miércoles, 27 de abril de 2011

EL NACIONALISMO COMO ANACRONISMO Y LA UNIÓN COMO OBJETIVO

Las palabras son muy importantes y no solemos reconocerle su valor, lo que es un grave problema cuando la utilizamos de forma torpe o sin la suficiente reflexión, porque una vez que esta sale de nuestra boca ya no nos pertenece y puede herir a los demás o a nosotros mismos. Escribía Goethe que "hay que reivindicar el valor de la palabra, poderosa herramienta que puede cambiar nuestro mundo". En efecto , puede cambiar nuestro mundo pero también es una poderosa herramienta para enfrentar a unos contra otros , para causar divisiones, odios y enfrentamientos entre las personas y los pueblos, y la historia de la humanidad está llena de estos magos de la palabra con la que envenenaron a las multitudes y las condujeron como un flautista de Hamelin hacia la catástrofe.

Escribo esto al filo de un partido de fútbol que se celebra hoy en España y del que no haría mención ya que el Mentidero no es espacio para comentarios deportivos, pero son precisamente las palabras lo que me llevan a tratar un tema que va más allá del deporte aunque no debería de pasar de ahí. Es un partido entre dos equipos , el Real Madrid y el Barcelona, que dividen a la afición de España casi en dos bandos al 50%, cada uno anima a su equipo y ahí debería de terminar todo. Pero como decía el escritor italiano Pitigrilli "el hombre no vive en un mundo de cosas meramente físicas, sino en un mundo de signos y símbolos", y convierte lo que no es más que un partido de fútbol en una especie de reivindicación de símbolos nacionales, donde cada uno se identifica con un bando y el oponente se viste con la máscara del enemigo, el opresor contra el que hay que librar una batalla. Se rodea todo de un lenguaje bélico , se encienden los ánimos, se insulta y se aprovecha la oportunidad no para unir a la gente en el goce de un gran espectáculo sino en dividirla .

Escribía el poeta español Antonio Machado, "españolito que vienes al mundo, te guarde Dios, una de las dos Españas ha de helarte el corazón". Se refería el gran poeta a las dos Españas ideológicas que terminaron resolviendo su enfrentamiento en una trágica Guerra Civil  que duraría tres años y produjo entre medio millón y un millón de muertos y cuyas heridas tardaron mucho tiempo en cicatrizar y sólo las nuevas generaciones que no la vivieron van librándose de su alargada sombra sobre los corazones españoles. Hemos sido capaces de superar aquel trauma , de salir de una larga dictadura con una transición pacífica por la que muchos no apostaban , de ingresar en la Unión Europea y convertirnos en un país con sus defectos pero en evolución que es más de lo que se pudo decir de España durante gran parte del siglo XIX y del siglo XX. Sin embargo ,seguimos sufriendo el enfrentamiento y las tensiones causadas por los nacionalismos de toda naturaleza.

La foto titulada "Muerte de un miliciano" de Robert Capa, obtenida durante la Guerra Civil Española, se ha convertido , a pesar de la polémica que la rodea, en un símbolo de las consecuenicas de las divisiones ideológicas y los odios irreconciliables. A España le costó medio millón de muertos y tres décadas de dictadura , en Europa los nacionalismos fascistas italianos y el nazismo alemán provocaron la II Guerra Mundial. La Unió Europea, con la unión de todas las naciones y la eliminación de las fronteras es la gran oportunidad para la paz después de siglos de enfrentamientos y en esta idea de Europa las fronteras artificiales que dibujan todos los nacionalismos no tienen sentido, son un anacronismo

Escribí el otro día un artículo sobre la formación de España, de como los sucesivos matrimonios dinásticos habían unido al Condado de Barcelona con el reino de Aragón a través del matrimonio de Petronila de Aragón con  Ramón Berenguer IV en el año 1150 formando la Corona de Aragón a la que se irían incorporando a lo largo de la Reconquista los reinos de Mallorca y Valencia , el reino de Castilla y el de León se unieron años más tarde en la persona del rey Fernando III el Santo(1199-1252), hijo del matrimonio entre el rey de León Alfonso IX(1171-1230) y Berenguela de Castilla (1180-1246), reina de Castilla en 1217, y como, finalmente, las dos grandes entidades políticas de la Península , el Reino de Castilla y la Corona de Aragón, se unían mediante el matrimonio en 1469 de Isabel de Castilla y Fernando de Aragón, los Reyes Católicos. La única incorporación donde jugo un papel la violencia fue en la desaparición del reino de Navarra en 1512, cuando las tropas de Fernando el Católico penetraron en territorio navarro aprovechando la división del reino navarro en sus disputas por el trono.

Pero lo mismo que fue sucediendo en España ha sucedido en el resto de Europa, un proceso evolutivo en el que las pequeñas entidades, los territorios feudales que convertían la Europa medieval en un mosaico de diminutos gobiernos, fueron incorporándose a entidades  políticas superiores, formando las naciones que terminaron de constituirse a lo largo del siglo XIX y aún en el siglo XX tras la disolución del Imperio Austro Húngaro al finalizar la Primera Guerra Mundial. Entre la Primera y la Segunda Guerra Mundial el partido nazi alemán y el partido fascista italiano exarcebaron los nacionalismos de sus respectivos países, al tiempo que en los demás países europeos se hacían fuertes diversos movimientos nacionalistas de toda índole. Ya sabemos como terminó .Durante la II Guerra Mundial millones de personas dieron su vida por culpa de los fascismos que hicieron una exaltación nacionalista que colocaba a sus pueblos por encima de los demás haciendoles sentirse por un lado superiores y por otro víctimas. El lema del partido nazi era "ein volk, ein führer,ein reich", "un pueblo, un dirigente,un imperio" 

El Imperio Romano en tiempos de Trajano (98-117) cuando alcanzó su máxima extensión. El Imperio unió Europa aunque por la fuerza de las armas y por las armas fue destruido, convirtiéndose en el ideal al que aspiraron diferentes reyes y emperadores, desde Carlomagno a Otón I, desde Napoléon hasta Adolf Hitler, el último que ha tratado de conquistar Europa y ponerla bajo una sola bandera por el uso de la fuerza
Cuando los ríos de sangre que estas palabras hicieron correr por los campos de Europa empezaron a secarse, renació una idea que desde la desaparición del Imperio Romano se había convertido en un sueño imposible, la unión de Europa en una sola entidad política. Se había intentado, siempre por la fuerza, desde el imperio Carolingio de Carlomagno en el siglo VIII, al Sacro Imperio nacido con Otón I el Grande en el siglo X , las conquistas napoleónicas del siglo XIX y el III Reich durante el siglo XX. Cerca de sesenta millones de personas tuvieron que perder la vida para que nos diéramos cuenta que el nacionalismo sólo causaba dolor y enfrentamiento, separación e incomprensión. Jean Monnet(1888-1979), uno de los Padres de Europa , al que ya hice referencia en otros artículos , diría "No habrá paz en Europa, si los Estados se reconstruyen sobre una base de soberanía nacional.Los países de Europa son demasiado pequeños para asegurar a sus pueblos la prosperidad y los avances sociales indispensables. Esto supone que los Estados de Europa se agrupen en una Federación o "entidad europea" que los convierta en una unidad económica común".

Así nacía la nueva Europa, una Europa donde una nación no iba a tratar de imponerse sobre las demás, sino que trabajarían todas unidas con un mismo objetivo, la paz, la prosperidad y la consecución de unas sociedades más justas y libres. Quizás uno de los   acontecimientos históricos más emocionantes en estos últimos años fue la firma del Acuerdo de Schengen por el que se eliminaban las fronteras entre las naciones de la Unión Europea, por primera vez desde los tiempos del Imperio Romano, se podía ir libremente por Europa sin sentirte extranjero. Italianos, españoles, alemanes, franceses , ingleses y todos los pueblos que integran este continente unidos , aparcando los nacionalismos que tanto sufrimiento habían causado en otra época .

Hablaba al principio de este artículo del poder de las palabras, y si acudimos al Diccionario de la Real Academia de la Lengua y buscamos el significado de nacionalismo, hallamos que su primera acepción es "Apego de los naturales de una nación a ella y a cuanto le pertenece", y no encontramos en este significado nada que nos haga ver que el apego a una nación y a lo que ella pertenece sea excluyente y nos deba enfrentar con el que no pertenece a ella o con otras entidades superiores que la engloban . Ayer decía el entrenador del Barcelona, Josep Guardiola, "Hemos caído muchas veces como equipo y como país", y por supuesto con esas palabras se encienden las pasiones, las acusaciones de opresión por un lado, de victimismo por otro. Cuanto tiempo perdemos en discusiones que no nos llevan a ningún sitio, en buscar enfrentamientos que sólo nos perjudican , cuando deberíamos mirar todos en la misma dirección.

El Planeta Tierra, el hogar de toda la humanidad. Cuando Yuri Gagarin, el primer hombre que viajó al espacio, la contempló desde el exterior, no habló de fronteras,ni de banderas, sus palabras fueron ""La Tierra es azul. Que maravillosa. Es increíble". No conocemos los límites del Universo, nuestro planeta no es más que un pequeño astro que orbita alrededor de una estrella mediana en una galaxia que es una más entre cien mil millones de galaxias.¿Qué sentido tienen nuestras fronteras ante esta inmensidad?Luchemos por conservar nuestro hogar, el común a todos nosotros y olvidemos enfrentamientos absurdos por las lineas dibujadas en los mapas

Hemos evolucionado de la aldea a la ciudad, de la ciudad a los territorios feudales, de estos a los reinos, de los reinos a los Imperios y de ahí surgieron las naciones que a su vez tienen a formar grandes unidades políticas y estoy convencido que en algún momento del futuro la Tierra se convertirá en una sola entidad donde ya no habrá lugar a enfrentamientos por culpa de la religión, de las fronteras o la lengua. Escribe Mirzá Husayn Ali(1817-1892), fundador de una religión llamada Fe Baha´i,  "No debe enaltecerse quien ama a su patria, sino quien ama al mundo entero. La Tierra es un solo país y la humanidad sus ciudadanos". Todavía es una utopía, tendremos que evolucionar mucho y quizás hagan falta aún siglos para conseguirlo, pero pienso que esa es la idea que tenemos que defender, a lo que todos deberíamos aspirar, y la forma de dar pasos hacia ese objetivo es olvidarnos de si tu eres catalán, el otro vasco y el de mas allá castellano, formamos parte de algo más grande que es Europa, donde se han borrado ya las fronteras, y Europa forma parte de algo mucho más grande, el mundo.

Cuando Yuri Gagarin se convertía el 12 de abril de 1961 en el primer hombre en salir al espacio , sus palabras al ver nuestro planeta fueron "La Tierra es azul. Que maravillosa. Es increíble". Tendríamos que viajar todos al espacio para ver donde están nuestras fronteras, nuestras banderas , nuestros nacionalismos porque allí no se ven, no existen , son un artificio del ser humano , no una realidad de la naturaleza.  La Tierra es nuestra casa, nuestra pequeña casa en un Universo del que no conocemos los límites y en los que apenas somos un pequeño planeta que orbita alrededor de una estrella de tamaño medio en la periferia de una Galaxia que a pesar de que nos parezca inmensa no es más que una entre cien mil millones de galaxias que navegan por un Universo que quizás es sólo uno entre muchos Universos.

Escribe el periodista mexicano Librado Rivera "Yo amo una patria universal, una patria sin límites y sin fronteras; una patria común cuyos intereses pertenezcan a todos los habitantes de ella, como nos pertenece el aire, la luz y el calor del sol." y el latino Séneca " No he nacido en un sólo rincón, mi patria es todo el mundo". Por eso he titulado este artículo "el nacionalismo como anacronismo" porque pienso que ha sido un sarampión que ha sufrido la humanidad durante siglos y que muy lentamente estamos consiguiendo superar, aunque nos quede mucho camino por delante. El nacionalismo entendido como exclusión del otro, del que no pertenece a nuestro grupo, del que vemos como extraño e incluso como enemigo, es uno de los elementos más destructivos y que más dolor han causado a la humanidad. Entendido en la forma en que lo define el diccionario, "Apego de los naturales de una nación a ella y a cuanto le pertenece", es un sentimiento natural del ser humano , como el amor a la familia

"No he nacido en un sólo rincón del mundo, mi patria es el mundo" decia el filósofo romano Lucio Anneo Séneca. No importa que seas castellano o catalán, alemán o inglés, blanco, negro, amarillo, católico , musulmán o judio , todos somos humanos y convivimos en un mismo planeta. La tierra que pisamos no nos pertenece, como tampoco el aire que respiramos o el Sol que nos da calor y luz,no  hagamos de ello un motivo de enfrentamiento. Cuando llegue nuestro momento de dejar esta existencia lo que de verdad nos consolará será la alegría que hayamos compartido y no las banderas y las fronteras . Esta unión puede ser aún una utopía pero la humanidad es el unico nacionalismo que merece la pena

No convirtamos el lugar donde nacemos en una bandera que nos enfrenté a los demás. Son nuestras raíces, es nuestro hogar, pero no podemos pasarnos la vida dentro de casa sin salir a la calle, y la calle es el mundo, esa es la casa común de todos, una casa que además está en peligro por nuestro comportamiento y necesitará de la unión de todos para salvarla. No hay razas negras, blancas, amarillas, hay una única raza, la humanidad . Decía el presidente norteamericano Kennedy en uno de sus discursos "La raza humana debe poner fin a la guerra, o será la guerra la que ponga fin a la raza humana". Viajamos en el mismo barco, y si nos hundimos, nos hundimos todos juntos da igual que seamos catalanes, castellano, alemanes, americanos o chinos. Dejemos de utilizar la nación como arma arrojadiza, unamos fuerzas en lo que de verdad tiene importancia, lo único que de verdad es importante en nuestras vidas, la búsqueda de la felicidad. Eso es lo que nos consolará en nuestro último aliento y no los himnos ni las banderas.

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