martes, 9 de abril de 2013

JOSÉ LUIS SAMPEDRO Y LA LIBERTAD DE PENSAMIENTO

 
"Yo no enseño a mis alumnos, solo les proporciono las condiciones en las que puedan aprender" decía el físico alemán Albert Einstein al referirse a la educación, concibiendo esta no como la simple acumulación de datos sino como el instrumento que nos proporciona algo mucho más importante, el conocimiento suficiente para a partir de él construir nuestro propio pensamiento al igual que sobre los cimientos de un edificio se erige después el resto de la estructura. Otro autor del pasado, el filósofo chino Confucio afirmaba que "Donde hay educación no hay distinción de clases" porque es la educación la mejor forma de igualar a los hombres, de ofrecerles las mismas oportunidades no sólo de prosperar en su bienestar social sino  en su desarrollo como seres libres e independientes. La educación era uno de los caballos de batalla del economista y escritor español José Luis Sampedro(1917-2013) que acaba de morir el pasado 8 de abril a los noventa y seis años de edad después de una vida dedicada a la enseñanza de la economía en la universidad y a la escritura , alcanzando una renovada celebridad durante los últimos años por sus críticas al sistema económico imperante en Europa y Estados Unidos y a sus consecuencias negativas para los países más pobres y los sectores menos favorecidos dentro de las ricas sociedades occidentales, además de denunciar, como otras voces que surgen por todo el mundo, la ceguera de  unos gobiernos que no están haciendo frente a los graves retos a los que se enfrentan nuestras sociedades, desde las consecuencias del progresivo cambio climático a la adaptación de las estructuras decimonónicas ,en las que todavía basamos el funcionamiento de los sistemas económicos, a la nueva revolución tecnológica.
 
Puede que a muchos de mis lectores fuera de España su nombre quizás no les resulte familiar, pero aunque siempre intento tratar temas de interés general no he podido evitar dedicarle unas palabras en el día en que he conocido su muerte, porque para mi es una de esas personas que, por encima  de que pueda compartir o no todas sus ideas, siempre hay puntos en los que se puede discrepar, José Luis Sampedro ha sido un ejemplo de eso tan difícil y cada vez más infrecuente que es la honestidad intelectual, la coherencia de pensamiento, la tolerancia, la búsqueda de la verdad y la defensa de la libertad , de esa libertad que va más allá de la libertad garantizada por el sistema político , me refiero a esa libertad que se circunscribe al individuo , a la independencia de pensamiento, a la capacidad de crítica, a saber pensar por uno mismo y no aceptar sin más el pensamiento que otros te ofrecen. Pero antes de seguir haré una pequeña semblanza de su vida, que comenzó en Barcelona el 1 de febrero de 1917 aunque a partir del año de edad y hasta el comienzo de su adolescencia estaría con su familia en la ciudad marroquí de Tánger, entonces una ciudad cosmopolita y comercial con diplomáticos de todo el mundo pues a partir de 1925 su gobierno estaba repartido entre España, Bélgica, Estados Unidos, Francia, Países Bajos, Portugal, Reino Unido y la Unión Soviética. En este ambiente estimulante creció el pequeño Sampedro, con una familia no menos internacional, ya que su padre había nacido en la ciudad cubana de La Habana y su madre en Argelia.
 
Uno de los empeños de José Luis Sampedro fue la educación, porque consideraba imprescindible educar a la gente para tener capacidad de crítica, desarrollar su libertad de pensamiento y no convertirse en meros receptores de las ideas de otros, en lo que creo que fue Oscar Wilde el que lo definió como "convertirse en eco de una música ajena". Para ser realmente libres tenemos que aspirar a desarrollar nuestro espíritu crítico. Sampedro afirmaba "No nos educan para ser ciudadanos, sino para ser productores y consumidores" condicionando nuestra forma de ver el mundo desde la infancia con ideas preconcebidas.Por eso es importante conocer la historia, leer diferentes opiniones y no dar nada por sentado (Imagen procedente de http://asambleademajaras.com )   
 
Si el dramaturgo italiano Carlos Goldoni decía que "El que no sale nunca de su tierra está lleno de prejuicios." Sampedro, tanto por su infancia internacional como por las dispares procedencias de sus padres parecía dirigido hacia una vida sin prejuicios y de apertura de miras como luego demostraría con su vida. Mucho tiempo después, en 1990, durante su discurso de ingreso como académico en la Real Academia Española, recordaría así aquellos años en Tánger " Aquel Tánger de los años veinte, donde transcurrió mi infancia, era ciudad internacional, en la que convivían en igualdad todos los países. Los chicos llegábamos al colegio con diversas lenguas maternas, comprábamos golosinas con monedas diferentes, celebrábamos varias fiestas nacionales e incluso nuestro descanso semanal se repartía entre los días sagrados de tres religiones." Sus padres tuvieron otros dos hijos y cuando Sampedro tenía catorce años la familia regresó a la Península para establecerse en Aranjuez, una población próxima a Madrid, antigua residencia real de los primeros monarcas de la dinastía de los Borbones, un mundo de fronteras entre la residencia destinada a los reyes y las casas del pueblo, como recordaría Sampedro  "Allí, a mis catorce años, empecé a sentir doblemente la magia de lo fronterizo, porque en Aranjuez existe una frontera temporal, entre el siglo XVIII de los palacios y el siglo XX de la villa, a la vez que otra frontera espacial separando el mundo mítico del cotidiano. En este último transitan las gentes por calles y plazas, mientras que en aquél habitan los dioses de mármol, franqueando las avenidas o alzándose sobre fuentes o pedestales en las glorietas" Un mundo fronterizo que iba a marcar su obra y su pensamiento.
 
Diría Sampedro rememorando aquel tiempo " Entonces ignoraba que me estaba empezando a poseer ya la adicción a lo fronterizo. Lo barrunté poco después, cuando mi primer destino en una aduana me convirtió en habitante de una frontera. Y poco más tarde, ¡qué horrenda frontera, en el tiempo y el espacio, en las ideas y en la conducta, fue la mal llamada guerra civil! Salimos de ella con el país erizado de muros con cristales rotos en lo alto. Desde entonces he detectado fronteras por todas partes, aunque muchas no reciban ese nombre." En efecto, en julio de  1936 estalla la Guerra Civil  y Sampedro fue incorporado a las filas del ejército republicano aunque combatiría después en el otro bando, el llamado Nacional. Muchos años después, ya siendo anciano, diría sobre su participación en la guerra "En abril de 1939 comprendí que no habían ganado los míos. Ni los unos ni los otros eran los míos" , una declaración de independencia de un joven de veintidós años que acababa de ser testigo de una lucha fratricida  que había costado la vida de cientos de miles de personas y que sería la antesala del otro horror que iba a vivir Europa a partir de septiembre de 1939. Era un tiempo oscuro para palabras como libertad y tolerancia no sólo en España sino en gran parte del mundo. Terminada la guerra empezó a trabajar como funcionario en la aduana de Melilla, otra vez la frontera, y en 1944 contraía matrimonio con Isabel Pellicer , un matrimonio que sólo rompería la muerte de ella en 1986.
 
Fotografía de José Luis Sampedro con su segunda esposa, Olga Lucas, con la que contrajo matrimonio en 2003 después de la muerte de su primera mujer, Isabel Pellicer, en 1986. Sampedro pensaba que cada época ha tenido una idea principal que la guía, y en la nuestra esa idea es la economía a la que parece que se supedita todo lo demás "Cada cultura ha tenido su referente - decía Sampedro - Los griegos el hombre; la Edad Media Dios; ahora el dinero. Para mi el referente  es la vida"  Y añadía "Hemos recibido una vida y hemos de vivirla hasta el final.Pero para eso necesitamos la libertad, para vivir nuestra vida y no la que nos mandan tener" Una vez más Sampedro defiende la necesidad de la libertad de pensamiento para estar plenamente vivos. ¿Realmente ejercemos esa libertad o nos dejamos llevar por los estímulos que nos rodean por todos los sitios?Pensar no es cómodo, exige esfuerzo y energía, nuestro cerebro consume un 20% de nuestra energía, pero es lo único que nos hace libres de verdad y , por lo tanto, vivir de verdad.  (Imagen procedente de http://antoncastro.blogia.com )
 
Al mismo tiempo que contrae matrimoni iniciaba sus estudios de Economía que sería su gran vocación junto a la enseñanza y la literatura. Después de obtener el título de Económicas en 1947 y trabajar en el Banco Exterior de España , a partir de 1955 fue catedrático en la madrileña Universidad Complutense hasta 1969, aunque durante la década de los años sesenta tuvo encontronazos con el gobierno de Franco como consecuencia de la expulsión de profesores universitarios por sus ideas políticas a los que él prestó su apoyo. Después de unos años desplazando fuera de España  como profesor visitante en universidades inglesas en 1971 regresa a España para trabajar como asesor Económico de la Dirección General de Aduanas , una vez más las fronteras presentes en su vida. En estos años publica diferentes obras de contenido económico y sus primeras novelas pero su gran éxito aún estaba por llegar. Tras la muerte de Francisco Franco(1892-1975) en 1975 y la llegada de la democracia a España sería designado senador por el rey Juan Carlos I(1938) hasta el año 1979, como sucedió con otras figuras intelectuales españolas de aquel tiempo, entre otros uno de mis filósofos más admirados , Julián Marías (1914-2005). Después de abandonar la vida política sigue escribiendo y aparecen sus obras más conocidas, "Octubre, Octubre" en 1981 y cuatro años después, en 1985, ve la luz su gran éxito, la novela "La sonrisa etrusca". En 1986 moría su esposa y en 1990 es elegido como miembro de la Real Academia Española, donde hizo un vibrante discurso que resumía su pensamiento y que utilizo como elemento vertebrador de este artículo. Su pensamiento alcanzaría su mayor difusión en los últimos años de su vida.
 
Después de casarse por segunda vez en 2003 con la escritora Olga Lucas(1947), hija de exiliados españoles que buscaron refugio en Francia y que, como otros muchos exiliados españoles,  sufrieron luego las consecuencias de la invasión nazi, siendo su padre detenido y enviado al campo de concentración de Buchenwald. Después de la liberación regresó a Toulouse donde nacería Olga dos años después. Conocería a Sampedro en 1997 y desde entonces permanecieron juntos hasta la muerte del escritor este 8 de abril de 2013. Durante los últimos años de su vida le lloverían los premios, entre ellos el más importante el Premio Nacional de las Letras en el año 2011 y además se convertiría en una referencia para los movimientos de protesta social en España iniciados a partir de mayo de 2011 como consecuencia de la situación económica del país e inspirados por la breve obra "Indignaos" de otro contemporáneo de Sampedro, el diplomático y escritor francés Stéphane Hessel (1917-2013), que prologó el propio Sampedro y con el que casi ha compartido la fecha de la muerte, pues Hessel falleció el pasado 27 de febrero. No deja de resultar llamativo que dos hombres casi centenarios hayan sido   los inspiradores de los movimientos de protesta de estos últimos años y no voy a referirme a ello, porque lo que más me interesa de Sampedro es su espíritu humanista, en el sentido de los hombres del Renacimiento, por encima de las ideologías, y con una profunda preocupación por el ser humano.
 
Stéphane Hessel nos dejó hace apenas dos meses, el 1 de febrero de 2013. Era contemporáneo de José Luis Sampedro y su libro "Indignaos", prologado por Sampedro,  estuvo en el origen de las protestas del año 2011 y que en cierto modo siguen hoy. En realidad "Indignaos" era una obra muy breve  que en otro momento habría pasado desapercibida porque tampoco profundiza en el tema que trata, pero encontró el terreno abonado para fructificar en el descontento creciente de una sociedad desorientada que no ve con claridad hacia donde se dirige, aunque sus palabras hayan sido luego utilizadas por diferentes partidos políticos para apropiarse de ellas y sacar provecho electoral de las mismas o para desacreditarlas. Creo que José Luis Sampedro profundiza más en sus reflexiones y , sobre todo, nos anima no sólo a indignarse o protestar, sino a pensar, a no dejarse arrastrar por consignas de nadie , incluido los que quieren manipular sus palabras en beneficio propio. Y sobre todo a elegir siempre el camino de la paz, del diálogo y la tolerancia porque a la larga ese es el camino para lograr las verdaderas transformaciones (Imagen procedente de http://lomas.excite.es ) 
 
Su pensamiento independiente, tolerante, humanista, abierto  aparece condensado en aquel discurso de 1990 en el que hacía oficial su ingreso en la Real Academia Española. Declaraba entonces su espíritu fronterizo , pues consideraba que ante la vida se pueden adoptar dos posturas, la fronteriza y la central, dos formas de existir, dos estilos de vida. Mientras que el estilo de vida fronterizo es flexible, abierto  "le provoca curiosidad con adhesiones o rechazos mezclados, le sugiere nuevas ideas y hasta las infiltra en él. Pues las fronteras, por muy altas que sean las murallas chinas, nunca impiden ignorar lo existente más allá, ni envolverlo en la indiferencia" el estilo de vida central es mucho más rígido, menos tolerante, defensor del orden aunque ese orden sea el del escritor alemán Johann Wolfgang Goethe cuando decía "Prefiero la injusticia al desorden" y del que Sampedro  dice "los del centro, en cambio, viven la frontera de opuesto modo. Esa aventura les repele o les inquieta y se retranquean de la frontera adentro como el mar en el reflujo. Se repliegan al centro del espacio acotado, se instalan en el negro o en el blanco, temerosos de los grises infinitos y delicados. Encastillados en su centro, consolidan las fronteras como límite de sus dominios, alzando murallas y cerrando puertas. Si alguna vez las traspasan es abatiéndolas, para llevarlas más allá y reducir implacablemente «lo otro» a «lo mío». Destruyendo para conservar" . En este sentido el hombre fronterizo es el que se encuentra a caballo entre todas las fronteras, porque no hay fronteras que nos puedan separar si tenemos un pensamiento abierto al diálogo, con capacidad de escuchar, de aprender y no de imponer.
 
Critica la idea del Orden Natural, una expresión que es el origen de todas las tiranías, comunismos, fascismos y dogmatismos políticos y religiosos, la creencia de que hay una realidad superior a todas las demás y que debe ser impuesta aunque sea mediante el uso de la fuerza " Con esa creencia - la del Orden Natural - se legitima la descalificación inmediata de cualquier otro estilo de vida como anti-natural; es decir, aberrante, condenable y extirpable por cualquier medio, en defensa del interés del centro." , es decir, aquel que no comparte este pensamiento único y se opone a aquello que se considera lo ideal es marginado y si es necesario destruido y añade "lo grave es que el Orden Natural como creación del poder tiene a su servicio razonadores y exégetas, armados con medios educativos y de comunicación lo bastante fuertes como para acallar dudas, ahogar vacilaciones, justificar represiones y descalificar a disidentes" Y eso vale para el comunismo soviético, el fundamentalismo islámico y también para parte del pensamiento único que hoy parece querer imponerse en buena parte de Occidente, donde ante la ausencia de respuestas a los cambios que está afrontando el mundo se pretende mantener un sistema con estructuras nacidas en el siglo XVIII, durante la Revolución Industrial, aunque sea a costa de incrementar las desigualdades entre ricos y pobres y no resolver ninguno de los problemas que aquejan en estos momentos a la humanidad.
 
ENTREVISTA CON JOSÉ LUIS SAMPEDRO 
 
Incluyo en este artículo dos entrevistas con José Luis Sampedro que es la forma más directa de conocer su pensamiento. Como decía al comienzo de este artículo hay algún matiz de su pensamiento que puedo no compartir ,  pero personalmente me encuentro muy próximo a sus ideas con respecto a su visión de la sociedad actual y su intento de mantener a toda costa un sistema que se ha quedado desfasado para responder a las necesidades del mundo actual.  
 
 
 
 
 
Como economista Sampedro critica por igual a comunismo y capitalismo. Del capitalismo ataca su individualismo, dejarlo todo en manos del individuo en la creencia de que el egoísmo personal favorecerá finalmente a la sociedad "Lo fundamental es su creencia - se refiere al capitalismo- de que, gracias a la competencia privada, cuanto más egoístamente se comporte cada individuo, tanto más contribuirá al progreso colectivo. Por tanto, es deseable que cada uno aumente al máximo su beneficio a costa de quien sea y a partir de esa creencia se pasa insensiblemente a pensar también que en la vida sólo importa lo que produce ganancia monetaria. Así se desprestigian todas las actitudes cuyos móviles no sean los económicos; es decir, lo que no se cotiza en el mercado no tiene valor" Creo que es algo que todos experimentamos en nuestras sociedades, donde cada vez más aquello que no ofrece un rendimiento económico inmediato es apartado con desprecio. ¿Para qué proteger, por ejemplo, el Polo Norte? Mejor que se deshiele y así podremos explotar sus recursos. Todos sabemos que vivimos en un planeta con recursos finitos , que cada nueva generación consume más energía que la anterior y tenemos que introducir cambios en nuestra sociedad de consumo donde incluso recursos naturales que hace apenas tres décadas parecían inagotables, como la pesca en el mar o el agua potable disponible, se están convirtiendo en bienes preciados y en el futuro origen de conflictos por su posesión, como sucede siempre  que un bien escaso es pretendido por muchos.
 
Sobre el comunismo escribe Sampedro que no es más que una rama del mismo árbol del capitalismo que también termina poniendo a la economía en el centro de la vida humana "El comunismo coincide plenamente con el capitalismo en adorar la técnica y la productividad y en confiarles la solución de todo aunque, como no cree en el mercado e intentó vanamente instaurar incentivos humanos distintos del lucro, quienes allí atienden el altar no son los capitalistas sino los funcionarios y técnicos estatales. Tanto coincide con el capitalismo que incluso reduce la historia a lo económico, todavía con mayor rigor. No debe extrañarnos porque Marx, europeo de su tiempo, aprendió economía en David Ricardo - economista inglés nacido en 1772 y fallecido en 1823 que estableció la relación entre los beneficios y los salarios -. Por estas y otras razones resulta indudable que el comunismo —es decir, el capitalismo de Estado— y el modelo americano son ramas del mismo tronco: la civilización moderna"  Sampedro también denuncia la artificial desigualdad entre norte y sur en el planeta, entre ricos y pobres, una desigualdad artificial que podría evitarse pero no existe una verdadera voluntad de transformar esa realidad y denuncia que "el resultado es hoy un mundo con medios técnicos suficientes para alimentar a todos, pero en cuya mitad sur persiste injustamente el hambre. Es decir, un mundo viciado en el que presumir de racionalidad económica es un sarcasmo, porque las recetas económicas impuestas desde el norte están desfasadas respecto del mundo actual y perjudican a la periferia en beneficio del centro"
Fotografía de Stéphane Hessel y José Luis Sampedro, dos nonagenarios que se convirtieron en referencia para las protestas de la sociedad desde el año 2011. En una entrevista afirmaba Sampedro "Desde la infancia nos enseñan; primero a creer los que nos dicen las autoridades, los curas, los padres... Y luego a razonar sobre lo que hemos creído. La libertad de pensamiento es al revés, lo primero es razonar y luego creeremos lo que nos ha parecido bien de lo que razonamos"(Imagen procedente de http://www.abc.es )
 
En aquel discurso Sampedro mostraba como la economía se ha alejado del hombre para perderse en abstracciones que levantan un muro de palabras que le separan de la realidad y citaba al economista norteamericano George Stiegler(1911-1991) que decía como en un libro de economía de comienzos del siglo XX se definía a la Economía como "El estudio de la humanidad en los asuntos ordinarios de la vida" mientras que esta sencilla definición  hoy se encuentra  transformada, llena de  enunciados abstractos , con un lenguaje incomprensible para los ciudadanos. En la Antigüedad había dos tipos de culto religioso, el exotérico, que eran las ceremonias para el pueblo, y el esotérico, el culto que sólo tenia lugar en el interior del templo donde el pueblo no podía entrar, y esa es la impresión que hoy causa el lenguaje de los economistas que con sus teorías económicas determinan el funcionamiento ya no sólo del sistema económico sino también del político, pues como decía Sampedro "La globalización consiste en transferir el poder de la política a la economía". Sólo los sacerdotes iniciados en los misterios del lenguaje económico tienen derecho a entrar en el templo, mientras que el resto de fieles tenemos que contentarnos con las ceremonias externas y aceptar su palabra como la verdad revelada.  Se preguntaba Sampedro "¿Dónde está la grandeza de Europa" y se respondía "Una cultura se caracteriza por los valores que le sirven de referente.Esta cultura ha sustituido los valores por los intereses . La gente se mueve por razones de beneficio. Se ha sustituido la ética por los intereses"  Algo que se hace patente cada día cuando se manejan cifras sin considerar que detrás de esos números hay personas que están sufriendo, pero ahora mismo parece que la economía, corrijo,una determinada visión de la economía, está por encima de las personas, de sus libertades y de sus derechos. 
 
Y como en otras ocasiones he señalado con palabras más torpes que las de Sampedro, el error está en que "la base de la teoría -dice Sampedro - sigue siendo la misma que en el siglo XVIII, como si las sociedades humanas y sus relaciones mutuas no hubieran variado desde entonces" Funcionamos con las estructuras del siglo XVIII cuando hemos entrado en el siglo XXI, somos seis mil millones más de personas, casi se ha triplicado la esperanza de vida y estamos al borde de la revolución robótica. ¿Qué tiene que ver este mundo con el de 1800?¿Podemos seguir funcionando con los mismos parámetros de entonces? Sampedro nos responde  "¿Cómo puede pensarse entonces que no es urgente reformar a fondo los supuestos básicos de la ciencia económica, a fin de actuar en unas sociedades que han cambiado tanto? Al capitalismo le debemos el gran progreso que nos trajo desde las monarquías absolutas hasta las democracias surgidas de la Revolución francesa: libertad, igualdad, fraternidad. Pero si bien el liberalismo de mercado nos dio más libertad, aun a costa de mayor desigualdad, y si el comunismo favoreció la igualdad, con merma de la libertad, ninguno de los dos ha progresado ni siquiera hacia la solidaridad, ya que no a la lejana meta de la fraternidad" Ambos sistemas han fracasado pues si "al poner el énfasis en el individuo, el capitalismo mercantil socavó los sentimientos de comunidad propios de las sociedades tradicionales y los sigue socavando en el Tercer Mundo sometido a su influencia" el comunismo "sólo consiguió imponer una solidaridad forzosa, triste simulacro de la que debe ser interna y auténticamente vivida."
 
ENTREVISTA DE JOSÉ LUIS SAMPEDRO
 
 
 
Hay otra entrevista más profunda con el periodista español Iñaki Gabilondo pero no he podido adjuntarla. Si alguno está interesado os dejo el enlace de la primera parte del total de cinco
 
 
Para Sampedro, tras el agotamiento del comunismo llega ahora el del capitalismo tal como está planteado "El caduco modelo desarrollista del norte está agotado, aunque sólo sea porque su tendencia expansiva tropieza por lo menos con dos límites: uno, la naturaleza, cuya explotación no puede continuar mucho tiempo siendo tan destructora como hasta hoy; y, otro, las reivindicaciones políticas y económicas del sur, cada vez más consciente de que sus problemas no tendrán solución mientras el norte imponga las decisiones más convenientes para su beneficio"  Y advierte que hemos perdido el sentido de lo sagrado, en el sentido recogido por la cuarta acepción del Diccionario de la Lengua  que lo define como "Digno de veneración y respeto" . Y esa perdida del sentido de lo sagrado, de ser digno de respeto, lo hemos perdido tanto en relación a la naturaleza como al hombre y así dice Sampedro "Es imposible sentir lo sagrado en la Naturaleza cuando los técnicos la degradan y manipulan como mero recurso explotable, provocando así el castigo de los desastres ecológicos. No puede haber lugares sagrados para el profanador turismo de masas creado por nuestro tiempo, a diferencia de las antiguas peregrinaciones. Tampoco el hombre es sagrado para el sistema, que tritura su persona hasta degradarla a la mera condición de mercancía y mercader". Y aunque estas palabras fueron pronunciadas años antes de la irrupción de Internet , del mundo virtual y las redes sociales, parece que se refiriera a ellas cuando exclama "los sentidos son manipulados por el mercado, sustituyendo el goce directo de las cosas mismas por el simulacro de imágenes. "Civilización de la imagen», se repite hoy orgullosamente, y se vive entre espejismos, como si la imagen televisiva de un crepúsculo no empobreciera el patetismo de los campos recogiéndose en la noche. ¡Ah! pero es que la imagen nos domestica para la pasividad y es mucho más disfrazable por el poder que la visión personal."
 
Concluye "Muy colmado de ciencia está Occidente, pero muy pobre de sabiduría." Considera que hemos perdido la noción de que es lo que de verdad importa, eso que define como "el arte de vivir, más abarcante que la ciencia porque, contando con ella, incluye además el misterio."  Vivimos en una sociedad donde parece funcionar solo  el estímulo y se ha arrinconado la reflexión ,que exige su tiempo de pausa al igual que la vida, que requiere un ritmo diferente para disfrutarla, lo que explica con esta imagen que me parece muy acertada y reveladora de esta época "Un símbolo de nuestro tiempo es preferir la ducha, rápida, ruidosa y acribillante, en vez de envolverse voluptuosamente en la líquida seda del baño, lento y sosegado". Su crítica final señalando la tremenda paradoja "de tener muchos medios sin saber ponerlos al servicio de la vida." Pero ¿cual es la salida a este laberinto, la solución que nadie parece encontrar? Hay que recuperar la sabiduría a través de la educación porque afirma "La educación es la única forma de cambiar las cosas , y como no nos educan para ser ciudadanos libres, tendremos que educarnos solos" Y llama a la lucha para cambiar el sistema, pero una lucha pacífica, basada en el diálogo,en la tolerancia,en la colaboración entre los que viven en la frontera, los reformistas, y los que viven en el centro, los conservadores, "Al luchar contra ese desajuste evitemos, sin embargo, el desafuero de los extremismos que lo agravan. También el de la frontera, aunque sea la avanzadilla del cambio, porque el centro tiene sus razones y sus valores. Lo importante, sea en el centro o en la frontera, es ser lo que se es con dignidad, entendiendo la dignidad ajena. Unos y otros tenemos nuestras razones y motivos"
 
Espero haber sabido dar una pequeña semblanza del pensamiento de este hombre que nos acaba de dejar y , que sin conocerlo en persona, es para mi un hombre bueno, que creo que es lo más hermoso que se puede decir de una persona al final de su vida, que fue buena. Y sobre su pensamiento ,que comparto en gran parte, sobre todo quiero subrayar su llamada a la tolerancia, a recuperar el sentido de lo sagrado de la vida humana y del mundo en el que vivimos en el sentido de que no hay nada más dignos de respeto y veneración que la vida de otro ser humano y lo mismo es válido para nuestro planeta ,nuestro único hogar. Es preciso educarnos en la capacidad de reflexión que nos permita conservar nuestra independencia de pensamiento y transformar el mundo a través de él , no por la vía de la violencia ni la agresión, sino por el camino del diálogo, de la tolerancia, de la inteligencia y , aunque suene ingenuo, de la bondad. Es preciso repetir el mensaje de la necesidad de modificar las estructuras económicas y sociales de nuestro mundo porque ya no se adaptan a la realidad actual, es como querer vestir a un joven de veinte años con la misma ropa que llevaba de niño , le queda pequeña y revientan las costuras, pero son muchos los intereses que pretenden que a pesar de todo sigamos llevando esas ropas.Ayer hemos perdido a un hombre que a sus 96 años seguía firme , sin quebrar la voz, defendiendo ese otro mundo posible y como él habrá muchas otra personas que lo hagan desde el anonimato, pero no hay que desanimarse porque siempre es posible transformar lo que parece inmutable. Y para concluir este artículo quiero recordar una última cita de Sampedro "El tiempo no es oro, el tiempo es vida" No olvidemos que es lo que de verdad importa, la vida.
 
 

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