martes, 25 de agosto de 2015

GRANDES EXPLORADORES: FLORENCE BAKER O NJINYERI, LA ESTRELLA DEL AMANECER (PRIMERA PARTE)

"Y hay una persona en esta sala a quien tengo mucho que agradecer , una joven y tierna mujer que tiene el corazón de un león , y sin cuya devoción y coraje yo no estaría hoy vivo para dirigirles estas palabras .Señor presidente, camas y caballeros permítanme que les presente a mi esposa" Así presentaba el explorador escocés Samuel White Baker (1821-1893) a la selecta asistencia que se congregó el 13 de noviembre de 1865  en una cena organizada por la Real Sociedad Geográfica de Londres , a la que acababa de convertir en su esposa apenas unos pocos días antes , una joven de apenas veinticuatro años llamada Florence Baker (1841-1916). Escribe la periodista, aventurera y escritora española Cristina Morató (1961) en su obra "Las reinas de África" , que nos acompañará a lo largo de todo esta historia, que cuando los asistentes dirigieron su mirada a la joven a la que Baker hacia referencia "aquella mujer rubia y elegante, vestida a la última moda parisina y que había vivido increíbles aventuras junto a su compañero, les resultó fascinante"  En realidad este relato tendría que haberlo titulado mencionando conjuntamente a este intrépido y singular matrimonio, que no sólo desafió los peligros inherentes a la exploración en un continente que todavía permanecía con grandes espacios en blanco en los mapas, con la amenaza de los pueblos que allí vivían, de la vida salvaje, de las enfermedades o los traficantes de esclavos, sino que también desafiaron las convenciones sociales de la puritana sociedad victoriana que se escandalizaba por las andanzas de una pareja recorriendo juntos África sin estar casados y criticaba a un hombre veinte años mayor que la joven que le acompaña por poner en peligro la vida de ella en un viaje tan peligroso. Pero su éxito y el posterior  matrimonio borraría el escándalo y los convertiría en una pareja que pasaría a la leyenda de la edad de oro de las exploraciones africanas.


File:Samuel Florence Baker 01.jpg
Dibujo de nuestros dos protagonistas , sir Samuel White Baker (1821-1893) y la que se convertiría en su segunda esposa, Florence Baker (1841-1916) y con la que viviría dos grandes aventuras en África en la que en varias ocasiones estuvieron a punto de perder la vida bien por las enfermedades o a manos de los pueblos por los que pasaban . Según nos cuenta la periodista y escritora española Cristina Morató en su  libro "Las Reinas de África", a pesar de la diferencia de edad, él era veinte años mayor que ella , y su diferente origen, procedente de una acaudalada familia escocesa él , más oscuro el origen de Florence que perdió a su familia masacrada en Transilvania y sería rescatada por Baker en un mercado de esclavos,
"Ambos tenían muchas cosas en común , entre ellas la sed de aventuras  y un gran sentido del humor."
Sus caminos confluyeron de la manera más insospechada y a partir de ese momento ya no volverían a separarse, formando una de las parejas más singulares del siglo de oro de la exploración en África.
(Imagen procedente de https://commons.wikimedia.org ) 


Es una época legendaria con nombres como el misionero, médico y explorador escocés David Livingstone (1813-1873), el primer blanco en contemplar esa maravilla de la naturaleza que son las Cataratas Victoria, a las que él bautizó con ese nombre en honor de la reina Victoria I de Inglaterra (1819-1901), el oficial y explorador inglés John Hanning Speke (1827-1864), descubridor del lago Victoria y el primero en afirmar que aquella era la auténtica y legendaria fuente del Nilo , el explorador , diplomático, escritor , traductor y aventurero Richard Francis Burton (1821-1890), que junto a Speke buscó las fuentes del Nilo y compartió con él el descubrimiento del lago Tanganika aunque luego los dos terminarían enfrentados sobre la localización exacta del nacimiento del gran río africano. Son sólo tres entre la pléyade de nombres de grandes exploradores que en aquel tiempo conocido como la era victoriana arriesgaron sus vidas en busca de lo desconocido , a veces empujados por la ambición de la fama, por el anhelo de evangelizar a pueblos que nunca habían escuchado hablar del dios cristiano y otros , como es el caso de nuestros protagonistas, los Baker, por el sencillo afán de aventuras, ese deseo que llevaba al montañero francés Lionel Terray (1921 1965) a responder cuando le pregunta por qué arriesgaba su vida escalando montañas "¿Por qué subir montañas? Porque están ahí". La aventura no necesita más justificación que  su propio significado , ese que define el Diccionario de la Lengua Española como "empresa de resultado incierto o que presenta riesgos" y esa hermosa expresión castellana de "embarcarse en aventuras", navegar por aguas desconocidas a rumbos ignotos, palabras y expresiones que evocan libertad, emoción, peligro y una intensa sensación de estar vivo. Y en el siglo XIX nuestro planeta todavía conservaba muchos espacios en blanco que explorar. Como escribiera el novelista británico  Graham Greene ( 1904-1991) "África será siempre  la de la época de los mapas de la era victoriana, el inexplorado continente vacío con la forma de un corazón humano" . Y a ese África todavía inexplorada en parte viajaremos de la mano de nuestros dos protagonistas. 



Map of Africa
Mapa de África  realizado en 1820 por el cartógrafo francés Adrién-Hubert  Brué (1786-1832),  que con sólo doce años  embarcó  como grumete la Expedición Baudin  que en 1800 dirigió el capitán y cartógrafo Nicolas Baudin (1754-1803) más allá del Cabo de Buena Esperanza hasta los Mares del Sur. Este mapa de África fue publicado en 1820 junto a otros treinta y cinco mapas en su "Atlas Universal". Como podéis ver hay múltiples referencias a diferentes lugares  costeros pero el interior de África todavía era un gran espacio  en blanco ,  la Terra Incognita que seduciría  a los grandes aventureros del siglo XIX  que  se internarían cada vez más en el corazón del continente, bien  animados por su fervor religioso, como el caso de David Livingstone, por su ambición de lograr la fama o por el simple amor a la aventura, aunque creo que fuera cual fuera su motivación, todos amaban la aventura , la emoción de lo desconocido , aunque para ello tuvieran que desafiar a las enfermedades, los animales salvajes , a los pueblos que habitaban estas tierras y los traficantes de esclavos
(Imagen procedente de  http://www.wdl.org)

Decía antes que tal vez debería haber titulado este artículo haciendo referencia los dos, pues fue una exploración conjunta, pero quise dedicárselo a Florence Baker porque en los viajes de exploración las mujeres, incluso en casos tan singulares como la de Florence  suelen quedar relegadas a un segundo plano y su propio esposo reconocería a lo largo de su vida que no habría realizado aquellos viajes y vivido para contarlo de no haber sido por la energía, el valor y la presencia de ánimo de su mujer.Y la primera gran aventura fue la de su encuentro pues sus caminos no parecían destinados a cruzarse . Sigamos la pista de ambos y para ello primero viajemos a Londres donde el 8 de junio de 1821 , el mismo año en que nacía el explorador Richard Francis Burton al que me refería más arriba, venía al mundo Samuel White Baker . Era el primero de los hijos del matrimonio entre Samuel Baker (1793-1862) y Mary Ann Baker(fechas desconocidas) que tendrían otros hijos, Anna Eliza Bourne(no encontré su fecha de nacimiento y defunción) ,Valentine Baker(1827-1887) ,James Baker (1830-1906) y Mary "Min" Baker (fechas desconocidas). La familia goza de una posición acomodada pues Samuel Baker padre es un destacado hombre de negocios, dueño de plantaciones de azúcar en Jamaica,  además de banquero y naviero con vínculos comerciales con las Indias Occidentales. Después de recibir una esmerada educación que culminaría en 1841 en la ciudad alemana de Frankfurt, Baker, con veinte años , se graduará como ingeniero civil . Se supone que tendría que seguir el camino de su padre en el mundo de los negocios, pero como nos cuenta el historiador español César Vidal (1958) en su obra "Los exploradores de la reina" "Baker no se sentía en absoluto atraído hacia el mundo del dinero y de las finanzas. Donde él se hallaba a gusto eran en los grandes espacios al aire libre," yen sus frecuentes viajes se dedicaba a lo que era una de sus grandes pasiones, la caza.  


Fotografía de Samuel Baker  tomada en 1870, casi treinta años después de la época que os estoy contando pero no he encontrado ninguna  imagen de Baker cuando era más joven. Aquí le vemos vestido de cazador y con dos de los muchos trofeos de caza , su gran pasión desde joven , la cabeza de un rinoceronte y la de un búfalo.  Samuel White Baker fue un hombre singular primero porque a diferencia de otros exploradores de su tiempo él , gracias a su fortuna personal, se financiaba sus propias expediciones sin necesidad de estar apadrinado por la prestigiosa Royal Geographical Society , la principal impulsora de los viajes  de exploración en el siglo XIX.  Pero además, como escribe Javier Reverte en su obra "Vagabundo en África",  Baker atesoraba
"Un enorme talento  de escritor de aventuras , hasta el punto de que casi puede decirse que él inventó el género en su vertiente africana, llenando las páginas de sus relatos de espeluznantes  riesgos, ataques  de feroces animales  y tribus hostiles, con el héroe indestructible  acompañado siempre de la delicada  y valerosa heroína. Hollywood le debe a Baker el prototipo del  recio aventurero  en África "
(Imagen procedente de  https://en.wikipedia.org )

En 1844 contrae matrimonio con Henrietta Ann Bidgood Martin(fecha desconocida-1855), hija de un clérigo  con la que tendrá  siete hijos , aunque sólo cuatro hijas superarían los primeros años de vida. .Posteriormente fundará un asentamiento agrícola en la isla de Ceilán (la actual Sri Lanka) mientras seguía dedicándose con intensidad a su pasión cinegética  "los elefantes de Ceilán - escribe César Vidal -, los tigres indios y los osos balcánicos formaron parte, entre otras muchas especies, de las que pasaron a engrosar su historial como cazador " Muy lejos estaba todavía entonces de despertar su pasión por el continente africano , era, como nos lo describe el escritor español Javier Reverte (1944) en su libro "El sueño de África" "una especie de bon vivant que contaba con una notable fortuna y que nunca se había propuesto descubrir nada" Durante su estancia en Ceilán escribirá varios libros sobre la isla pero en 1855, tras doce años de matrimonio, su esposa Henrietta fallecía al parecer de fiebres tifoideas y Baker, que a la sazón tiene treinta y cuatro años de edad, se quedaba a cargo de las cuatro hijas supervivientes, pues para entonces ya había perdido a sus dos hijos varones y a otra hij. Los dejará a cargo de una de sus hermanas, Mary Ann "Min" Baker, que seguía soltera y podía cuidarlos.  Ya en 1858 le encontramos acompañando al joven maharajá Duleep Singh (1838-1893). Maharajá es un término de origen sánscrito, la lengua sagrada de India, que puede traducirse como "Gran Rey". El joven Duleep Singh , en aquel momento de veinte años de edad, era el maharajá del Punjab , el reino de los Sij, un grupo religioso mayoritario en esta región hoy fronteriza entre India y Pakistán.


Fotografía del maharajá del Punjab, Duleep Singh tomada en 1861, cuando contaba veintitrés años . Dos años  antes tuvo como compañero a Samuel Baker durante su viaje por Centroeuropa  en el que visitaron  Frankfurt, Berlín , Viena y Budapest, cazando en los espesos bosques del corazón de Europa y en los Balcanes y embarcando después para descender por el Danubio hasta su desembocadura en el Mar Negro  y seguir desde allí hasta la capital del Imperio Otomano, Constantinopla. Fue el hielo que cubría las aguas del Danubio lo que interrumpió el viaje y permitiría que Baker conociera a Florence cuando ella estaba a punto de ser vendida como esclava al pachá de la ciudad de Vidin. En cuanto a Duleep Singh, después de convertirse al cristianismo, el que sería el último maharajá del Punjab , sólo visitaría la India en dos ocasiones a lo largo de su vida, en 1860 y en 1863 , pues los británicos temían que se produjera una rebelión en el Punjab si regresaba allí su rey. Moriría en el exilio en París  el 2 de octubre de 1893 y tampoco se cumplió su última voluntad de ser enterrado en India y fue enterrado, junto a su esposa y su hijo en la localidad inglesa de Elveden , en el este de Inglaterra
(Imagen procedente de  https://en.wikipedia.org ) 


Los cuatro antecesores de Duleep Singh en el puesto de Maharajá de los Sijs habían muerto asesinado y él se convirtió en maharajá con apenas cinco años de edad en 1843. pero apenas tres años más tarde los sijs eran derrotados por los británicos y Duleep Signh sería depuesto  por éstos. Le separaron de su madre , a la que no volvería a ver en trece años y fue puesto bajo la tutela británica. En 1853, con quince años de edad, fue traslado a Inglaterra donde parece que conquistó la simpatía de la reina Victoria. Y es a éste joven maharajá al que Baker acompañará a partir de 1858 en un largo viaje de placer en el que recorrerían buena parte de Centroeuropa  donde dedicaron buena parte del viaje a cazar. Luego alquilaron un barco para descender el curso del Danubio hasta el Mar Negro y desde allí dirigirse a Constantinopla, la capital del Imperio Otomano. Nos cuenta Cristina Morató que  " el barco chocó con un témpano de hielo no muy lejos de de una población llamada Vidin. Una ciudad que era un fortín turco en el corazón de los Balcanes, donde la esclavitud era todavía un lucrativo negocio"  Hoy Vidin es un puerto búlgaro a orillas del Danubio y muy próximo a las fronteras con Serbia y Rumanía. Y precisamente durante su estancia en Vidin presencia una de esas subastas de esclavos que Baker detestaba, ya que estaba en contra de la esclavitud Y entonces el destino o la casualidad quiso que "su vista se fijara en una joven blanca de cabello rubio y porte elegante , que se encontraba entre el grupo de cautivos" Y  llevado de su deseo de evitar que aquella joven continuara siendo una esclava de algún noble otomano , pujó en la subasta y la adquirió. Al menos es una de las versiones ya que otra de las versiones refiere que en realidad Baker llevó al joven maharajá al mercado para que lo conociera y fue entonces cuando vio a aquella joven que al parecer estaba destinada al gobernador otomano de Vidin, que los turcos denominaban pachá. El pachá habría pujado más alto que Baker por la chica pero éste, sobornando a los que la custodiaban antes de entregársela a su nuevo dueño, logró sacarla de la ciudad escondidos en un carromato


Fotografía de Florence Baker tomada en 1865, seis años después de que  Samuel Baker la rescatara de aquel mercado de esclavos de Vidin cuando apenas tenía diecisiete años y después de diez años de cautiverio  tras la masacre que acabó con la vida de toda su familia. Sabía hablar alemán y húngaro , era una buena enfermera y pronto demostraría su resistencia a las penalidades de un viaje por África y también su capacidad de aprendizaje  que la conduciría a dominar el uso de la pistola con la misma facilidad que utilizaba el sextante o montaba a caballo (Imagen procedente de http://www.elmundo.es

¿Fue así o se trata de una historia idealizada por Baker adaptándola al gusto por lo exótico de la sociedad victoriana? Sea como fuere ¿quién era aquella joven, apenas salida de la adolescencia y de la que pronto descubriría que estaba muy lejos de ser alguna joven analfabeta procedente de una familia campesina, pues hablaba con soltura húngaro y alemán?.No se sabe mucho del pasado de nuestra protagonista , si buscáis en Wikipedia ni siquiera encontraréis una entrada en inglés dedicada a ella, aunque si en francés o alemán. Había nacido el 6 de agosto de 1841 en la localidad de Nagyenyed, hoy en los mapas con el nombre de Aiud, situada en Transilvania, entonces perteneciente al  territorio del Imperio Austro-Húngaro. Fue bautizada con el nombre húngaro de Florence Barbara María von Sass, aunque según las fuentes su nombre varía según los idiomas pasando del  Florica María Sas en rumano al  alemán María Frelin von Sas.En 1848 estalla una revolución  en Transilvania, debido a la intención de Hungria de anular su autonomía ,  y durante la guerra que se produjo a continuación  la pequeña  Florence, de siete años de edad, pierde a toda  su familia  y ella terminó en manos de mercaderes de esclavos turcos . Probablemente pasó los años siguientes viviendo en un harén donde estuvieron  preparándola para su vida futura hasta que en 1859 el camino de esta joven casi adolescente se cruza con el de Samuel Baker, aquel hombre  "casi cuarentón -escribe Morató - de prominente nariz , poblaba barba y patillas". Y en este punto sus biografías confluyen y ya no volverán a separarse. La cuestión que se le planteaba a Baker ahora , que no tenía intención alguna de tener una esclava, era que hacer con ella. De momento Baker tenía que continuar el viaje con el Maharajá y decidió llevarla consigo aunque sabía que la compañía de aquella joven, a la que algunos confundían con una de sus hijas por la diferencia de edad,  no tardaría en despertar habladurías y se vería obligado a dar incómodas explicaciones a su regreso  a Inglaterra tanto a su familia como a sus amigos. Baker lograría mantener el secreto de la presencia de Florence durante años


Fotografía de John Hanning Speke tomada hacia 1863  , probablemente después de regresar de su segunda expedición a África.  Compartiría con  Richard Frncis Burton  la aventura de la búsqueda del Nilo, aunque eran dos hombres con un carácter opuesto.  Speke ni tenía la vasta  cultura de Burton , ni sabía hablar idiomas , no fumaba, era abstemio y carecía del talento de Burton para escribir. Sin embargo, si tenía una gran habilidad para el dibujo . Burton describía a Speke como un hombre que casi no podía arreglárselas sin la ayuda del propio Burton hasta el punto de que le daba sus notas sobre el viaje para que Burton corrigiera su estilo. Tal vez el sueño de Speke era convertirse en héroe , lo que explicaría que en su primer encuentro con Burton le dijera que había ido a África a buscar la muerte. La encontraría, si , pero no en África, sino trágicamente en Inglaterra como os contaré en la segunda parte donde volveremos a cruzarnos con él cuando su camino se encuentre con el de los Baker (Imagen procedente de https://en.wikipedia.org )

La comitiva llega a la ciudad de Bucarest y allí el Maharajá decide seguir otro camino y se quedan solos  el ya maduro viajero y cazador con la bella joven  y parece que la pasión amorosa se encendió en el corazón de Baker . Para no tener que regresar a su hogar en Escocia, donde le esperaban su hermana soltera y sus cuatro hijas, Baker acepta un trabajo como ingeniero  en la región rumana de Dobrogea situada entre el delta del Danubio y el Mar Negro, donde Baker pasa varios años diseñando el recorrido de una línea de ferrocarril a lo largo del Danubio  y tendiendo puentes y otras estructuras. Mientras, en 1859 regresaban a Inglaterra los exploradores Richard Francis Burton y John Hanning Speke ,que durante tres años habían permanecido en África buscando las Fuentes del Nilo. Durante la expedición , y tras sufrir todo tipo de penalidades, el 14 de febrero de 1858 habían divisado un gran lago Burton los nativos le habían indicado que había una gran corriente de agua en el lado norte del lago pero le insistieron en que entraba en el lago pero no salía.  Burton , sin embargo, estaba convencido de que aquel lago era la legendaria Fuente del Nilo. Compró dos canoas para dirigirse hacia el norte pero antes de llegar al lugar donde los nativos decían que se hallaba la corriente de agua , estos se negaron a seguir pues entraban en el territorio de una tribu muy belicosa. No llegó hasta allí, pero si hubiera seguido unos kilómetros más lo que habría descubierto es como el río Rizizi desemboca en el Tanganika, no era el Nilo, pero Burton se empeñó en creerlo así. En Ujiji, que era un centro de esclavos a orillas del Tanganika, deciden permanecer unas semanas y Speke emprende una corta exploración hacia un lago cercano ,mientras Burton termina de recuperarse de sus dolencias. Aquel lago era llamado por los pobladores "Nyanza", que significa "el lago" y un viajero árabe le cuenta a Speke cuando este llega allí el 3 de agosto de 1858  que de él surge un gran caudal de agua " tan inmensurable que, con toda probabilidad, podría extenderse , aunque nadie lo hubiera comprobado, hasta los confines del mundo"


Mapa donde en rojo(la ruta en verde es la que seguiría Speke en su segunda expedición a África  tres años más tarde)   podemos apreciar la ruta seguida por Richard Francis Burton y John Hanning Speke desde el momento que zarparon de la isla de Zanzíbar  el 17 de junio de 1857 hasta la ciudad costera de Bagamoyo. Luego siguieron viaje por el interior hasta la ciudad de Tabora, donde se detuvieron para sanar de las numerosas dolencias que padecieron durante su viaje,  y de allí  hasta el Lago de Tanganika, donde Burton estaba convencido que ya habían hallado la Fuente del Nilo, aunque Speke no pudo circunnavegar el lago ni descubrió ningún curso de agua que saliera del lago.En el camino de regreso volvieron a detenerse en Tabora , y mientras Burton se quedaba descansando en la ciudad, Speke se dirigió hacia otro lago del que les habían hablado, el Nyanza, al que bautizó con el nombre de la reina de Inglaterra, Victoria. Le diría un comerciante árabe que de este lago salía una corriente de agua  "tan inmensurable que, con toda probabilidad, podría extenderse , aunque nadie lo hubiera comprobado, hasta los confines del mundo" Había hallado las Fuentes del Nilo(imagen procedente de www.ntz.info)

Speke sólo estuvo tres días junto a las orillas del lago pero quedó convencido de que se hallaba en la Fuente del Nilo. Cuando regresó junto a Burton y le contó su hipótesis de que el lago, al que había bautizado con el nombre de Victoria en honor de la reina de Inglaterra, Victoria I (1819-1901), Burton le dijo, con razón , que carecía de pruebas, y seguía insistiendo en que el Tanganika era la alternativa más probable. Con estos pareceres contrapuestos se dispusieron a regresar a Inglaterra en 1859 El problema era el informe que iban a presentar a la Royal Geographic Society  pues ambos discrepaban sobre las conclusiones. Después de cuatro meses de una terrible marcha en la que en todo momento las enfermedades acosaron a la expedición, esta llegaba a la costa  el 2 de febrero de 1859 , donde embarcaron para llegar a Zanzibar el 4 de marzo y 25días  después llegan a Aden. Allí se separan, Speke regresa a Inglaterra, pero antes acuerdan que no presentará su informe ante la Royal Geographical Society hasta que llegue Burton.Pero cuando Burton llegó a Inglaterra el 21 de mayo de 1859, se encontró con que  Speke había hablado con el presidente de la Royal Geographical Society, Roderick Murchinson(1792-1871) y su fama ya se había extendido por todo Londres ,que le reconocía como el descubridor de las Fuentes del Nilo. La Royal Geographical Society  le financia con dos mil libras una nueva expedición para confirmar que el Lago Victoria es la auténtica fuente del Nilo. En la expedición no hubo sitio para Burton,  y el 27 de abril de 1860 Speke emprendía una nueva expedición junto al capitán James Augustus Grant (1827-1892). Cuando Samuel Baker lee todas estas noticias siente nacer un deseo de viajar a aquel continente y seguir los pasos de Burton, Speke y Grant. Cristina Morató recupera esta carta dirigida a su hermana en Escocia donde la escribe "Querida hermana, en el fondo de mi ser late un espíritu aventurero  que se impone a todo lo demás . Ya vendrá el día  en que disfrutaré de las ciudades ; pero, por el momento, las aborrezco. Mi aguja magnética me dirige hacia el África central" 


Richard Francis Burton by Rischgitz, 1864.jpg
Richard Francis Burton en una fotografía tomada en 1864 De él decía su amigo y poeta Algernon Charles Swinburne(1837-1909) que:
 "tenía la frente de un dios  y la mandíbula de un diablo" Burton trató de dar un sentido a su existencia a través de una constante búsqueda espiritual, ayudándose de opio y  otras drogas, y también se interesaría en el estudio de  la cábala, la alquimia, el cristianismo y diversas religiones orientales, para acabar convertido al sufismo, que practicaría durante el resto de su vida. 
Richard Francis Burton no tenía problemas para mezclarse con pakistaníes, persas o árabes gracias a su extraordinario dominio de idiomas, de los que hablaba y escribía al menos 29, y su habilidad para el disfraz. Gracias a estas capacidades fue usado por el servicio de inteligencia británico para infiltrarse entre la población nativa , y fue así como consiguió unirse a una caravana que se dirigía hacia La Meca , una ciudad prohibida para los no musulmanes. Arriesgó su vida pero consiguió entrar en las dos ciudades sagradas, La Meca y Medina
El escritor y periodista australiano Alan Moorehead (1910-1983),  autor en los años sesenta del siglo XX de dos relatos de exploración titulados "El Nilo Blanco" y "El Nilo Azul" nos cuenta sobre Burton que:
"Sobre todo, era un arabista y un romántico, pertenecía a esa clase de hombres a los que algo les falta en la vida, un hambre, una nostalgia , que sólo puede calmarse en los desiertos de Oriente. Era demasiadas cosas para contenerse en un solo hombre y eso hacia que viviera en permanente conflicto consigo mismo"
Fue, sin duda,  uno de los grandes mitos de la exploración del siglo XIX
(Imagen procedente de https://es.wikipedia.org)


¿Y Florence? Por supuesto iba a acompañarle . Ambos habían descubierto que compartían su amor por la aventura y  Florence, a pesar de su juventud, ya había demostrado que aprendía rápido además de ser, según Morató , "una competente enfermera y hábil costurera" Las expediciones de Burton, Speke y tantos otros exploradores británicos del siglo XIX estaban patrocinadas por la prestigiosa Royal Geographical Society que establecía los objetivos a conseguir, pero Baker no tenía que someterse a ninguna directriz ya que gracias a su fortuna personal podía pagar de su propio bolsillo los gastos que acarreaba la organización de una expedición de estas características y no se privaba incluso de ciertos lujos. Viajar si, pero con un confort. Así nos lo describe Cristina Morató "Para su gran viaje africano no olvidó llevar sus deliciosas golosinas y chocolates, un impecable equipo de safair, dos catres de metal  y una enorme bañera de estaño , una colección de escopetas  y botas de caza  fabricadas en Londres a su medida, y lo último en instrumentos científicos" Javier Reverte nos cuenta en "El sueño de África" que en el momento de embarcarse para África "su único propósito (el de Baker)  era incluir entre sus trofeos cinegéticos cuantas especies africanas pudiera abatir con sus disparos " Antes de emprender este viaja a África logra para Florence un pasaporte británico a pesar de no estar casada con él . y recibe un nuevo nombre que añadir a la lista que ya habíamos visto antes, el de Florence Barbara Maria Finnian.. Y así emprenden su expedición a África  , con destino a Sudán. Ya en abril de 1861 los encontramos en El Cairo listos para navegar  por las aguas del Nilo río arriba en dirección a la ciudad de Jartum, la actual capital de Sudán, aunque por el camino iban a desviarse hacia el este, para explorar los afluentes del Nilo procedentes de las montañas de Abisinia (la actual Etiopía), al tiempo que Samuel Baker no pierde oportunidad para cazar y Florence, junto a su esposo, se aplica en aprender la lengua árabe. No tardarían en experimentar la dureza de un viaje por tierras africanas, una expedición que los llevaría mucho más lejos de lo que ellos pensaban en aquel momento,pero eso lo veremos ya en la segunda parte de su historia. 

Enlace con la segunda  parte  de Florence Baker o Njinyeri, la estrella del amanecer 
http://chrismielost.blogspot.com.es/2015/08/grandes-exploradores-florence-baker-o_28.html


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