lunes, 11 de marzo de 2013

FUMATA NEGRA, FUMATA BLANCA

Hace hoy justamente un mes escribía un artículo dedicado a la renuncia del que hasta el pasado 28 de febrero fue el papa Benedicto XVI , Joseph Ratzinguer(1927), una noticia que tomó a creyentes y no creyentes por sorpresa ya que durante la larga lista de 265 pontífices que separan al apóstol Pedro, primer obispo de Roma entre el 42 y el 67 hasta llegar a Benedicto XVI sólo había un precedente, la renuncia de Pietro de Morrone (1215-1296) , que con el nombre de Celestino V había gobernado la Iglesia durante apenas cinco meses, entre el 5 de julio y el 13 de diciembre de 1294 y que después de su renuncia no lograría retirarse a llevar una vida de ermitaño como deseaba, sino que sería encerrado hasta su muerte en 1296. Ocho siglos después otro papa seguía los pasos de Celestino V y ,sin esperar a la muerte, anunciaba su renuncia y se ponía en marcha el mecanismo de la elección de un nuevo papa. Escribo estas palabras en la víspera del inicio del cónclave en el que se elegirá al sucesor de Benedicto XVI , un papa que tendrá que convivir con el anterior aunque  se mantengan al margen de la vida pública, algo extraordinario en la historia de la Iglesia. He querido en esta ocasión contaros antes de que se celebre el funcionamiento de un cónclave .Para los que quieran recuperar la historia de Celestino V, el primer pontífice en la historia en renunciar al papado, os dejo a continuación el enlace con su historia.
 http://chrismielost.blogspot.com.es/2013/02/de-celestino-v-benedicto-xvi-historia.html

Ya os conté en aquel artículo sobre Celestino V el origen de los cónclaves, cuando tras la muerte del papa Clemente IV(1202-1268)  los cardenales se reunieron en la ciudad de Viterbo y no fueron capaces de ponerse de acuerdo para elegir al sucesor durante dos años, hasta que las autoridades civiles de Viterbo se cansaron de esta situación y tomaron una decisión expeditiva, se llamó a albañiles para tapiar todas las puertas y ventanas del Palacio Episcopal de Viterbo donde estaban reunidos los cardenales y se puso vigilancia para evitar que los cardenales encontraran alguna forma de salir del palacio . Sin embargo, los  cardenales seguían sin ponerse de acuerdo por lo que se tomó una nueva medida de presión al levantar el techo del Palacio dejándoles al aire libre y también les restringieron las comidas, quedando reducidas a pan y agua . Después de dos años, nueves meses y dos días, fue elegido Teobaldo Visconti, que no pertenecía al colegio de cardenales y que adoptaría el nombre de Gregorio X (1210-1276). Sería este papa quién establecería las nuevas normas que habría que seguir en la elección de sus sucesores a través de la bula "Ubi periculum" del año 1274. En esta bula se estableció que los cardenales debían reunirse en un plazo que no fuera superior a los diez días posteriores a la muerte del pontífice , encerrados con llave ( de ahí el nombre de cónclave que procede del latín y tiene el significado de "lo que se cierra con llave") y sin derecho a disponer de habitaciones individuales ni tampoco de más de un sirviente, manteniendo el contacto con el exterior sólo a través de una ventana por la que se les suministraría los alimentos.


En este gráfico publicado por el periódico español ABC podéis ver como saldrá vestido dentro de unos días el nuevo pontífice para saludar desde el balcón de la Basílica de San Pedro y el valor simbólico de algunas de estas prendas.Os preguntaréis como pueden tener preparada ropa de su talla si no se sabe quién saldrá elegido y la explicación es porque hay preparadas tres sotanas blancas de las tallas estándar , es decir, pequeña, mediana y grande , aunque en ocasiones se pueden dar circunstancias como la del papa Benedicto XV (1854-1922) al que hubo que hacerle dobladillos en la sotana porque debido a su talla menuda incluso la más pequeña de las sotanas le quedaba grande. En cuanto al color blanco, aunque parecería obvio que es por un símbolo de pureza, parece que en sus orígenes el papa vestiría de púrpura, el color con el que se vestían los emperadores romanos y que le correspondía como máxima autoridad de la Iglesia y el color blando lo adoptaría después, tal vez como una imitación de la toga de color blanco que llevaban los aristócratas romanos, aunque hay diferentes versiones sobre ello (Imagen procedente de http://noticias.abc.es )    

Si después de tres días seguían sin tomar una decisión se les reducían los alimentos a un sólo plato para comer y otro para la cena. Lo que se pretendía con esto es que la privación de las comodidades les forzaran a decidirse lo antes posible y así si pasaban cinco días aún se les reducía más la alimentación dejándola en solo pan y agua, como había sucedido en el concilio de Viterbo y a todo esto había que añadir que también se les privaba durante el tiempo que durara el Concilio de todas las rentas eclesiásticas que les correspondieran.Con retoques durante el Renacimiento y el siglo XVII  los cónclaves no cambiaron mucho en los siglos siguientes  aunque se mantenía un privilegio entre las potencias políticas conocido como "Exclusive" que permitía vetar a aquellos candidatos que a la potencia de turno no le gustara al tiempo que intervenían más o menos veladamente favoreciendo una u otra candidatura. A lo largo del siglo XX se introdujeron nuevas modificaciones en el cónclave hasta las modificaciones introducidas por Juan Pablo II(1920-2005) en 1996 con su bula "Universi Domini Gregis",pero ha mantenido el espíritu que quiso darle Gregorio X hace ochocientos años. Cuando el Papa fallece, o , como en este caso excepcional, renuncia, comienza un período llamado Sede Vacante, donde el gobierno de la Iglesia queda en manos del llamado Cardenal Camarlengo. Su nombre, Camarlengo, significa "oficial de la cámara", y entre sus funciones principales está administrar los bienes e ingresos del Vaticano. En la actualidad este cargo es ocupado por el cardenal italiano Tarcisio Pietro Evasio Bertone (1934).

¿Quiénes se encargan  de elegir al nuevo pontífice? Cómo sabéis son los cardenales, también llamados los purpurados por el color de su ropa o los príncipes de la Iglesia. El canon 349 del Derecho Canónico especifica sus funciones tanto en el cónclave como en el gobierno habitual de la Iglesia  "Los cardenales de la Santa Iglesia Romana constituyen un colegio peculiar, al que compete proveer a la elección del Romano Pontífice , según la norma del derecho peculiar; asimismo , los cardenales asisten al Romano Pontífice , tanto colegialmente, cuando son convocados para tratar juntos cuestiones de más importancia , como personalmente, mediante los distintos oficios que desempeñan, ayudando sobre todo al Papa en su gobierno cotidiano de la Iglesia Universal". En los primeros tiempos del cristianismo el obispo de Roma y por lo tanto la cabeza de la Iglesia, el Papa, gobernaba esta Iglesia  con la ayuda de los sacerdotes que regían las diferentes parroquias en las que se había dividido Roma . Entre el Papa y los sacerdotes había otros colaboradores , los diáconos, que hacían la función de bisagra entre el Papa y los sacerdotes , coordinando su trabajo . En latín bisagra es "cardines" y de ahí procedería el término actual de cardenal para designar a aquellos diáconos. Como la Iglesia había crecido en el seno de las estructuras sociales y políticas del Imperio Romano adoptó también su forma de organización´, por lo que el Papa, el Sumo Pontífice, un título heredado de los emperadores romanos, vendría a ser un emperador espiritual y los cardenales sus senadores.



El interior de una de las habitaciones de la Domus Sanctae Marthae o Casa de Santa Marta , un edificio situado en el Vaticano y contiguo a la Basílica de San Pedro que desde el año 1996 fue reformado y habilitado por orden del papa Juan Pablo II para que  sirviera de residencia para aquellos cardenales que tenían que pasar la noche en Roma . Dispone de 106 estudios y 18 habitaciones individuales y será aquí donde pasen las noches hasta que finalice el cónclave los cardenales , que no pueden compartir habitación  (Imagen procedente de http://magdalenesegg.blogspot.com )

 De hecho , los cardenales ocupan los principales cargos de la Curia Vaticana, que son los órganos de gobierno tanto del Estado del Vaticano como de la Iglesia , un nombre heredado también de la Antigua Roma, donde los senadores se reunían en la Curia Hostilia, la sede del Senado Romano. Pero no siempre tuvieron los cardenales la función de elegir al papa, ya que durante muchos siglos la elección correspondía al pueblo de Roma. Pero en el año 1059, cuando el pueblo había perdido todo su poder y eran los intereses de reyes y nobles los que realmente intervenían en la elección de papa, la Iglesia decidió cambiar la forma de elección y el sínodo romano estableció que serían los cardenales los que se reunirían para escoger un candidato que luego presentarían al pueblo, aunque limitaba este poder a los cardenales que fueran obispos, excluyendo a los que no tuvieran esta doble dignidad. De esta forma evitaban la intervención de reyes y emperadores, una lucha que enfrentaría a la Iglesia con los monarcas medievales,  principalmente con el emperador del Sacro Imperio, durante gran parte de la Edad Media. Durante el papado de Eugenio III  (fecha desconocida -1153) se creó el Colegio Cardenalicio o Sacro Colegio integrado por todos los cardenales aunque divididos en cardenales diáconos, cardenales presbíteros y cardenales obispos, siendo estos últimos los únicos que, como hemos visto, podían participar en la elección del papa. Poco después eso cambiaría, , porque en 1179 el papa Alejandro III(fecha desconocida -1181) extendió este derecho a todos los cardenales.

Su número fue variando a lo largo de los siglos hasta que en 1973 se estableció un límite de 120 cardenales de los que sólo aquellos que tuvieran menos de ochenta años podían intervenir en el cónclave como cardenales electores, mientras que los que superan esta edad se limitan a presidir las misas públicas que se celebran en las fechas del cónclave en Roma. En el cónclave actual el número de cardenales electores es de 115,  después de que Benedicto XVI haya modificado de nuevo el límite de cardenales. Según lo establecido por Juan Pablo II el Cónclave se reune como muy pronto quince días después del fallecimiento del pontífice y nunca después de que hayan transcurrido más de veinte días, aunque en el caso excepcional de Benedicto XVI fue él mismo el que autorizó a que pudiera celebrarse antes de los quince días que establece la norma. Desde el año 1455, cuando fue elegido el papa español Calixto III(1378-1458), a su vez tío del célebre Rodrigo Borgia(1431-1503), futuro papa Alejandro VI y patriarca de la familia Borgia, los cónclaves se han celebrado en el Palacio Apostólico que es en la actualidad la residencia del papa en el Vaticano e incluye en su interior los Museos Vaticanos, la Biblioteca Vaticana y otras mil dependencias entre las que sobresale la célebre Capilla Sixtina, llamada así porque fue construida por orden del papa Sixto IV(1414-1484) entre los años 1471 y 1484 pero que sobre todo es conocido por los frescos del gran Miguel Ángel Buonarroti(1475-1564). Miguel Ángel comenzó a trabajar en la Capilla en 1508  por encargo del papa Julio II (1443-1513) y se encargó de pintar la Bóveda de la capilla con diferentes escenas del Génesis.


Fotografía de la Capilla Sixtina ya con todo dispuesto para la celebración del Cónclave a partir del 12 de marzo. Desde 1455 todos los cónclaves se han celebrado en el Vaticano, pero sólo a partir del año 1878 tienen lugar en la Capilla Sixtina, bajo la atenta mirada de los frescos realizados por Miguel Angel en el siglo XVI.La votación consta de tres fases. Una primera, denominada preescrutinio es cuando se distribuyen las papeletas entre los cardenales electores,a continuación  el escrutinio , es decir cuando se depositan los votos en la urna , que está cubierta por un plato, y por último el recuento de los votos realizados en voz alta por los encargados del recuento de los votos, los escrutadores (Imagen procedente de http://noticias.terra.cl)

Su decoración de la Bóveda la concluiría en 1512 ,pero de nuevo treinta años después regresó a la Capilla Sixtina para culminar la decoración con las escenas del Juicio Final que realizó entre 1536 y 1541. Describir la belleza de esta obra merece un artículo sólo para ella y nos desviaría del tema que nos ocupa, pero creo que las palabras del escritor, poeta , dramaturgo y científico alemán Johann Wolfgang von Goethe (1748-1832), expresan bien lo que la obra maestra de Miguel Ángel significa  " Sin haber visto la Capilla Sixtina -escribía durante su visita en 1787 -, uno no puede formarse una idea apreciable de lo que el ser humano es capaz de lograr". Será en esta Capilla y ante la mirada de las cientos de figuras creadas por el genial pincel de Miguel Ángel  donde se reunen los cardenales electores para elegir al nuevo papa desde el año 1878, aunque antes de eso el mismo día en que se va a celebar el  Cónclave rezarán en San Pedro la misa "Pro eligiendo Pontifice". Ya por la tarde se dirigirán hacia la Capilla Sixtina formando una procesión mientras cantan el himno "Veni creator" para invocar al Espíritu Santo que tendrá que inspirarles en la elección del nuevo Pontífice. Cuando entren en la Capilla Sixtina ya estará instalada en ella una estufa con una chimenea que sale al exterior y que en función de su color determinará si los cardenales han elegido o todavía no.

Pero no adelantemos acontecimientos porque antes de quedar encerrados en el Cónclave, los cardenales tienen que realizar un juramento que transcribo del libro "El papa ha muerto ¡Viva el Papa" del escritor y sacerdote José Apeles Santolaria(1966) en el que me he apoyado para escribir el desarrollo del cónclave  "Observar estrictamente la constitución apostólica que rige la elección del Romano Pontífice; en caso de ser elegido, cumplir con el Oficio de Pedro y defender los derechos espirituales y temporales y la libertad de la Santa Sede; guardar el más absoluto silencio sobre todo lo sucedido en el cónclave; no permitir la interferencia de nadie ajeno en la elección" Un juramento que debe realizar cada cardenal sobre los Evangelios  y una vez hecho esto el Maestro de las Celebraciones Pontificias exclamará "Extra omnes" que en latín significa "¡Fuera todos!", se cerrarán las puertas de la Capilla Sixtina permaneciendo dentro tan solo los cardenales, y comenzará el Cónclave no sin antes meditar unos minutos.  El primer día se realizará una primera votación y si no hay ya una elección los días siguientes se realizarán dos votaciones por la mañana y dos votaciones por la tarde. Se reparten entre los cardenales las papeletas que llevan impresas las palabras "Eligo inn Summum Pontificem" , que significa "Elijo como Sumo Pontífice"  y en ella escribe cada cardenal el nombre del candidato  al que entrega su voto . Después cada cardenal se levanta para introducir su voto en la urna mientras pronuncia estas palabras "Pongo por testigo a Cristo Nuestro Señor , que me ha de juzgar , de que doy mi voto a quien, en presencia de Dios, considero que debe ser elegido" Ya podéis imaginar que es un proceso tedioso y largo hasta que lo realizan los 115 cardenales que lo harán a partir de mañana.

Fotografía de los bomberos instalando la chimenea sobre el tejado de la Capilla Sixtina que se convertirá en el centro de atención durante los próximos días, porque según sea el color del humo que salga por ella, negro o blanco, sabremos si ya ha sido elegido el nuevo pontífice o no. El humo procede de las papeletas utilizadas para votar que después son destruidas en la estufa , excepto las utilizadas para la elección de Pablo VI (1897-1978), porque el pontífice anterior, Juan XXIII(1881-1963), había establecido que las papeletas fueran archivadas aunque Pablo VI decretó que de nuevo fueran destruidas las de los cónclaves que vinieran después. Así que las papeletas del cónclave de 1963 son las únicas que se conservan (Imagen procedente de http://www.24horas.cl )   

No hay candidatos, cada cardenal votará al que en conciencia crea que es el más adecuado y en esta votación también participarán aquellos cardenales que estén enfermos y no puedan estar dentro del cónclave, aunque si tendrán que estar en el Palacio del Vaticano. Tres de ellos, los denominados escrutadores, serán los encargados de hacer el recuento de los votos , leyendo en alto los nombres de los votados y ensartando a continuación las papeletas en una aguja con un hilo  y una vez terminado el recuento se ata los dos extremos y la deposita en un recipiente. Una vez terminada la votación y el escrutinio volvemos a la estufa que os había mencionado antes. En ella se introducirán las papeletas que producirán el humo que será visible desde el exterior mientras todos contienen el aliento. Si no hay todavía nadie que haya obtenido los dos tercios de los votos necesarios para ser elegido Papa, se quemarán las papeletas utilizando paja humedecida que genera un humo oscuro, la llamada Fumata Nera, en italiano,  o Humareda Negra , y si por fin hay un candidato ganador se empleará paja seca que producirá un humo blanco, la Fumata Bianca o Humareda Blanca. Este sistema no es todo lo preciso que sería deseable y en ocasiones no es fácil distinguir el humo blanco del gris producido por la fumata negra. Parece que en esta ocasión al mismo tiempo que sale el humo blanco que anuncie la nueva elección  repicarán las campanas de San Pedro para no dejar lugar a dudas. Pero mientras la gente ya estará celebrando la elección del nuevo papa , en el interior de la Capilla Sixtina el Cardenal Decano o el de mayor edad entre los presentes preguntará al elegido, y pongo también la fórmula en latín por lo solemne que es,  "Acceptasne electionem de te canonice facta in Summum Pontificem?", que significa "¿Aceptas tu elección canónica como Sumo Pontífice?"

Una vez que haya respondido en sentido afirmativo , lo contrario no hay noticias de que se haya producido, ya es considerado a todos los efectos el nuevo Papa aunque aún le hará el Cardenal Decano una nueva pregunta "Quomodo vis vocari?" que significa "¿Cómo deseas ser llamado?"  y en ese momento pronunciará el nombre por el que a partir de entonces será conocido, un cambio de nombre inspirado por la escena de los Evangelios donde Jesús elige a Simón como la base sobre la que se fundará su Iglesia y le da el nombre de Pedro, que significa Piedra y que nos cuenta así el Evangelio de San Mateo  "Él les dijo "Vosotros quién decís que soy yo?" Tomando la palabra Simón, dijo: "Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo" Jesús le respondió:"Bienaventurado eres, Simón, hijo de Juan, porque no te lo ha revelado ni la carne, ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Yo te digo que tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia y las puertas del Infierno no prevalecerán contra ella"(Mateo 16,15-19). Así que al igual que Simón convertido por Jesús en Pedro el nuevo Papa dejará su nombre por el que haya elegido, aunque hasta ahora ninguno ha elegido precisamente el del primer papa, Pedro, y sólo hay un nombre compuesto, Juan Pablo. Después es conducido a la sacristía de la Capilla Sixtina, para rezar unos minutos y estar en soledad asimilando lo que ha sucedido. A esta sacristía se le llama la Sala de las Lágrimas porque es tradición que la emoción y la impresión de la gran responsabilidad que acaba de caer sobre los hombros del elegido le haga verter lágrimas mientras reza.

DOCUMENTAL "VATICANO: EL CÓNCLAVE. ELECCIÓN DE UN PAPA"

Este documental fue realizado con motivo del cónclave donde fue elegido el que ha sido hasta este mes de febrero papa, Benedicto XVI pero hace un repaso a la historia de los cónclaves desde sus orígenes en el siglo XIII hasta nuestros días




Ahora queda vestirse con la sotana papal y una vez terminada esta ceremonia abandona la sacristía y se sienta en un trono en la Capilla y ,después de que le pongan el Anillo del Pescador, los cardenales irán pasando uno a uno por orden de antigüedad besándole los pies, la rodilla y las manos mientras el pontífice les hace levantarse y les besa en la mejilla. Una vez terminada esta ceremonia, y después de que todos los cardenales canten el "Te Deum", que significa "A ti, Dios" y es una oración de agradecimiento a Dios, el nuevo papa junto a los cardenales van en procesión hacia el balcón de la Basílica de San Pedro donde espera una multitud expectante y cientos de millones de personas a través de la televisión en todo el mundo. Se hará el silencio y entonces, después de situar primero una gran cruz en el balcón, un cardenal pronunciará en latín desde el balcón "Nuntio vobis gaudium magnum...Habemus Papam" , "Os anuncio una gran alegría. Tenemos Papa" y después de las exclamaciones de la multitud de nuevo la voz del cardenal se elevará "Emminentissimum et Reverendissimum Dominum", "Eminentísimo y Reverendísimo Señor"  y a continuación pronunciará el nombre del nuevo pontífice. Acto seguido el nuevo papa aparecerá en el balcón para dirigirse a toda la Iglesia  e impartirá su primera bendición "Urbi et orbi", "a la ciudad (Roma) y al mundo".  Todo esto es lo que se va a vivir en los próximos días . Ahora todo son especulaciones en torno al nombre del nuevo pontífice que regirá los destinos de la Iglesia en unos tiempos particularmente convulsos y polémicos para la Iglesia, con la crisis de fe en gran parte del mundo Occidental y los escándalos financieros y sexuales que salpican a algunos de sus representantes. ¿Habrá una apuesta por la renovación , la elección de un candidato africano o americano más joven e innovador o, por el contrario, se optará por el continuismo? Espero tener la oportunidad de escribir sobre ello mañana, porque aquí concluyo este artículo sobre la historia del cónclave, aunque por si mañana no pudiera escribir me atrevo a dar un nombre, Peter Turkson(1948), cardenal africano nacido en Ghana. Improbable, pero los Cónclaves suelen deparar muchas sorpresas

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