sábado, 15 de junio de 2013

¿SEGURIDAD A CAMBIO DE PRIVACIDAD ? EL REGRESO DE LEVIATÁN

 
La sociedad humana no cambia tanto como nos podría parecer cuando comparamos diferentes épocas históricas. Por supuesto que aparece transformada por los avances tecnológicos, intelectuales y también en las costumbres y modas , pero por espectacular que sea esta evolución en determinados momentos pareciera que no es más que un maquillaje que oculta el verdadero rostro de esa sociedad humana, uno que permanece ajeno al paso de los siglos , de las revoluciones y las modas porque forma parte de la propia naturaleza humana y nos conduce en demasiadas ocasiones a repetir comportamientos del pasado que suponen insistir en viejos errores cuyos resultados conocemos pero que nos empeñamos en ignorar, dando la razón a las palabras del novelista y ensayista inglés Aldous Huxley, el célebre autor de aquella visión inquietante sobre el futuro de la humanidad que era "·Un mundo feliz", que afirmaba "Quizá la más grande lección de la historia es que nadie aprendió las lecciones de la historia."  y que eso que llamamos sabiduría popular expresa con el dicho "el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra". No es que estemos destinados a olvidar la historia, es que aun recordándola cada nueva generación no ha experimentado lo que sufrieron las anteriores y necesita experimentarlo por ella misma. Como, a pesar del paso del  tiempo, la naturaleza humana con sus pasiones, deseos y ambiciones sigue siendo la misma también lo son sus comportamientos que nos llevan a repetir los mismos errores una y otra vez. ¿Por qué digo esto hoy?
 
Aldous Huxley fue el autor de una de las novelas más impactantes del siglo XX, "Un Mundo Feliz". Es una distopía, un término que se utiliza para denominar a lo opuesto a una utopía, es decir, un futuro indeseado y que deberíamos tratar de evitar. En esta obra Huxley nos sitúa en una sociedad aparentemente feliz, donde se ha erradicado la enfermedad la pobreza,  la guerra y que goza  de  un gran desarrollo tecnológico. Un auténtico mundo ideal pero cuando conoces como es por dentro descubres que para lograr ese mundo ideal la sociedad ha renunciado al pensamiento, a la creación artística, a la filosofía, a la libertad de expresión , incluso a nuestro concepto de familia ya que es el estado el que se encarga de "criar" a los nuevos ciudadanos. Una sociedad tan aséptica como un quirófano , pero sin espíritu ni vida, no se trata de un mundo feliz sino de  una sociedad muerta. Casi al final de la obra uno de sus protagonistas se rebela contra esa estabilidad estéril, esa aparente felicidad que no es más que falta de emociones, y exclama "Pero yo no quiero la comodidad. Yo quiero a Dios, quiero la poesía, quiero el verdadero riesgo, quiero la libertad, quiero la bondad. Quiero el pecado." Ante el dilema que nos quieren presentar entre seguridad o privacidad, entre control o libertad, una elección que considero que está mal planteada porque se puede lograr un equilibrio entre ambas, si no hubiera más remedio que escoger mi elección sería la libertad. Prefiero sus riesgos a que en el futuro pudiéramos crear la sociedad que imaginó Huxley (Imagen procedente de http://pijamasurf.com )
 
Hace apenas unos días dediqué un artículo a Edward Snowden , el joven norteamericano que ha revelado el control que  realizaban las agencias de seguridad del gobierno norteamericano sobre las comunicaciones privadas de norteamericanos y extranjeros ya fuera a través de redes sociales como Facebook o Twitter, de buscadores de Internet como Google, de suministradores de software como Microsoft o de grandes compañías de teléfonos como Verizon, utilizando un programa llamado PRISM del que ya os hablé en aquel artículo . Este espionaje es algo que aquellos que no pecan de ingenuidad sospechaban, porque no hay gobierno que no pretenda ejercer un control sobre sus gobernados, por muy democrática que sea la tradición política de ese país, como sucede en el caso de los Estados Unidos y siempre utilizarán argumentos para justificar ese control, en este caso el de la seguridad  poniendo a la sociedad en la falsa disyuntiva de elegir  entre una supuesta seguridad al 100% o una privacidad plena. Digo falsa porque ningún gobierno , ningún sistema político , ninguna persona tiene la capacidad de garantizarte la seguridad absoluta, porque la vida es por su misma esencia incertidumbre e inseguridad , no sabemos que nos puede suceder dentro de una hora, de un día , una semana o un año ¿cómo van a garantizarte que estarás seguro, que nada te va a suceder?¿cómo , entonces, puede pedirte que elijas entre tu derecho a la intimidad, a la privacidad y, por lo tanto, a tu libertad personal, por un supuesto bien, la seguridad, que no tienen en su mano concederte?
 
A veces el humor nos dice mucho sobre la realidad, como esta divertida viñeta en la que algunos de los principales servicios de inteligencia del mundo se preguntan como poder obtener todos los datos que desean conocer sobre sus ciudadanos. Sin duda las redes sociales como Facebook o Twiter son una fuente de información codiciada tanto por los servicios de inteligencia como por las empresas que desean conocer los gustos de los consumidores, que además cuenta con la ventaja de que son los propios ciudadanos los que voluntariamente exponen públicamente información  que jamás entregarían si fueran forzados a ello . A pesar de las reiteradas promesas de estas redes de garantizar la privacidad de lo escrito y compartido por sus usuarios , Facebook acaba de reconocer que durante los últimos cinco meses ha atendido más de diez mil peticiones de información que habrían afectado hasta a veinte mil cuentas de usuarios de esta red social. Es cierto que para un volumen de más de mil millones de usuarios esto es apenas un grano de arena en el desierto pero una vez que sabemos que la puerta está abierta ¿qué poder de control tenemos sobre nuestra información depositada durante años en la red? La respuesta es que prácticamente ninguno y eso es conferir un poder demasiado grande a un Estado. Si es por seguridad ¿también estará justificado que interroguen a un millón de personas aunque no tengan pruebas contra ellas?¿quién establece el límite sobre lo que es o no correcto para defender la seguridad? (Imagen procedente de http://www.taringa.net )    
 
La respuesta es para mi obvia, no hay un dilema entre seguridad y libertad por el simple hecho de que el estado no te puede garantizar la seguridad  dejando sin fuerza el principal argumento del gobierno , en este caso de Estados Unidos pero aplicable a cualquier otra nación, para desarrollar estos sistemas de vigilancia sobre sus propios ciudadanos. El escritor, político, diplomático y revolucionario francés Conde de Mirabeau alertaba sobre el afán de poder y control de los gobiernos  afirmando que "El mayor peligro de los gobiernos es querer gobernar demasiado" . Este afán de regularlo todo, legislar cada acción de nuestras vidas y , gracias a los actuales medios que la tecnología pone a su alcance , controlar todos sus movimientos, es el gran Leviathan del que hablaba el escritor británico Thomas Hobbes(1588-1679) en el siglo XVII . Hobbes escribió una obra titulada  "Leviatán o la materia, forma y poder de una república eclesiástica y civil " donde analiza las tres formas posibles de gobierno que a su juicio son la monarquía, la aristocracia y la democracia  basándose  en el estudio de la naturaleza del hombre. Hobbes haría famosas dos frases de esta obra "El hombre es un lobo para el hombre" y "Guerra de todos contra todos" refiriéndose a las sociedades humanas, en las que si no hay un poder superior que lo impida termina en la anarquía y en ese enfrentamiento de todos contra todos debido a la propia naturaleza del ser humano. Leviatán es el Estado, al que los ciudadanos acuerdan entregar el poder para ,renunciando a parte de  su libertad, aunque el mismo decía que "Hay muy pocos que sean tan necios que no prefieren gobernarse a sí mismos antes que ser gobernados por otros.", obtener seguridad, paz y tranquilidad justificando acciones como la censura y la restricción de la libertad de expresión si el gobernante, Leviatán, considera que pueden poner en peligro el orden público y la seguridad de la sociedad.
 
Retrato de Thomas Hobbes que en 1651 publicaba su obra más conocida "Leviatán" , donde exponía su teoría del Estado. Hobbes partía de la igualdad entre los hombres. Todos aspiran a lo mismo y cuando no lo obtienen surgen el odio y el conflicto. El hombre desconfía del otro y, para prevenir, lo ataca. Esta visión pesimista del ser humano  la haría célebre con su máxima "El hombre es un lobo para el hombre". El hombre, opina Hobbes, es un ser esencialmente antisocial , siempre en "guerra de todos contra todos", otra de sus frases famosas, pero el interés de cada individuo en subsistir sin temor a ser destruido lo obliga a buscar la paz. Para ello establece un contrato social por el cual los derechos particulares de cada individuo se transfieren a una persona, en este caso el Estado o Leviatán como lo llama Hobbes, que propone que esta delegación se haga no a una asamblea sino aun sólo hombre. El Estado propuesto por Hobbes es absoluto, un monstruo que devora a los individuos, sin ningún límite que se le oponga y por eso bautizó Hobbes a este Estado con el nombre de Leviatán, el nombre con el que en el Antiguo Testamento se refieren a los monstruos marinos y asociado también a la figura de Satanás (Imagen procedente de http://enciclopedia.us.es )
 
Como vemos esta disputa entre libertad y seguridad no es nueva , pero durante el siglo  XVIII, cuando se redactan la Constitución de los Estados Unidos y su Declaración de Independencia o la Declaración Universal de los Derechos del Hombre y del Ciudadano al inicio de la Revolución Francesa, sus autores trataron de lograr el equilibrio entre la libertad y la seguridad, con leyes y artículos que garantizaban la libertad de los ciudadanos y reducían la arbitrariedad en el uso del poder de los estados aunque durante la mayor parte del siglo XIX el pensamiento liberal que había originado documentos tan valiosos como la Constitución de Estados Unidos tuvo que enfrentarse con los partidarios de las sociedades absolutistas, donde se gobernaba para los ciudadanos pero sin contar con ellos y en muchas ocasiones ni siquiera eso, se gobernaba directamente para favorecer los intereses de las clases dirigentes, los monarcas y la aristocracia .  No deja de resultar sorprendente como, en ocasiones, era la propia sociedad la que prefería renunciar a su libertad a cambio de la aparente seguridad que le proporcionaba el absolutismo, como sucedió en España en 1814. Dos años antes, cuando España se hallaba en su mayor parte controlada por el ejército francés del emperador Napoleón I Bonaparte (1769-1821), en la ciudad de Cádiz se había aprobado la primera constitución de España, conocida popularmente como la Pepa probablemente porque fue aprobada en el día de San José. En ella se  afirmaba que la soberanía de la nación no residía en el rey sino en el pueblo , se establecía una monarquía constitucional, el sufragio universal aunque restringido a los hombres, la separación de poderes y la limitación del poder del monarca. Era una constitución moderna que otorgaba la libertad al pueblo y le dotaba de los instrumentos para controlar al gobierno y al monarca.
 
Representación del momento en que la gente del pueblo sustituye a los caballos para tirar de la carroza con la que el rey  Fernando VII iba a entrar en Madrid  a su regreso a la capital después de la retirada de los franceses en mayo de 1814. "Vivan las caenas", así escrito sin la d, se convirtió en un lema de los partidarios del absolutismo, un grito contra las libertades que la Constitución de Cádiz de 1812 había garantizado a todos los españoles y que ahora estos se disponían a abandonar voluntariamente. Los conceptos de libertad e igualdad eran vistos como propios de afrancesados, es decir, los simpatizantes de aquel Imperio napoleónico que había invadido España. Este grito en contra de la libertad sigue teniendo vigencia en nuestros días cada vez que abandonamos la defensa de nuestras libertades y cedemos estos derechos al estado, ya sea por seguridad o por cualquier otro temor, un temor que no hace a nuestras sociedades más fuertes, sino más débiles ´, pues están traicionando sus principios y , sobre todo, menos libres (Imagen procedente de http://ladeojosglaucos.blogspot.com )
 
Apenas dos años después,en 1814, concluía la guerra contra los invasores franceses y el rey Fernando VII(1784-1833) regresaba de Francia para recuperar el trono . Las Cortes de Cádiz le pedían que jurara la Constitución de 1812 , pero Fernando VII no estaba dispuesto a convertirse en un gobernante constitucional y el 4 de mayo de 1814 promulgaba un decreto que significaba la disolución de las Cortes de Cádiz y la reinstauración de la monarquía absoluta " mi real ánimo -proclamaba el monarca -es no solamente no jurar ni acceder a dicha Constitución, ni a decreto alguno de las Cortes  sino el de declarar aquella Constitución y aquellos decretos nulos y de ningún valor ni efecto, ahora ni en tiempo alguno, como si no hubiesen pasado jamás tales actos y se quitasen de en medio del tiempo, y sin obligación en mis pueblos y súbditos de cualquiera clase y condición a cumplirlos ni guardarlos. " Podríamos pensar que el pueblo se levantó contra aquel rey que quería privarles de los derechos que la Constitución les garantizaba y que ahora quería abolir en su propio beneficio, pero la respuesta del pueblo fue asaltar el edificio de las Cortes Constitucionalistas en Madrid y romper la piedra que conmemoraba la aprobación de la primera constitución española mientras los asaltantes gritaban proclamas a favor de aquel que les arrebataba su libertad . Cuando el rey regresó a la capital se representó una escena de sumisión del pueblo al soberano que quedaría como un símbolo del miedo de los ciudadanos a ser libres. Los caballos que tiraban de la carroza en la que iba Fernando VII fueron desenganchados y en su lugar comenzaron a tirar de ella ciudadanos de Madrid, mientras los partidarios del rey gritaban "Viva  las cadenas".
 
Fotografía de una manifestación en Hong Kong, la ciudad donde ha buscado refugio , en apoyo a Edward Snowden, mientras Estados Unidos , en boca de su fiscal general, Eric Holder, afirma que "La seguridad nacional de Estados Unidos ha quedado dañada como resultado de estas filtraciones. La seguridad de los ciudadanos europeos y de quienes residen en naciones aliadas ha sido puesta en riesgo." y  terminaba su declaración añadiendo que "Será llevado ante la justicia". Ni siquiera se plantean la moralidad de lo que han hecho y Snowden es tratado como un traidor que debe ser castigado. Tampoco podemos pecar de ingenuidad, pues aunque la Unión Europea se escandaliza es muy improbable que no fuera consciente de la capacidad de Estados Unidos para espiar las comunicaciones privadas y no es menos cierto que de la misma forma debe estar sucediendo en Rusia o China , pero la gran diferencia es que Estados Unidos es el adalid de las libertades ciudadanas mientras que Rusia es una democracia cuando menos turbia y China es la dictadura del Partido Comunista Chino. Un mal camino que una democracia pueda ser comparada en su forma de espiar a los ciudadanos con otros regímenes don de la democracia no es más que una palabra sin una realidad concreta (Imagen procedente de http://r.laprensa.hn )
 
Hay otras versiones que dicen que lo que se proclamó fue "Muera la libertad y vivan las cadenas" o "Viva el rey absoluto y vivan las cadenas"  pero lo esencial fue la renuncia del pueblo a su libertad , el aplauso al responsable  de abolir la Constitución que les convertía en soberanos de su nación. Casi dos siglos después no dejan de sorprenderme las reacciones de muchas sociedades occidentales ante la trama de escuchas, control y espionaje del gobierno norteamericano desveladas por Edward Snowden, y en primer lugar la reacción del propio pueblo norteamericano. El pasado miércoles  12 de junio se daba a conocer una estadística que mostraba como sólo un 25% de la población había seguido de cerca el detalle del caso del espionaje, demostrando que no le interesaba demasiado ser espiado por su propio gobierno, una cantidad que aún era más desalentadora entre el sector más joven y aparentemente mejor formado de la población, los menores de 29 años , de los que sólo un 12%  manifestaban estar interesados en este tema y en total, un 56% de los estadounidenses consideraban aceptable ser espiados. Entre los votantes demócratas del presidente Barack Obama, presumiblemente más progresistas y liberales que los republicanos, un 69% aprobaban vulnerar la intimidad de los ciudadanos si con ello se ganaba en seguridad. Finalmente, en un artículo del periódico "El Mundo" se incluían las palabras de una ciudadana neoyorkina  que resumía el pensamiento de una importante mayoría de estadounidenses "De todos modos, a mí no me importa que escuchen mis llamadas. No digo nada confidencial" . Este argumento lo he escuchado también en los debates que se han mantenido en medios de comunicación en el país donde escribo, España, y la falta de reacciones en otras naciones me llevan a pensar que es una idea muy extendida entre nuestras sociedades.
 
Barack Obama llegó a la Casa Blanca impulsado por aquel lema que se convirtió casi en un mantra, "Yes, we can", el célebre "Podemos" que quería simbolizar un cambio en la sociedad norteamericana después de los años de gobierno de George Bush, prometiendo la recuperación de los derechos civiles que se habían visto dañados durante la anterior presidencia bajo la justificación de la lucha contra el terrorismo. Poco quedan de aquellas promesas que le llevaron a ganar un prematuro premio Nobel de la Paz apenas un año después de su llegada a la Casa Blanca por, según el Comité Nobel, "Por sus extraordinarios esfuerzos para fortalecer la diplomacia internacional y la colaboración entre los pueblos"  un premio que hoy aún parece más apresurado que entonces porque muy pocas cosas de las que prometió han sido cumplidas y su aprobación al espionaje indiscriminado de millones de personas es algo muy impropio de una persona que hacía de la defensa de los derechos civiles una de sus principales banderas y tampoco habla demasiado bien de la sociedad que parece aceptar esta subordinación de la libertad y privacidad en favor de la seguridad. ¿Quién controla a los tribunales que aprueban estas escuchas?¿quién protege a los ciudadanos sobre el uso que puedan hacerse de las mismas? (Imagen procedente de http://www.que.es )  
 
 
Curiosamente, en el año 2005, cuando Barack Obama(1961) era aún nada más que un joven y prometedor senador, realizaba un discurso  sobre la seguridad nacional en el que refiriéndose a las medidas del entonces presidente George Washington Bush (1946) para espiar las comunicaciones y poder detectar a posibles terroristas decía en tono crítico "Si alguien quiere rastrear las llamadas que haces, los correos que envías o los libros que lees, no tienes derecho a recurrir a ningún tribunal. Dar a las autoridades policiales las herramientas  para combatir el terrorismo es lo correcto. Pero hacerlo sin ninguna supervisión real pone en peligro los derechos de todos los ciudadanos y los ideales que defienden los Estados Unidos" Ocho años después, aquel discurso que defendía los derechos individuales de los ciudadanos sobre su privacidad frente a la capacidad casi absoluta  del gobierno sobre los datos privados, se ha visto completamente transformado por esta frase que ha pronunciado al conocerse la trama de espionaje denunciado por Snowden "No es compatible el 100% de seguridad con el 100% de privacidad". Y este era el presidente que llegó a la Casa Blanca impulsado por el entusiasmo de una población inspirada por las promesas de cambio de Obama, de regeneración de la vida pública y de defensa y garantía de las libertades civiles. No es ni mucho menos el primero y, por supuesto, tampoco será el último que aparque los principios que le llevaron al poder una vez que tiene a este poder en sus manos, pero lo que me parece muy grave es esta sensación de indiferencia o incluso aprobación de una gran parte de las sociedades occidentales ante la intromisión de los gobiernos en su vida privada, en sus comunicaciones, en sus transacciones económicas, en sus movimientos por Internet.
 
Edward Snowden  y su novia Lindsay Mills, uno de los sacrificios que Snowden ha tenido que realizar para denunciar el espionaje al que estaban siendo sometidos millones de personas  por los servicios de seguridad de Estados Unidos. Hay muchas posibilidades de que otro de los sacrificios que tendrá que hacer es su libertad si finalmente el gobierno de Estados Unidos consigue su extradición (aún no la ha solicitado) o lo captura por algún otro medio. Al mismo tiempo que sucede esto, se da a conocer que la India lanza un sistema para controlar las comunicaciones de sus ciudadanos llamado Sistema de Monitorización Central (SMC) por supuesto, una vez más, en nombre de la seguridad de los ciudadanos. El ejemplo se extienden y corresponde a los ciudadanos cerrar la puerta de este Leviatán , ese estado omnívoro que quiere devorar nuestra privacidad y con ella buena parte de nuestras libertades como ciudadanos,  o de abrirle la puerta con nuestra indiferencia (Imagen procedente de http://www.huffingtongpost.es )  
 
Para los que piensan "a mi no me importa que escuchen mis llamadas. No hago nada malo" o "no digo nada confidencial"  ¿estás seguro que en algún momento alguna de las palabras que escribes, algunas de las palabras  que pronuncias alguna de las fotografías, alguna de tus visitas a alguna página de Internet no puede ser utilizada en contra tuya? Es muy fácil sacar una conversación fuera de su contexto o convertir un acto en apariencia inocente en una acción subversiva contra el Estado. Al igual que sucede con los derechos laborales, que se han ido conquistando a lo largo de los siglos gracias al esfuerzo de las generaciones anteriores y que ahora nosotros debemos defender, sucede lo mismo con los derechos individuales, de cada uno de nosotros como ciudadanos, porque , como decía el escritor alemán Johann Wolfgang Goethe "La libertad no es algo que nos viene dado, sino un valor por el que debemos luchar cada día" y  limitar el poder del Estado para controlar nuestras comunicaciones es una de esas luchas. No podemos aceptar el argumento de la elección entre seguridad y privacidad, es una elección falsa porque en nombre de un 100% de seguridad que es imposible alcanzar el gobierno se atribuye el derecho a controlar el 100% de nuestras comunicaciones. Hay que buscar un equilibrio entre ambos conceptos, seguridad y privacidad,  y sobre todo hay  que demostrar al Leviatán de Hobbes, al estado, que su poder tiene unos límites que marcamos los ciudadanos a través de la constitución y las leyes que garantizan esa privacidad. Si mostramos indiferencia, si consideramos aceptable que para obtener seguridad hay que ceder libertad, estaremos traicionando el espíritu de las constituciones nacionales que tanto trabajo costó redactar, por la que tantos lucharon y , sobre todo, estaremos traicionando las libertades que pretendemos proteger. ¿Cómo se puede proteger algo traicionándolo?¿gritaremos también nosotros "vivan las cadenas"? En nuestras manos está la decisión y el futuro de nuestras sociedades. Por una vez, aprendamos de nuestra historia. 

1 comentario:

Anónimo dijo...

No se puede hacer una crítica tal desde el costumbrismo. Si te fijas en los cuatro chalaos que fueron a hacer de burros de la carreta del rey, y del clero que les sorbía el seso (no hace falta que diga lo que Napoleón opinaba de España), seguro que te equivocas. Porque hubo muchos mas de cuatro que se echaron al monte a vivir en cuevas, del bandolerismo y de la caza, convirtiéndose en leyendas tales como lo son "El Tempranillo" o Curro Jimenez, justo en el mismo momento histórico del "vivan las caenas".
Hay una cosa cierta, la realidad demuestra que lo que se llaman a si mismas "democracias" no lo son, su esencia son unas élites podridas de poder y dinero que utilizan los 4 poderes para mantenerse donde están, dando lugar a contradicciones como las que denuncias en tu artículo.
¿Que diferencia hay entre los partidos que se alternan en un país "democrático", compuestos por políticos cuyo único interés es medrar, y pagados al servicio de las élites dominantes, y los ciudadanos de a pie que entrar a formar parte de un partido de un régimen de partido único, en el que no hay interés de enriquecerse porque los intereses de la sociedad son otros? Lee este par de páginas (o tres), y luego reflexiona un poco, a ver si es verdad que las cosas son como nos las cuentan desde los medios mantenidos como empresas financiarizadas:
- http://www.granma.cubaweb.cu/2013/01/30/nacional/artic25.html
- http://www.rebelion.org/noticia.php?id=169858
- http://kaosenlared.net/territorios/t2/internacional/item/54860-rafael-poch-%E2%80%9Cchina-aunque-suene-fuerte-es-de-los-pa%C3%ADses-mejor-gobernados-del-mundo%E2%80%9D.html

Saludos...

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