miércoles, 18 de diciembre de 2013

LA POBREZA ASUSTA, LA DESIGUALDAD INDIGNA


"Hay grandes hombres que hacen a todos los demás sentirse pequeños. Pero la verdadera grandeza consiste en hacer que todos se sientan grandes." escribía uno de mis novelistas favoritos, el inglés Charles Dickens(1812-1870), un hombre cuya vida se desarrolló a lo largo del siglo XIX en el que tuvo lugar en en Inglaterra un vertiginoso crecimiento económico como consecuencia de los progresos aportados por la Revolución Industrial iniciada a mediados del siglo anterior y que, paradójicamente,  también amplió el abismo que separaba a las minorías más acomodadas, políticos, nobles, empresarios de una gran masa de obreros que eran explotados en las nuevas industrias donde trabajan en jornadas interminables por un sueldo miserable que apenas les daba para pagarse pobres viviendas en los barrios que se hacinaban en las afueras de las ciudades junto a los centros industriales. Los servicios sanitarios, las pensiones, , las vacaciones eran desconocidas para aquellos hombres , mujeres y también niños, que trabajaban como si fueran hombres y que poco más podían hacer que salir cada mañana para trabajar durante todo el día que le pudiera permitir tener algo que llevarse a la boca por la noche. Este fue el germen de los movimientos obreros que irían surgiendo a lo largo del siglo en el que nacerían los sindicatos de trabajadores y los movimientos proletarios. Charles Dickens fue un maestro a la hora de retratar la sociedad que le tocó vivir y en describir la extrema pobreza en la que vivían muchos de sus compatriotas de la que entonces era la primera potencia del mundo, el Imperio Británico. 

En el tiempo en que escribo estas palabras estoy leyendo una antología de sus "Cuentos de Navidad" y en uno de ellos encontré un párrafo que es lo que me ha conducido a escribir hoy este artículo. El cuento se titula "Las campanas" y el protagonista es un anciano llamado Troti que nunca ha tenido nada excepto su alegría de vivir pese a todo, y su esperanza de ganar algunas monedas se reduce a que alguien le quiera llamar para que acuda raudo a entregar algún mensaje a otro destinatario en la ciudad. La gran alegría del anciano es su hija Meg , a la que adora, y se le empañan los ojos con lágrimas cuando piensa en que no puede darle un futuro mejor . Un día próximo a las fechas navideñas  Meg acude ante él llena de alegría, trayéndole una deliciosa comida para anunciarle que Richard, su novio , otro hombre de humilde condición, la ha propuesto casarse. A pesar de las penurias de la vida que les espera a los dos, ambos jóvenes irradian felicidad y ganas de vivir. La dicha del padre al contemplarlos es casi completa y por un momento olvida su precaria situación , pero en ese momento entran en escena tres  caballeros  bien vestidos, sin duda gente de fortuna. Uno de ellos es concejal, otro empresario que se quedan mirando con esa condescendencia con que los que se creen superiores miran a sus inferiores., como si se tratara de niños pequeños, de criaturas sin conocimiento a las que hay que conducir y aleccionar. El pobre Troti estaba comiendo en ese momento un plato de callos que le había traído su hija, su única verdadera comida en días , pero cuando los caballeros le ven comiendo , le arrebatan el plato y le increpan "Le diré algo , está usted arrebatando esos callos, amigo, de las bocas de viudas y huérfanos" 

Esta es una fotografía casi contemporánea al tiempo en el que vivió y escribió Charles Dickens. Pertenece al fotógrafo escocés John Thompson (1837-1921), considerado uno de los pioneros del fotoperiodismo, que en 1877 realizó una serie de fotografías sobre las calles de Londres que mostraban la atroz pobreza en la que vivía una buena parte de la sociedad británica  paradójicamente en el momento ene que el Imperio Británica vivía su época de máximo esplendor. Estas fotografías se publicarían un año después en un libro con el título de "Las calles de Londres" que mostraba otra imagen del Imperio y de la sociedad victoriana que muchos se negaban a ver (Imagen procedente de http://esderetro.blogspot.com.es)

Mientras, otro de aquellos caballeros, un concejal llamado Clute ,al enterarse de que la hija de Troti pretende casarse se burla de ellos, porque considera que las personas sin futuro, los mendigos, no deben casarse e incluso sugiere que no tienen ni derecho a existir "Un hombre puede trabajar toda la vida en beneficio de gente como esta y no podrá albergar más esperanza de persuadirles de que no tienen derecho ni razón para casarse  que la de persuadirles de que no tienen derecho ni razón para haber nacido en este mundo" Estas palabras enlazan con el pensamiento del clérigo anglicano Thomas Robert Malthus (1766-1834), cuyas ideas tendrían un gran peso en el siglo XIX a raíz de la publicación  anónima en 1798 del ensayo "Ensayo sobre el principio de población" de la que ya he hablado en otras ocasiones en el Mentidero , en la que Malthus advertía del peligro del crecimiento de la población y abogaba por la eliminación física de los más pobres .  Por eso, en lugar de tratar de ayudar a los pobres, de ofrecerles mejores viviendas, atención sanitaria y mejores condiciones de vida Malthus consideraba que era más conveniente que esas condiciones no solo mejorasen sino que empeorasen para lograr reducir más rápido su población . Escribía "En vez de recomendarles limpieza a los pobres, hemos de aconsejarles lo contrario, haremos más estrechas las calles, meteremos más gente en las casas y trataremos de provocar la reaparición de alguna epidemia" Considera la miseria como una condición inevitable "Parece que es una de las inevitables leyes de la naturaleza que algunos seres humanos sufran de miseria. Estas son las personas que, en la gran lotería de la vida, fracasarán". Eres pobre, mala suerte, no podemos hacer nada por ti, es lo  que venía a decir Malthus  

En otra parte de su ensayo nos aclara más , si fuera necesario, que hay personas que no tienen derecho a reclamar ni siquiera un lugar en el mundo "El hombre que nace en un mundo ya ocupado  no tiene derecho alguno a reclamar una parte cualquiera de alimentación  y está de más en el mundo. En el gran banquete de la naturaleza no hay  cubierto para él. La naturaleza le exige que se vaya y no tardará en ejecutar ella misma tal orden" Los pobres sobraban en el mundo y lo mejor que podía ocurrir es que desaparecieran y dejaran su lugar a los más aptos para la vida y para la sociedad ¿quiénes? Empresarios, aristócratas, banqueros , las clases privilegiadas. Cuando hoy leemos estas palabras  y también los retratos de la sociedad de su tiempo realizados por Charles Dickens  nos horrorizamos  y agradecemos que sean escenas del pasado,  Pero cuando cada día abro el periódico en el país en el que resido, España, comienzo a pensar si no estaremos asistiendo a un renacimiento de las ideas de Malthus  , no , por supuesto, en lo que se refiere a la extinción física de los pobres, pero si en lo que tiene de desprecio a las clases más humildes , de soberbia de una minoría  acomodada hacia un porcentaje creciente de la población que cada vez tiene menos recursos y se ve obligada a aceptar cambios en las leyes que van en su perjuicio , que limitan las ayudas sociales , que reducen lo salarios , las prestaciones sanitarias  y todas aquellas conquistas sociales que se tardó más de un siglo en lograr desde aquella Inglaterra victoriana de la que escribía Charles Dickens hasta el Estado del Bienestar que nació en Europa después del final de la Segunda Guerra Mundial.

Retrato de Thomas Robert Malthus . Su pensamiento es fruto de la época en la que vivió, pues la Revolución Industrial había transformado  Inglaterra. En un siglo había doblado su población, pasando de cinco millones de habitantes en 1700 a casi diez millones en 1800, la gente había abandonado el campo para hacinarse en las ciudades donde se encontraban los grandes centros industriales, lo que provocó problemas de vivienda, de escasez de alimentos y encarecimiento de sus precios y sobrepoblación urbana  en unas ciudades que no estaban preparadas para esa afluencia masiva de  personas. Esto llevó a Malthus a advertir sobre el peligro de superpoblación y de agotamiento de los recursos disponibles , problemas a los que hoy no somos ajenos pero la solución que proponía Malthus era la de la eliminación y por eso rechazaba toda ayuda que pudiera mejorar la situación de estos  "Si los alimentos - escribía -no alcanzan para todos, un subsidio a los pobres no puede aumentar su volumen, ya que lo único que puede traer consigo es el aumento de la cantidad de pobres, pero en ningún caso más riquezas"   (Imagen procedente de http://www.larousse.fr)

En España, hablo de ella porque es donde vivo y la situación que mejor conozco aunque no es una excepción, las  noticias de corrupción entre la clase política, empresarial y sindical se suceden y cualquier ciudadano puede leer con ojos asombrados como personas que tuvieron en sus manos la responsabilidad de manejar miles de millones de euros ,de dirigir empresas en las que trabajaban miles de personas o que ocupaban altos cargos políticos gracias a la confianza de los votantes, han robado el dinero, han hundido las empresas y han traicionado esa confianza . Y ese mismo ciudadano mira con más asombro aún como la mayoría de estos casos se prolongan en el tiempo  y suelen terminar sin consecuencias para sus responsables y cuando las hay demasiado  pequeñas en proporción al daño que han causado.  Mientras esto sucede en lo que podríamos denominar altas esferas,en la aristocracia de nuestro tiempo,   en marzo de este año 2013 Cáritas hacía público el informe "Desigualdad y Derechos Sociales. Análisis y Perspectivas 2013" en el que advertía que un 21,8% de los españoles vivían en una situación de pobreza relativa, casi uno de cada cuatro habitantes de España,  lo que significa ganar menos de 7.300 euros al año, que un 3,67% de los hogares carecía de cualquier tipo de ingresos y según los últimos datos correspondientes al 2011 sobre el riesgo de pobreza, este afectaba a un 27% de la sociedad española. .Estas cifras se atribuyen a la crisis pero se advierte en el informe que sus efectos son opuestos según al sector de la población al que pertenezcas. El secretario general  de Cáritas, Sebastián Mora, declaraba cuando presentaba este informe en marzo de 2013 que "La fractura social se ha instalado entre nosotros y con el tiempo cada vez será más difícil que las personas empobrecidas puedan salir de la exclusión "  y daba datos que mostraban que no se trata de una opinión sino de una realidad como que en los últimos cinco años la diferente entre las rentas más altas y las más bajas se ha incrementado en un 30%, es decir, desde el comienzo de la crisis los que más ganan son un 30% más ricos que los más pobres. 

Mientras que la población de rentas más bajas vio como sus ingresos disminuían en esos años una media del 5% , el crecimiento experimentado por los hogares más ricos ha sido el mayor experimentado por toda la población. Al deterioro de las rentas de la población en general han contribuido una serie de factores como la subida de impuestos como el IVA o el Impuesto Sobre la Renta, la reducción de salarios impulsada por la nueva reforma laboral, las nuevas y más estrictas exigencias para acceder a subsidios de ayuda para aquellos que se han quedado sin recursos, la reducción en las ayudas a la educación o las prestaciones sanitarias , medidas todas ellas impuestas con razonamientos basados en la necesidad de mejorar las grandes cifras nacionales sin preocuparse por una población donde casi seis millones de personas no tienen empleo y los que lo tienen les ahogan con bajadas del sueldo que en algunos sectores llegan hasta el 40% y que convierten un humilde sueldo de mil euros casi en un salario de privilegio. Soy consciente que para mis lectores en otros países del mundo donde la situación es aún más precaria esto les puede parecer una queja sin fundamento, pero para el nivel  de los precios en España los salarios comienzan a ser meras rentas de subsistencia para millones de personas . Es muy sencillo caer en la demagogia al tratar estos temas, pero espero no hacerlo cuando hablo de familias que no tiene ni siquiera pagar pagar los gastos corrientes de la casa , la luz, el gas, el agua, aquello imprescindible para la vida cotidiana. Cuando escribo esto acaba de ser rechazada en España una propuesta para que aquellas persona que demuestren que no tienen medios para hacer frente a estos gastos no se les corte el gas y la luz en los meses centrales del invierno , una propuesta que ha sido tachada de demagógica. Tal vez lo sea, es cierto, y haya intereses políticos para ganar votos , pero ¿es demagogia ayudar a los que menos tienen,a los más débiles?¿No debería ser esa una de las prioridades de todos los poderes, tanto políticos como económicos?

En este gráfico de Cáritas podéis observar la evolución de las ayudas de esta organización dependiente de la Iglesia Católica en los últimos años y el crecimiento espectacular que ha tenido desde el comienzo de la crisis en 2008 hasta el año 2001. Si en 2007 atendían a no más de cuatrocientas mil personas en 2011 ya sobrepasaban el millón , personas que tienen que recurrir a su ayuda para vestirse, para comer o para tener un lugar donde dormir. Según Cáritas en la actualidad hay tres millones de personas que entrarían en el término pobreza severa, es decir, aquellas personas que no ingresan más de 307 euros , lo que representa un 3,5% de la población  española . Caritas señala que  "Lo que no podemos hacer es salir del túnel dejando a millones de personas en la oscuridad. Podemos tener una macroeconomía muy buena y que la gente no salga adelante" A veces parece que nuestra sociedad se está rigiendo por una evolución  darwinista donde el más apto tiene derecho a prosperar y el débil está condenado a la extinción. Pero no hemos creado una civilización para abandonar al débil ¿qué clase de progreso sería ese? (Imagen procedente de    http://www.huffingtonpost.es)

De nuevo Sebastián Mora , secretario general de Cáritas, nos advierte de esta creciente indiferencia, incluso desprecio encubierto, hacia la creciente pobreza de la sociedad "Se está dando una especie de invisibilización de la pobreza y de la exclusión severa por saturación y extensión de la pobreza. La pobreza severa se ha incrementado de manera importante y esto nos habla de personas más allá de las fronteras de la dignidad. Estamos borrando las fronteras de la dignidad humana en el contexto social en el que vivimos."  Y añade estas palabras "Si es verdad que siempre la pobreza y la exclusión hieren el corazón, la desigualdad es un escándalo ético y político. Como me decía hace un tiempo una campesina salvadoreña , la pobreza nos asusta, pero la desigualdad nos indigna", palabras que he tomado prestadas para titular este artículo porque creo que muestran lo que muchos sentimos, al menos yo lo siento así, la indignación cuando ves a amigos que lo están pasando mal, a personas que  se levantan cada mañana luchando por  conseguir un trabajo que al menos les permita vivir bajo techo y comer, mientras el antiguo presidente de un banco que arruino a cientos de miles de ahorradores está en la calle y se ha comprado una mansión de dos millones de euros, o el antiguo presidente de la patronal de empresarios , que aconsejaba a los trabajadores ganar menos y trabajar más , llamándoles indirectamente vagos, es juzgado y condenado a dos años de prisión y una multa de cien millones de euros por fraude fiscal , cuando se suceden los casos de corrupción entre los políticos de uno y otro partido, cuando esa corrupción afecta incluso a la Casa Real , a los sindicatos que debían proteger a los trabajadores y se han aprovechado del dinero público en su favor , y cuando en lugar de tomar medidas para atajar esta situación  todas las medidas que se adoptan van en la dirección de reducir las condiciones de vida de una inmensa mayoría de la sociedad cada vez más empobrecida. 

Y si esto sucede en España ¿qué decir de lo que sucede más allá de  Europa?¿ qué decir del espectáculo de un millar de personas desesperadas tratando de cruzar ilegalmente la frontera  de España para huir de la pobreza en el continente africano?¿de qué sirve la riqueza cuando esta se concentra cada vez en menos manos y no se distribuye entre quién más lo necesita?¿no estaremos ante el renacimiento de las ideas de Malthus?¿es por este camino por el que pretendemos reducir la pobreza y la desigualdad que era uno de los objetivos del Milenio?¿no está ganando terreno el desprecio y la indiferencia ante la pobreza ? Al comienzo de este artículo recordaba las palabras de Charles Dickens  cuando señalaba  que la grandeza no está en hacer sentir a los demás pequeños  sino en lograr que todos se sientan grandes. Hace casi dos años escribía un artículo titulado "Necesitamos otro Charles Dickens" y pienso que ahora es más necesario que nunca dar voz a los menos favorecidos, que cada día son más, mostrar la realidad social que se encuentra detrás de las grandes cifras macroeconómicas que olvidan que las naciones no son sólo números, sino también seres humanos que sólo tienen esta vida para vivir y a la que no se puede sacrificar con indiferencia en aras de unos criterios económicos que sólo permiten vivir con desahogo a unos pocos mientras conduce a los demás a una existencia cada vez más empobrecida.  Soy consciente de que la situación que vivimos ahora no es equiparable a la de la Inglaterra de Dickens, pero es para evitar que podamos caer en una situación similar que ahora es necesario invocar un cambio de actitud de los poderes políticos y económicos. 


Esta fotografía muestra a inmigrantes africanos tratando de salvar la valla que separa Marruecos de la ciudad española de Melilla. Escenas parecidas pueden vivirse en la frontera entre México y Estados Unidos , en la isla de Lampedusa en Italia o en todos aquellos lugares que separan el mundo rico del mundo menos favorecido. Pero al final las vallas no podrán  detener la desesperación de la gente, es necesario crear un nuevo sistema que corrija los graves desequilibrios del actual, unos desequilibrios que de no hacer nada seguirán incrementándose porque el desarrollo teconológico no creará los niveles de empleo que hemos tenido hasta ahora. Y eso no es negativo, lo que significa es que necesitamos evolucionar hacia otra forma de organización, pero para ello hay que comenzar ya , pero las políticas a corto plazo de los gobernantes que sólo miran  a las próximas elecciones y la de aquellos que están cómodos con la acutal situación no harán nada por este cambio (Imagen procedente de http://saforpress.com)

Avanzamos hacia una sociedad muy diferente a la que hemos conocido, nos enfrentaremos a retos que hace unas décadas parecían inimaginables, la robótica se extenderá por nuestras sociedades y la estructura de las mismas no podrá seguir como hasta ahora porque millones de puestos de trabajo desaparecerán, simplemente no serán necesarios ¿qué haremos entonces?¿qué proyecto de futuro están diseñando nuestros representantes?¿acaso la solución será marginar cada vez a un mayor número de personas porque ya no interesarán al no  ser necesarias para la producción? No veo estos debates en los medios de comunicación y, lo más preocupante, en los representantes políticos que deberían tener proyectos de futuro , que tendrían que tener la capacidad de mostrar un camino que seguir en un mundo muy diferente al que conocieron nuestros padres y abuelos. El papa Francisco advierte que  " un capitalismo salvaje ha enseñado la lógica del beneficio a cualquier coste, del provecho sin mirar a las personas"  y abogaba por recuperar el espíritu de la solidaridad , del regalar, de la gratuidad. No es mal momento el tiempo navideño al que nos acercamos para recuperar viejas palabras como generosidad y bondad, para proclamar que ha llegado el tiempo en que no se puede medir todo en términos económicos, que no hay que dar esperando recibir algo a cambio sino sólo para ayudar a otra persona. Deberíamos recordar que el bien común es uno de los motores de la humanidad, cuando el ser humano comenzó a organizarse para ser más fuerte todos juntos, ayudándose unos a otros frente a un mundo exterior en muchas ocasiones hostil. Al final son las palabras de siempre, generosidad, bondad, solidaridad , esperanza  ¿significan algo para aquellos que tienen la responsabilidad de tomar las decisiones que afectan a sociedades enteras?¿nos encontraremos de nuevo a caballeros como los que se burlaban del viejo y pobre Troti en el relato de Dickens? Personalmente creo en las palabras de Albert Camus sobre que "En el hombre hay más cosas dignas de admiración que de desprecio" y que sera esa parte de nosotros la que reaccionará y logrará crear una sociedad más justa que la que ahora mismo tenemos. 

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2 comentarios:

Patucos dijo...

Tremenda la cita de Malthus, precisamente ahora se recuerda a Alfred Rusell Wallace contemporaneo de Darwin, que se inspiró (dicen) en las teorías de Malthus.

- Yo también me pregunto...si aquí pasa esto....que no pasará por esos mundos de dios.

- Personalmente ya no creo en la protesta pacífica, el resultado es CERO PATATERO y aun se te ríen en la cara y te meten una multa, o al talego...ningún derecho se ha conseguido JAMAS charlando tomando el te con los que cortan el bacalao.

christian mielost dijo...

Muchas gracias por la lectura y por tu comentario. Ojalá , por el bien de todos, seamos capaces de transformar el mundo con el diálogo y las ideas, pienso que ese es el camino y que es posible ahora más que en cualquier otro tiempo. Un abrazo desde Madrid

Famosos