domingo, 28 de junio de 2015

GRANDES EXPLORADORES: KARL MAUCH Y LAS MINAS DEL REY SALOMÓN (SEGUNDA PARTE)

"Creo que intelectualmente, teniendo en cuenta mis medios modestos, he hecho todo lo que estaba en mi mano. Pero el cuerpo también requiere preparación  para tales empresas. Caminando diez kilómetros como mínimo al día , en todas las estaciones, en cualquier terreno y , a menudo, sin comida  ni agua, hasta regresar al punto de partida y siempre vistiendo el mismo tipo de ropa e intentando fortalecer mi cuerpo. A parte de eso no he dejado a un lado la gimnasia y la mosquetería. Soy de estatura alta y de constitución robusta. Teniendo en cuanta todos estos hechos  creo que soy capaz de participar en una expedición de estas características" Así escribía en 1863 el joven Karl Gottlieb Mauch (1837-1875) al cartógrafo alemán August Heinrich Petermann (1822-1879) editor desde  1855 de una prestigiosa publicación de geografía llamada "Pettermans Geographische Mitteilungen".En la primera parte  os presenté a Mauch , fascinado por el continente africano y por la exploración desde que en su décimo cumpleaños le regaran un atlas en el que en el corazón del continente aparecía un gran espacio en blanco  sólo interrumpido por las palabras "Terra Incognita", la "Tierra desconocida". Su familia carecía de recursos económicos para darle estudios universitarios pero Karl se convierte en un autodidacta llevado por otra de sus pasiones, la lectura. Y gracias a ella vimos como descubrió los textos de navegantes y militares portugueses acerca  del puerto de Sofala, en la costa de lo que hoy es Mozambique, cuyo nombre recordaba aquel mítico puerto mencionado en el Antiguo Testamento, Ofir, donde las naves del rey de Israel,  Salomón, que reinaría hacia el 970 a. C y hasta el 930 a. C, llenaban sus bodega de oro procedentes de minas en el interior, las que luego serían llamadas Minas del Rey Salomón, popularizadas a partir de 1885 por la novela del mismo título del escritor inglés Henry Rider Haggard(1856-1925) . Y también leyó el informe del capitán portugués Vicente Pegado, destinado en Sofala que hablaba de los restos de una ciudad de piedra en el interior del continente, entre los ríos Zambeze y Limpopo. ¿Acaso se trataría del palacio de la legendaria Reina de Saba, que en su día visitó al rey Salomón?

Fotografía del cartógrafo y geógrafo alemán August Heinrich  Petermann que entre otras obras fue editor del célebre  "Stieler Handatlas"  obra del también cartógrafo alemán Adolf Stieler (1775-1836) y que se convertiría en uno de los atlas más exitosos del siglo XIX. . Petermann no dio su apoyo inicial  a los deseos de exploración de Karl Mauch, incluso trató de disuadirlo alegando las extraordinarias dificultades que encontraría en su camino pero más tarde sería su principal apoyo publicando en su revista "Pettermans Geographische Mitteilungen"  las cartas e informes que le fue enviando  Mauch, aunque al estar escrita sólo en alemán eso restó repercusión al trabajo de Mauch
(Imagen procedente de www.datuopinion.com )

Os conté que Mauch, con apenas quince años de edad, ya había tomado la decisión de ser él quien encontrara aquellas míticas minas y la localización de las ruinas del reino de Saba  y durante once años , como contaba en la carta dirigida a Petermann, se había preparado tanto física como intelectualmente para afrontar aquella aventura , aprendiendo inglés, francés , árabe e incluso latín, estudiando magisterio para poder trabajar como maestro y ahorrar dinero con el que financiar su viaje hasta África. Atesora conocimientos de botánica ,geología, historia natural, medicina  y hasta astronomía, además del intenso entrenamiento físico al que se sometió para soportar las penalidades de un viaje en solitario por tierras africanas. Pero a pesar de ello sus palabras no convencen a Petermann, que lejos de avalar su aventura y darle apoyo económico, trata de disuadirle exponiéndole los obstáculo a los que debería enfrentarse y la dureza de un viaje en solitario por tierras inexploradas. Pero, a pesar de ello, también le daba una palabra de aliento, pues le prometía que, si finalmente tomaba la decisión de emprender aquella aventura y llegaba a África él estaría dispuesto a estudiar la publicación de las cartas e informes que enviara en su revista de geografía, "Pettermans Geographische Mitteilungen" A falta de apoyo económico externo Mauch se tiene que valer con sus propios ahorros  para llegar a África. Pero antes de dirigirse a Sudáfrica, su primer destino será  Inglaterra para completar su formación y allí embarca rumbo a la ciudad sudafricana de Durban , trabajando en el barco para pagarse el pasaje. En enero de 1865 , con veintisiete años, desembarca en Durban, una población situada en la costa del Indico de la actual República Sudafricana, fundada en 1835 y que había sido bautizada con este nombre en honro del gobernador  de la británica Colonia de El Cabo entre 1834 y 1838, Benjamin d´Urban (1777-1849).

Aunque este mapa es posterior en más de treinta años al momento en que Karl Mauch desembarca en la Colonia de El Cabo nos sirve para situar esta colonia británica y el emplazamiento de la ciudad de Durban  donde Mauch desembarcaría en enero de 1865. Aunque no tiene que ver con esta historia, el mapa representa la conocida como Segunda Guerra Boer que enfrentaba al ejército británico contra los colonos de origen neerlandés , llamados boers o afrikaners y que concluiría con la desaparición de los dos estados boers que podéis ver en el mapa el Estado Libre de Orange y la República de Transvaal, territorios que Mauch tuvo que recorrer durante su viaje hacia el norte, en busca de las tierras entre el Limpopo y el Zambeze donde, según el testimonio del capitán portugués Vicente Pegado se encontraban las ruinas de una gran ciudad de piedra a la que los nativos   llamaban Zimbabwe, una palabra de significado controvertido, procedente de algún dialecto shona de los pueblos que habitan esta región, y que vendría a significar "casa de piedra", "gran casa de piedra" o "casa de veneración" según diferentes traducciones   (Imagen procedente de www.mediateca.cl )

Esperará hasta la llegada del invierno austral para empezar su expedición en julio de aquel año 1865. Para su búsqueda de las Minas del Rey Salomón llevaba consigo un equipo que podríamos considerar cuando menos muy reducido: una brújula para orientarse en una tierra desconocida, una manta, material de dibujo, un cuchillo de caza  y una pistola. Y con esta impedimenta se adentró en el continente a vivir la aventura de su vida. Durante los siguientes dos años y medio recorre el norte de la actual República Sudafricana , se adentra en lo que hoy es Botswana y alcanza la región de Tati que  hoy la podemos situar en la frontera entre Bostwana y Zimbabue. Allí se encuentra con  el cazador y explorador Henry Hartley (1815-1876) que le pondrá en la pista de lo que intuía que podía ser un descubrimiento importante. Hartley había llegado a África con sólo cuatro años de edad acompañando a su familia en 1820 y desde su juventud llevó una vida de aventuras como explorador y cazador, siendo uno de los hombres que mejor conocía aquella zona de África, además de mantener una estrecha amistad con los pueblos africanos que la habitaban , en particular con el fundador del reino de los matabele, situado en el actual Zimbabwe, el rey Mzilikazi(hacia 1797-1868) , que puede traducirse como "el Gran Camino" o de manera más inquietante como "El sendero de la sangre" Mzilikazi era considerado uno de los grandes líderes africanos, tras la muerte del casi legendario rey de los zulúes, Shaka(1787-1828) del que espero poder escribiros pronto. Algunos dirían después de Hartley que había sido realmente él y no otro legendario explorador, el misionero y médico escocés David Livingstone(1813-1873), en ser el primer europeo en contemplar las Mosi oa Tunya, "el humo que truena", o como las bautizaría Livingstone en honor a la monarca inglesa, las Cataratas Victoria. 

Fotografía de las impresionantes Cataratas Victoria o Mosi oa  Tunya, "el humo que truena", situadas en la frontera entre Zambia y Zimbabue  de 108 metro de altura y alrededor de 1,7 kilómetros de longitud y está formada por las aguas del río Zambeze. Fueron bautizadas con el nombre de la reina de Inglaterra, Victoria (1819-1901) por el explorador y misionero escocés David Livingstone en 1855 aunque  tal vez el primer europeo en contemplar este sobrecogedor espectáculo, declarado Patrimonio de la Humanidad desde el año 1989 , fuera el cazador Henry Hartley , el mismo que pondría a Karl Mauch en la pista de las minas de oro que Mauch tomaría por las Minas del Rey Salomón (imagen procedente de www.guiaviajesa.com )

Todo ello hacía de Hartley una fuente muy fiable . Escribe Karl que  "El 26 de julio de 1867 Hartley me informó que al seguir a un elefante herido pasó por varios hoyos excavados en el cuarzo." Y cuenta Karl como siguiendo las indicaciones del cazador "Llegué a un sitio  que reconocí como una fundición y al examinar  algunas piedras recientes encontré oro. " Después de casi tres años allí estaba lo que había buscado y lo que en tantas ocasiones había imaginado "Entusiasmado corrí al campamento para comunicar la buena noticia" En este largo periplo Karl no siempre viajaba solo, como sucedía en esta ocasión. Al día siguiente , recorriendo la misma zona, encontró otro yacimiento de oro. Si, estaba seguro, aquello tenían que ser las Minas del Rey Salomón. Mientras  Karl escribe a Petermann comunicándole su descubrimiento, en la región , al difundirse  la noticia, se despierta una auténtica fiebre del oro y se convierte en portada de los periódicos. En cuanto a August Petermann publica en su revista  que el descubrimiento de Karl puede ser el primer paso hacia nuevos y sorprendentes hallazgos  "En cuanto a los yacimientos descubiertos por Mauch no es improbable que sean idénticos al Ofir de la Biblia y a los lugares en que Salomón obtuvo su riqueza  en oro" Y Karl no se contentaba con su descubrimiento, estaba dispuesto a seguir buscando ahora las ruinas de piedra de aquella ciudad sobre la que había escrito el capitán portugués de Sofala en el siglo XVI, Vicente Pegado,.  y Karl sigue su camino hacia el norte, pues Pegado había indicado que  "Entre las minas de oro de las planicies del interior, entre los ríos Limpopo y Zambeze, hay una fortaleza construida a base de piedras de un enorme tamaño , y parece no haber argamasa uniéndolas."

Aunque ya se que este mapa puede parecer confuso , es el único que he encontrado para situaros en las tierras que recorrió  Karl Mauch. En la parte inferior podéis ver Durban, cuya localización ya vimos en otro mapa más arriba, luego tenemos el Estado Libre de Oragen y República Surafricana de Transvaal, ambas de los boers, los colonos neerlandeses,, un poco más arriba el curso del río Limpopo (recordad que según los relatos portugueses aquella gran ciudad  de piedra se hallaba entre el Limpopo y el Zambezi)  . Un poco más arriba del Limpopo se halla Matabeleland, el reino del rey matabele Mzilikazi, que se había separado del rey zulu Shaka en la década de 1820 y finalmente se había establecido en aquellas tierras, y todavía más arriba vemos el curso del río Zambeze mientras que en la costa, paralelo a Matabeleland, se hallaba el puerto de Sofala. En el triángulo entre el Limpopo, el Zambeze y Sofala se hallaban las ruinas que buscaba Karl Mauch (Imagen procedente de www.africafederation.net )

Mientras Karl sigue recorriendo los polvorientos caminos de África, , en Europa se producen cambios.. Karl había nacido en el pequeño reino de Württemberg, integrado dentro de la Confederación Germánica, pero en 1867 fue disuelta transformándose en la Confederación de Alemania del Norte donde la voz cantante la llevaba el poderoso reino de Prusia, aunque en ella no se integraron ni el Gran Ducado de Hasse , ni los reinos de Babiera, Baden y  el propio Württemberg.  Tres años más tarde estalla la Guerra Franco Prusiana que enfrenta entre 1870 y 1871  a la Francia del emperador Napoléon III(1808-1873)  contra el reino de Prusia gobernado por el rey Guillermo I (1797-1888). Francia es derrota, el emperador Napoleón III destronado, en Francia se proclama la República y  la Confederación de Alemania del Norte se transforma en el Imperio Alemán  coronando el el 18 de enero de 1871 a Guillermo I como el emperador de todos los estados alemanes unificados, entre ellos el reino de Württemberg. Después de tres años  buscando sin descanso aquella ciudad perdida  en el interior de África, sobreponiéndose al cansancio, al miedo de ser atacado por los pueblos que vivían en la región, llegando a ser prisionero del pueblo de los matabele,  o  atacado por los animales salvajes, un orgulloso y patriótico  Karl  escribe desde África en mayo de 1871  a su editor Petermann  "El principal objetivo de mi profesión será aportar honor al nombre de la nación alemana  y espero que mi siguiente viaje  me ofrezca tal oportunidad . El descubrimiento  de las ruinas de Ofir serán enviadas por otras naciones" La búsqueda de Ofir ya no era sólo el deseo de lograr un gran hallazgo arqueológico, sino también una manifestación del creciente nacionalismo que en Europa llevaría en el siglo XX a dos grandes guerras.  

Tras el rastro de la reina de Saba
Es la única fotografía que he encontrado de Karl Gottlieb Mauch  , un hombre inteligente, ambicioso y soñador que renunció a seguir los pasos de su padre , que trabajaba como carpintero en Stetten, y aunque no tenía formación universitaria se educó a sí mismo aunque su falta de titulación académica sería después un obstáculo tanto para la difusión de su descubrimiento como para que le fueran reconocidos sus méritos por el descubrimiento de las minas de oro y , sobre todo, del Gran Zimbabue , ya que a su regreso de África tuvo que buscarse la vida trabajando en una fábrica de cemento,  Aunque la verdad es que su carácter no ayuda mucho. En sus diarios, que no serían editados en inglés hasta 1969 , descubrimos que  era un hombre de carácter difícil, en ocasiones intratable, obsesionado por la exploración y despectivo con los demás.  A los negros los califica de "estúpidos" y de ser "una raza bestial", a los portugueses los considera inútiles y a los holandeses les reserva los calificativos de vagos y mentirosos. El propio Adam Render, el cazador que , como veremos ahora, le descubre la Gran Zimbabue, casi le hace enloquecer cuando descubre que está conviviendo con dos mujeres negras  No se llevaba bien con nadie , lo que explicaría que a su regreso a Alemania no obtuviera ninguna recompensa en forma de algún trabajo académico o en algún museo.No sabía hacerse amigos (Imagen procedente de http://www.elcorreo.com ) 

Unos años antes, en 1867, un cazador llamado Adam Render (1822-1881), nacido en Alemania  pero que había pasado gran parte de su infancia y juventud en Estados Unidos hasta que emigró en 1842 para establecerse en Natal, una ciudad un poco más al norte de Durban, donde había desembarcado Karl, hizo un descubrimiento casual, el de unas ruinas de piedra  pero no hizo esfuerzos por comunicar su descubrimiento o , tal vez , no le diera mayor importancia. Además, estaba atravesando una época difícil en lo personal, porque en 1868 Render abandonaba a su esposa y a su hijo  y se fue a vivir  a la región donde había hallado las ruinas, casándose con la hija de un jefe local. En 1871 Karl llegaba a aquella zona y se alojó en el hogar de Adam Render, escandlizándose porque el cazador conviviera con dos mujeres negras. Fue Adam el que le guiaría hasta aquellas ruinas a las que él no daba demasiada relevancia. Al menos esta es la versión que he encontrado  al buscar datos sobre  la historia de Karl Mauch, pero que no coincide con el documental sobre su vida que os incluyo, donde  Render no es mencionado y se afirma que Karl fue guiado hasta allí por miembros de una tribu de la región  y se respalda  con estas palabras escritas por Karl  "El 5 de septiembre de 1871 tuve la suerte de ser el primer hombre blanco en posar los ojos  sobre ella" No he podido averiguar más sobre la historia de Adam Render ¿tal vez Karl Mauch silenció en su momento que debía su descubrimiento a Remder que había sido en realidad el primer europeo en ver las ruinas? Pero lo que si  es evidente es que fuera como fuese Karl se convertiría en el descubridor oficial de aquellas ruina pues sería Karl el primero en estudiarlas y dar noticias de su existencia. Estaba convencido que aquello eran las ruinas  de las que hablaba Vicente Pegado, la mítica Ofir y tal vez también el Palacio de la Reina de Saba.. Lo primero que observó es que sus piedras estaban encajadas sin utilizar ningún tipo de argamasa  tal y como había dicho Pegado  "una fortaleza construida a base de piedras de un enorme tamaño , y parece no haber argamasa uniéndolas."

Fotografía aérea de una parte del  Gran Zimbabue, en concreto el recinto amurallado  que cuenta con una muralla de diez metros de altura y doscientos cincuenta metros de longitud  aunque la totalidad del yacimiento ocupara un área de cerca de siete kilómetros cuadrados con unas trescientas estructuras diferentes.  La ciudad, que fue capital del reino de Monomotapa, debió de erigirse entre los siglos XII y XIII , alcanzando su época de máximo apogeo en el siglo XV aunque para Mauch aquello no podía ser obra de los pueblos nativos , ya sabemos lo que opinaba de ellos,  y estaba convencido que aquello eran las ruinas del Palacio de la Reina de Saba hecho a imitación del Palacio del Rey Salomón y que sus constructores habían sido los fenicios  (Imagen procedente de thebesttravelfortheworld.blogspot.com)

Mapa del actual Zimbabue, que lleva este nombre en honor precisamente de la antigua capital del reino Monomotapa, el Gran Zimbabue, para que podáis ver la localización  de las ruinas de la ciudad  que podéis encontrar entre los parques nacionales de Chimanimani y Gonarezhou (Imagen procedente de soymapas.com )  

Ademas, también se hallaba otro de los elementos descritos por Pegado "Una torre de más de doce brazas de altura (unos 22 metros)" y añadía que los nativos llamaban a aquel lugar "Symbaoe que según su lengua significa  Corte". El historiador portugués del siglo XVI, Joao de Barros (1496-1570) también había escrito sobre aquellas ruinas en su obra "Décadas da Asia" donde relataba las aventuras de los exploradores y navegantes portugueses en Asia India y el sureste de África. En ella podemos leer sobre las ruinas "Symbaoe está custodiada por un noble que las tiene a su cuidado. Cuando y por quien se construyeron estos edificios  no hay registros, pero dicen que es el trabajo del diablo, pues no parece que puedan ser obra de la mano del hombre"Karl escribiría ante la contemplación de aquellas ruinas "Las tribus de la zona me han contado  que sólo llevan aquí cuarenta años  y que antes la región estaba prácticamente deshabitada. Todos están convencidos que hombres blancos habitaran en ésta región, porque incluso ahora hay señales de que hubiera sido habitado  y he hallado herramientas de hierro, que no podrían haber sido fabricadas por negros"  Karl era un hombre de su tiempo,, un tiempo en el que la cultura europea era considerada superior al resto de culturas, un eurocentrismo que se aplicaba todavía más en África, y por eso Karl Mauch no podía tomar en consideración que aquellas ruinas de grandes edificio pudiera ser obra de los pueblos africanos, que para él no serían más que pueblos primitivos, como los pueblos germánicos para los habitantes del Imperio Romano. Karl observó las ruinas y encontró que su estructura  reproducía la del antiguo Palacio de Salomón y sostuvo que su constructores podían haber sido los fenicios 

Uno de los mapas y una de las vistas de las ruinas dibujadas por Karl Mauch durante su estancia allí. Antes de llegar a las ruinas llegó a ser retenido por un de los pueblos que habitan la región y tuvo que ser Renders el que fue a rescatarlo , utilizando sus dotes diplomáticas de las que carecía Mauch. Cuando por fin se encontró ante las ruinas anotó en su diario
"En este momento estoy ante un muro de seis metros de altura , de piedras de granito regulares. No tuve que buscar mucho rato una entrada , pues muy cerca había un lugar donde una especie de sendero , que parece ser utilizado con frecuencia, conduce por encima de unos cascotes hasta el interior. Finalmente, me detuve frente a una construcción en forma de torre que se elevaba bastante cerca del lado opuesto por el que había entrado. Estaba allí aparentemente , casi intacta. Tenía unos nueve metros de altura. Busque en vano una entrada o una abertura en el muro, busqué en vano la razón de esa construcción"
(Imagen procedente de www.hist-chron.com)

Tras el rastro de la reina de Saba
Esta es la torre  que Karl Mauch estimaba en unos 9 metros de altura que describe en su diario en el texto que os he puesto en la imagen justo sobe ésta. Acerca de la prepotencia con la que trataba a los pueblos africanos tenemos estas palabras acerca del efecto que causaba su rifle "impresiona a los nativos primitivos extraordinariamente cuando se hace una demostración" Un comentario propio de la visión racista de Mauch que le impedía pensar que los pueblos africanos pudieran construir unos edificios de esas característica (Imagen procedente de http://www.elcorreo.com)
Los fenicios, un pueblo asentado originariamente en una estrecha franja costera de lo que hoy son Líbano,Israel y Siria habían tenido sus principales centros en ciudades como Tiro y Biblos ya hacia el siglo XIII a. C , que en la Biblia son identificados con los cananeos y cuyo nombre de fenicios procede de la denominación que les daban los griegos , "Phoinikes" , que puede traducirse como "rojos" o "púrpuras"  ya que vendían telas teñidas con este apreciado tinte obtenido de un caracol marino .Ya que no tenían suelo para cultivar , se volcaron en el mar, convirtiéndose en buenos navegantes y hábiles comerciantes , fundando muchas bases comerciales en la costa que luego se convirtieron en ciudades, como la que sería una de las grandes potencias del Mediterráneo, Cartago. En el siglo XIX estaban saliendo a la luz muchos de estos lugares gracias a los trabajos arqueológicos y podría decirse que los fenicios estaban de moda y no es extraño que Karl Mauch, que ya estaba predispuesto a considerar aquellas ruinas de la época del rey Salomón, y teniendo en cuenta la habilidad  como navegantes de los fenicios que les habría permitido recorrer la costa africana hasta el puerto de Sofala , pensara que luego se habrían encaminado hacia el interior en busca de las minas y construyeran aquella  ciudad. Además, los fenicios construían  sus edificios sin utilizar argamasa, igual que las ruinas que estaba contemplando Karl en aquel momento. Buscó en el Antiguo Testamento  referencias a como se había construido el palacio real de Salomón y en el Libro de Reyes  y halló la mención al uso de la madera de cedro como material de construcción "Salomón empleó trece años en la construcción de su palacio hasta dejarlo todo terminado. Edificó , pues, la casa del bosque del Líbano, de cien codos de largo por cincuenta de ancho y treinta de alto, sobre cuatro hileras de columnas de cedro, rematadas por capiteles de cedro" (Reyes I 7, 1-4)

Tras el rastro de la reina de Saba
Con esta fotografía podéis haceros una idea más ajustada del tamaño ciclópeo de los muros del Gran Zimbabue. Habrían de pasar treinta años antes de que las suposiciones de Mauch comenzaran a ser desestimadas por los nuevos arqueólogos científicos surgidos ya en el siglo XX que mostrarían que la ciudad no tenía tres milenios de antigüedad, la época en la que habría vivido  el rey Salomón, del que no tenemos más pruebas de su existencia que el relato bíblico, sino que habría sido construida durante la Edad Media a partir del siglo XI . ¿Por qué fue abandonada? Todavía no lo sabemos, tal vez por una sequía prolongada , por alguna epidemia  o tal vez por un declive en el comercio con la costa (Imagen procedente de http://www.elcorreo.com )  

Karl sabía que el cedro era un árbol muy abundante en el Líbano, el país de los fenicios, así que se puso a buscar restos de madera  entre las ruinas  y cuando lo encontró le pareció de cedro, aunque no tenía forma de realizar un análisis científico de aquella madera y se limitó a compararla con la madera con que estaba hecho su lápiz "Corté algunas astillas de las vigas que sostenían la entrada norte - escribió Karl Mauch -La madera está en buenas condiciones y tiene un color rojizo. Comparándola con mi lápiz  veo un gran parecido y por tanto supongo que corrobora otras hipótesis y debe de ser madera de cedro" El hecho de que no se hubiera utilizado argamasa en su construcción tal y como hacían los fenicios,  y  que la madera  fuera de cedro, al menos eso creía entonces Karl aunque estaba equivocado, le reafimaron en su idea inicial y se convenció de que aquellas ruinas  eran las del palacio de la reina de Saba y que las minas de oro que encontró unos años antes eran las del rey Salomón, las que habían alimentado su reinado  hasta convertirlo en el más esplendoroso de su tiempo. Karl recorrió durante días las ruinas de aquella ciudad que  más tarde sería conocida como el Gran Zimbabue , restos que estaban divididos en dos grandes grupos, unos sobre una colina y otros agrupados en una depresión del terreno. "Creo que no me equivoco - escribe Karl - al suponer que las ruinas de las montañas  son una imitación del templo salomónico del Monte María y las ruinas de la llanura una copia del palacio en el que la Reina de Saba  se alojó durante su visita al rey Salomón. Además , coincide con el estilo de los edificios fenicios conocidos. Árabes y nativos  los habrían construido de forma diferente. Incluso el hecho de que no hallamos encontrado ninguna inscripción  confirma mi opinión  de que nos  en ningún lugar está escrito que en el Templo de Salomón hubiera inscripciones. Creo que Ofir es Sofala cuyo nombre conocen y pronuncian en el interior".


Tras el rastro de la reina de Saba
Mapa de como debería ser el Gran Recinto de Zimbabue  cuando estaba habitado. Se cree que todo el conjunto del Gran Zimbabue pudo ser habitado por  entre 10.000 y 18.000 personas . Es la construcción en piedra más importante de África al sur del Sahara . Varias de estas imágenes proceden de un reportaje dedicado al Gran Zimbabue del periódico  vasco  "El Correo" (Imagen procedente de http://www.elcorreo.com )

    


Petermann no tardó en recoger estas noticias de Karl Mauch y se hizo eco  de ellas en su prestigiosa revista  que, eso si, sólo se distribuía en alemán y su repercusión era por ello más limitada "De todos es sabido -escribía August Petermann -gracias a los periódicos , que el 5 de septiembre de 1871 Mauch descubrió unas magníficas ruinas en un terreno montañoso entre los ríos Zambeze y Limpopo , a unos sesenta kilómetros  adentro de Sofala, que según los relatos portugueses  estaba conectado  con las expediciones a Ofir del rey Salomón" Las noticias de aquel descubrimiento tendrían un gran impacto en Europa y , como ya veíamos ayer, inspiraría no sólo a otros aventureros y exploradores de África, sino también a novelistas como Haggard y su  novela "Las minas del rey Salomón" que vería la luz en 1885 u y se convertiría en un gran éxito dentro del género de novela de aventuras haciendo a su autor rico. Pero si su descubrimiento tuvo gran impacto no tendría ese mismo efecto en la vida de Karl Mauch. Regresó a Alemania ya enfermo por diferentes dolencias que había adquirido en África y que le afectaron particularmente al estómago . Es probable que esperara el reconocimiento público y algún puesto de trabajo en un Museo de ciencias naturales, pero ni hubo reconocimiento oficial a su labor exploradora ni tampoco ningún puesto académico , posiblemente por su falta de estudios universitarios  aunque también se apunta a ese carácter tan difícil que tenía y que le hacía llevarse mal con todo el mundo.  Fuera como fuese se vio obligado a trabajar en una fábrica de cemento para  poder sobrevivir , mientras sufría de fuertes dolores en el hígado que cada vez iban a peor. Las medicinas que le recetaban  no lograban calmar su sufrimiento y comenzó a beber  para aliviar en alcohol el dolor de su hígado y , tal vez, la frustración porque tantos años de esfuerzos no eran reconocidos, como si un título  fuera mas que sus casi veinte años de trabajo y esfuerzos.

DOCUMENTAL DEL CANAL DISCOVERY MAX SOBRE LA VIDA DE KARL MAUCH 

En este documental sobre "Las minas del rey Salomón" se relata la historia que hemos ido conociendo a lo largo de estos dos artículos y he tomado de él muchas de las palabras escritas por Mauch en sus cartas y en sus diarios 



Cada vez  se sentía más deprimido. En sus últimos días se aloja en un hotel de Stuttgart  situado sobre una estación de trenes. Según la versión oficial una noche se habría quedado dormido en un sillón frente a la ventana  abierta de su habitación y se cayó a la calle ¿Suicidio?. Lo encontraron al amanecer del día siguiente con la columna vertebral  rota. Fue hospitalizado pero el 4 de abril de 1875, cinco semanas antes de cumplir los treinta y ocho años, Karl Gottlieb Mauch, el descubridor del Gran Zimbabue, el mayor descubrimiento arqueológico del África subsahariana, moría en un hospital de Stuttgart.  Y si en vida no había tenido el reconocimiento que merecía su dedicación, tras su muerte su nombre fue cayendo rápidamente en el olvido y cuando su nombre volvió a salir a la luz fue para desmentir sus conclusiones. Los arqueólogos de comienzos del siglo XX ya poco tenían en común con la forma de trabajar de Karl Mauch, la arqueología se había convertido en una ciencia que utilizaba el método científico utilizando métodos de datación que Mauch no tenía a su alcance. Ya antes,´a comienzos de la década  de 1890 , las ruinas de Gran Zimbabue habían sido excavadas por primera vez por el arqueólogo y explorador inglés James Theodore Bent (1852-1897) que publicó en 1892 los resultados y conclusiones de sus investigaciones  en su libro "The Ruin Cities of Mashonaland"  (Las ciudades en ruinas de Mashonaland) donde en parte compartía todavía  las hipótesis de Mauch sobre la intervención fenicia o árabe en su construcción. Hubo que esperar hasta 1905 cuando una nueva expedición liderada por el arqueólogo inglés David Randall MacIver (1873-1945) rebatió las conclusiones de Mauch y de Bent. Después de examinar el yacimiento y analizar fragmentos de cerámica que  encontró en él  pudo deducir que aquellas ruinas no eran de hace tres mil años ni fueron, por lo tanto , construidas por los fenicios, sino que eran mucho más modernas, y estableció su antigüedad  alrededor del siglo XIV. 

Gertrude Caton–Thompson.png
Fotografía tomada en 1938 de la arqueóloga británica Gertude Caton Thompson que en 1928 sería elegida por la Academia Británica para determinar el origen del Gran Zimbabue y fue ella la que desestimó definitivamente las hipótesis de Mauch y atribuyó a los pueblos africanos que habitaban en la región la construcción de la ciudad . Caton Thompson ya tenía una amplia experiencia arqueológica  en Egipto durante la primera mitad de los años veinte del pasado siglo XX, siendo una de las pocas mujeres en una disciplina dominada entonces por los hombres, bueno, en realidad como casi todas las disciplinas en las primeras décadas del siglo XX  (Imagen procedente de https://en.wikipedia.org )

Además descubrió que la madera encontrada por Mauch no era de cedro, sino madera de la región. En sus conclusiones escribió  "Las ruinas del Gran Zimbabue no fueron construidas  por una antigua y desaparecida civilización de hombres blancos como se creía hasta ahora , sino que tiene un  origen exclusivamente africano  y data de alrededor del siglo XIV" y concluía "No se puede demostrar que el estilo de los edificios  presenten ninguna influencia  extranjera. Están ausentes todas las características de la arquitectura  oriental y europea" Todo el edificio teórico de Mauch se venía abajo, pero los últimos golpes de piqueta  llegarían años después, cuando la Academia Británica propuso en 1928 a la arqueóloga inglesa Gertrude Caton Thompson(1888-1985) que viajara hasta las ruinas del Gran Zimbabue  para aclarar su origen.  Las conclusiones de Caton Thompson alejaban toda especulación acerca del origen fenicio de aquellas ruinas " Tras un examen  de las pruebas existentes -explicaba Caton Thompson- no ha aparecido ni un sólo artículo  que contradiga que su origen es medieval. Si por indígena entendemos  un origen procedente del país en el que se encuentran, entonces , en mi opinión, las ruinas son indígenas  en el más amplio sentido de la palabra" Hasta la misma madera que Karl Mauch creyó que era madera de cedro libanés era en realidad madera de sándalo que se puede encontrar en la región  Hoy se cree que  fue construida en un período entre el siglo XII y el siglo XV, que llegó a estar habitada por entre 10.000 y 18.000 habitantes , con una economía que debió estar basada en la agricultura y la ganadería aunque también se tuvo que encontrar en un lugar de paso de una extensa red comercial, ya que se han hallado en ella  monedas árabes y restos de porcelana de origen chino. 

Esta roca procedente del yacimiento arqueológico israelí de Tel Dan (Montaña Dan) en Galilea,  y datada hacia el 850 a. C , contiene una inscripción, en la que se puede leer "De David" que podría entenderse como  "De la Casa de David", perteneciente a su dinastía. Esta sería una de las primeras pruebas físicas de la existencia del rey David. No tenemos ninguna todavía del rey Salomón , ni de la reina de Saba, pero si está la de David es posible que  que en algún momento se halle alguna referencia de su hijo y sucesor, Salomón. De todas formas es también una llamada de atención para que recordemos que muchas cosas que damos por sabidas en realidad sólo se basa en textos escritos hace mucho tiempo y cuyo rigor histórico desconocemos y hasta que no encontramos alguna prueba documental o física que la respalde no sabemos si esas personas realmente existieron o no  (Imagen procedente de  http://www.noticiacristiana.com )

¿Por que fue abandonada?¿quienes fueron sus constructores? Son preguntas para las que todavía  no tenemos una respuesta concreta. Gran Zimbabue fue la capital del poderoso reino de Monomotapa y  todo apunta a que los constructores fueron los  shona , un pueblo que hoy sigue viviendo en los territorios que están comprendidos dentro de las fronteras de Zimbabwe, Zambia y Mozambique y tal vez contaron con la colaboración de otro pueblo, los lemba, que tiene detrás suyo una enigmática historia sobre  un posible origen en Israel y que volvería a establecer una conexión entre Gran Zimbawe y las tierras del Rey Salomón.  Si queréis saber mas sobre los lemba ya escribí sobre ellos, aquí os dejo el enlace: 
http://chrismielost.blogspot.com.es/2013/10/misterios-de-la-historia-los-lembay.html 
Karl Mauch no acertó en sus deducciones, en buena parte  cegado por los prejuicios raciales de su tiempo en el que no se concebía que los negros pudieran ser los creadores de unos edificios tan avanzados. Pero a pesar de sus errores, fue el autor de uno de los descubrimientos más importantes en la historia de la arqueología del África subsahariana y creo que con ello todos sus esfuerzos quedan justificados. En cuanto a las Minas del Rey Salomón, la Reina de Saba o  el legendario Ofir, todavía hoy se buscan pruebas arqueológicas que puedan demostrar su existencia, ya que hasta hace poco , al margen de su mención en la Biblia, no había ninguna evidencia de la existencia del rey David  ,del rey Salomón o la reina de Saba. , aunque el hallazgo de varias inscripciones que parecen hacer referencia a David podrían ser los primeros indicios de su existencia.Como veis, todavía queda mucho por investigar, así que  podemos seguir soñando con las Minas del Rey Salomón y con la belleza de la reina de Saba. Los sueños, la imaginación fueron los que llevaron a Karl Mauch a vivir la aventura de su vida. 

Enlace con la primera parte de "Karl Mauch y las Minas del rey Salomón"
http://chrismielost.blogspot.com.es/2015/06/grandes-exploradores-karl-mauch-y-las.html

El Mentidero de Mielost en Facebook :
 https://www.facebook.com/ElMentideroDeMielost

jueves, 25 de junio de 2015

GRANDES EXPLORADORES: KARL MAUCH Y LAS MINAS DEL REY SALOMÓN (PRIMERA PARTE)

.
"Los cazadores de elefantes suelen ser hombres rudos, que no se preocupan de nada que no sean las realidades de la vida y las costumbres de los kafires (término árabe para referirse a los infieles o no creyentes en Alá). Pero aquí y allá es posible encontrar un hombre que se toma la molestia de recoger las tradiciones de los nativos , e intenta formar una pieza de la historia de esta tierra ignora. Fue un hombre así el primero que me contó la leyenda de las minas del rey Salomón , hace cerca de treinta años . Se llamaba Evans. Recuerdo que una noche le hablé de unas minas maravillosas que yo había  hallado mientras cazaba kudus y antílope. - ¡Ah!- exclamó Evans- , pues yo voy a contarte una historia aún más extraña. Y me dijo que en el remoto interior había tropezado con una ciudad en ruinas, que creyó la Ofir de la Biblia, y , por cierto, hombres más instruidos que él han dicho lo mismo desde entonces. Recuerdo que yo escuchaba con atención esas maravillas, porque era joven , y esa historia  de una antigua civilización  y de los tesoros que los  aventureros judíos o fenicios solían extraer de un país que luego se había hundido en la más oscura barbarie ejercía un poder enorme  en mi imaginación.- Muchacho- me dijo - ¿has oído hablar alguna vez de las montañas de Solimán , al noroeste del país de Mushakulumbwe?- Respondí que no- Bueno- dijo-, pues ahí es donde Salomón tenía sus minas, de diamantes, claro.  - ¿Cómo lo sabes?- pregunté - Pues porque ¿qué es "Solimán sino corrupción de Salomón? Además, una vieja isanusi, o hechicera del país de Manica me lo contó . Me dijo que los pobladores del otro lado de las montañas eran una rama de los zulúes, que hablaban un dialecto zulú, aunque eran hombres más finos y fuertes, que entre ellos vivían  grandes magos, quienes aprendieron su arte de los hombres blancos cuando "el mundo entero estaba oscuro", y que guardaban el secreto de una prodigiosa mina de "piedras brillantes".


Fotografía del escritor inglés Henry Rider Haggard (1856-1925), hijo de un terrateniente y de su esposa amante de la literatura y poeta ocasional, , con diecinueve años y gracias a las influencias de su padre se convirtió en el secretario del recién nombrado gobernador de Natal, la colonia inglesa en lo que hoy es Sudáfrica. Recorrió aquella tierra y conoció a los pueblos que allí vivían, en particular a los zulúes . Más tardé ambientaría en aquel escenario muchas de sus novelas de aventuras . En 1879 regresaba a Inglaterra, contraía matrimonio y volvía otra vez a África donde pensaba establecerse como abogado, pero el estallido de la guerra entre los británicos y los colonos holandeses, la conocida como Primera Guerra Anglo-Boer  que se desarrollaría entre 1880 y 1881, hizo que de nuevo hiciera las maletas y se instalara en Inglaterra. En 1882 publicaba su primera libro, que no tendría una gran repercusión, pero en 1885 veía la luz "Las minas del rey Salomón" y  la historia que aquellas minas perdidas en e interior de África llenas de oro , se convirtió para Haggard en su particular mina de oro. La novela fue un  gran éxito que lo convertiría en un escritor famoso y rico. Su protagonista, Alan Quatermain, estaba inspirado en el gran cazador y luego conservacionista  Frederick Courteney Selous, pero su historia también  parecía relatar las aventuras de nuestro protagonista, Karl Gottlieb Mauch, un Allan Quatermain de carne y hueso (Imagen procedente de goingdownswinging.org.au ) 

Sugestivo ¿verdad? Si queréis saber como sigue la historia tendréis que sumergiros en las páginas de "Las minas del rey Salomón" la primera novela de aventuras que tiene como escenario África y que fue publicada en septiembre de 1885 por el novelista inglés Henry Rider Haggard (1856-1925), convirtiéndose en una de las obras de más éxito en el género de aventuras del siglo XIX y a la que pertenece el texto que he elegido para empezar esta historia. Su protagonista, Allan Quatermain, estaba inspirado en los grandes exploradores y cazadores  victorianos del siglo XIX, en particular en el legendario cazador Frederick Courteney Selous (1851-1917)  que ya ha sido protagonista en  el Mentidero
Pero esa novela convertida en un éxito de ventas también se hallaba inspirada por otro hombre mucho menos conocido y afortunado que Selous , aunque su vida no fue menos aventurera que la del cazador británico y , al igual que el Quatermain de ficción, viajaría al sur de África en busca de la mítica Ofir bíblica y de las no menos legendarias minas del sabio y rico rey Salomón. Le acompañaremos en su búsqueda, pero para ello antes tenemos que emprender un viaje en el tiempo y el espacio hasta el mes de mayo de 1837. Estamos en la localidad de Stetten im Remstal ,en territorio del joven reino de Württemberg , fundado el 1 de enero de 1806 cuando el hasta entonces duque de Württemberg convirtió al ducado en reino y a sí mismo en su primer rey con el nombre de Federico I de Württemberg (1754-1816) contando con el apoyo del emperador francés Napoleón I Bonaparte (1769-1821) y junto a otros pequeños estados alemanes subordinados al emperador francés entró a formar parte de la Confederación del Rin, luchando al lado de Francia como aliados hasta la derrota francesa en la batalla de Leipzig en 1813, que supuso la disolución de la Confederación y el final de la alianza entre estos estados y Francia. 


Mapa de la Confederación Germánica  nacida después del Congreso de Viena tras la derrota del emperador francés Napoleón I Bonaparte (1769-1821) El reino de Württemberg  lo podéis ver al lado de Baviera  y aunque no aparece en el mapa su capital era la ciudad de Stuttgart. Fue allí donde nación Karl Mauch  que décadas después dedicaría sus descubrimientos a la recién nacida nación alemana, unificada en 1871 bajo la forma del Imperio Alemán. (Imagen procedente de www.wiphala.org)  


En el Congreso de Viena que se celebró en ésta ciudad  entre 1814 y 1815  y en el que se dibujaría el nuevo orden político de Europa tras la derrota de Napoleón, se acordó que estos estados formarían un nuevo ente supranacional, la Confederación Germánica , cuya existencia se prolongaría hasta 1866. Federico I moriría en 1816 y le sucede como segundo rey de Württemberg su hijo Guillermo I (1781-1864) Este era el marco geográfico e histórico  en el que nació el 7 de mayo de 1837 nuestro protagonista, Karl Gottlieb Mauch (1837-1875). Nacía en el seno de una familia humilde. Su padre era carpintero y tenía que alimentar a Karl y a sus otros tres hermanos, así que no nadaban en la abundancia. En 1847 , con motivo de su décimo cumpleaños,  al pequeño Karl le regalaron  un atlas, un regalo que cambiaría su vida.Hoy estamos acostumbrados a ver imágenes de cualquier rincón del mundo , conocemos destinos que se encuentran a miles de kilómetros de distancia  tan bien casi como si hubiéramos viajado hasta ellos, lo que es un gran avance pero , por otro lado, le quita al viaje la emoción de ir al encuentro de aquello que nos es desconocido, de dejar libre la imaginación para que construya una idea de lo que hay detrás de nombre exóticos y lejanos. En tiempos de Karl un atlas o un libro de relatos de un viajero era lo más parecido a un documental de nuestros días. Y mientras pasa hojas de su Atlas  podemos verle deteniéndose fascinado ante el contorno del continente africano, con sus costas cartografiadas , pero no era eso lo que más llamaba la atención de Karl sino su interior, un gran espacio en blanco sobre el que se habían escrito las palabras más sugerentes para un aventurero, para un explorador y , por supuesto, para un niño  porque ¿qué niño no ha soñado con convertirse en explorador y vivir aventuras en lugares lejanos e ignotos? Y eso era lo que sugerían aquellas palabras escritas en grandes letras "Terra Incognita"., "Tierra desconocida".


Mapa de África
Mapa de África realizado en 1820 por el cartógrafo francés, uno de los más importantes de su época, Adrian Hubert Brué (1786-1832) que nos muestra el grado de conocimiento de África durante las primeras décadas del siglo XIX, muy parecido al que pudo contemplar el pequeño Karl Mauch  en el atlas que le regalaron  en su décimo cumpleaños en 1847 , cuando despertó su pasión por la exploración. Como podéis ver  el corazón del continente , África Central,  aparece en blanco, seguía siendo todavía Terra Incognita, una llamada a la aventura (Imagen procedente http://www.wdl.org/es/item/55/ )

Desde aquel momento Karl se propuso  ser uno de aquellos hombres que recorrería la Terra Incognita y rellenaría aquel interior ahora en blanco con ríos, montañas , valles, animales y pueblos. Aunque sus padres no tenían recursos económicos para pagarle estudios superiores Karl estaba dotado de una curiosidad natural y se convirtió en un  autodidacta apasionado de la lectura , sobre todo de cualquier libro que cayera en sus manos sobe África y los relatos de antiguos exploradores, navegantes y militares que habían puesto sus pies en el continente negro. Y al igual que el atlas despertó su amor por la exploración y la aventura, otro libro iba a ponerle en el camino  hacia lo que se convertiría en la misión de su vida , eso que el filósofo danés contemporáneo de Karl, Sören Kierkegaard (1813-1855), consideraba el objetivo de toda existencia. "El asunto -decía Kierkegaard - es encontrar una verdad que sea cierta para mí , encontrar  la idea por la cual yo sea capaz de vivir y de morir" Y Karl acababa de encontrar esa idea  en el relato de un capitán portugués del siglo XVI, Vicente Pegado, destinado en Sofala, hoy Nova Sofala, en el actual estado de Mozambique, en la costa este de África. Éste puerto  había sido fundado hacia el siglo VIII y a partir del siglo X se convirtió en un centro comercial donde se asentaron comerciantes somalíes que comerciaban allí con algodón , marfil y también con oro. Tiempo después surgiría ,entre los siglos XI y XIII, el  Reino de Mapungubwe y a éste le sucedería el reino de Monomotapa, que se extendía entre los actuales estados de Zimbabwe y Mozambique, forjado por el pueblo de los Shona, que hoy sigue habitando en territorios  que se encuentran distribuidos entre Zambia, Zimbabwe y la propia Mozambique. 


En este mapa podéis ver la extensión del reino de Monomotapa en su época de máximo esplendor durante el siglo XV,  cuya capital era  la ciudad de Gran Zimbabwe, que podéis ver en la parte superior , a orillas del río Zambeze, la ciudad de piedra más antigua y de mayor tamaño de África al sur de Sahara  y que en el siglo XIX era todavía desconocida para los europeos, que sólo tenían los relatos de los mercaderes árabes que hablaban de la presencia de  grandes ruinas de piedra  en el interior. En la costa podéis ver la situación del antiguo puerto de Sofala, donde los portugueses fundarían en 1505 su segundo asentamiento en la costa este de África y que algunos identificaban con el mítico Ofir, el puerto al que arribaban las naves de Salomón, el célebre rey de Israel, cargando sus bodegas del oro procedente del interior. (Imagen procedente de  http://ricardostumpf.blogspot.com )

El reino de Monomotapa alcanzaría su época de máximo esplendor a mediados del siglo XV, cuando exporta oro que traslada desde el interior hasta el puerto de Sofala donde lo íntercambiaban con los comerciantes árabes por otros productos. A lo largo del siglo XV los portugueses habían ido avanzando a lo largo de la costa africana  en busca del paso que les permitiera llegar hasta la India y las codiciadas Islas de las Especias,  hasta que en 1488 el navegante portugués Bartolomeu Dias( hacia 1450-1500) se convertía en el primer europeo en lograr doblar la punta más meridional de África, al que dieron el nombre de Cabo Agulhas,  alcanzando las aguas del Océano Índico, aunque no pudo seguir la ruta hacia India porque una gran tormenta les obligó a retroceder en un  punto que Dias bautizó con el nombre de Cabo de las Tormentas, aunque después el rey portugués Juan II de Avís (1455-1495) lo rebautizaría con el nombre de Cabo de Buena Esperanza  porque abría la esperanza de hacer factible una ruta desde Portugal a India y las islas de las Especias, en un tiempo en que las especias eran casi tan valiosas como el oro. Diez años más tarde sería otro navegante portugués, Vasco de Gama (hacia 1460-1524) , el que se convertiría en el primero en comandar una expedición que alcanzó las costas de India desde Europa, el mayor viaje por mar que se había hecho hasta entonces.  En estos años, los portugueses se establecieron en diferentes  puntos de la costa africana . En 1489, un año después del viaje de Bartolomeu Dias, el diplomático y explorador portugués Pero da Covilha (hacia 1460-1526)  llegaba disfrazado de comerciante árabe al puerto de Sofala. 


En este mapa de África tenemos dibujada con un trazo negro el itinerario seguido por Vasco de Gama en su viaje de 1498 en la que por fin culminó la aventura portuguesa que a lo largo del siglo XV  había ido avanzando por la costa africana hasta que en  1488 Bartolomeu Dias doblaba la punta más meridional de África y sólo una gran tormenta le impidió seguir hacia la India. Diez años más tarde Vasco de Gama alcanzaba el subcontinente indio y atracaba en Goa y Calicut. Pero antes de eso, en 1487 salían de Santorem los diplomáticos y exploradores Pero da Covilha y Afonso de Paiva  con la misión de explorar Oriente Próximo, Asia y la costa este africana y buscar el mítico reino del Preste Juan . En el mapa tenéis dibujado con una línea verde el itinerario que recorrieron juntos que les llevó a pasar por Barcelona,  y finalmente la ciudad de Aden , hoy en territorio de Yemen a orillas del Golfo de Aden y casi en la entrada del Mar Rojo. Aquí decidieron  separarse y acordaron encontrarse en El Cairo. Afonso de Paiva se dirigió a Etiopía  y Covilha seguía hasta la India (itinerario en color naranja) . Después regresó para encontrarse con Paiva pero antes recorrió parte de la costa este de África y fue entonces cuando se convertiría en el primer europeo en entrar en el puerto de Sofala y a partir de entonces comenzaría a convertirse en objeto de interés para los portugueses, que mantendrían en secreto su localización  cuando ésta fue establecida en 1501 por Sancho de Tovar (Imagen procedente de https://en.wikipedia.org)

Pero da Covilha y el también diplomático y explorador portugués Afonso de Paiva(hacia  1443- hacia 1490), fueron elegidos por el rey Juan II de Avís para emprender un viaje de exploración que tenía como objetivo  explorar las tierras de Oriente Próximo y otros territorios de Asia y la costa este de África. La expedición partía de la localidad portuguesa de Santarem el 7 de mayo de 1487  y en su viaje pasaron por Barcelona, Nápoles y la isla de Rodas , hasta que , ya disfrazados como mercaderes árabes, desembarcaron en Alejandría y de allí pasaron a El Cairo. Más tarde llegarían a Aden, en el actual Yemen, y aquí se separaron, y mientras Paiva  dirigía sus pasos hacia Etiopía , Covilha emprendía viaje hacia India acordando que en el regreso se encontrarían de nuevo en El Cairo. Después de alcanzar India , Covilha regresó sobre sus paso  pero antes de volver a El Cairo recorrió parte de la costa  este de África, y fue entonces cuando en 1489 llegaba a Sofala. convirtiéndose en el primer europeo en hacerlo y gracias al informe que realizó al final de su viaje, en el que, por cierto, no pudo encontrarse con Afonso de Paiva del que nunca se volvió a saber, se despertó el interés portugués por aquel puerto donde Covilha observó , bajo su disfraz de mercader árabe, como se comerciaba con grandes cantidades de oro. En 1501 el navegante portugués Sancho de Tovar(hacia 1465-1547) navegaba frente a  Sofala y establecía su localización exacta en el mapa . Ya en 1505 los portugueses fundaban cerca de Sofala  el segundo fuerte portugués en la costa este africana, el Fuerte Sao Caetano, fundado por Pero de Anaia (fecha desconocida - 1506)  cumpliendo con las órdenes del monarca portugués Manuel I el Afortunado (1469-1521)  Y sera en este fuerte donde  se encontraba en 1531 el capitán Vicente Pegado, el autor de aquel relato que más de tres siglos después iba a leer Karl Mauch. 


Mapa con el recorrido de la expedición portuguesa de 1505 enviadapor el rey Manuel I el Afortunado  bajo el mando de Francisco de Almeida (hacia 1450-1510),  que había sido nombrado por el rey como primer virrey de India . La llamada Séptima Armada de la India Portuguesa, zarpaba el  25 de marzo de  Lisboa, formada por  22 naves y con 1500 hombres cuya misión era fundar diferentes fuertes a lo largo de la costa africana y en India , establecer acuerdos con las poblaciones locales y asegurar el comercio de las especias. En color rosa podéis ver el itinerario de la flota de Almeida, que en julio de 1505 atacaba el importante puerto de Kilwa y fundaba el primer fuerte portugués en la costa este africana, el Fuerte Santiago. Seis naves se separarían de la flota principal bajo el mando de   Pero de Anaia, marcado en color verde, y serían ellos los que llegaron a un acuerdo con los gobernantes de Sofala para establecer allí el segundo fuerte portugués, el  Fuerte de Sao Caetan, donde años más tarde serviría el capitán Vicente Pegado y donde escribiría aquel relato acerca de las minas del oro del interior y de la existencia de una gran fortaleza de piedra  que encendería la imaginación de Karl Mauch  cuando todavía era un adolescente y fue entonces cuando tomó la decisión de prepararse para un día viajar hasta allí y explorar toda la región en busca de aquellos lugares (Imagen procedente de https://en.wikipedia.org )  

Escribía  Pegado que los informes que  tenían confirmaban que "Entre las minas de oro de las planicies del interior, entre los ríos Limpoco y Zambeze, hay una fortaleza construida a base de piedras de un enorme tamaño , y parece no haber argamasa uniéndolas. Este edificio está casi rodeado por colinas , sobre las que hay otros parecidos, con el mismo tipo de piedra y sin argamasa, y uno de ellos es una torre de más de doce metros de altura . Los nativos del país llaman a estos edificios Zimbawe, lo que en su idioma significa "palacio". Los portugueses estaban convencidos que las minas de donde procedía el oro eran las que habían alimentado la riqueza del antiguo rey de Israel, el legendario Salomón, famoso tanto por su gran sabiduría como por su riqueza y su amor por las mujeres y aventuraron que aquella fortaleza de la que hablaban los nativos  tal vez pudieran ser los restos del palacio de otra figura mítica, la reina de Saba . Antes de seguir veamos quien era ,o al menos quien era según el Antiguo Testamento, el rey Salomón y también  la reina de Saba . En el siglo XI a. C Saúl (hacia 1079-1007)  luchó y derrotó a numerosos pueblos, como los moabitas, amonitas y filisteos que disputaban a los hebreos aquellas tierras, entre otros. Después de duras campañas , hacía 1020 a. C Saúl consiguió unificar todas aquellas tierras bajo su poder , convirtiéndose en el primer rey de un Israel unificado,  aunque al mismo tiempo que su poder se incrementaba perdía el favor de Yavé por su desobediencia. Finalmente, Yavé concedió su favor a David , de la tribu de Judá. Saúl moriría luchando contra los filisteos y le sucedió en el trono David(hacia 1040-970 a.C), el segundo rey de Israel , que conquistaría la ciudad de Jerusalén , convirtiéndola en la capital del reino. Tras la muerte de David hacia 970 a.C, le sucedería su hijo Salomón, que reinará entre 970 y 930 a.C, quién se haría celebre por su sabiduría y riqueza conduciendo bajo su gobierno a Israel a la época de máximo esplendor  tal y como le había prometido Yavé "Te doy un corazón sabio y perspicaz, tal que antes de ti no haya habido otro como tu, ni después de ti aparezca otro semejante. Pero además añado lo que no has pedido: así riquezas como gloria; y tales que no habrá en tus días rey alguno como tú" (Reyes I 3, 12-14)


Mapa de la evolución del reino de Israel bajo sus tres primeros reyes, Saúl, David y Salomón, siendo con éste último con el que alcanzaría su máxima extensión territorial y también su época de esplendor. En la parte inferior podéis ver la población de Ezión- Geber , donde se encontraba la flota de Salomón  y desde allí zarpaba rumbo al misterioso puerto de Ofir, donde cargaba sus bodegas de oro, plata y maderas preciosas como el sándalo., y también se menciona otro puerto , el de Tarsis, donde  las naves cargaban todo tipo de riquezas, tantas que la plata era despreciada, como nos cuenta  el libro del Antiguo Testamento, Crónicas II
"Todos los vasos que utilizaba para beber el rey Salomón eran de oro, y todos los utensilios de la casa del bosque del Líbano  eran de oro fino. En los días de Salomón no se hacía aprecio de la plata., porque el rey tenía naves que iban a Tarsis con los súbditos de Juram, y cada tres años llegaban  las naves de Tarsis, que traían oro, plata , marfil, monos y pavos reales" (Crónicas II 9, 20-22)
Al igual que sobre Ofir, hay varias hipótesis acerca de Tarsis. Algunos creen que se refiere a la ciudad de Tarso en Asia Menor, otros que hace referencia a Tartessos, un próspero reino en el sur de la Península Ibérica que se extendía por lo que hoy son las provincias de Cádiz, Huelva y Sevilla. En realidad, al igual que con Ofir, no tenemos de momento certeza de cual era la localización exacta ni de Ofir, aunque se cree que tendría que estar localizada o en la costa etíope o en el sur de la Península Arábiga,   ni de Tarsis.
(Imagen procedente de    http://www.idcsevilla.org )


   

En este mismo libro del Antiguo Testamento, Reyes I, podemos leer más adelante como se menciona un puerto al que llaman Ofir y donde embarcan grandes cantidades de oro  "Salomón construyó también una flota  en Esyón-Guéber , que está junto a Elat, a orillas del mar de los Juncos, en el país de Edom.  Y envió a Jiram a súbditos suyos, navegantes expertos en el mar, para que tripularan la flota juntamente con los súbditos de Salomón. Llegaron hasta Ofir, de  donde trajeron oro, cuatrocientos  veinte talentos, que presentaron al rey Salomón" (Reyes I 9, 26-28) No es ésta la única referencia en el libro de Reyes I  a este puerto donde la flota de Salomón acudía a llenar sus bodegas de oro  y así  "La flota de Jiram, que traía oro de Ofir, trajo también de allí  gran cantidad de madera de sándalo y de piedras preciosas" (Reyes I 10,11-12). Y todavía hay otra mención a Ofir en Reyes I  cuando ya ha fallecido Salomón "Yosafat construyó naves de Tarsis para ir a Ofir  en busca de oro; pero no pudo ir, porque se destrozaron las naves en Eyson Esyón-Gueber"(Reyes I 22, 49-50). En otro libro del Antiguo Testamento , Crónicas I,  se menciona de nuevo a Ofir en las instrucciones que el rey David da para la construcción del Templo de Jerusalén, el que luego sería conocido como Templo de Salomón pues se concluyó bajo su reinado  "Y también , en mi amor por la casa de mi Dios, entrego el oro y la plata que poseo al templo de mi Dios, además de lo que he preparado para el templo santo, a saber: tres mil talentos de oro, oro de Ofir" (Crónicas I 29, 3-4) y de nuevo en Crónicas II "Por aquel entonces fue Salomón a Esyón-Guéber y a Elat a orillas del mar, en el país de Edom. Y Juram, por medio de sus súbditos , le envió navíos y servidores expertos en la mar, los cuales fueron con los súbditos  de Salomón a Ofir, de donde trajeron cuatrocientos cincuenta talentos de oro , que entregaron al rey Salomón" (Crónicas II 8,17-18)


"Visita de la Reina de Saba al rey Salomón" realizada en 1890 por el pintor inglés John Edward Poynter (1836-1919) que refleja el lujo y la suntuosidad de la que estaba rodeado  Salomón y que tanto impresionó a la reina de Saba , a la que algunos dan el nombre de Makeda, pero en realidad no sabemos nada de ella excepto lo que se dice de ella en el Antiguo Testamento. al igual que sobre su reino. Según relata el Kebra Nagast o o Libro de la Gloria de los Reyes de Etiopía, una crónica histórica de los monarcas etíopes,  Salomón y la Reina de Saba habrían tenido un hijo, Menelik, que según este libro habría nacido en Etiopía. Después habría viajado a Israel para encontrarse con su padre que le ofreció la corona de Israel, que éste rechazó , regresando a Etiopía pero llevando consigo el Arca de la Aianza . De regreso habría sido coronado por su madre como nuevo rey de Etiopía con el nombre de Menelik I y  según el Kebra Negast todos los reyes etíopes descendían por línea directa de Menelik . De hecho , todavía hoy los etíopes creen que siguen custodiando el Arca de la Alianza en la Iglesia de Santa María de Sión en la ciudad de Aksum.   (Imagen procedente de ttps://laexuberanciadehades.wordpress.com)

Ofir, ¿donde se encontraba aquel puerto donde  se embarcaban tales riquezas, oro, plata, madera de sándalo? Es una pregunta que se hicieron desde la Antigüedad. El historiador romano de origen judío, Flavio Josefo (hacia 37-101) aventuraba que se hallaba en India  mientras que los portugueses veían una conexión entre el nombre de Sofala , el puerto de la costa de Mozambique,  y el mítico Ofir, pues en algunas traducciones aparecía escrito como Sofir y de Sofir a Sofala no hay una gran distancia.Otro marinero portugués, Tomás López , que estuvo en Sofala en 1502, tres años antes de la construcción del fuerte de Sao Caetano,  recogió los relatos de los mercaderes árabes que afirmaban que los barcos de Salomón recalaban allí cada tres años y llenaban sus bodegas de oro  extraídas de una ciudad cercana. ¿Tal vez allí se encontraba el reino de la legendaria Reina de Saba?¿Quien era esta reina? Una vez más la única referencia que tenemos sobre ella es el Antiguo Testamento cuando la menciona en su célebre visita al rey Salomón  "La reina de Saba tuvo noticia de la fama de Salomón  y fue para ponerlo a prueba con sus enigmas. Llegó a Jerusalén con un gran cortejo, con innumerables  camellos, cargaos de aroma de oro en gran cantidad y de piedras preciosas"(Reyes I 10, 1-3) y después de quedar admirada por la sabiduría y del rey y la prosperidad del reino  "Luego entregó al rey ciento veinte talentos de oro y gran cantidad de aromas y de piedras preciosas . Nunca llegó tanta cantidad de aromas al rey Salomón como la que le entregó la reina de Saba"(Reyes I, 10-11)  y un poco más adelante "Por su parte , el rey Salomón  regaló a la reina  de Saba todo cuanto a ella se le antojó pedirle, además de lo que Salomón le entregó conforme a su munificencia de rey. Luego ella emprendió el regreso hacia su país con sus servidores" (Reyes I 10 13-14) Nada más sabemos de la reina de Saba y de su reino cuya ubicación, al igual que Ofir, ha sido objeto de especulaciones a lo largo de la historia, aunque hoy los arqueólogos creen que  si existió realmente, debería hallarse en el sur de la Península Arábiga en lo que hoy es Yemen  y tal vez también se extendería al otro lado de la costa, en Etiopía. Pero en realidad no hay pruebas concretas de su existencia al margen del relato bíblico, lo que tampoco quiere decir que no exista. 


Probable localización del reino de Saba, aunque también se apunta a que pudiera estar a ambos lados del Mar Rojo , en lo que hoy es Etiopía y donde antiguamente estuvo el reino de Aksum , aunque las primeras referencias a este reino  es del siglo I d. C , casi un milenio después de la época de Salomón y la reina de Saba  que podría ser , si realmente existió, la gobernante del pueblo de los sabeos que vivían en parte de lo que hoy es Yemen.. Volviendo sobre la figura de Salomón , en Crónicas II nos describen así el poder del monarca
"El rey Salomón sobrepujó en riquezas y sabiduría  a todos los reyes de la tierra. Y todos los reyes de la tierra  deseaban ver a Salomón  para oír la sabiduría que Dios había puesto en su corazón . Todos le llevaban regalos: objetos de plata y de oro, vestidos, armas, aromas, caballos y mulos. Y así año tras año. Tenía Salomón cuatro mil caballerías  para sus caballos y sus carros,  y doce mil jinetes . Dominaba sobre todos los reyes , desde el Éufrates hasta el país de los filisteos  y hasta la frontera de Egipto."(Crónicas II 9, 22-27)
El objetivo de Karl Mauch sería hallar aquellas minas de oro que abastecían incansablemente al reino de Israel de  éste metal precioso (Imagen procedente de  queaprendemoshoy.com )

Pero cuando el joven Karl leía las crónicas portuguesas sobre Sofala lo que aventuraban es que   Sofala podía tratarse de Ofir, el mítico puerto al que se dirigían  las naves de Salomón, y en el interior de aquel territorio se hallarían las minas de oro que alimentaban la riqueza del monarca hebreo y el palacio de la Reina de Saba. Karl se convenció de que las minas de Salomón se encontraba en el sur de África  y estaba dispuesto a  ser él quien los encontrara,pero también era consciente que no tenía la formación académica adecuada que le permitiera afrontar una empresa de aquel tipo contando con el apoyo de publicaciones científicas que avalaran su aventura. Así que con quince años tomó la decisión de emprender  un largo proceso de formación tanto intelectual como física , para preparar su soñada expedición. Ya que su familia no podía costearle estudios universitarios, se preparó él solo. Aprendió por su cuenta  inglés, francés y árabe, estudió astronomía, medicina y latín, trabajó en el Museo de Ciencias Naturales de la localidad austriaca de Graz donde adquiriría  nuevos conocimientos de botánica, geología e historia natural y también estudio magisterio para poder trabajar como tutor, dando clases con las que ahorrar el dinero necesario para organizar la expedición . Y  ,por fin, en 1863, Karl Mauch , que tiene veintiséis años, se siente preparado para  emprender su aventura  y escribe una carta  al geógrafo y cartógrafo alemán August Heinrich Petermann (1822-1879) , fundador en 1855 de una prestigiosa publicación de geografía , la "Pettermans Geographische Mitteilungen", de la que Karl era asiduo lector , esperando el apoyo de su director aunque no obtendría la respuesta que esperaba. Pero sobre esta carta y , sobre todo, las aventuras que vivió en África y sus descubrimientos, os hablaré en la segunda parte de éste relato de un hombre en busca de un mito, las Minas del Rey Salomón y el Reino de Saba. 

Enlace con la  segunda  parte de "Karl Mauch y las Minas del rey Salomón"
http://chrismielost.blogspot.com.es/2015/06/grandes-exploradores-karl-mauch-y-las_28.html

El Mentidero de Mielost en Facebook :
 https://www.facebook.com/ElMentideroDeMielost


Famosos