viernes, 1 de febrero de 2013

LA CORRUPCIÓN , LA CONFIANZA Y LAS NUEVAS VESTALES

El Diccionario de la Lengua Española define el término corrupción con diferentes significados, todos ellos negativos , desde el "Vicio o abuso introducido en las cosas no materiales" hasta la que más me interesa para el tema que quiero tratar hoy en el Mentidero, el referido a la corrupción en su relación con los poderes públicos, que el diccionario recoge así  "En las organizaciones, especialmente en las públicas, práctica consistente en la utilización de las funciones y medios de aquellas en provecho, económico o de otra índole, de sus gestores.".Como la mayor parte de las palabras de nuestra lengua castellana su origen hay que buscarlo en el latín, en el verbo corrumpere, que tiene el significado de "arruinar" o "echar a perder". En la antigua Roma la palabra corruptor era empleada, entre otros contextos, para designar a aquel que abusaba de las vírgenes Vestales, sacerdotisas que estaban al servicio de Vesta , la diosa del hogar, jóvenes que hacían voto de castidad mientras pertenecieran al cuerpo de las vestales, un período que se prolongaba durante treinta años divididos en tres etapas de diez años cada una, la primera década estaba consagrada al aprendizaje, la segunda década realizaba las labores propias de las sacerdotisas vestales y la última década en el templo se consagraba a la instrucción de las nuevas vestales. Debían ser niñas procedentes de familias patricias, la nobleza romana.
 
El escritor y divulgador científico italiano Alberto Angela(1962)  en su obra "Un día en la antigua Roma"  nos cuenta que la principal misión de la vestal, de las que había siempre un cuerpo de seis sacerdotisas,  a lo largo de sus treinta años consagrados a la diosa Vesta será la custodia del fuego sagrado y advierte "Si el fuego llegara a apagar o si una vestal perdiera su virginidad , el castigo sería ejemplar: el amante será azotado hasta la muerte en el foro y ella será ejecutada , pero sin derramar ni una gota de sangre, será enterrada viva en una celda subterránea con una hogaza de pan y un candil.". Otros autores mencionan que eran  lapidadas o enterradas vivas. Residían en el Templo de Vesta, situado en el Foro de Roma,   donde ardía el Fuego sagrado de la diosa, un fuego que debía mantenerse siempre encendido pues su extinción se veía como la premonición de un desastre para la ciudad. Eran un símbolo de pureza y por eso aquel que osaba mantener relaciones sexuales con ella, ya fuera por la fuerza o voluntariamente, era un corruptor, es decir , estaba arruinando o echando a perder  la pureza de la vestal y con ella la pureza de Roma. A su vez corruptum procedía del verbo latino rumpere, que significaba "romper,hacer estallar,  violar o transgredir"  y este a su vez tiene su origen en una raíz indoeuropea "reup"  que significaría "arrebatar" o "romper".

Ruinas del Templo circular de Vesta en el Foro Romano,  uno de los templos más antiguos de Roma, pues el primero de ellos fue erigido durante el reinado del segundo rey de Roma, Numa Pompilio(753 a. -674 a.C) para custodiar la llama sagrada de Vesta y donde vivían las vestales encargadas de cuidar de que esta llama no se extinguiera pues de suceder algún mal caería sobre la ciudad.  Por eso, el que hacía algún mal a las vestales era un corruptor que trataba de arruinar a la ciudad , violar su pureza y por ello era castigado severamente con la muerte . En nuestros días tenemos otro fuego sagrado que custodiar, el de la democracia que garantiza nuestras libertades, y uno de sus mayores enemigos es la corrupción,los nuevos corruptores y por ello me refiero en este artículo al común de los ciudadanos como las nuevas vestales, pues es a nosotros a quién corresponde evitar que ese fuego se extinga denunciando los comportamientos corruptos que significan una amenaza para la convivencia, la libertad y la justicia  (Imagen procedente de http://sobreitalia.com ) 
 
Los romanos conocían bien la corrupción, no sólo la de sus vírgenes vestales, sino la corrupción en todas sus facetas. Los funcionarios romanos que eran condenados por corrupción en la época de la República de Roma , entre el siglo V y el I a. C ,  se les cortaba la nariz y eran introducidos en un saco y arrojados al mar , aunque eso no impedía que la corrupción estuviera extendida en todos los estamentos sociales de la sociedad romana. Si os he hablado del origen del término corrupción es por el valor que tienen las palabras, no sólo por lo que decía el escritor británico Aldous Huxley que afirmaba que "Las palabras están ahí para explicar el significado de las cosas, de manera que el que las escucha, entienda dicho significado." sino también porque reflejan los antiguos orígenes de la corrupción en el lenguaje, lo que quiere decir que la corrupción forma parte de las sociedades humanas prácticamente desde su formación. Y hoy , más que nunca en otro tiempo de nuestra historia, la corrupción esta presente en nuestra vida cotidiana, gracias a los medios de comunicación que sacan a la luz lo que antes existía pero se mantenía en la oscuridad y el secreto, por eso donde más prospera la corrupción es en los regímenes autoritarios, donde la libertad de expresión es coaccionada y no es posible denunciar a los poderes públicos.
 
Pero también florece en las democracias. En el país donde vivo, España, se halla en estos días sumida en una sucesión de noticias que afecta a todas las instituciones públicas, desde la monarquía y el gobierno al conjunto de la clase política. Desde hace más de cuatro años muchas naciones europeas y muy particularmente Grecia, Italia, España y Portugal, están siendo azotadas por una permanente crisis económica derivada de los problemas bancarios y de financiación de estas naciones que ha derivado en la pérdida masiva de empleos, con cifras que en el caso de España han alcanzado casi los seis millones de desempleados que representan un 26% de la población activa, crisis que ha sido tratada con el remedio de la austeridad reduciendo el gasto público e incrementando los impuestos , a la vez que se han hecho reformas  laborales que tienen como objetivo facilitar la creación del empleo mediante lo que se denomina "flexibilización de las condiciones laborales" , es decir, reducir las indemnizaciones por despido y los recursos legales de los trabajadores para recurrir esos despidos, y "aumentar la productividad" que se traduce en trabajar más horas por salarios más bajos. La suma de todos estos factores, aumento de impuestos, reducción de las prestaciones sociales derivadas de la disminución del gasto público y disminución de los salarios, unido al progresivo aumento del desempleo o del empleo precario, ha provocado un progresivo  empobrecimiento de la sociedad y, lo que es peor, un sentimiento de tristeza y falta de perspectivas que parece haberse apoderado de una gran parte de la población.

España es estos días portada en los medios internacionales por los casos de corrupción o, debiera decir mejor, presunta corrupción ya que son denuncias realizadas por los medios de comunicación pendientes de que sea comprobada su veracidad. El problema es que los ciudadanos están tan cansados de las constantes mentiras, incumplimientos de promesas y encubrimientos de casos anteriores, no sólo del partido en el poder al que corresponde la fotografía con el presidente de España Mariano Rajoy, sino extensivo a la mayor parte de los partidos políticos, sindicatos, alcaldes e incluso a miembros de la Casa Real y todo ello en el contexto de una grave crisis donde las medidas adoptadas están incrementando las desigualdades sociales y empobreciendo a la población en general, lo que explica el malestar general de una sociedad que , hasta hace unos pocos años, casi reía los casos de corrupción como el éxito de "los listos". No podemos juzgar por adelantado estos hechos, ya que no conocemos si las acusaciones tienen o no una base real,pero  hay que exigir la transparencia en todo lo que rodea a los poderes públicos, porque por encima de los partidos políticos, de las ideologías  y de instituciones como la monarquía está la democracia, el gobierno del pueblo que garantiza la libertad y que debe cimentarse en la confianza del pueblo en sus representantes, sin eso, todo nuestro edificio democrático se vendría al suelo. Y también la misma honestidad que exigimos a nuestros representantes nos la debemos exigir a nosotros mismos y no tolerar los comportamientos corruptos que al final terminan afectándonos a todos   (Imagen procedente de http://imagenes.publico.es )
 
¿Qué hace una sociedad en crisis? Busca una respuesta en sus líderes , en aquellos en los que ha depositado su confianza, en las instituciones creadas por nosotros mismos para gobernarnos, porque eso es la democracia, el gobierno del pueblo que delega ese poder en unas pocas personas que han sabido ganarse esa confianza por medio de sus programas políticos y promesas electorales, un contrato firmado entre el líder político y el pueblo que le elige . Decía el filósofo español Jorge Santayana que "Nuestra adhesión a un jefe natural no es una pérdida de libertad, es el reconocimiento de que nuestras ideas tiene un ejecutor y un intérprete." y ese reconocimiento es el que concedemos a nuestros representantes políticos, al presidente del gobierno, al partido en el poder y también a los que desempeñan las labores de oposición, a los encargados de impartir justicia, de preservar nuestras libertades y de cuidar de la limpieza de las actuaciones de dichos representantes. Y el edificio de libertades que constituye nuestras sociedades democráticas se elevan sobre unos cimientos , los de la confianza, este término que el escritor norteamericano Henry Louis Mencken describe como "el sentimiento de poder creer a una persona incluso cuando sabemos que mentiríamos en su lugar." Si, la confianza es más que un concepto un sentimiento, algo que depositamos en una persona incluso contra los dictados de nuestra razón, porque nos transmite una determinada sensación indefinible de seguridad y honestidad, es esa que depositamos en el piloto de un avión, en un cirujano en la sala de operaciones o en un bombero durante  un incendio. Confiamos en su profesionalidad, en su destreza , en sus conocimientos y ponemos en sus manos nuestras vidas.
 
Algo similar sucede con los partidos políticos, escuchamos y creemos sus promesas, confiamos en sus palabras y estamos dispuestos a aceptar el camino que nos proponen seguir porque pensamos que están actuando no en beneficio propio sino en beneficio de toda la sociedad, pues para eso son elegidos, para representar y defender al conjunto de la sociedad y no sólo los intereses de sus votantes o, lo que es mucho más grave, los suyos propios. Pero el problema de la confianza es que no es un bien permanente, hay que trabajar por ella cada día, ganársela con nuestros actos, con nuestro comportamiento. El ser humano no es perfecto, todos cometemos errores y las instituciones públicas no son una excepción, pero faltar a la palabra dada, engañar con falsas promesas, utilizar un cargo público para beneficiarse uno mismo , no es un error, es una traición a la confianza y si destruimos los cimientos de la confianza el propio edifico de la democracia se tambalea y correrá el riesgo de derrumbarse. En 1993 se creaba una organización llamada Transparencia Internacional , con sede en Berlin, la capital de Alemania, que desde 1995 ha ido publicando un Índice de Percepción de Corrupción, llamado así porque sus datos recogen precisamente la percepción que las sociedades de cada nación tienen de la corrupción en su país. Si, una vez más estamos hablando de percepción, de sentimiento al igual que con la confianza, y precisamente en los países europeos donde hay una mayor percepción de corrupción es donde la crisis está golpeando con mayor dureza.

Índice de percepción de la corrupción en el Mundo 2012
Índice de la Percepción de Corrupción durante el año 2012, desde Dinamarca, que junto a Finlandia y Nueva Zelanda, son las tres naciones que tienen una menor percepción de corrupción entre su población, hasta los tres últimos puestos , donde se encuentran Afghanistán, Corea del Norte y Somalia. Es fácil observar como los países con una mejor situación económica se hallan también entre los menos corruptos mientras que cuando más elevado es su nivel de pobreza también lo hace el de corrupción, lo cual no es ninguna sorpresa, pero si es más significativo que los cuatro países de Europa Occidental que se hallan más afectados por la crisis económica estén con algunos de los índices de corrupción más elevados de Europa, desde el más honroso de Irlanda, en el puesto 25, al puesto 30 de España, el 33 de Portugal, el 72 de Italia o el 94 de Grecia, lo que vincula estrechamente al grado de corrupción de una sociedad con su situación económica , es una enfermedad que impide el normal funcionamiento de una nación, un cáncer que si no es detenido a tiempo llega a invadir todo su organismo. Decía el escritor francés Albert Camus que "La tiranía totalitaria no se edifica sobre las virtudes de los totalitarios sino sobre las faltas de los demócratas." y una de las mayores debilidades de los demócratas es nuestra tolerancia con la corrupción que pone en peligro los cimientos no sólo de nuestro bienestar material sino de nuestro sistema de convivencia y nuestras libertades (Imagen procedente de http://ticsyformacion.com )
 
Escribía el poeta latino Horacio que "Si el vaso no está limpio, lo que en él derrames se corromperá." ¿qué pensará una sociedad que ve cómo sus instituciones, desde la monarquía a la administración de justicia, desde la clase política a las finanzas esta infectada por la corrupción?Si vemos a estas instituciones como el vaso que nos contiene y si ese vaso está sucio ¿no terminará por corromper a todo lo que contiene? Veíamos al principio del artículo que corrupción procede del verbo latino "corrumpere" y entre sus significados estaban "Arruinar" y "Echar a perder" y lo primero que arruina y echa a perder la corrupción es la confianza , la corrupción lleva como compañera a la mentira y como decía el filósofo alemán Friedrich Nieztsche "Lo que me preocupa no es que me hayas mentido, sino que, de ahora en adelante, ya no podré creer en ti." ¿Cómo recuperar la confianza en quién te ha mentido?¿cómo sabrás que lo que dice ahora no es otra mentira? Por supuesto, en la vida personal siempre existe la posibilidad del arrepentimiento y del perdón, todos cometemos, como decía antes errores, pero también todos debemos disponer del derecho a rectificar, a corregir lo que hicimos mal, pero esto ,que es válido en la vida privada, no es igual en la vida pública , donde se puede pedir perdón pero no recuperar la confianza que la sociedad depositó en tus palabras , en tus promesas o en el símbolo que representas, como sucede con instituciones como la justicia o la monarquía.
 
Si un gobernante, si un líder , si un partido o una institución no son ejemplares ya no están legítimados para pedir a los demás que les sigan ¿cómo se puede pedir sacrificios a una sociedad si los primeros que dar ejemplo con sus actos no son honestos y aprovechan sus cargos públicos para obtener beneficios personales? Podría dar nombres, están en boca de todos estos días en el país donde escribo, España,  y afectan a casi todos los sectores públicos de nuestra sociedad creando un clima generalizado de desconfianza, de repulsa y , lo que es peor, de resignación. Pero no quiero sólo referirme a España sino a la corrupción general y también a la responsabilidad que recae sobre cada uno de nosotros, porque permanecer callados ante la corrupción es una forma de colaborar con ella, no sólo en las personas que detentan el poder, sino también en las pequeñas corrupciones cotidianas , en los engaños y trampas que mucha gente comete en su vida particular. No hay corrupciones grandes o pequeñas, porque todas ellas nos dañan y nos mancillan.Cada uno de nosotros debe luchar por una sociedad más limpia, más honesta y denunciar las prácticas corruptas, despreciar al que engaña a todos para beneficiarse él y , por supuesto, donde esto es más evidente es en el desempeño del poder político, pues sus decisiones nos afectan a todos.

Cayo Julio César (100-44 a.C) uno de los grandes generales y también políticos de Roma, y ser político en Roma significaba estar dispuesto a comprar votos si era preciso. Precisamente la palabra candidato procede de "candidus", que significa blanco, y ese era el color de  la Toga Cándida, una toga de blanco inmaculado que se ponían aquellos que estaban aspirando a ser elegidos para un cargo público como símbolo de su pureza, de donde procede también la palabra cándido, no el sentido de poco despierto o tonto que le damos hoy, sino en el sentido de puro y limpio, así debía ser quién ocupara un cargo público, al menos en teoría porque en la práctica la realidad entonces y, por desgracia, ahora , está en muchas ocasiones alejadas de esa candidez. Pero eso no significa que debamos resignarnos a la corrupción como un mal inevitable, sino, muy al contrario, debemos emplear todos los medios que nuestra actual sociedad de la información pone a nuestro alcance para estar al tanto de los casos que surjan y castigar con el desprecio a los que se les demuestran actos de corrupción además de exigir su retirada de la escena pública y el pago de las responsabilidades que corresponda. Karl Popper decía que no se puede ser tolerante con los intolerantes y si algo no puede tolerar una democracia es la intolerancia de los corruptos, aunque siempre después de que esa corrupción haya sido demostrada    (Imagen procedente de http://perso.wanadoo.es ) 

 
Parecemos como las antiguas vestales romanas violadas por los corruptores, pero con la diferencia de que aquellos corruptores pagaban con la vida el mal causado y hoy los corruptores y los corrompidos, las dos naturalezas de un mismo mal, no suelen pagar ese daño y en muchas ocasiones incluso conservan impunemente sus privilegios o los bienes que han obtenido  de manera ilegal, creando una sensación de indefensión e impotencia entre la sociedad. No se trata de ideologías políticas, creo que sería absurdo centrar el debate en derechas e izquierdas, en monarquía o república, se trata de algo tan sencillo como la defensa de la honestidad , de abrir las ventanas de nuestras sociedades para que entre aire limpio que nos permita recuperar el entusiasmo, la esperanza por salir adelante y crear un mundo mejor. Estos días en que la figura del presidente norteamericano Abraham Lincoln(1809-1865) está más presente gracias a la película sobre su vida rodada por el director Steven Spielberg, creo que es un buen momento para recordar sus palabras en el célebre discurso de Gettysburg en 1863, cuando después de la sangrienta batalla de Gettysburg terminaba aquel histórico discurso diciendo  "Que resolvamos aquí firmemente que estos muertos no habrán dado su vida en vano. Que esta nación, Dios mediante, tendrá un nuevo nacimiento de libertad. Y que el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo no desaparecerá de la Tierra."
 
Si, el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo, es decir, nosotros, todos y cada uno de los formamos las sociedades de cada nación , tomamos parte en esos gobierno y a nosotros nos toca luchar por su su limpieza, por su  honestidad , por su justicia en un esfuerzo continuo y nunca culminado de crear un mundo mejor para las nuevas generaciones que vendrán después de nosotros. Hago mías las palabras de la cantautora norteamericana Joan Baez que afirma "Si no peleas para acabar con la corrupción y la podredumbre, acabarás formando parte de ella" No la aceptemos como si fuera un peaje que estamos obligados a pagar, esforcémonos en ser honestos nosotros mismos y al mismo tiempo exijamos a nuestros representantes que lo sean, porque defender la honestidad es defender la democracia, es defender la libertad , conceptos por los que tantos millones de personas han entregado su vida a lo largo de la torturada historia de la humanidad. Frente a la corrupción levantemos la bandera de la honradez, del servicio público, de la honestidad , de la solidaridad , de la justicia . ¿Una sociedad limpia es una utopía? Tal vez, pero sólo aspirando a lo mejor se puede lograr avances, aunque nos parezcan pequeños, todo menos resignarnos. Como dice el escritor uruguayo Eduardo Galeano en una frase que ya he citado en otras ocasiones  "La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para que sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar." Así que, caminemos y protejamos ,como hicieron las vestales en Roma, al Fuego Sagrado de la democracia de aquellos que la quieren corromper exigiendo que los corruptos y los corrompidos acepten sus responsabilidades. Nuestras democracias necesitan a las nuevas vestales, y esos somos todos y cada uno de nosotros  

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