa y el jardín" ¿Cuantas miles, cuántas millones de mujeres tenían existencias tan limitadas como Mary ?Era la norma general, y sólo unas pocas lograban liberarse de aquellas cadenas formadas por la tradición y los prejuicios sociales que impedían a una mujer vivir en libertad y ser dueña de su vida. 




Tenemos pocas imágenes de Mary Kingsley y todas ellas pertenecientes a la década de 1890, como esta en la que podemos verla con el vestido negro que utilizó después de la muerte de sus padres.  En aquellos años en los que  tenía que limitarse a cuidare a su familia los libros fueron su refugio y sus grandes aliados. Así nos lo cuenta Pilar Tejera
"Los libros constituyeron todo su universo y en ellos aprendió la disciplina  autodidacta. Mary ansiaba salir y explorar , aunque solo fuera el universo de su pequeño barrio, sin embargo tuvo que conformarse con las sendas que le procuraba la fantasía.  Sus primeros viajes transcurrieron  desplazando el dedo índice por los mapas imprecisos de la vieja biblioteca  o siguiendo los relatos de exploradores y navegantes. Los libros fueron, en sus propias palabras:
"Escuela y universidad, compañeros de juego y amiga inseparable"

(Imagen procedente de https://victorianist.files.wordpress.com/ por A. G. Dew-Smith Public Domain)


Los años pasaban y Mary parecía destinada a convertirse en lo más parecido a una mujer invisible que podríamos encontrar en la sociedad victoriana de finales del siglo XIX, una solterona, es decir, la mujer que no ha cumplido su deber de contraer matrimonio y tener hijos y cuya utilidad  se limita a cuidar de sus padres y  hermanos. Nada parecía que pudiera cambiar un destino ya escrito, pero la fatalidad vino en su auxilio. En 1891 su padre regresaba de un viaje enfermo , sufriendo fiebres reumáticas. Su madre siempre había tenido una salud delicada como os contaba anes. Y así, de repente, en 1892 la vida de Mary Kingsley cambió para siempre como ella misma nos cuenta a través de Pilar Tejera  "Tenía treinta años cuando mi padre murió por unas fiebres reumáticas  que contrajo durante uno de sus viajes. Mi madre, que estaba enferma desde hacía años, lo siguió y murió seis semanas mas tarde."  y sigue diciéndonos Cristina Morató que "aquel día se vistió de riguroso luto y se dispuso a cuidar a su único hermano  como era obligatorio para la mayoría de solteronas de su época." pero eso no iba a ser necesario porque su hermano Charles tomó la decisión de irse a China .Mary nos cuenta entonces que  "El dolor atroz del luto  se mezclaba con una especie de sentimiento de liberación. Ya nadie me necesitaba , mis padres murieron en un intervalo de seis semanas  y  mi hermano se fue a Oriente"  En herencia había recibido una renta anual de quinientas libras, lo que no la convertía en una mujer rica pero si le daba los medios suficientes para vivir sin ahogos  "En 1893 - nos cuenta Mary - dispuse por primera vez  en mi vida de cinco o seis meses no demasiado ocupados. Me sentía como una niña con zapatos nuevos y no paraba de dar vueltas al asunto imaginando  que podría hacer con ellos" y entonces, como recordaría años más tarde, tomó la decisión que cambiaría para siempre su vida y llenaría de aventura los años que le quedaban de existencia  "Tras tomar un mapamundi  y preguntarme si viajar por Sudamérica  o hacerlo por África Occidental , decidí viajar a África Occidental para morir". Una afirmación que ya nos deja ver el particular sentido del humor de Mary Kingsley que, junto a su coraje e inteligencia, constituye el rasgo más característico de su personalidad y que le ayudaría a superar las duras pruebas y los peligros  que le esperaban por delante




En este mapa  podemos ver el África Colonial  tal y como eran después de la Conferencia de Berlín  que se celebró entre noviembre de 1884 y febrero de 1885 en Berlín donde las potencias europeas se repartieron el continente africano y sólo dos estados africanos conservaron su independencia , Etiopía y Liberia. Ésta era la situación cuando Mary Kingsley se dispuso a emprender su viaje a África Occidental . donde Gran Bretaña controlaba Costa de Oro (la actual Ghana)  y Nigeria en la zona del Golfo de Guinea. Los que veis como mandatos, Camerún, África del Sudoeste (la actual Namibia), Tanganika (hoy Tanzania) y Togo eran colonias alemanas
(Imagen procedente de creartehistoria.blogspot.com)

Lo primero que hizo fue solicitar consejo y pedir información a su círculo de amigos, pero no fueron de demasiada ayuda  pues su principal aportación fue describirla los muchos peligros que iba a afrontar y sus intentos de disuadirla de lo que consideraban una temeridad  "Aquel lugar del mundo- escribe Mary - al que me proponía viajar  era  , según mis informadores, poco saludable  y peligroso, lo lamentaría, me decían todos ; acaso regresaría de mi periplo  salvaje y perdida para la causa de la vida civilizada" y añade como uno de ellos. que había vivido siete años en Costa de Oro, el nombre que se da a una parte de la costa del Golfo de Guinea que hoy corresponde a Ghana y que los británicos habían ocupado en 1871, la dijo  con cierto  sarcasmo  "Cuando te has hecho a la idea de ir a África occidental, lo mejor  que puedes hacer  es olvidarlo e ir a Escocia. Pero si no eres lo bastante inteligente para hacerlo , abstente de exponerte a los rayos del Sol, empieza a tomar cuatro gramos de quinina  diarios dos semanas antes de llegar a la zona de los ríos y hazte metodista; son los únicos de la Costa  para quienes  se organizan funerales de primera"  ¿Por qué África Occidental?  Ella nos da la respuesta , continuar la labor de su padre que estaba trabajando en un libro sobre la región "Lo que me motivo a ir al África occidental  fue el estudio de la mentalidad  de los nativos, sus prácticas religiosas  y su organización social . Deseaba completar el gran libro  que mi padre dejó inacabado. Sabiendo lo mucho que a él le hubiera gustado terminarlo .después de su muerte decidí  partir a esa región de África" Pero antes viajaría a las Islas Canarias , un destino recurrente en aquellos que antes de emprender el viaje a África deseaban aclimatarse a su clima , aunque no encontraban allí las condiciones que luego hallarían en las selvas tropicales del continente .  Era su primera salida más allá de las estrechas fronteras que hasta entonces habían constreñido su mundo. Del jardín de casa al Océano Atlántico . Cuenta Cristina Morató que desembarcó en Santa Cruz de Tenerife y en las semanas siguientes recorrió una parte del archipiélago, visitando Gran Canaria, Lanzarote y la Gomea, además de la propia Tenerife. 




Cabecera de la publicación inglesa "English Mechanic and  mirror of science and art" que comenzó a editarse semanalmente en 1865 y continuó haciéndolo hasta 1926. que estaba dirigida a todas aquellas personas interesadas en  inventos, nuevos aparatos y descubrimientos en ciencia, matemáticas , tecnología , química o fotografía entre otros temas, es decir, una publicación para gente curiosa como Mary Kingsley. Nos cuenta Pilar Tejera que:
"De los doce a los diecinueve años  Mary gastó el podo dinero que le daban  en comprar ejemplares  de la revista "Englisth Mechanic" y enseguida se animó a reparar conducciones de agua y techos  con un muchacho del pueblo como ayudante"
Al igual que su padre, también amaba los espacios abiertos  y el contacto con la naturaleza
" En contadas ocasiones salía con su padre a hacer excursiones fluviales a aquellos paseos en barca , tan útiles tiempo después , quedaron grabados en su memoria La sangre de los Kingsley  de cruzados , cazadores y aventureros  se aceleraba con los olores y sensaciones  de los espacios libres. La pesca de un salmón, el aire puro o el silencio del bosque hablaban un lenguaje que ella era capaz de interpretar"   
(Imagen procedente de www.englishmechanic.com )





De una isla a otra navegaba en barcos mercantes  y en una carta que Cristina Morató recoge en su libro, Mary escribe a una amiga la impresión que le causaba el ambiente que se vivía en ellos " Navegaba en barcos cargados de negros  de todas las edades y sexos , monos , loros, serpientes , canarios, ovejas, aceite de palma, oro en polvo y marfil. Pero sobre todo los barcos venían cargados de cucarachas  de un tamaño que uno no puede pensar que existan" Muchos se sorprendían de ver a una mujer sola viajando y a menudo la preguntaban donde se hallaba su esposo.  Después de este viaje íniciático, Mary regresó a Inglaterra con la firme decisión de emprender su aventura desoyendo los bienintencionados consejos de sus amigos que seguían tratando de disuadirla. Dedicaría  todo el siguiente año a prepararse para su viaje, lo que incluía  un curso de enfermería  en la localidad alemana de Kaiserwetrh, hoy un barrio de Düsseldorf .  En 1836 el pastor luterano Theodore Fliedner (1800-1864) y su esposa Friederike Munster (1800-1842) abrían un pequeño hospital en Kaiserwerth que serviría como escuela  de enfermeras. Las seleccionadas para entrar en la escuela eran mujeres entre los veinticinco y los treinta años a  las que se daba formación teórica que impartían médicos y que luego ponían en práctica en el propio hospital de Kaiserwerth por espacio de tres años lo que incluía también visitas a domicilio y recibir educación sobre los valores éticos de la enfermería. Durante todo el tiempo de su formación no recibían ningún salario pero la escuela se encargaba de todos sus gastos. Entre las estudiantes de la escuela se encontraba la célebre Florence Nigthingale (1820-1910) que años después de su estancia en Kaiserwerth  fundaría en 1860 su escuela de enfermería en el hospital Saint Thomas de Londres donde estableció las bases de la enfermería moderna como profesión. Fue en Kaiserwerth donde Mary adquirió sus conocimientos de enfermería que le serían de una gran ayuda en su viaje a África 




Gunther Albert 1830-1914.png
El zoólogo nacido en Alemania Albert Charles Lewis Günther, que se hallaba al frente del departamento de zoología  del Museo de Historia Natural de Londres. Fue él quien primero confió en la capacidad de Mary y la entregó  una serie de botellas de formol para que durante su viaje recogiera muestras de los diferentes animales que fuera encontrando. Mary ya tenía una misión científica oficial que cumplir además de completar la obra que había dejado inacabada su padre sobre el África Occidental. Sus amigos, preocupados por la seguridad y la salud de Mary ,  no dejaban de darla los más extraños artefactos para protegerla. Sobre ello escribe Mary con su habitual sentido del  humor
"La lámpara se suponía que quemaba una sustancia química que daba un olor insoportable , tanto que yo no podía vivir a su alrededor pues bastantes malos olores tendría que soportar en la costa. La dejé de usar a la media hora . En cuanto al respirador sólo puedo decir que tienes que ser una persona muy atractiva para poderlo llevar en la cara sin causar pánico a la gente"
(Imagen procedente de https://en.wikipedia.org)      

Después de  éste período de formación regresó a Inglaterra para concluir sus preparativos . Nos cuenta Mary que " El único que creyó en mí fue el doctor Albert Gunther , zoólogo del Museo de Historia Natural"  Mary se refería a Albert Charles Lewis Gotthilf Günther (1830-1914) , un zoólogo nacido en Alemania que en 1858 se había trasladado a Inglaterra  . En 1875 se había puesto al frente del departamento de zoología del Museo de Historia Natural en Londres y pertenecía a la prestigiosa Royal Society, de la que llegó a ser vicepresidente, y también era miembro de la Sociedad Linneana de Londres, dedicada a los estudios de botánica, zoología y biología a la que también había pertenecido el padre de Mary. Así que la confianza que  Günther demostró en el proyecto de Mary era un buen espaldarazo para emprender su aventura .  "Günther - recordaba Mary -me llenó de contenedores  de formol en los que debía conservar las muestras de los animales que encontrase  en África y que tendría que entregarle a mi regreso a Londres"  Tocaba preparar el equipaje, lo que no era algo tan sencillo como podríamos pensar y , sobre todo, no se trataba  precisamente de equipaje de mano. Cristina Morató nos cuenta  en que consistía  "Primero un buen número de preparados de quinina, botellas de malta y aceite de hígado de bacalao y otros brebajes, un maletín médico, un portamantas, una bolsa impermeable  en la que guardó sus libros de consulta, mantas y botas, el pesado equipo fotográfico que incluía un trípode,  varios faldones de color negro  enaguas, una docena de camisas blancas  de algodón de manga larga y cuello alto, botines negros de repuesto, y varios corsés a lo que había que añadir un cuchillo de monte y un revólver" aunque ella pensaba que "es una estupidez y una cobardía sacar un  revólver  y amenazar con él a alguien"  Y nunca  lo utilizaría a lo largo de sus viajes por África.  Lo que es difícil imaginar es cómo podría soportar Mary los rigores del calor tropical con aquella ropa, la propia de una dama victoriana, que no era precisamente la más adecuada  para internarse en las selvas tropicales de África Occidental. 




Mapa de África Occidental en 1898,, en particular del Golfo de Guinea a donde se dirigía Mary Kingsley. Sobre su decisión de escoger África Occidental como destino escribía  la propia Mary:
"Vete a los trópicos ,me decía la ciencia, cosa que tuve en cuenta no sin dejar de pensar que, te encuentres en la parte del mundo en que te encuentres, los trópicos siempre serán los trópicos, es decir, lugares distantes y distintos. Finalmente, tras tomar un mapamundi y preguntarme si viajar por Sudamérica o hacerlo por África occidental, no sólo se me despejaron las dudas, sino que caí en un estado de ansiedad casi alarmante"
Y el destino escogido y el lugar que marcaría para siempre su vida fue África Occidental
(Imagen procedente de https://en.wikipedia.org )


Aunque seguían insistiendo sus amigos sobre los peligros que la aguardaban a ella esas advertencias casi la animaban más a emprender el viaje "Mientras mi razón -escribe Mary - se alarmaba con los rumores que corrían sobre África Occidental  mi corazón se sentía irremediablemente atraído por la región  y al final, sin poder resistirlo, decidí marcharme".Y así llegamos  a julio de 1893 cuando Mary abandona Londres para dirigirse al puerto de Liverpool  donde se embarcaría en un carguero llamado "Lagos". Morató recoge los pensamientos de Mary en aquel momento "Salí de Londres para Liverpool con sombríos pensamientos , poco reconfortada por los hábitos de las compañías navieras con destino a África Occidental, cuando me informaron sin miramiento alguno de que no expedían billetes de vuelta"  Sus amigos  fueron a despedirla  "Los amigos que acudieron a despedirme -recordaba Mary - se empeñaron en llevarme  algunas cosas con la intención  de hacerme más fácil el viaje , cosas tales como anuncios  publicitarios con frases como "una semana en la costa de las palmeras"  Había también un artículo  del "Daily Telegraph"  con frases de uso común en Dahomey; la primera era  "ayúdame , me estoy ahogando", otras decían cosas tales como "¿ese hombre no será un ladrón?", "el bote se hunde" levántate, vago, maldito bribón" y la seguía otra no menos llamativa "¿por qué no entierran a ese hombre?" con la respuesta "es que tiene que pagar por el crimen cometido y que sirva de escarmiento" Desde luego no eran esas las frases mas tranquilizadoras para emprender un viaje a África, pero como decía Mary con su humor inasequible al desaliento  "Ni yo conocía la Costa ni ella me conocía a mí , y nos teníamos pánico mutuo"  Y así emprendía su viaje a bordo de buque mercante "Lagos" donde " era la única  mujer entre la tripulacion -escribe Morató- , y por su aspecto , vestida enteramente de negro  y con un curioso tocado de piel  cubriendo su cabello la tomaron por una fanática representante del Movimiento por la Templanza"  Éste era  un movimiento surgido a finales del siglo XVIII que se extendió por los países anglosajones, desde Estados Unidos a Australia y Nueva Zelanda, pasando por Inglaterra, y que tenía como objetivo  predicar la abstinencia del alcohol y promover leyes que prohibieran su consumo, lo que no hacía que fueran precisamente bienvenidas en lugares como un buque mercante. Una vez que explicó que ella viajaba por motivos científicos , el recelo que antes mostraban hacia ella se tornó en sonrisa y consejos para su viaje. Aquel era el comienzo de una aventura para una mujer que durante años apenas había salido de su casa. Y sobre las extraordinarias vivencias  que tendría en los siguientes años versará la segunda parte de su historia. 

Enlace con la segunda parte de Mary Kingsley . Libertad, coraje y humor en África Occidental 
http://chrismielost.blogspot.com.es/2016/07/grandes-exploradores-mary-kingsley.html

Enlace con la tercera parte de  Mary Kingsley: Libertad , coraje y humor en África Occidental:
http://chrismielost.blogspot.com.es/2016/07/grandes-exploradores-mary-kingsley_3.html

Enlace con la cuarta parte de Mary Kingsley. Libertad, coraje y humor en África Occidental

http://chrismielost.blogspot.com.es/2016/07/grandes-exploradores-mary-kingsley_5.html


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