lunes, 16 de mayo de 2016

UNA PEQUEÑA HISTORIA DE LOS ORÍGENES DE LA MÚSICA (TERCERA PARTE)

"Eran como buceadores  de las profundidades  en busca de un barco hundido. Sólo con los planos del diseño  del barco para guiarse  y sin ninguna indicación de por cual océano debían iniciar la búsqueda. Era investigar en el vacío." Así se refiere el compositor británico Howard Goodall (1958) en un documental del Canal Odisea titulado "Historia de la notación musical"  a aquellos monjes que en los años más oscuros de la Alta Edad Media trataban de conservar  viva la débil llama de lo que había sobrevivido de la música de la Antigüedad tras la desaparición del Imperio Romano de Occidente en 476.  Veíamos en la segunda parte como después de ser derrocado el último emperador romano de Occidente, Rómulo Augústulo (hacia 461-fecha desconocida),y la sustitución de la unidad política y cultural del Imperio por múltiples reinos como el Visigodo, el Franco o el Ostrogodo entre otros, el conocimiento y la cultura sufrieron un vertiginoso declive con algunas excepciones como el período de gobierno del rey ostrogodo Teodorico el Grande (454-526) , bajo cuyo reinado encontramos a nombres como el e escritor, religioso y político Casiodoro (hacia 485-hacia 580) y el filósofo Boecio(hacia 480-524) , los últimos representantes de un tiempo  que llegaba a su final,  el Mundo Clásico. Precisamente sería Boecio el autor de una obra titulada "De Institutione Musica" que podría traducirse como "Sobre el fundamento de la música",  que puede ser considerado como el último intento de proporcionar una visión de conjunto de la tradición musical de la Antigüedad, en particular de la música grecorromana que recorrimos en la segunda parte de esta historia. Profundo conocedor del pensamiento de Platón( hacia 427-347 a.C) y de Aristóteles (384-322 a.C) , traduciría las principales obras de los clásicos griegos al latín, traducciones que se convertirían en los manuales que emplearían los estudiantes durante toda la Edad Media.

Grabado del filósofo Anicio Manlio Torcuato Severino Boecio   realizado por el monje franciscano, cosmógrafo, escritor y explorador francés   André Thevet (1516-1590)  para su obra "Los verdaderos retratos y vidas de hombres ilustres griegos y romanos" Además de su propia obra filosófica  Boecio también traduciría las principales obras de los clásicos griegos y romanos , desde Aristóteles y Platón a Séneca,  permitiendo que sus obras se conservaran y fueran conocidas en Europa aunque su conocimiento quedaría confiando durante siglos de forma casi exclusiva a al interior de los muros de los monasterios  donde los monjes se afanaban en copiar en los Scriptorium  (nombre que recibía la estancia donde los monjes trabajaban en su labor de copistas) y conservar  estas obras durante los años más oscuros de la Edad Media europea.  Entre las obras del propio Boecio se encontraba una dedicada a la música "De institutione musica" donde, siguiendo la línea marcada por los clásicos griegos y romanos exalta a los teóricos de la música, para él los auténticos músicos,  sobre los que escribe que
"Tienen la habilidad para juzgar, medir ritmos, melodías y toda la música"
Mientras que desprecia a los intérpretes de la música de la misma forma que en la segunda parte veíamos que hacían los griegos que consideraban indignos los trabajos manuales, ya fueran artesanos, escultores o músicos. Sobre los intérpretes de la musíca escribe que están
"Enteramente exiliados del verdadero entendimiento musical" 
En todo caso su obra sería la última gran obra dedicada a la música durante siglos y sería el libro de referencia sobre la música durante la mayor parte de la Edad Media
(Imagen procedente de  http://www.odisea2008.com)
Después de ocupar altos cargos de gobierno  bajo el reinado de  Teodorico I el Grande, la fortuna gira en contra suya cuando sus enemigos convencen al rey ostrogodo que Boecio está conspirado contra él. Acabará sus días encarcelado , torturado y finalmente ejecutado el 23 de octubre de 524. En el futuro Boecio sería llamado el último de los romanos porque fue uno de los últimos rayos de sabiduría  tal y como ésta era entendida en el Mundo Clásico de Grecia y Roma, y su desaparición es el heraldo de la oscuridad intelectual que se cernía sobre Europa y que la dominaría durante los siguientes siglos en los que el saber parece desaparecer tal y como anunciaban estas palabras del propio Boecio  de su obra más conocida, "De la consolación por la filosofía" que escribió durante el tiempo que duró su confinamiento en prisión "Y cuando más acercando se va el sol, menos aparece, porque siempre va dejando la luz, y se va ocultando. y en el fin desaparece" Y el sol del conocimiento se ponía ahora en toda Europa Occidental hallando su último refugio tras los muros de los monasterios,encargados de conservar viva la débil llama de la antigua cultura y, como parte de ella, de la música. Son esos monjes a los que se refiere  Howard Goodall como "buceadores de las profundidades" que trataban de rescatar lo que quedaba de la antigua tradición musical grecorromana.  Ya vimos que los himnos , salmos y  escrituras heredados de la tradición judaica que fueron adoptados por las primeras comunidades cristianas  e incorporados a la liturgia  era lo único que quedaba en el siglo VI de la música de la Antigüedad y como un pontífice, Gregorio I Magno (hacia 540-604), ordenó la organización y codificación de  aquellos cantos que se hallaban desperdigados por toda Europa para evitar su pérdida y que fueran unificados en un único libro para toda la cristiandad y por esta labor dos  siglos más tarde estos cantos litúrgicos, el último vínculo musical con vida  con el que contaba Europa con la música de la Antigüedad, sería llamado canto gregoriano. 



Isidoro de Sevilla (José Alcoverro) 01.jpg

Escultura de San Isidoro de Sevilla (556-636) situada delante de la entrada de la Biblioteca Nacional  de España en Madrid  realizada por el escultor español José Alcoverro y Amorós (1835-1910). Isidoro, arzobispo de Sevilla, fue la principal figura intelectual del Reino Visigodo que dominaba la antigua Hispania , y llegaría a ser considerado el hombre más culto de su siglo, defendiendo en todo momento que el clero recibiese una adecuada formación cultural. . A él se deben dos grandes diccionarios enciclopédicos donde Isidoro hizo una síntesis del saber de su tiempo. Las "Etimológicas", compuestas por veinte libros, que abarca la teología, el derecho romano, la gramática, las ciencias naturales, navegación geografía, matemáticas, agricultura y la música. En una época en la que no existía ningún método de notación musical y todo el canto debía fiarse a la memoria , Isidoro consideraba que la música (en realidad los sonidos entonados por la voz humana al cantar ,  pues ya sabemos que no se tocaban instrumentos)   era algo efímero  y escribía
" Los sonidos mueren, pues no pueden escribirse"
Esa sería la lucha durante los siglos siguientes, encontrar una forma que pudiera poner por escrito la música de la misma forma que usando las letras del abecedario podemos escribir un texto y dejarlo fijado para siempre sobre el papel sin tener que confiarlo a la memoria
(Imagen procedente de https://es.wikipedia.org)


Y como veíamos también en la anterior entrega de esta historia de los orígenes de la música, los monjes escribían la letra pero no tenían ninguna forma para transcribir la música, de forma que para saber el tono en que debía ser cantando tenían que escuchar su interpretación y memorizar cada nota musical de cada uno de los cantos, y  os contaba que era el equivalente a tener que memorizar ochenta horas de música o la totalidad de la obras de Richard Wagner (1813-1884) o Ludwig van Beethoven(1770-1827) pero sin partitura, algo que suponía años de estudio y que tenía inconvenientes  importantes, como  las imprecisiones a las que estaba sujeta la transmisión de este conocimiento confiado sólo a la memoria . Es inevitable maravillarse  ante el milagro de que aquellos antiguos cantos se salvaran gracias al esfuerzo de memoria de los monjes que dedicaban media vida a su estudio, monjes que no sabían nada de como sonaba la antigua música de Grecia y que, a pesar de ello, no cejaron en su empeño  por construir un sistema musical  basado en las teorías musicales griegas transmitidas por hombres como Boecio , pero que, como afirmaba Howard Goodall  con las palabras con las que iniciaba este artículo "Eran como buceadores  de las profundidades  en busca de un barco hundido. Sólo con los planos del diseño  del barco para guiarse  y sin ninguna indicación de por cual océano debían iniciar la búsqueda." En los monasterios se trataba de enseñar la forma en que había que interpretar los cantos mediante un maestro del coro , que forzosamente debía ser un hombre dotado de una memoria prodigiosa para recordar todas las notas de los diferentes himnos (su interpretación se denomina himnodia) y salmos (su interpretación se llama salmodia) litúrgicos, que con el movimiento de sus manos, como si fuera un director de orquesta de nuestros días, indicaba a los miembros del coro  en que dirección iba la melodía, si debían subir o bajar sus voces. En cuanto a las características que definían el gregoriano  ya sabemos que su uso era exclusivamente para  la celebración de la liturgia cristiana, su letra era siempre en latín, no tenía acompañamiento de instrumento alguno excepto el de las voces de los monjes y era un canto monódico, término que se utiliza cuando todas las voces que intervienen en una interpretación lo hacen al unísono y sobre una misma melodía sin que ninguna de ellas se destaque o diferencie de las demás, justo como vemos que sucede en el gregoriano 


Mapa de la extensión del Imperio Carolingio  al final del reinado de Carlomagno. En color verde los territorios  que Carlomagno había heredado de su padre , Pipino III el Breve (715-768), en color rosa los que conquistó el propio Carlomagno, en naranja los que se hallaban subordinados a la autoridad del monarca franco y en violeta las llamadas Marcas, territorios constituidos como defensa del Imperio contra sus enemigos , como la Marca Hispánica  que se encontraba al sur de los Pirineos y servía como primera linea de defensa contra el Emirato Omeya que  gobernaba la Península Ibérica.  Pero además de un rey guerrero Carlomagno también se preocupó activamente por la cultura y fue el impulsor del llamado Renacimiento Carolingio . El propio emperador aprendería a leer aunque parece que nunca logró, aunque lo intentó con entusiasmo, escribir correctamente.  Encargó a Alcuino de York que acabara con el analfabetismo que dominaba su reino ,y ordenó que los monasterios  se convirtieran en instituciones docentes  donde los monjes se dedicaban a la enseñanza y a la copia de los textos clásicos para preservar su conocimiento, destacando entre ellos Pablo el Diácono(hacia 720-800) que jugará un papel en esta historia del origen de la música como veremos un poco más adelante. Será bajo el reinado de Carlomagno cuando vuelva a realizarse una nueva codificación de los cantos litúrgicos después de la que se hiciera durante el pontificado de Gregorio I Magno entre 590 y 604, y que ahora comenzarán a  ser llamados en su honor Cantos Gregorianos.
(Imagen procedente de mihistoriauniversal.com)

Así llegamos al reinado del monarca franco Carlomagno (hacia 742-814), que creó el mayor poder político y territorial en Europa Occidental desde la desaparición del Imperio Romano de Occidente, el Imperio Carolingio. El filósofo, teólogo y religioso alemán Walafrido Strabo (808-849)  escribiría sobre el reinado de Carlomagno  en el prólogo de la biografía "Vida de Carlomagno" obra del escritor franco Eginardo (770-840) que "Carlomagno fue el más vehemente de todos los reyes en su búsqueda de hombres sabios y en la determinación  de proporcionarles los medios de vida necesarios para que pudieran alcanzar el conocimiento con razonable comodidad. En ese sentido, Carlomagno fue capaz de ofrecer al inculto, y , podría decir, casi completamente iletrado, territorio del reino que Dios le había confiado, un entusiasmo por todo el conocimiento humano" En efecto, Carlomagno quería procurarse dignatarios y funcionarios dotados intelectualmente  pues había comprendido que no podía  restaurar el imperio sin recuperar su cultura. Este esfuerzo del monarca  franco por impulsar el desarrollo cultural y artístico  es lo que los historiadores bautizarán en el futuro con el nombre de "Renacimiento Carolingio" . Carlomagno se encontraba con el gran obstáculo  de que en todo el territorio franco  no podía encontrar  a personas con los suficientes conocimientos  para enseñar como maestros  en las nuevas escuelas que ordenó crear en cada obispado y abadía , así que tuvo que recurrir a importarlos desde otros reinos, y d esta forma llegaron sabios procedentes de Italia y , sobre todo, a un hombre procedente del reino de Northumbria, en el actual norte de Inglaterra,  el teólogo, pedagogo y erudito Alcuino de York (hacia 736-804), en aquel momento bibliotecario de la catedral de York y de su escuela,  la de mayor prestigio en el Occidente cristiano. Alcuino aceptó la llamada de Carlomagno, se trasladó al reino franco  trayendo consigo numerosos libros procedentes de la Biblioteca de York y fundó en la capital del Imperio de Carlomagno la Academia Palatina o Schola Palatina que se convertirá en el centro del renacimiento cultural de Europa. 

BREVE REPORTAJE SOBRE EL RENACIMIENTO CAROLINGIO 

En este extracto de  apenas cinco minutos un documental dedicado a la vida de Carlomagno  nos resumen la naturaleza e importancia para la cultura en Europa del llamado Renacimiento Carolingio





Alcuino será el autor de numerosos manuales de educación y uno de los grandes responsables de la labor de recopilación  de todo el conocimiento atesorado  por os sabios de las culturas clásicas griega y romana en un tiempo en que reinaba la ignorancia hasta el punto de que para un guerrero franco aprender a leer inspiraba dudas sobre su virilidad . Entre sus logros  se encuentra la adopción de un nuevo sistema  de escritura conocida como la minúscula carolingia , de la que proceden nuestras actuales letras minúsculas, que reemplazaban  a las letras merovingias con un estilo tan descuidado que apenas eran legibles, además de introducir en la enseñanza el sistema educativo diseñado por Casiodoro, del que os hablaba un poco más arriba, basado en dos grandes bloques que integraba las denominadas siete artes liberales, el Trivium, que incluía la Gramática la Retórica y la Dialéctica , a las que el erudito, teólogo y místico francés Hugo de San Victor (1096-1141) definiría como  "La Gramática es el arte de habla sin cometer errores, la dialéctica el diálogo lúcido que distingue lo verdadero de lo falso; la retórica , la disciplina que nos permite persuadir a los demás de la necesidad de actuar de la manera apropiada", y la que más nos interesa a nosotros ahora, el Quadrivium, formado por las consideradas por Boecio como materias superiores y que eran la Arimética, la Geometría, la Astronomía y la Música. Carlomagno, al parecer muy interesado en la música , ordenó una nueva codificación  de los cantos gregorianos  en  un intento de eliminar la gran variedad de estilos que existían en el momento  entre los diferentes territorios que integraban su imperio, buscando acercarse lo más posible al antiguo canto usado por los romanos. Fue en algún momento del siglo IX cuando  comienza  a aparecer el primer intento de crear una notación musical  en forma de una especie de  signos gráficos  que  hoy conocemos con el nombre de notación neumática, procedente del término griego pneuma  con el que se conocían a estos símbolos y que se puede traducir  según el Diccionario de la Lengua Española, como "espíritu", "soplo" o "aliento".


Tu es deus.jpg
Un extracto del llamado Cantatorum de Saint Gallen , escrito entre el 922 y el 926 y conservado desde entonces en la abadía de Saint Gallen (o San Gall)  hoy en territorio suizo . Escrito en pergamino, constan de 178 páginas  y se considera uno de los primeros manuscritos de canto gregoriano que contiene los neumas, los símbolos que podéis ver sobre el texto escrito en forma de puntos, uves invertidas, barras y otros símbolos que servían para que los monjes que interpretaban el canto  supieran  cuando debían alzar o bajar la voz  emitiendo tonos más graves o más agudos. Por supuesto, esto sólo tenía algún significado si la persona que la cantaba había escuchado en alguna ocasión  la canción que estaba interpretando, era una forma de recordar en caso de que se hubiera olvidado , como dice Fernando Argenta, una "chuleta gregoriana". Pero si nunca habías escuchado interpretar el salmo , himno o escritura que tenías ante tus ojos los neumas no te decían nada porque no sabías  desde que tono tenías que alzar o bajar la voz
(Imagen procedente de https://es.wikipedia.org)


Estos símbolos trataban de reproducir  la melodía que acompaña  a las letras que cantaban los monjes  y así, por ejemplo,  el  punto (.)  significaba que se trataba de un movimiento descendente de la voz , de una nota más grave, mientras que  la barra inclinada (/) era lo opuesto, un movimiento ascendente de la voz, una nota más aguda, pero el gran problema de este sistema de notación que encontramos en diferentes manuscritos del siglo X  es que no informa en que punto empieza, es decir, nos indica que tenemos que subir o bajar el tono de la voz , emitir notas más graves o más agudas pero no el tono inicial de la melodía, por lo que al no ser que la hubieras escuchado con anterioridad no te serviría para reproducirla pues  podrías empezar en un tono muy grave o más agudo.  Este intento de notación musical permitía , por lo tanto , recordar una melodía si ya la conocías pero no valía para aprender una nueva o como con humor se refiere a ellas Fernando Argenta (1947-2014) en su "Pequeña historia de la música" cuando nos cuenta  que "Los monjes se sabían más o menos  las canciones que cataban pero de vez en cuando se les olvidaba algo y ¡horror! se quedaban en blanco. Para solucionarlo se inventaron  unos signos llamados neumas que colocaban encima de las sílabas de cada palabra  pero que sólo servían para recordar si el sonido bajaba o subía, o sea una, chuleta gregoriana" (para los lectores que no lo sepan, las chuletas en cuestión  son los apuntes ocultos que los malos y no tan malos estudiantes llevan a los exámenes para copiar si es necesario) O como nos explica Howard Goodall de una forma muy gráfica "Los neumas son como un mapa de carreteras  pero sin los nombres y números de estos, sin indicaciones de norte, sur, este y oeste. Bastante ineficaz a no ser que conozcas la melodía y sólo quieras refrescar la memoria". Aunque se había dado un paso , éste era insuficiente porque no servía para transmitir la música de una determinada melodía a quien nunca la había escuchado, además de no ser un lenguaje único, pues había diferentes escrituras de notación neumática. Pero  como diría siglos después e filósofo francés  René Descartes (1596-1650)  "Dos cosas contribuyen a avanzar:ir más deprisa que los otros  o ir por buen camino"  y poco a poco aquellos monjes medievales iban acercándose al hallazgo de una forma de escribir la música que permitiera interpretarla  de la misma forma que entendemos un texto gracias al alfabeto. 


DOCUMENTAL HISTORIA DE LA NOTACIÓN MUSICAL :  

El libro "Pequeña historia  de la música" del músico , periodista y escritor español Fernando Argenta (1945-2013) y este documental, "Historia de la notación musical", escrito y presentado por el compositor inglés Howard Goodall(1958) han sido la base de esta incursión por los orígenes de la música. Debido a mi desconocimiento de lo más básico de la técnica musical, que he ido aprendiendo gracias  a Argenta y Goodall, los errores que podáis encontrar aquí son todos fruto de mi ignorancia en la materia. En todo caso hay muchos datos que son contradictorios o están hoy cuestionados en lo referente a fechas y aportaciones a la historia de la música, lo que incluye incluso  a las notas musicales, pero aquí sigo el relato clásico que las atribuye a Guido d´Arezzo(hacia 991-1033)  como cuenta en este documental  Goodall. Antes de que lo veáis advertiros que en la traducción del inglés al español utilizan en diferentes ocasiones  la expresión "bosquejo taquigráfico" ,  cuando a lo que se están refiriendo en realidad es a la notación neumática que acabamos de conocer en el artículo., 




Y entonces, en algún momento y en algún lugar del norte de Italia, a alguien cuyo nombre ignoramos se le ocurrió una idea revolucionaria, trazar una fina línea roja a lo largo del pergamino donde se escribían los neumas. Esta línea roja  era un tono de referencia fijo al que se referían el resto de las notas o neumas Tomando la línea roja como referencia y observando la disposición de las notas bien por encima o bien por debajo de la línea roja los monjes ya sabían en que punto  se iniciaba el canto (la línea roja) y a partir de ahí no había más que seguir las indicaciones de los neumas para alzar o bajar la voz observando su posición en función de la línea roja que correspondía siempre a la nota Fa . Esta se indicaba con una F al inicio  de la línea roja a la izquierda y que hoy conocemos como Clave (en este caso Clave de Fa) que sirve para indicar que la melodía comienza en Fa y a partir de ahí habrá que seguir las demás notas por encima y por debajo del Fa según estén dispuestas en la partitura.. A veces las ideas en apariencia más sencillas suponen grandes cambios  "Puede que una delgada línea roja - señala Howard Goodall - no parezca tan importante a primera vista, pero en música es el equivalente a la imprenta" A esta línea roja se le irían añadiendo nuevas líneas  para las diferentes claves , pero eso lo veremos un poco más adelante, porque antes  os tengo que presentar a nuestro siguiente protagonista, un monje benedictino italiano llamado Guido  d´Arezzo o también Guido Monaco (hacia 991-después de 1033). No sabemos mucho de su vida , ni siquiera el lugar exacto donde nació, honor que se disputan las ciudades de Arezzo en la Toscana , Ferrara en Emilia -Roamna y la pequeña localidad  de Talla, también en la Toscana. . En el documental de Howard Goodall se especula con que tal vez fuera monaguillo a finales del siglo X y comienzos del siglo XI en la abadía benedictina de Santa Trinita in Alpe di Fonte Benedetta, cercana a Talla  , donde Guido habría cantado en el coro. 


He dudado en incluir esta imagen porque no he podido encontrar a que obra pertenece pero finalmente la he incorporado porque  en ella podemos observar  el nuevo avance en la evolución de la música, la línea roja  que vemos a lo largo de cada frase del texto y la disposición de los neumas por encima y por debajo de la línea roja. Ahora los intérpretes ya tenían una referencia para saber en que tono se iniciaba el canto y a partir de ahí y observando la disposición de los neumas elevaban o bajaban su voz . La delgada línea roja a la que se refiere Howard Goodall en su documental   fue el primer paso decisivo hacia la una escritura de la música que de verdad orientara a los interpretes
(Imagen procedente de https://it.wikipedia.org)

Después de ingresar en la orden benedictina encontramos a Guido en la abadía de Pomposa , cerca de Ferrara, donde se dedica a la enseñanza del canto  gregoriano y se daba cuenta de las dificultades que tenían los monjes para aprender  el ritmo de las canciones y , sobre todo, para recordarlas . Reflexionó acerca de ello y trabajó sobre un método completamente nuevo de enseñanza que no tardaría en hacerle famoso en todo el norte de Italia aunque al parecer le ganó la animadversión de sus compañeros de abadía, pues la envidia también crecía dentro de los muros de la abadía. Hacia el año 1023  Guido decide trasladarse a la ciudad de Arezzo  donde no había una abadía pero si encontraría la protección del obispo de Arezzo  Teodaldo (hacia 990-1036) , que lo sería entre 1023 y su muerte en 1036 , quien pondría al alcance  de Guido los medios para proseguir sus estudios musicales. Aunque debo advertir al lector que  estos datos biográficos están todos ellos puestos bajo cuestión porque apenas tenemos datos fiables sobre su vida , si bien el hecho de  que estuviera viviendo y enseñando  bastantes años en Arezzo y que montaría en su catedral  una escuela de coros que se  haría celebre en toda Italia  es quizás lo único que sabemos con certeza  de su vida, además de que en Arezzo escribiría hacia  1026  una obra sobre teoría musical titulada "Micrologus de disciplina artis musicae" dedicada al obispo Teodaldo, su protector, y que se convertiría en el segundo texto musical más difudido durante la Edad Media, sólo por detrás del Institutione Musica de Boecio.  En esta obra Guido d´Arezzo exponía su método de enseñanza de música. ¿En que consistía el método de enseñanza de Guido? Siguiendo los estudios que había iniciado en Pomposa  Guido quería que los alumnos de su escuela de coros  pudieran escuchar  en sus cabezas el tono de cada nota  y que así pudieran reconocer instintivamente  las diferencias de altura entre dos de ellas, lo que se denomina intervalos musicales , y para ello inventó la escala musical que hoy todos conocemos formada por la notas DO, RE, MI , FA, SOL, LA , SI 

Aquí tenéis el himno de San Juan Bautista escrito por el monje benedictino Pablo el Diácono (720-800) en latín con su traducción al español a la derecha  y a la izquierda el nombre de la nota musical que Guido d´Arezzo nombró a partir de la primera sílaba de la primera palabra de cada verso, naciendo así la escala musical.  Ya en el siglo XVII   el gramático, lingüista, orientalista y diplomático polaco de origen francés  François Megnien (hacia 1620-1698) en su obra "Thesaurus linguarum orientalum", publicada en 1680 en Viena en cuatro volúmenes ,  apuntó la posibilidad de que el auténtico origen de las notas musicales procediera del árabe , en concreto de las sílabas Dai (Do), Ra(Re), Mim(Mi), Fa(Fa), Sad(Sol), Lam(La),Sin(Si) , idea que luego sería apoyada por otros musicólogos que consideran que al menos habría influido sobre el método de enseñanza de Guido d´Arezzo. En todo caso sería la obra de Guido la que difundiría este sistema de notación musical primero por toda Europa y en nuestros días por todo el mundo
  (Imagen procedente de javi29clases.blogspot.com)


Para ello utilizó  un antiguo himno dedicado a San Juan  compuesto por el monje benedictino e historiador lombardo  Pablo el Diácono (hacia 7020-800), que fue uno de los impulsores de aquel renacimiento cultural que vivió Europa durante el reinado de Carlomagno. Aquel himno se titulaba  Ut Queant Laxis   y lo podéis ver sobre estas líneas en su original en latín y en su traducción al español . Como veis, la primera sílaba de cada verso  del himno representa a una nota  dispuestas de forma ascendente de graves a agudas  y esta es la escala musical que la mayoría de nosotros ha estudiado en la escuela cuando nos enseñaban solfeo (aunque Guido la llamó Solmisación), que como nos explica el Diccionario de la Lengua es "el adiestramiento para leer y entonar la notación musical", como si nos enseñaran el abecedario para leer un libro pero llevado a la música y sustituyendo las letras del abecedario por las notas musicales. . Os habréis fijado que la primera de las notas en el himno  era Ut. En el siglo XVII  sería el musicólogo italiano Giovanni Battista Doni (hacia 1593-1647) el que reemplazaría el Ut por el Do porque era más sencillo de pronunciar para los alumnos de solfeo . No se sabe si el Do procede del término latino Dominus, Señor, o bien son las iniciales de su apellido, Doni. A continuación Guido dispuso estas notas a un lado y otro de la línea roja , la que correspondía a FA, como ya hemos visto y así, si el alumno entonaba una nota que estaba justo  por debajo de la línea sería MI y si estaba justo por encima sería SOL. Luego Guido añadió una línea amarilla  por encima y estableció que correspondía a UT(DO) y una tercera línea entre ambas que representaba a la nota LA. Los espacios que había entre las líneas correspondían a  las notas restantes aunque parece que la nota SI quedó excluida y no se incorporaría hasta   . Así nacía el tetragrama  formado por cuatro líneas  y tres espacios sobre el cual se distribuían las notas  en forma de pequeños cuadrados negros , un sistema que hoy todavía se utiliza para el canto gregoriano y que recibiría el nombre de notación cuadrada.Ya en el siglo XIV se añadiría una línea más, formando el pentagrama, que es la empleada hoy en día para todas las composiciones musicales a excepción del gregoriano. La invención del pentagrama se atribuye al compositor y teórico de la música italiano Ugolino da Forli (hacia 1380-1457), aunque esta atribución, como sucede con muchos otros aspectos de esta historia de los orígenes de la música es algo que hoy sigue siendo objeto de debate.


Aquí vemos un ejemplo de tetragrama creado por Guido d´Arezzo ,las cuatro líneas paralelas en las que se disponen las notas musicales que ya no son los símbolos que veíamos en la notación neumática sino cuadrados negros que le darían el nombre de notación cuadrada. Por fin se podía leer la música  y se convertía no en algo efímero  sino en algo permanente, como cualquier otra obra de arte  viviendo más allá de la persona, del lugar y del tiempo en el que hubiera sido compuesta  . Además había logrado liberar a los estudiantes de música de la tiranía de los límites de la memoria, ahora sólo era necesario saber leer la música para interpretar  obras de una complejidad que hasta entonces eran inimaginables  
(Imagen procedente de flautamateoaleman.blogspot.com)


 La Mano Guidoniana, aquí en la página de un manuscrito medieval cuyo título no he podido encontrar   ,  diseñada por Guido d´Arezzo  como ayuda para recordar el sistema de notación musical ideado por el monje italiano. donde las notas se distribuyen entre los nudillos y las demás articulaciones de los dedos, una auténtica chuleta musical
(Imagen procedente de https://it.wikipedia.org)

Pero no sería su última aportación a la enseñanza de la música  porque  ideó también un modo  para facilitar la memorización de su sistema, o  como nos explica Fernando Argenta,  "ideó una brillante manera  de acordarse de la serie completa de notas y de las sílabas con las que se las nombraba:dibujó la palma de una mano con la información que debía ir escrita en ella de forma que, mirándola, un alumno pudiera acordarse de la escala musical". Sería conocida como la Mano Guidoniana, una auténtica "chuleta musical". Guido presentaría su método de enseñanza de la música , indicando en el prólogo que "Con la ayuda de Dios, me he decidido a escribir este libro (creo que se refiere al Microllogus donde exponía su teoría musical)  de tal modo que cualquier persona  inteligente y estudiosa pueda aprender los cantos con él. Si alguno dudara de  que lo que digo es cierto, déjelo que venga y vea como los niños pueden hacerlo bajo nuestra tutela , niños que hasta ahora tenían una completa ignorancia de los salmos" Lo que había logrado Guido d´Arezzo era liberar a la música de la memoria  , haciendo que dejaran de ser ciertas aquellas palabras escritas por el religioso y erudito visigodo Isidoro de Sevilla(hacia 556-636) sobre la naturaleza efímera de la música "Los sonidos mueren,  pues no pueden escribirse". Ahora la música ya se podía escribir y leerse como si fuera un libro e interpretarse de forma idéntica aunque nunca se hubiera escuchado . Al no tener que confiar la transmisión de la música a la memoria significaba que podrían componerse obras mucho más largas  y complejas abriendo el camino  a los compositores. El sistema creado por Guido  se iría extendiendo gradualmente y ya en el siglo XII era utilizado en toda Europa  Howard Goodall nos explica con esta analogía lo que significó la labor de Guido " Podemos construir un sencillo cobertizo sin la necesidad de un plano, pero no podemos erigir una catedral  sin el plano trazado por un arquitecto"  Guido nos proporcionó las herramientas para trazar ese plano que en los siglos siguientes permitiría levantar la gran catedral musical que seguimos construyendo hoy en día.. Con el paso de los siglos las composiciones serían cada vez más complejas  y el sistema de Guido terminaría  siendo utilizado en todo el mundo por ser la forma más eficaz y precisa de escribir música. Si hoy  sólo podemos imaginar como era la música de la Antigüedad, a partir de Guido sabemos como es la música del último milenio porque la tenemos escrita y cualquiera que sepa leer música puede interpretarla. Y mientras la música comenzaba una historia que sigue hasta hoy, hora es de detener aquí el relato de sus orígenes, pues ya ha alcanzado su edad adulta,  y lo quiero hacer con las mismas palabras con las que Fernando Argenta  termina el libro que me llevó a escribir esta historia "Viva la música" y ,con  Friedrich Nietzsche, cuando exclama que "Sin música la vida sería un error".


HIMNO UT QUEANT LAXIS 

Y para terminar esta historia con música  aquí tenéis el himno Ut Queant Laxis de Pablo el Diácono que  Guido d´Arezzo utilizaría para bautizar las notas de la escala musical .Aqui termina éste viaje que nos llevó desde la antigua Sumeria, a las costas de Siria a la antigua Ugarit, de allí a la tierra de los faraones, a la Antigua Grecia , a la Roma Imperial y , finalmente a la Europa medieval.   ¡Viva la musica!    




Enlace con la primera parte de  Una pequeña historia de los orígenes de la música


Enlace con la segunda parte de  Una pequeña historia de los orígenes de la música

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