miércoles, 26 de febrero de 2014

GRANDES BATALLAS DE LA HISTORIA: LA BATALLA DE LEPANTO, LA MÁS ALTA OCASIÓN QUE VIERON LOS SIGLOS (TERCERA PARTE)

Detenía ayer este relato cuando la flota cristiana se hallaba fondeada en la isla de Corfú   justo en el momento en que las cuatro galeras que don Juan de Austria (hacia 1547-1578)  había enviado por delante de la flota de la Liga Santa , regresaban para confirmar lo que ya había sido desvelado por unos mercaderes venecianos ,la totalidad de la flota otomana del almirante Alí Pachá se encontraba fondeada en Lepanto, en el interior del Golfo de Patras. Era el 29 de septiembre y había que tomar la decisión final. Veíamos ayer como el rey español Felipe II (1527-1598) había rodeado a su hermanastro de tres consejeros, el genovés Juan Andrea Doria (1539-1606), el consejero personal de don Juan de Austria, Luis de Requesens(1528-1576) y el marqués de Santa Cruz, don Álvaro de Bazán (1526-1588) con las instrucciones de evitar una batalla con los otomanos para lo que debían frenar los deseos de entrar en combate de don Juan.  Pero éste ya había manifestado su voluntad de combatir aunque fuera sin la ayuda de los españoles y contando sólo con los efectivos de la República de Venecia y los Estados Pontificios. El 28 de septiembre Felipe II escribía en Madrid una carta dirigida a Juan de Austria en la que le ordenaba que se retirara con la flota a la isla Sicilia y suspendiera las operaciones hasta el año siguiente, pero esas órdenes llegarían demasiado tarde para detener lo que estaba a punto de acontecer.  Juan tiene que resistir  presiones que proviene de todos sitios. El papa Pío V (1504-1572) le apremia a dirigirse contra la flota otomana, Juan Andrea Doria , Requesens y Bazán  tratan de que desista advirtiéndole de los riesgos  que iban a correr y también de lo avanzada que era ya la estación para entablar una batalla. 


Archivo: Retrato de Felipe II de España por Sofonisba Anguissola - 002b.jpg
Retrato de Felipe II realizado en 1565 por la pintora italiana Sofonisba Anguissola(1530-1625 cuando el monarca español tenía 38 años . El extenso Imperio que gobernaba  estaba lleno de dificultades y a pesar de la plata americana que llegaba  en grandes cantidades el dinero no alcanzaba para cubrir todos los frentes que tenía abiertos. El Mediterráneo no se encontraba entre sus prioridades  que se centraban en sofocar la rebelión de los Países Bajos . Fue la rebelión de los moriscos entre 1567 y 1570 y el anuncio del sultán Selim II de prestar ayuda a los rebeldes, aunque luego no lo hiciera, lo que convenció al monarca de que España no estaría segura hasta que se hubiera conjurado la amenaza otomana del Mediterráneo central. Sin embargo, aunque se une a la Liga Santa, su interés no estaba en arriesgar sus galeras en una gran batalla en territorio otomano  en el otro extremo del Mediterráneo, sino en atacar Túnez y las bases de los piratas berberiscos que acosaban el comercio marítimo español en el Mediterráneo.  Por eso rodeó a Juan de Austria de hombres que tenían como misión persuadirle para no presentar batalla a los otomanos . Al menos es la visión que defiende el historiador británico Roger Crowley (Imagen procedente de http://commons.wikimedia.org )

Veíamos también como Alí Pachá había recibido el 19 de agosto una carta desde Constantinopla en el que se ordenaba que  "Si el enemigo realiza algún movimiento y se da alcance a su armada, Uluj Alí (el corsario que dirigía la flota que había zarpado de Trípoli en el Norte de África) y tú , actuando de común acuerdo , debéis enfrentaros al enemigo y utilizar vuestro valor  e inteligencia para vencerlo"  La flota otomana se hallaba bien protegida en el interior del Golfo de Corinto , ya que el puerto estaba fortificado y la entrada al golfo protegida por baterías de cañones que impedirían adentrarse en él a cualquier flota enemiga . Así que lo más inteligente para Alí era quedarse fondeado en Lepanto  donde no corrían peligro alguno, pero las órdenes del sultán Selim II(1524-1574) y del Gran Visir Sokollu Mehmet Pachá (1506-1579) le instaban a salir a buscar a la flota cristiana y entablar combate. Don Juan de Austria ya ha tomado la decisión, la flota de la Liga Santa, las doscientas ocho galeras y las seis galeazas venecianas ponen rumbo a Lepanto. El 30 de septiembre la flota deja atrás la isla de Corfú y el 1 de octubre fondean  en la costa griega, en la localidad de Igumenitsa (o también Gomenizaa, de ambas formas aparece en los mapas). El historiador británico Roger Crowley(1951) en su obra "Imperios del mar" en la que estoy basando este relato nos cuenta que  en este  momento "Don Juan pasa revista a la flota por última vez. Las galeras son aparejadas para la acción  y se ensayan las maniobras. Todos y cada uno de los capitanes fueron informados del plan de batalla. Al pasar en su galera, la "Real", don Juan es saludado con salvas de arcabuz". ¿Cuál era el plan de batalla que Juan de Austria acababa de explicar a sus capitantes? Si recordáis, ayer veíamos como el joven líder de la flota de la Liga Santa había solicitado consejo al antiguo virrey de Sicilia y el hombre que dirigió la flota que en 1565 liberó a la isla de Malta del asedio de los otomanos, Garcia Álvarez de Toledo y Osorio (1513-1577). Don García responderá con unas directrices que don Juan convertirá en su plan de batalla. 


En este mapa podéis ver  el recorrido seguido por la flota de la Liga Santa desde la isla de Corfún, donde zarparon el 30 de septiembre. Al día siguiente, 1 de octubre , fondearon en Gomenizza  y desde allí navegaron hasta la isla de Cefalonia a la que arribaron el 5 de octubre  y allí las alcanzó un barco procedente de Creta que traía la noticia de la caída de Famagusta en poder de los otomanos.  El objetivo principal de la expedición era auxiliar a aquella ciudad  y algunos oficiales, entre ellos Juan Andrea Doria, Alvaro de Bazán y Luis de Requesens que seguían las instrucciones de Felipe II para evitar una confrontación directa que pusiera en peligro la flota. Pero como diría Juan de Austria, ya no era tiempo de discutir sino de combatir  (Imagen procedente de http://estudiargradodehistoria.blogspot.com.es )

"Ha de advertir Vuestra Alteza - escribía García Álvarez de Toledo - de no mandar poner  toda su armada en un escuadrón, porque del número grande es cierto que nacerá confusión y embarazo de  unas galeras con otras  como se hizo en la Prevesa ( hace referencia aquí a la Batalla de Prevesa de 1538 en la que la flota cristiana fue derrotada por los otomanos bajo el mando de Jeireddin Barbarroja(1475-1546) ) Débense poner en tres escuadrones y todos tres en una ala, y que los dos de las puntas sean de las galeras en quien Vuestra Alteza tuviere más confianza, dando los cuernos de cada a personas señaladas, y quede tanta mar en medio del uno y del otro cuanta bastare a poder escurrir y girar  sin embarazo de ninguno de los tres , y esta fue la orden que tuvo Barbarroja en la Prevesa ,y habiéndonos parecido muy buena y muy provechosa  yo la he tenido reservada siempre en la memoria para valerme de ella en caso de necesidad"  Y era evidente que era el momento de poner en práctica esa estrategia que tan buen resultado había dado a sus enemigos casi cincuenta años antes. Y aún le daría otro valioso consejo sobre el momento más adecuado para abrir fuego "En lo que Vuestra Alteza me manda sobre si la artillería se ha de disparar primero en nuestra armada o se ha de esperar que lo hagan los enemigos. Y así digo, señor, que  no pudiéndose tirar dos veces como realmente no se puede (porque no daba tiempo), lo que convendría hacer a mi juicio es lo que dicen los herreruelos, que han de tirar su arcabuz  tan cerca del enemigo que le salte la sangre encima, de manera que confirmando esta opinión digo que siempre he oído capitanes  que sabían lo que decían que el ruido del romper los espolones y el trueno de la artillería había de ser todo uno o muy poco menos" Es decir, había que esperar a abrir fuego a que las naves estuvieran prácticamente unas junto a las otras. 


File:Giovanni Andrea Doria.jpg
Juan Andrea Doria había sido la primera propuesta  de Felipe II para liderar la flota de la Liga Santa , propuesta que fue rechazada por el papa Pío V y por los venecianos ya que le acusaban del fracaso de la flota que en 1570 tenía también como misión ayudar a Chipre y en la que Andrea se había encargado de que nunca llegaran a enfrentarse a los otomanos. Fue entonces cuando Felipe II propuso a su hermanastro Juan de Austria . ¿Qué habría sucedido si se hubiera aceptado a Juan Andrea Doria como líder de la flota? Probablemente la Batalla de Lepanto nunca habría tenido lugar o al menos no en 1571, pero a pesar de sus intentos de disuadir a Juan de Austria no lo conseguiría . Visto con la distancia del tiempo es comprensible los temores y la prudencia de Felipe II , porque la destrucción de la flota dejaba sin defensa el Mediterráneo pero retrasar el inevitable enfrentamiento tampoco solucionaba nada (Imagen procedente de  http://commons.wikimedia.org )

El 2 de octubre esta muy cerca de suceder lo que muchos esperaban, el enfrentamiento entre los miembros de la Liga Santa y la disolución de la flota. Ya sabemos que los venecianos no apreciaban a Juan Andrea Doria ni tampoco demasiado al resto de españoles porque les consideraban responsables del fracaso de la flota que en 1570 se organizó para auxiliar a Chipre. Entonces  Doria había puesto todo tipo de obstáculos y pretextos para evitar entrar en combate siguiendo las instrucciones de Felipe II, y los venecianos consideraban que aquel fracaso había provocado la pérdida de Nicosia en Chipre,  y muchos recelaban que ahora trataría de hacer lo mismo.  Pero si la tensión se había controlado mas o menos bien hasta este momento una orden de Juan de Austria encenderá la mecha del enfrentamiento. Como las naves venecianas andaban cortas de tripulación  Juan de Austria había dado la orden de que su dotación fuera completada con soldados españoles procedentes de otras galeras de la flota española. La idea no fue bien vista por el capitán general de los venecianos, el anciano Sebastiano Venier (196-1578), pero acató las instrucciones. Pero poco después se presentaba su odiado Juan Andrea Doria a inspeccionar las naves venecianas y en ese momento la tensión acumulada durante días estalló . Venier consideraba que Doria no era quién para inspeccionar sus naves ni realizar críticas sobre ellas  y la tensión se traslada a las galeras y en una de ellas, "El hombre armado de Rétino", se inicia una pelea entre la tripulación veneciana y los soldados españoles que habían llegado para completar la dotación de la galera , y en el transcurso de la refriega mueren varios hombres .Venier ordena que se detenga a los españoles amotinados pero cuando los hombres de Venier se dirigen a la galera son recibidos con disparos de arcabuz , hiriendo a tres venecianos más . Venier, del que ya vimos ayer que uno de sus rasgos más destacados era un carácter colérico e indomable, estalla de ira . Aborda la nave amotinada y después de sofocar el motín ahora a cuatro de los amotinados  del mástil de su galera. 


File:Agostino Barbarigo by Paolo Veronese, Cleveland Museum of Art.JPG
Retrato del veneciano Agostino Barbarigo, el segundo en  la cadena de mando de la flota Veneciana después de Sebastiano Venier . Se convertiría a partir del 5 de octubre en el interlocutor  directo con Juan de Austria después de que éste se negara a volver a dirigir la palabra a Sebastiano como consecuencia de la orden que Sebastiano había dado de ahorcar a cuatro soldados al servicio de la corona española acusados de amotinamiento pero sin contar con la autorización de don Juan. Agostino Barbarigo dirigiría uno de los tres escuadrones en que iba a dividirse la flota cristiana en la batalla donde Barbarigo tendría una actuación destacada y heroica hasta que una flecha otomana le alcanzo en el ojo causándole la muerte (Imagen procedente de   http://commons.wikimedia.org )

Cuando Juan de Austria conoce lo que ha hecho Venier, acude con su galera al lugar de los hechos y también él estalla en cólera cuando ve a los cuatro hombres colgando del mástil de la galera de Venier, porque aquellos hombres estaban al servicio de España y el capitán general veneciano no tenía derecho a actuar contra ellos sin el permiso de Juan de Austria .Como nos cuenta Crowley "Amenazó con ahorcar a Sebastiano Venier allí mismo" y todo está a punto de irse a pique porque  "Las galeras españolas y las venecianas cargaron los cañones con pólvora  y aprestaron mechas. Hubo varias horas de tensión mientras las dos flotas, una frente a otra, aguardaban, listas para entrar en combate" Un sólo disparo a destiempo de uno de aquellos cañones y la flota de la Liga Santa se habría autodestruido  sin necesidad de que los otomanos entraran en combate y dejando el Mediterráneo desprotegido. Finalmente los ánimos se calmaron  y la unión de la flota se salvó, pero don Juan de Austria indicó que no quería volver a hablar con Sebastiano Venier y que todas las comunicaciones con la flota veneciana serían  con el segundo en la cadena de mando veneciana, Agostino Barbarigo(1516-1571) Alí Pachá tuvo noticias de este incidente por sus espías y llegó a la conclusión de que con esas divisiones internas  los cristianos no atacarían. Pero la flota cristiana siguió rumbo a Lepanto y el 4 de octubre  llegan a la isla de Cefalonia donde les alcanza un barco que había salido de Creta con la noticia de la caída de Famagusta . El objetivo principal de aquella expedición había sido precisamente auxiliar a la ciudad veneciana en Chipre y si ya había sido conquistada por los otomanos ¿no sería mejor retornar a casa? Don Juan de Austria convoca de nuevo a los oficiales en la "Real" y una vez mas Doria , Requesens y Bazán insisten en regresar a casa ,pero los Estados Pontificios y particularmente los venecianos, que querían vengarse de las conquistas de Nicosia y Famagusta, insisten con ardor en seguir. Juan de Austria  da la orden de continuar . El  6 de octubre la flota cristiana se halla a tan solo sesenta y cinco kilómetros de Lepanto. 


Alí Pachá, el almirante de la flota otomana, prácticamente fue empujado a la batalla por las órdenes que le daban desde Constantinopla que le hacían temer por su puesto y por su propia vida si no salía a buscar a la flota cristiana para presentar batalla aunque el sentido común recomendaba quedarse en Lepanto al amparo del puerto fortificado y de las baterías de cañones que protegían la entrada al Golfo. Uluj Alí , el marino más avezado de la flota otomana y que llegaría a convertirse en almirante  de la misma después de Lepanto , le aconsejó permanecer en Lepanto . Uluj había nacido cristiano, pues era originario de Italia y con diecisiete años tenía la intención de ingresar en un seminario pero los piratas berberiscos le capturaron y  se lo llevaron . Con el paso del  tiempo se convirtió al Islam y no tardaría en demostrar sus habilidades en el mar. En Lepanto él sería el que más daño causó a la flota cristiana (Imagen procedente de http://www.grandesbatallas.es ) 

Mientras, en Lepanto Alí Pachá también convoca a los suyos para deliberar. Allí estaban el corsari  Uluj Alí(1519-1587), tal vez el mejor marinero de todos ellos, los hijos del legendario Jereddín Barbarroja, Mehmet y Hasan,  el gobernador de Alejandría, Mehmet Shuluq(1525-1571), y el visir Perteu Pachá . Uluj Ali había nacido en Italia y su intención era ingresar en un seminario, pero cuando tenía diecisiete años fue capturado por una flota de Jereiddín Barbarroja . Uluj se convertiría al Islam y no tardó en destacar como un hábil navegante, participando en 1538 en la batalla de Prevesa. Aprendió los secretos de la lucha en el mar junto a uno de los corsarios al servicio del Imperio Otomano más importantes del siglo XVI, Turgut Reis (1514-1565) y en 1571 era el hombre con más experiencia y conocimientos de todos los que estaban allí reunidos . Crowley pone estas palabras en boca de Uluj a favor de quedarse en Lepanto, protegidos por las baterías de cañones y sin arriesgar a entrar en batalla "La escasez de hombres es un hecho. Desde este punto de vista es mejor permanecer en el puerto de Lepanto y luchar solo si los infieles vienen a por nosotros". Pero en la mente de Alí Pachá resuenan las órdenes de Constantinopla  "debéis enfrentaros al enemigo y utilizar vuestro valor  e inteligencia para vencerlo" y  mirando a todos los hombres allí reunidos comienza a hablar "Recibo continuamente ordenes amenazadoras de Constantinopla: temo por mi puesto y por mi vida.¿Qué importa si en cada barco faltan cinco o diez remeros?Si Dios en lo alto lo quiere nada podrá dañarnos". La suerte estaba echada. En la madrugada del siete de octubre de 1571 la flota otomana abandona su seguro refugio en Lepanto y se dirige a la salida del Golfo en busca de la flota cristiana. Al amanecer de aquel día que pasaría a la historia las dos flotas se encuentra separadas por sólo veinticinco kilómetros de distancia. Los otomanos están eufóricos y Crowley recoge las palabras de un marinero turco que recordaba  que al ver la flota cristiana "Sentimos una gran alegría y gozo, porque estábamos  seguros que sucumbirían ante nuestra flota".


Este gráfico hace un resumen de los movimientos de las dos flotas y las cifras de la batalla, aunque las cifras varían según las fuentes que se consulten  y es mejor tomarlas como una estimación aproximada . (Imagen procedente de http://nauticajonkepa.wordpress.com )

Ahora no me voy a soltar de la mano de Crowley para contaros como estaban dispuestas aquellas dos flotas colosales que ahora descubrían para sorpresa tanto de Juan de Austria como de Alí Pachá que eran más grandes de lo que sus informadores les habían dicho.  "A lo largo de un frente de seis kilómetros y medio - nos cuenta Crowley-  dos enormes flotas  de guerra se aproximaban  en una zona cerrada del mar. La escala del acontecimiento hacía palidecer cualquier batalla naval anterior. Unos 140.000 hombres  repartidos en más de seiscientos barcos : algo más del setenta por ciento de todas las galeras del Mediterráneo estaban concentradas en aquella pequeña franja de mar" Los mismos capitanes  generales vacilan asombrados ante aquel espectáculo. Juan de Austria celebra un nuevo  consejo en la "Real" y el representante de los Caballeros de San Juan, Mathurin Romegas (hacia 1525-1581) se dirige a Juan de Austria diciéndole "Señor , os digo que si el emperador, vuestro padre (se refiere a Carlos V) hubiera tenido una flota semejante , no se habría contentado  hasta ser emperador de Constantinopla , y lo habría logrado sin dificultad" Después de escuchar a todos, Juan de Austria se pone en pie y exclama "Muy bien ¡¡que se combata!!. Este no es momento de discutir, sino de luchar" Siguiendo las instrucciones que le había dado García Álvarez de Toledo, Juan de Austria dividió la flota en tres escuadrones. En el flanco izquierdo dispuso cincuenta y siete galeras bajo el mando del veneciano Agostino Barbarigo. En el flanco derecho se encontraba el genovés al servicio de la corona española, Juan Andrea Doria con cincuenta y tres galeras a sus órdenes, mientras que en el centro se encontraba Juan de Austria a bordo de la "Real" junto a Sebastiano Vernier y Marco Antonio Colonna a bordo de las naves capitanas de las flotas de Venecia y los Estados Pontificios  acompañados por sesenta y dos galeras. Finalmente, Juan de Austria dispuso en retaguardia otras treinta galeras bajo el mando de Álvaro de Bazán  cuya misión era acudir en ayuda de aquel lugar del frente de batalla donde su presencia fuera necesaria. Por delante de la flota se disponían las seis galeazas venecianas, el arma secreta  de los cristianos, con su demoledora capacidad de fuego al disponer de entre treinta y cuarenta cañones a babor(lado izquierdo del barco) y estribor(lado derecho del barco) mientras que las galeras sólo podían llevar cañones a proa(parte delantera) y a popa .  


Disposición inicial  de los contendientes . Podéis ver  a la flota cristiana dividida en tres escuadras, con  Juan de Austria ocupando el centro a bordo de la Real   y con 62 galeras y teniendo enfrente la escuadra de Alí Pachá con 87 galeras. . En e lado más próximo a la costa el grueso de las galeras venecianas , más ligeras y de menor calado, bajo el mando de Barbarigo que contaba con 57 galeras y tenía que enfrentarse al gobernador de Alejandría, Mehmet Suluq (al que los cristianos también conocían como Siroco) que disponía de 60 galeras , y finalmente la escuadra al mando de Juan Andrea Doria , formada por 53 galeras , contra las 60 galeras de Uluj Alí. Vemos por delante de la flota cristiana seis naves más grandes que eran las galeazas venecianas que tan demoledoras serían durante el combate. Y en la retaguardia de la flota cristiana la escuadra de reserva  del Marqués de Santa Cruz, Alvaro de Bazán ,con una treintena de galeras mientras en la flota otomana se encuenta uno de los hijos de Barbarroja, Ahmed Dragut. Ambos , cada uno en su bando, tenían como misión ir en apoyo de aquella línea que flaqueara. Para el número de naves impolicadas he seguido las indicaciones del historiador Roger Crowley pero hay otras que varían un poco en el número de galeras particpantes  (Imagen procedente de http://rojoamanecerenlepanto.blogspot.com.es )  

Las galeras venecianas, más ligeras, se encontraban concentradas en el flanco izquierdo , el más próximo a la costa , ya uqe necesitaban menos profundidad para maniobras, mientras que las galeras españolas, más pesadas, se hallaban distribuidas en el centro y el flanco derecho donde se esperaba que los combates fueran más fuertes Juan de Austria les hizo forman en línea recta, pero no era una tarea fácil y se prolongó durante más de tres horas. Mientras, Alí Pachá se disponía a organizar a los suyos en la tradicional formación de Media Luna  , avanzando los extremos de la línea para rebasar a la flota cristiana por los los lados ya que la otomana era más numerosa y rodearlos atacándoles finalmente por delante y por detrás. Sin embargo, el gran número de naves y el viento  impedía formar correctamente la media luna y Alí Pachá ordenó que adoptaran la misma formación en línea recta que los cristianos. Así, en el flanco izquierdo y al frente de sesenta y siete galeras, se encontraba el corsario Uluj Alí, que tenía en frente a las cincuenta y tres galeras de Juan Andrea Doria. En el flanco derecho estaba el gobernador de Alejandría, Mehmet Suluq, con sesenta galeras frente a las cincuenta y siete del veneciano Agostino Barbarigo y finalmente, en el centro, el propio Alí Pachá en su nave capitana "Sultana" al frente de ochenta y siete galeras contra  las sesenta y dos de Juan de Austria. Todo esta a punto para el combate, pero antes de que suenen los cañones y los arcabuces escupan fuego conozcamos en que consistía la táctica de combate de las galeras. Crowley nos explica que "la táctica convencional consistía en barrer la cubierta enemiga con los cañones, disparos de arcabuz y flechas para luego arremeter contra la otra galera como un ariete, desplegar el puente de abordaje  y saltar a la cubierta de la nave enemiga" Por eso eran importante mantener la línea y que los barcos no estuvieran unos muy alejados de otros  para evitar dejar huecos en la formación por el que pudieran penetrar las naves enemigas rompiendo la formación y convirtiendo la batalla en un caos donde cualquier cosa podía suceder. 


Archivo: Battaglia Lepanto en Vaticano.jpg
Mapa de la Batalla de Lepanto conservado en los Museos Vaticanos . Los otomanos tenían más naves y eran más ágiles y maniobrables que las cristianas , pero las galeras españolas contaban con más artillería , según Crowley llegaban , de media, a tener el doble de piezas de artillería que las galeras otomanas  Además Juan de Austria, por consejo de Juan Andrea Doria, había introducido  algunas innovaciones, recortando la punta de los espolones que las galeras llevaban en la proa. Con ello pretendían que los cañones pudieran apuntar más bajo  y disparar desde una distancia más corta. Hay que tener en cuenta que cuando las naves estaban separadas por no más de cien metros de distancia los remeros podían recorrerlos antes de que diera tiempo a cargar los cañones por lo que sólo había una oportunidad de disparar , de ahí el consejo que García de Toledo había dado a Juan de Austria  de no abrir fuego hasta el último momento , cuando las naves otomanas estuvieran muy cerca . Aunque sin duda la gran  baza de la flota cristiana eran las seis grandes galeazas  que los venecianos habían armado con artillería pesada y que a diferencia de las galeras , podían disparar por sus costados, tanto a babor como a estribor .. Serían claves en la victoria de la flota cristiana  (Imagen procedente de   http://commons.wikimedia.org )

Vemos a don Juan de Austria con su armadura brillando bajo el sol y sosteniendo en su mano un crucifijo. A bordo de la "Real" recorre el frente de la armada cristiana  y se dirige a aquellos miles de hombres que se disponían a librar la mayor batalla naval de la historia "Hijos - exclama don Juan- a morir hemos venido, o a vencer si el cielo lo dispone. No deis ocasión para que el enemigo os pregunte con arrogancia impía ¿Dónde está vuestro Dios?Pelead en su Santo nombre, porque muertos o victoriosos, habréis de alcanzar la inmortalidad" A continuación don Juan de Austria se arrodilla para rezar y pedir que Dios les conceda la victoria, y todos los hombres de la flota cristiana le acompañan en este gesto, entre ellos uno muy ilustre, el escritor Miguel de Cervantes Saavedra (1547-1616) que andaba enfermo de fiebres pero que no dudó en abandonar el lecho y ocupar su posición para la batalla.  Los esclavos cristianos que estaban en los remos son liberados de sus grilletes y Juan de Austria les promete su libertad si obtienen la victoria, mientras que los remeros musulmanes son encadenados con más fuerza para evitar una rebelión. Su destino estaba unido a la galera , si esta se hundía ellos morirían. Rowley menciona entre los miles de hombres dispuestos a luchar a un arcabucero de la "Real" algo diferente al resto porque en realidad es una mujer que se ha disfrazado de hombre para acompañar al soldado al que ama y a la que llama María la Bailadora. Mientras, en la flota otomana " los hombres se postraron a rezar. Tensaron sus arcos y mojaron las puntas de sus flechas en veneno: regaron las cubiertas con aceite y mantequilla para hacerlas resbaladizas en caso de ser asaltados, ya que mientras los cristianos iban calzados y se resbalaban los musulmanes iban descalzos" Al contrario que don Juan de Austria, Alí Pachá libera a los esclavos cristianos "Amigos -les dice- espero que hoy cumpláis con vuestro deber conmigo, por todo lo que hecho por vosotros. Si gano la batalla, prometo daros la libertad. Si el día es vuestro, Dios os la concede"


ESTANDARTE E LA NAVE REAL DE DON JUAN DE AUSTRIA
El estandarte original que lucía la galera "Real" de Juan de Austria, con el crucifijo y los emblemas de las tres flotas de la Liga Santa, la española, la veneciana y la veneciana.  Escribe Crowley que en los momentos anteriores al inicio de la batalla "Un sobrio temor religioso se apoderó de la flota cristiana. Se dijo misa en todos los barcos y se recordó que las puertas del cielo estarían cerradas para los cobardes. Los hombres confesaron sus pecados . En cuanto los servicios hubieron terminado, se alzó un estruendo de tambores y trompetas acompañados de gritos de "Victoria y viva Jesucristo" La mayor batalla naval de la historia  iba a comenzar (Imagen procedente de http://www.grandesbatallas.es )   

Después de rezar  en ambas flotas todo estaba listo para el combate. El veneciano Girolamo Diedo (1535-1615) que combatiría en la batalla y luego escribiría un libro titulado "La Batalla de Lepanto"  recuerda como "Abalanzándose una contra la otra, las dos flotas presentaban un espectáculo aterrador; nuestros hombres en sus relucientes armaduras y cascos, con los escudos de metal  como si fueran espejos, sus otras armas destellando bajo los rayos del sol y las hojas pulidas de sus espadas desenvainadas deslumbraban a los enemigos  incluso a pesar de la distancia Y el enemigo no era menos aterrador e infundía el mismo miedo en los corazones de nuestros hombres , así como asombro y maravilla  ante sus dorados fanales y sus elegantes banderas , notable por su infinita variedad y sus miles de colores extraordinarios" Las seis galeazas venecianas aguardan por delante del resto de la flota cristiana a que se aproximen la flota otomana  y cuando sólo están a 140 metros "hubo una serie de relámpagos, un rugido atronador  y luego el humo lo cubrió todo - escribe Crowley - A esa distancia era imposible fallar. Las balas de hierro de las galeazas atravesaron los barcos otomanos. Estos chocaron unos contra otros . Un cañonazo arrancó uno de los fanales de popa de la "Sultana"" Las galeazas giran noventa grados y disparan de nuevo mientras los arcabuceros cristianos barren las cubiertas de las naves otomanas. Una tercera descarga de las galeazas. Alí Pachá, al ver el daño que están causando tan sólo seis galeazas exclama "¡Que Dios nos permita salir de aquí enteros"  Antes de que las dos flotas lleguen a chocar entre si "ya el mar estaba completamente cubierto de hombres, penoles, remos , toneles, barriles y diversos tipos de armas. Era asombroso que sólo seis galeazas hubieran causado tanta destrucción" Un tercio de la flota otomana había sido hundida o dañada por las galeazas venecianas. 

RESUMEN DE LA BATALLA DE LEPANTO  

Este es un breve resumen de cuatro minutos de duración  del desarrollo de la batalla de Lepanto. Un poco más adelante os incluyo otro documental más detallado del Canal Historia  






En el lado más cercano a la costa las galeras del gobernador de Alejandría Mehmet Suluq trataron de rebasar por el extremo a las galeras bajo el mando del veneciano Agostino Barbarigo , pero para evitarlo  el propio Barbarigo interpone su nave entre la costa y la última de las galeras venecianas impidiendo el paso a los otomanos  y allí mantiene su posición durante una hora hasta que Barbarigo es alcanzado por una flecha en el ojo y muere . Parecen que los venecianos van a ser rebasados  pero siguen combatiendo heroicamente a pesar de su inferioridad en número de naves. Alvaro de Bazán, que tenía bajo su mando las treinta galeras de retaguardia,  manda algunas galeras  para reforzar este flanco mientras el ataque otomano se desordena cuando una de las galeras otomanas los esclavos cristianos se rebelan y atacan con sus cadenas a los otomanos . Una de las galeazas venecianas se aproxima y comienza a escupir fuego por sus decenas de cañones . El barco donde se encuentra Mehmet Suluq  es embestido y comienza a hundirse, quedando varado en las aguas poco profundas próximas a la costa. Los venecianos recuperan el cuerpo de Suluq gravemente herido  y lo decapitan no por crueldad sino para evitarle más sufrimientos. Girolamo Diedo recuerda que en ese momento "Muchas de nuestras galeras , especialmente aquellas que estaban más cerca del centro de la flota , iniciaron un movimiento de giro muy ordenado y terminaron por rodear por completo a los barcos turcos  que seguían combatiendo a la desesperada a los nuestros. Con esta hábil maniobra los encerraron como si estuvieran en un puerto" El ala derecha de la flota turca acababa de ser neutralizada. Finalmente. los turcos , viéndose acorralados contra la costa, abandonaron las naves y saltaron al agua para ganar la orilla  Los venecianos los persiguen y dan muere a todos ellos al grito de "Famagusta", era la venganza por la ciudad masacrada por los otomanos. 


En este mapa podemos ver los movimientos de la batalla durante su desarrollo. Fijaros en la parte superior  en el movimiento del ala izquierda de Uluj Alí , que se fue alejando del centro con sus galeras. Juan Andrea Doria que estaba enfrente suyo respondió a su movimiento y le siguió en la misma dirección , pero lo que hizo  fue caer en la trampa de Uluj que introdujo sus galeras entre el hueco que había quedado entre el centro y  la escuadra de Juan Andrea Doria , una brecha que estaba intentando cerrar un grupo de galeras de la retaguardia dirigidas por Juan de Cardona . Mientras, el ala derecha otomana trataba de rebasar al ala izquierda cristiana bajo el mando de  Barbarigo pero su intento fracasará y serán finalmente los otomanos los que se vean cercados por la flota cristiana contra la costa. El centro otomano se hunde y son rodeados por las galeras de Juan de Austria que luego acude en ayuda de Cardona para rechazar el ataque de Uluj Alí que finalmente viéndolo todo perdido, decide retirarse . La batalla terminaba con la victoria cristiana (Imagen procedente de http://historia-maritima.blogspot.com.es )

Entre tanto, en el centro ciento cincuenta galeras se hallaban  inmersas en una lucha sin cuartel. Las galeazas habían desorganizado el frente otomano . La "Real" de Juan de Austria avanzaba flanqueada a un lado por las naves de Marco Antonio Colonna, el capitán general de los Estados Pontificios , y la galera del caballero de la orden de San Juan , Mathurin Romegas, y al otro lado se encontraba el veterano Sebastiano Vernier, capitán general de los venecianos. Iban en busca del buque insignia de los otomanos , la "Sultana" de Alí Pacha, que a su vez iba escoltado por las galeras de Perteu Pachá, comandante del ejército otomano y de Hasan Pachá, hijo de Jereiddín Barbarroja. La "Sultana" embiste a la "Real" proa contra proa y ambas naves quedan unidos, lo mismo que estaba pasando a lo largo de toda la línea de ataque de ambas flotas. El ruido es ensordecedor "disparos de pistola, de arcabuz, gritos de dolor, de miedo, de ira, de ánimo, el impacto de los cuerpos que caen al mar. El humo lo oscurece todo" escribe Rowley. En la "Real" viajan cuatrocientos arcabuceros y ochocientos soldados mientras que Alí disponía de doscientos arcabuceros y  cien arqueros. Cuando las dos naves  colisionan  los hombres saltan a uno y otro barco al abordaje . Las cubiertas se llenan de sangre. Los otomanos son expulsados de la "Real"  y también los cristianos son rechazados en la "Sultana". Nubes de flechas caen sobre los barcos cristianos mientras una lluvia de fuego barre la cubierta  de los barcos otomanos procedente de los arcabuceros cristianos. . El combate es feroz en todos los sitios. La galera de Sebastiano Vernier está a  punto de ser hundida por los otomanos y sólo la ayuda de dos galeras venecianas que acuden como refuerzo le salva de ser hundido. El músico y poeta florentino Aurelio Scetti, que se encontraba condenado a remar en las galeras venecianas y que participó en el asalto a una galera otomana recuerda en su obra "El diario de Aurelio Scetti" que " Hubo una gran mortandad entre los turcos cuando los prisioneros cristianos saltaron a bordo  de los barcos enemigos , dando gritos de "Hoy o morimos o ganamos la libertad" Estaban luchando por sus vidas y por recuperar la libertad 


"Combate Naval de Lepanto" de Juan Luna Novicio (1857-1900) que recoge uno de los momento s importantes de la batalla cuando las dos galeras insignias, la Real  de Juan de Austria, que podéis ver a la izquierda en la parte superior con su armadura  observando la maniobra, y la Sultana de Alí Pachá. El combate entre ambas se prolongaría durante más de una hora y concluiría con la muerte de todos los otomanos de la galera incluido el propio Alí Pacha  que sería decapitado tras ser alcanzado por un arcabucero y su cabeza puesta en una pica  . La flota otomana tenía menos artillería que  la cristiana, como ya sabemos, pero a cambio tenía una gran cantidad de arqueros  cuyos disparos eran mucho más rápidos que los de los arcabuceros  (Imagen procedente de http://www.militar.org.ua )

Seguía el combate entre la "Sultana" y la "Real" "el propio don  Juan de Austria- escribe Crowley - lucha en la proa  con gran espada repartiendo mandobles y recibe una puñalada en una pierna" y mientras,Sebastiano Vernier ,  a sus setenta y cinco años, se encuentra en la cubierta de su nave disparando con una ballesta a los otomanos. Por fin , la resistencia de la "Sultana" comienza a ceder  y retroceden ante una nueva oleada de cristianos que invaden la  cubierta. Una última línea de resistencia  se organiza a popa "Alí Pachá sigue disparando furiosamente su arco  mientras los últimos defensores caían a su alrededor o se arrojaban al mar para evitar la tormenta de balas y fuego que se cernía sobre ellos" Finalmente , rodeado, Alí Pachá es alcanzado por un tiro de arcabuz y un soldado español le corta la cabeza y la clava en una pica. Tras feroz combate había caído el almirante de la flota otomana. Pero la batalla todavía no había terminado. Sobre la cubierta de la "Sultana" no queda un sólo hombre vivo y también la "Real" esta llena de cadáveres y convertida en una ruina. Don Juan de Austria, al ver el cuerpo ultrajado de su rival, se indigna por un comportamiento tan poco noble  con un valiente rival  y ordena que la cabeza sea lanzada al mar.  Más alejados del centro se encuentra el flanco que estaba más en alta mar , donde combaten Juan Andrea Doria y el mejor de los otomanos, Uluj Alí que acomete contra las naves de Doria dividiéndolas y separándolas logrando ponerse en superioridad numérica.  Fue atacando una a una a un grupo de naves que se hallaban dispersas , entre ellas las galeras de los Caballeros de San Juan. Escribe Crowley que "los caballeros , superados irremediablemene en número , cayeron luchando a ultranza" Se suceden los actos de heroísmo y las masacres. "El comandante de la flotilla , Pietro Giustiniani, resistió hasta ser el ultimo cristiano vivo de s barco. En la "San Giovanni" sólo quedaron filas de cadáveres encadenadas a los remos y todos los soldados murieron. En el buque insignia genovés  ni en cinco galeras venecianas quedan supervivientes. El buque insignia del ducado de Saboya  se encontraría más adelante flotando a la deriva , totalmente en silencio, sin un solo hombre vivo que pudiera contar lo sucedido en él"


Detalle de la obra "Batalla de Lepanto" del pintor veneciano  Andrea Vicentino(1543-1617) que refleja la confusión, el caos y la violencia de los combates que también nos transmite esta descripción del combate  que recoge Crowley en su libro "Imperios del Mar" "Una tormenta letal  de arcabucería y flechas que parecía que el mar estuviera  en llamas por los resplandores y continuos incendios que creaban las trompetas y los pucheros de fuego y otras armas. Tres galeras enfrentadas a cuatro, cuatro contra seis y seis contra una, tanto cristianas como enemigas, y todo el mundo luchaba  de la forma más cruel para arrebatarle la vida al otro. Y ya muchos turcos y cristianos habían abordado las galeras  del enemigo y luchaban cuerpo a cuerpo con armas cortas quedando pocos vivos. Y la muerte llegaba  sin fin desde espadones, cimitarras, mazas de hierro, dagas, hachas, espadas, flechas , arcabuces y armas incendiarias. Y además de los muertos de diversa forma, otros que escapaban de las armas se ahogaban lanzándose al mar , que estaba espeso y rojo por la sangre"  Cuando la batalla terminó, los supervivientes estaban conmocionados porque no se había conocido una batalla tan cruenta como Lepanto en un plazo de tiempo tan breve (Imagen procedente de http://www.elgrancapitan.org )

Crowley cuenta una sucesión de escenas que causan al mismo tiempo horror y fascinación como la del italiano Federico Venusta a bordo de la galera "Doncella" que había perdido la mano derecha al explotarle una granada  "fue a la cocina , ordenó que le ataran un pollo muerto  sobre el muñón sangrante y regresó  a la batalla gritando a su mano derecha que vengase a su  mano izquierda" o el sacrificio de los hombres que se encontraban en la galera "Cristo Resucitado" que viéndose rodeados y sin esperanzas de resistir  la volaron por los aires  hundiendo todas las galeras otomanas que la rodeaban o  un soldado que después de ser  herido por una flecha en el ojo se arrancó la flecha con el ojo en ella y siguió luchando. Uluj Alí había logrado causar un gran daño a las naves cristianas , pero el centro otomano cedía  y también su flanco derecho, donde habían muerto sus comandantes , y ahora las naves cristianas se dirigían hacia Uluj Alí para rodearle. Uluj , acompañado por catorce galeras, decidió alejarse y abandonar la batalla. El historiador británico Hugh Bichono recoge este relato de un participante en la batalla al que le faltan palabras para describir aquel horror "La batalla fue feroz durante cuatro horas y tan sangrienta y horrible que el mar y el fuego parecían todo uno, muchas galeras turcas ardieron hasta la obra viva y la superficie del mar , roja por la sangre , quedó cubierta de jubones, turbantes , aljabas , flechas, arcos, escudos, remos, cajas , paquetes y otros restos de la guerra, y por encima de cualquier otra cosa cuerpos de hombres, cristianos y turcos, algunos muertos, otros heridos, otros destrozados  y otros que todavía no se habían resignado a su destino y luchaban agónicamente  contra la muerte mientras sus fuerzas les abandonaban  al desangrarse por sus heridas" y concluye con una imagen apocalíptica  "El mar tomó entero el color de la sangre  pero a pesar de toda su miseria, no suscitaron ni un poco de compasión en los corazones de nuestros soldados, aunque suplicaban misericordia  lo que recibieron fueron disparos de arcabuz y el hierro de las picas"

DOCUMENTAL CANAL HISTORIA "LA BATALLA DE LEPANTO"

Este es el mejor documental que he encontrado en castellano sobre la Batalla de Lepanto del Canal Historia ,pues sorprendentemente tampoco hay demasiados. Alterna el relato de la batalla con una expedición para buscar los restos de la batalla y hallar el lugar exacto donde tuvo lugar 





La batalla llegaba a su final después de cuatro horas de lucha sin cuartel  en las que habían muerto cuarenta mil hombres y más de cien barcos yacían en el fondo del mar. Ciento treinta y siete naves otomanas capturadas  y doce mil esclavos cristianos liberados de sus cadenas . Un cronista  otomano llamado Peçevi , escribiría "Nunca ha habido una guerra tan desastrosa en tierra islámica ni en todos los mares del mundo desde que Noé creó los barcos. Ciento ochenta navíos cayeron en manos enemigas, junto con cañones, escopetas y otros suministros y materiales de guerra, forzados y guerreros islámicos . Todas las demás pérdidas estuvieron en proporción. El barco más pequeño había llevado ciento veinte hombres." Girolamo Diedo reflejaría en sus palabras la conmoción que causó la batalla a todos los que participaron en ella, nadie había visto nada igual  "Lo que sucedió fue tan extraño y tuvo tantos aspectos distintos que fue como si los hombres hubieran sido extraídos de sus propios cuerpos y transportados a otro mundo" Cuando la noticia de la victoria se extendió por Europa las campanas repicaron de uno al otro extremo  de la cristiandad desde Inglaterra hasta Suecia. . El anciano papa Pio V rompió a llorar y murmuró "Ahora , Señor, ya puedes llevarte a tu siervo , pues mis ojos han visto Tu gloria" mientras que Felipe II, siempre tan flemático,  no mostró su alegría , como cuenta un testigo "Su Majestad no se alteró , ni demudó, ni hizo sentimiento alguno" ,aunque en realidad él no había querido que tuviera lugar aquel enfrentamiento.  Los que participaron en la batalla se convirtieron en héroes  mientras que en Constantinopla se echaba toda la culpa al fallecido Alí Pachá. Es verdad que la victoria en Lepanto no significó ni mucho menos el final del poder otomano que en el siglo XVII volvería a amenazar las murallas de Viena, pero no volvería a surcar el Mediterráneo ninguna flota otomana como la de Lepanto. Roma ya no estaba amenazada y la cristiandad podía  respirar aliviada. ¿Qué habría sucedido si la victoria hubiera sido otomana? Tal vez  hoy Europa sería completamente diferente, pero eso es ya historia ficción. Es hora ya de terminar aquí estar larga historia de la que no tengo mérito alguno , ya que su contenido  es un resumen del magnífico libro "Imperios  del Mar" de Roger Crowley que nos ha hecho vivir aquella batalla decisiva en el que chocaron dos civilizaciones. Y dejaré que sea don Miguel de Cervantes Saavedra, el hombre que fue alcanzado en el pecho y que perdió el uso de una de sus manos  en el combate , quién escriba las últimas palabras de este relato cuando describió la gran Batalla de Lepanto como "la más memorable y alta ocasión que vieron los pasados siglos ni esperan ver los venideros " Y ahora sabemos que no exageraba.  

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martes, 25 de febrero de 2014

GRANDES BATALLAS DE LA HISTORIA: LA BATALLA DE LEPANTO, LA MÁS ALTA OCASIÓN QUE VIERON LOS SIGLOS (SEGUNDA PARTE)

En la primera parte de este relato nos remontamos en el tiempo hasta el siglo XIII para asistir a los primeros pasos en la historia del Imperio Otomano. Le vimos crecer a lo largo del siglo XIV y convertirse en una gran potencia en el siglo XV, en particular a raíz de la conquista de Constantinopla en 1453 por Mehmet II el Conquistador (1432-1481), pero cuando el Imperio Otomano  se dibuja a los ojos de  Europa como una sombría amenaza que se cierne sobre el continente es cuando  ocupa el trono el sultán Solimán I el Magnífico(1494-1566) en 1520. Ya al año siguiente conquistaba Belgado y un año después expulsaba a los Caballeros de la Orden de San Juan de su sede en Rodas. En 1526 derrotaba a los húngaros en la Batalla de Mohacs donde moría el rey Luis II de Hungría(1506-1526) y dejaba abierto el camino hacia el corazón de Europa. En 1529 y 1532 Solimán fracasará en dos ocasiones al tratar de conquistar Viena, pero su poder en tierra y en el mar es cada vez mayor. En 1538  una flota española y veneciana bajo el mando del almirante genovés  Andrea Doria (1466-1560) y compuesta por 139 galeras y 70 veleros, según siempre  la obra "Imperios del mar"  del historiador británico Roger Crowley(1951) en el que estoy basando este relato, se enfrentó a una flota otomana inferior formada por 90 galeras y 50 galeotas ligeras bajo el mando del temido corsario Jeireddin Barbarroja (1475-1546). La batalla tuvo lugar en la Bahía de Preveza , muy cerca del lugar donde años después se libraría la Batalla de Lepanto,  que daría su nombre a la batalla que tuvo lugar el 28 de septiembre de 1538 y donde los cristianos fueron derrotados. No fue una derrota aplastante,  los cristianos perdieron tan solo doce o trece galeras, pero psicológicamente fue decisiva porque para los cristianos los otomanos parecían invencibles tanto en tierra como ahora en en el mar. 


Marco Antonio Colonna (1535-1584) era miembro de una de las  más importantes familias de la nobleza romana, los Colonna y tenía una amplia hoja de servicios para la Corona española. En 1553 había sido nombrado capitán general del ejército español que combatía entonces en una guerra con Siena  . En 1570 sería el elegido por el papa Pio V para comandar la flota formada por la coalición entre España, los Estados Pontificios y la República de Venecia con el objetivo  de auxiliar a Chipre pero durante todo el viaje  hubo problemas entre  los jefes de las tres flotas, el propio Colonna , el genovés Juan Andrea Doria(1539-1606) al frente de la flota española y  Girolamo Zane(fecha desconocida-1572) capitán general de la flota veneciana. Juan Andrea Doria, siguiendo las instrucciones de Felipe II de no arriesgar en ningún momento sus galeras, no hizo más que retrasar a la flota  y cuando llegó el 21 de  septiembre y recibieron la noticia de que Nicosia había caído, en lugar de seguir adelante para ayudar a la otra plaza, Famagusta,  Doria y Colonna concluyeron que ya era demasiado tarde   para seguir navegando y para evitar riesgos decidieron regresar a sus bases sin ni siquiera haber entrado en ningún momento en combate. Además, en el  viaje de regreso la flota fue alcanzada por una tempestad que provocó el hundimiento de trece galeras. El primer ensayo de una alianza entre las potencias cristianas fue un estrepitoso fracaso (Imagen procedente de http://nobility.org ) 

En 1565 Malta , la nueva sede de los Caballeros de la Orden de San Juan después de ser expulsados de Rodas, resistió heroicamente a un ejército al menos tres veces superior en número, pero cada vez era más evidente que si los reinos cristianos no se unían no podrían detener el expansionismo otomano. Solimán fallecía en 1566 durante una campaña en Hungría y le sucedía su hijo Selim II(1524-1574) que confía el gobierno del Imperio en manos de su Gran Visir Sokollu Mehmet Pachá(1506-1579),un hombre inteligente, hábil  y que tenía bastantes enemigos entre los hombres cercanos al sultán y que querían ocupar el puesto de Sokollu, como el almirante de la flota otomana Pialí Pachá(1515-1578), o Lala Mustafa Pachá(hacia 1500-1580), que había sido tutor de Selim. Como hacía todo sultán al llegar al poder tenía que iniciar campañas militares para conquistar nuevos territorios y lograr  el botín suficiente para que pudiera ser repartido entre el ejército , evitando así su descontento y posibles revueltas militares. Vimos como fijó su atención en una gran isla rodeada de territorio musulmán y que se hallaba controlada por Venecia, Chipre. En marzo de 1570 un mensajero llegaba a Venecia con una carta del sultán donde les anunciaba  que los venecianos debían de entregar Chipre o tendrían que hacer frente a la cólera del sultán. Los venecianos tenían allí dos centros comerciales, Nicosia y Famagusta. En julio de 1570 una flota otomana formada por unas 150 galeras desembarcaban en Chipre  dejando en la isla entre 60.000 y 80.000 hombres que el 9 de septiembre conquistaban Nicosia y se dirigían a poner sitio al otro centro veneciano en la isla, Famagusta. Mientras, una flota combinada de naves españolas, venecianas y de los Estados Pontificios bajo el mando de Marco Antonio Colonna(1535-1584) se había formado para acudir al auxilio de Chipre, pero los continuos retrasos y las disensiones internas hicieron que la flota se separara el 21 de septiembre  sin haber intentado nada. 


Grabado veneciano de la ciudad de Nicosia y de su recinto amurallado  que como podéis ver en esta imagen era una muralla circular  con forma de  estrella  y con una circunferencia de cuatro kilómetros y medio. Disponía en su interior de provisiones suficientes para resistir asedios de hasta dos años y como señala Crowley en su libro "Imperios del mar" era "la mejor y más científica construcción" El problema de Nicosia es que necesitaba de unos veinte mil  hombres para defender sus murallas y cuando comenzó el asedio apenas había doce mil hombres capaces de luchar y además mucho de ellos carecían de formación militar, Y lo peor de todo es que el capitán general  de Nicosia, el veneciano Nicoló Dandolo(1512-1570) demostraría ser un incompetente. Escribe Crowley que era un hombre que  "carecía de carisma, despreciaba las opiniones de los demás y su inteligencia era asombrosamente escasa" Los otomanos desembarcaron en Chipre el 20 de julio y menos de dos meses después, el 9 de septiembre, entraban en Nicosia gracias a toda una sucesión de decisiones erróneas de Dandolo que terminó haciéndose acompañar por una guarida personal para protegerse de sus propios hombres. El sacerdote Angelo Calepio, que dejaría testimonio escrito de lo que sucedió en el sitio de Nicosia,  narra escenas dramáticas después de la toma de la ciudad "Los vencedores siguieron  decapitando a las ancianas , abrían la cabeza  a ancianas que ya se habían rendido. Entre los asesinados estaba Lucretia Calepia, mi madre, cuya cabeza cortaron sobre el regazo de su doncella" Sus habitantes fueron vendidos como esclavos y sus propiedades convertidas en  botín del que se dijo que era el más importante desde la conquista de Constantinopla.  El siguiente objetivo  de los otomanos  sería la ciudad de Famagusta  (Imagen procedente de http://www.lepanto1571.gr )

Y así entrábamos en el año 1571, cuando después del fracaso de esta flota , el papa Pío V (1504-1572) había seguido insistiendo en la necesidad de establecer una alianza entre las potencias cristianas. Por fin, vimos como el 25 de mayo, tras diez meses de negociaciones,  se llegaba a un  acuerdo . Un proceso que, como escribe Crowley, "fue un reflejo muy claro de las fuerzas que habían destruido la expedición naval conjunta de 1570: mala fe, intereses ocultos, mutua desconfianza y objetivos contradictorios" En efecto, cada uno tenía sus propios intereses. El rey de España, Felipe II(1527-1598) quería en primer lugar la dirección de la expedición  y sus intereses se centraban no en Chipre, sino en el Norte de África, particularmente Túnez, Argelia y Libia  que eran las bases de los corsarios musulmanes que acosaban constantemente a la Península , más que acudir en auxilio de Chipre, que no dejaba de ser una posesión veneciana que al rey español le importaba más bien poco. Por su parte los venecianos  sólo estaban inquietos por proteger Chipre y otras posesiones venecianas en el Mediterráneo Oriental y desde luego no tenía el menor interés en ocupar Túnez como quería Felipe II. El único que no tenía ningún interés económico sino espiritual era el papa Pío V , que consideraba la formación de una Liga Santa con el comienzo de una nueva cruzada . De esta forma, mientras Famagusta seguía resistiendo el asedio al que era sometida por los otomanos se constituía el 25 de mayo de 1571 la Liga Santa en la que participarán España, los Estados Pontificios, la República de Venecia a los que luego se sumarían  la República de Génova, los Caballeros de la Orden de San Juan, el Gran Ducado de Toscana y el Ducado de Saboya. Pío V tratara de que se unan también otras potencias cristianas como Portugal, Austria o Francia pero no lo consigue, y en el caso de los franceses incluso tenían todavía en vigor acuerdos de alianza con los otomanos.


Este es el diseño de la tradicional galera de guerra  que tenían tanto los otomanos como los cristianos.de cuyas características ya os mencioné en el artículo de ayer.  Una de sus limitaciones es que sólo podía disponer sus cañones en la proa, , donde se disponían  seis cañones ligeros y uno pesado en la proa, y dos cañones ligeros en la popa. Por lo tanto, sólo podía disparar por delante o por detrás y no podía defenderse si los ataques procedían de los laterales de la embarcación. Pero los venecianos habían construido un nuevo tipo de embarcación , las galeazas, que serían claves en la Batalla de Lepanto (Imagen procedente de http://adecd.mforos.com )

En el tratado se establecía que la duración de la Liga Santa era indefinida, que sus objetivos serían auxiliar a Chipre y atacar las plazas otomanas  en la costa de África del Norte, contentando así a españoles y venecianos. En lo que se refiere a los gastos España correría con tres sextas partes del presupuesto, Venecia con dos sextas partes y la parte restante correría a cargo de los Estados Pontificios. Se establece también que cada uno de los participantes en la Liga , España, Venecia  y los Estados Pontificios , aportarían un capitán general para cada una de las tres flotas  y serán estos capitanes generales los que se reúnan en consejo para decidir como actuar en cada momento y se prohibía que ninguno de ellos pactara la paz con los otomanos sin el acuerdo de las otras dos partes  y se establecía que  debían prepararse de forma inmediata doscientas galeras  para dirigirse a Chipre.. A pesar de todo ello la desconfianza entre los miembros de la Liga Santa era mucha, en particular con respecto a Venecia, de la que un cardenal escribe que "si el sultán ofreciese a estos señores algún tipo de acuerdo y la liga no se concretara rápidamente, lo aceptarían, incluso si comporta rendirle Chipre" Y no se equivocaba mucho el cardenal pues al mismo tiempo que Venecia estampaba su firma en la Liga Santa seguía negociando con el gran visir Sokollu Mehmet Pachá  para tratar de conservar Famagusta . Pocos creían en el éxito de esta Liga Santa y pensaban que al igual que sucedió en 1570, la alianza terminaría desintegrándose por sus disensiones internas, como así lo manifestaba el cardenal francés  de Rambouillet "Será una cosa muy hermosa  para ponerla  por escrito y que podrá estamparse en los papeles , pero jamás veremos sus resultados prácticos"


Imagen de una galeaza. Los venecianos construyeron seis de ellas a partir de 1570  . Su borda era más alta que las galeras de guerra normales por lo que quedaban protegidas de los disparos procedente de estas pero lo más importante es que disponían de artillería en los laterales. Cada una de las galeazas que intervinieron en Lepanto irían armadas con entre treinta y cuarenta cañones tanto a babor como a estribor por lo que su capacidad destructiva con respecto a las galeras tradicionales era demoledora. El artífice de estas galeazas  fue  el almirante veneciano Francesco Duodo (1518-1592) y como veremos en el desenlace de esta historia su papel será crucial en Lepanto (Imagen procedente de http://www.grandesbatallas.es ) 

Dejemos ahora a los aliados de la Liga Santa haciendo los preparativos de la expedición para irnos al otro extremo del Mediterráneo, donde se estaba decidiendo el destino de Chipre. Después de la caída de Nicosia en el verano de 1570, sólo quedaba Famagusta , la plaza más oriental del imperio marítimo de Venecia. Era una ciudad  bien fortificada  rodeada por una muralla de tres kilómetros con una altura de quince metros y cuatro y medio de anchura ,  con cinco puertas, quinte torres, un foso  muy profundo y  además rodeado por un terreno  infestado de malaria. A todo ello había que añadir  que al frente de la ciudad se encontraba un hombre competente y decidido como era  su capitán general Marco Antonio Bragadin (1523-1571). Disponía para la defensa de la ciudad de unos ocho mil hombres que debían hacer frente  a unos ochenta mil turcos. Con la llegada del invierno las operaciones militares  se detuvieron  y mientras Lala Mustafá Pachá se quedaba con la infantería en suelo chipriota, la flota otomana regresaba a buscar puertos seguros para pasar el invierno.. En otra de las islas en poder de Venecia, Creta, se preparó en enero un ataque sorpresa, pues nadie esperaba que en ese mes alguien se atreviera a realizar una expedición militar. El comandante de las galeras de Creta, el veneciano Marco Quirini , zarpó  con doce de ellas y mil setecientos soldados  y puso rumbo a Chipre  donde atacaron por sorpresa a los otomanos. Quirini desembarcó a los mil setecientos hombres  para que reforzaran la guarnición de Famagusta y se dio el gusto de hundir al menos  tres barcos turcos . Este ataque por sorpresa enfureció al gran visir Sokollu que aprovechó para  relevar a su enemigo , el almirante de la flota otomana,  Pialí Pachá, y poner al frente de la misma al visir Alí Pachá , un hombre mucho menos experimentado que Pialí Pachá . Este nombramiento sería clave meses después en Lepanto  



Mapa con las principales posesiones de Venecia en el Mediterráneo , destacando en esta segunda mitad del siglo XVI las islas de Chipre y Creta que el sultán Selim II convirtió en sus dos primeros objetivos  y sería el desencadenante para la formación de la Liga Santa que finalmente llevaría al enfrentamiento crucial en la Batalla de Lepanto (Imagen procedente de http://www.mediterraneosur.es )

El 21 de marzo de 1571 la flota otomana zarpaba de Constantinopla y entre las órdenes que tenía Alí Pachá sobresalía esta en la que le instaban a "Encontrar y atacar inmediatamente a la flota del infiel para así salvar el honor de nuestra religión y nuestro estado" En abril se reanudan las operaciones  del sitio de Famagusta y aunque la resistencia dirigida por Marco Antonio Bragadin es heroica la superioridad numérica de los otomanos es demasiado grande. Para el 21 de junio la situación ya es desesperada . Crowley recoge las palabras del ingeniero veneciano  Nestor Martinengo que se hallaba en la ciudad sitiada "Se ha acabado el vino  y no se encuentra ni carne ni fresca ni salada ni tampoco queso, excepto a precios más allá de todo límite. Comimos caballos, asnos y gatos, pues no había nada más que comer que pan y judías y nada que beber sino vinagre con agua y aun esta se acabó" El 23 de julio Lala Mustafá Pachá envía un mensaje a Bragadin  para que rinda la plaza "Yo, Mustafá Pachá, quiero que vos, señor general, entendáis que debéis rendiros  a mí por vuestro propio bien, porque yo sé que no tenéis medios para sobrevivir ni pólvora , ni siquiera hombres suficientes  para continuar la defensa. Si rendís la ciudad graciosamente , se os permitirá  partir con vuestras posesiones  y os enviaremos a tierras cristianas.¡De otro modo tomaremos la ciudad con nuestra gran espada  y no dejaremos a nadie con vida.!¡Oíd bien lo que os digo!"  Mientras, otro ejército otomano avanza por tierra hacia el oeste dirigido por el visir Ahmet Pachá con el objetivo de atacar las plazas venecianas en la costa del Mar Adriático, otra flota abandona Constantinopla dirigida por el visir Perteu Pachá y  desde Trípoli, en la actual Libia, una tercera flota zarpa dirigida por el más hábil de los marinos otomanos, el corsario Uluj Ali(1519-1587). Las intenciones del gran visir no se centraban sólo en la conquista de Chipre sino en algo mucho más importante y que el propio Sokollu se encarga de advertir a los venecianos "El dominio del turco debe extenderse hasta Roma"


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Retrato realizado por el pintor italiano Tintoretto(1518-1594) del  elegido para ser capitán general de la flota veneciana de la Liga Santa , el  veterano  Sebastiano Venier (1496-1578) que tenía ya setenta y cinco años en el momento de ponerse al frente de la flota de Venecia. Hombre enérgico, indomable  y decidido  llegaría a ser Dogo de Venecia, el cargo más importante de la República de Venecia en 1577 a los 81 años de edad. Durante la travesía que concluiría en Lepanto, Venier tendría enfrentamientos con Juan Andrea Doria y con Juan de Austria , como veremos en la tercera parte (Imagen procedente de http://en.wikipedia.org )

Los preparativos de la flota se siguen desarrollando con extraordinaria lentitud para desesperación de los venecianos, que eran los más amenazados por los ataques otomanos. Vamos a conocer a los tres capitanes generales que iban a dirigir las tres flotas de la Liga Santa, las de España, la República de Venecia y los Estados Pontificios. El capitán general de la flota veneciana es un  anciano de setenta y cinco años llamado Sebastiano Venier (1496-1578), pero que no os confunda su edad, porque como escribe Crowley "era un hombre formidable, parecía un león furioso arrancado de algún pedestal de Venecia, era  un auténtico patriota. Aunque no era marinero , era un hombre de acción, impetuoso, decidido y temperamental". Impaciente por acudir al rescate de Chipre trató de adelantarse al resto de la flota pero se lo impidieron y le ordenaron esperar al resto de la flota que tenía orden de reunirse en Mesina. El papa Pío V , mientras tanto, nombró como capitán general de la flota de los Estados Pontificios a Marco Antonio Colonna(1535-1584), el mismo que había estado al frente de la flota aliada en 1570 que fracasó estrepitosamente al no llegar a entrar ni siquiera en combate por las disensiones internas entre sus jefes, principalmente entre Colonna y el que en aquella expedición dirigía la flota española, el genovés Juan Andrea Doria (1535-1606). En el mes de junio la flota de Colonna ya estaba en Nápoles esperando por los españoles que, una vez más, iban con retraso en los preparativos. Precisamente era al rey Felipe II a quién correspondía elegir al líder no sólo de la flota española sino del conjunto de la flota aliada . En primer lugar propone a Juan Andrea Doria, pero el papa Pío V lo rechaza porque le considera el culpable del fracaso del año anterior y entonces la elección recae sobre un joven de veinticuatro años, o veintiséis según la fecha que se le atribuya de nacimiento. Se llama don Juan de Austria (hacia 1547-1578), hijo del emperador Carlos V(1500-1558) y de una dama alemana llamada Bárbara Blomber(1527-1597)


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Retrato de don Juan de Austria  , hermanastro del rey Felipe II que cuando le nombre no solo capitán general de la flota española sino líder de toda la flota cristiana , también colocó a su lado a tres consejeros, Luis de Recasens, Alvaro de Bazán y  Juan Andrea Doria a los que  ordenó que no dejaran  tomar a Juan de Austria ninguna decisión sin contar con la aprobación de ellos tres. Cuando Juan se enteró escribió al rey  ,su hermano , mostrando su enojo "Con la debida humildad  y respeto , me aventuraría a rogar que su Majestad  me haría infinito favor  y gracia  si le complaciese comunicarse directamente  conmigo de su propia letra en lugar de reducirme a una igualdad con muchos otros de vuestros sirvientes, cosa que en conciencia no merezco" Si Felipe II pensaba que podrían manejar a Juan de Austria para evitar un ataque contra los otomanos  estaba equivocado. ¿Por qué el monarca español rehuía ese combate con los otomanos?  Los riesgos eran muy altos y si salía mal y la flota cristiana era derrotada y destrozada el Mediterráneo quedaría en manos de los otomanos y nadie podría hacerles frente porque en la flota de la Liga Santa estaban la mayor parte de las galeras de guerra cristianas en el Mediterráneo (Imagen procedente de http://commons.wikimedia.org/ )       

Juan de Austria era por tanto hijo ilegítimo del emperador y hermanastro de Felipe II. Crowley lo describe como  un joven "bien parecido, galante, inteligente , caballeroso y valiente, animado por un insaciable apetito de gloria" El joven Juan ya había tenido tiempo de demostrar sus dotes militares en la represión de la revuelta de los moriscos que ya os comentaba ayer que tuvo lugar en el sur de España entre 1567 y 1570. Una de sus características era su valor y cierta temeridad  que le hacía ponerse en primera fila en los combates y durante la campaña para sofocar la rebelión de los moriscos llegó    recibir el impacto de una bala de arcabuz  en al cabeza  que no fue fatal gracias a que la detuvo su casco. Al conocer este hecho Felipe II le había amonestado diciéndole "Debéis guardaros , y debo yo guardaros , para cosas mayores" Parece que su momento había llegado ahora y para ayudar al valiente pero todavía inexperto en asuntos de la mar Juan de Austria, el monarca español le rodea de algunos de los más valiosos marineros y militares españoles, entre ellos el propio Juan Andrea Doria, el Capitán General de la Mar, Luis de Requesens (1528-1576), a quién Felipe II le encarga que sea el consejero persona de Juan de Austria,  y el marques de Santa Cruz, Álvaro de Bazán(1526-1588) , probablemente el mejor marino que tenía España y que desde 1569 era el Capitán General de las galeras de Nápoles. Crowley aventura que la verdadera intención  de Felipe II al rodear a su hermano de todos estos consejeros era contener el espíritu fogoso del joven y evitar que la flota entrase en combate. Una vez más Felipe II  pretendía conservar su flota  y no arriesgarla, un rasgo muy característico del llamado con acierto "Rey Prudente".  Pero como observaba con satisfacción el legado papal  en Madrid poco antes de que Juan de Austria abandonara la corte para dirigirse a Barcelona desde donde zarparía la flota española "Es un príncipe que desea  tanto la gloria que si la oportunidad se presenta, el conselo que lo asesora no podrá contenerlo y no se preocupará  tanto de salvar galeras como de ganar honor y fama"


Reproducción de la galera Real  de don Juan de Austria , la nave insignia de la flota cristiana, que en la actualidad se encuentra en el Museo Marítimo de Barcelona.. Era la más grande  de la flota con sus 42 metros de eslora (largo del barco) y 6,2 metros de manga (ancho del barco) Sus remos eran impulsados por 290 remeros y entre soldados y marineros llevaba otras cuatrocientas personas, en total casi setecientos seres humanos viajaban en esta galera lujosamente decorada y pintada en colores rojo y oro . La que veis en la imagen fue construida en 1971 para celebrar el cuarto centenario de la Batalla de Lepanto (Imagen procedente de http://rojoamanecerenlepanto.blogspot.com.es )

Mientras Famagusta agonizaba ante la presión otomana , y las flotas Venecia y los Estados Pontificios ya estaban listas en el punto de reunión, el seis de junio Juan de Austria abandonaba Madrid y no sería hasta el 20 de julio cuando pudo embarcar  en su galera, la "Real". El mismo Luis de Requesens se desesperaba ante tantas demoras y en una carta a su hermano  escribe "El  pecado original de nuestra corte  de no acabar  o de no hacer nunca nada a tiempo  y en el momento debido  ha empeorado mucho  desde que no la habéis visto  y va empeorando de día en día"   La galera "Real" sería el buque insignia de la flota ya que a bordo viajaba el almirante de la marina de guerra, el propio don Juan de Austria, que abandona al frente de la flota española el puerto de Barcelona aquel 20 de julio de 1571. justo dos días antes de que en Chipre Lala Mustafá Pachá mandara aquella carta con un ultimátum a los defensores de Famagusta. Pero no creáis que la flota española iría sin detenerse hasta el punto de reunión en el Estrecho de Mesina  que separa la península italiana de la isla de Sicilia. Muy al contrario la flota fue costeando deteniéndose en cada puerto importante, Niza, Génova, Civitavecchia, Nápoles y en cada uno de ellos se preparaba una suntuosa recepción  a la expedición y en particular  a don Juan de Austria al que todo el mundo quería conocer.Rowley recoge este comunicado de Roma fechado el 9 de agosto cuando el almirante de la flota hace su entrada en Roma "Hoy a las 23 horas don Juan de Austria ha hecho su entrada para  gran júbilo del pueblo. El cardenal Granvela ha ido a recibirlo al muelle del puerto y le ha ofrecido su mano derecha. El dicho señor  es de tez clara, pelo rubio, barba rala, apuesto y de talla media. Montaba en un buen corcel gris , lucía elegante armadura  y le rodeaban no pocos pajes y escuderos  vestidos de terciopelo amarillo con rayas azul oscuro" 

BREVE DOCUMENTAL SOBRE EL ASEDIO DE FAMAGUSTA 

Es un documental de apenas quince minutos pero que describe muy bien el dramático asedio de Famagusta. Como no he podido bajarlo os dejo el enlace de Youtube

Otomanos versus cristianos:  http://www.youtube.com/watch?v=LfZts_b4BNQ


Cinco días después, el 14 de agosto, el mismo cardenal Antoine Perrenot de Granvela (1517-1586) le entregó la vara de mando y la insignia real, una enorme bandera de color azul celeste con la imagen de Cristo en la cruz y se dirigió a don Juan con estas palabras "Toma, afortunado príncipe, estos símbolos de la verdadera fe y quiera Dios que te concedan una gloriosa victoria sobre nuestro impío enemigo, y que por tu mano se rebaje su orgullo" Os preguntaréis , mientras la flota aliada seguía enredada en todos estos ceremoniales, ¿qué ha sido de Famagusta? El capitán general de la plaza, Marco Antonio Bragadin había respondido al ultimátum del turco con estas palabras "Debéis saber que las órdenes que tengo me prohíben rendir la ciudad so pena de muerte" pero apenas una semana después de escribir esta carta en Famagusta  sólo quedan quinientos hombres en disponibilidad de combatir y otros cuatrocientos heridos, exhaustos, hambrientos y apenas con pólvora para seguir disparando. La situación era insostenible . Para que os hagáis una idea de la virulencia del asedio Crowley nos explica que Famagusta "había sido bombardeada durante sesenta y ocho días , recibiendo más de 150.000 cañonazos  y había causado , por los combates o por enfermedad, la muerte de sesenta mil soldados otomanos" El primero de agosto Famagusta izaba la bandera blanca y sus defensores se rendían con la esperanza de acogerse a la promesa de Lala Mustafá Pachá de dejarles marchar sin causar daño a nadie , conservando su libertad y sus propiedades. El 5 de agosto comenzaron a embarcar en las naves turcas que les llevarían a Creta . Pero las cosas se torcerían  cuando ya estaba todo listo para la partida y sólo faltaba el acto protocolario de la entrega de llaves de la ciudad al vencedor, Lala Mustafá. 


Fotografía de la que fuera catedral de San Nicolás en Famagusta (Chipre) , construida entre 1298 y 1400. Hoy es la mezquita de Lala Mustafá Pachá , el nombre que se le puso en honor del conquistador otomano de Chipre  y de Famagusta, una ciudad que ya en el siglo XIV  era considerada una de las más prósperas del Mediterráneo, rivalizando en riqueza con la misma Constantinopla. Cuando comenzó el asedio , Lala Mustafa Pachá ordenó enviar al capitán general de Famagusta, Marco Antonio Bragadin,  la cabeza de Nicoló Dandolo , el capitán general de la ya conquistada Nicosia . Cuando  Bragadin la recibió escribió al Pachá "He visto tu carta. También he recibido la cabeza del señor comandante de Nicosia, y te digo por la presente  que aunque hayas tomado fácilmente la ciudad de Nicosia, esta ciudad la tendrás que cobrar con tu propia sangre, y con la ayuda de Dios te costará  tanto que te arrepentirás toda la vida de haber acampado aquí" No estaba equivocado el bravo capitán general de Famagusta, porque en el asedio a la ciudd perderían la vida más de sesenta mil otomanos (Imagen procedente de http://cyprusislandwithhistory.blogspot.com.es )

Parece que en la ceremonia de entrega se inició una discusión sobre las garantías necesarias para asegurar que las naves otomanas regresaran a Chipre después de que hubieran dejado a los cristianos en Creta, territorio veneciano. Lala Mustafá quería saber si podía dejarle algunos nobles como garantía de que las naves regresarían sin problemas, pero Bragadin respondió con vehemencia "No tendréis a un noble ¡ni siquiera un perro os daría!" , palabras más que imprudentes para quién acaba de ser derrotado y depende de la buena voluntad  de un enemigo al que le ha causado sesenta mil bajas. La discusión se calienta y Lala Mustafá le espeta a Bragadin "Decidme ,perro ¿por qué mantuvisteis la fortaleza si carecíais de los medios para defenderla.? ¿Por qué no os rendisteis hace un mes sin hacerme perder ochenta mil  de los  mejores hombres de mi ejército?" Ante la constante negativa de Bragadin de dejar un rehén como garantía Lala pierde la paciencia y ordena que todos sean atados  y para Bragadin tiene reservado algo especia. Ordena que le corten las orejas y la nariz  y después lo mantuvo con vida durante doce días hasta su muerte el 17 de agosto . Escribe Crowley que "Las heridas de su cabeza se habían infectado y el dolor lo estaba volviendo loco. Fue llevado en procesión  por la ciudad al son de los tambores y trompetas. Fue obligado a llevar sacos de tierra por las murallas de la ciudad y a besar el suelo cada vez que pasaba frente al pachá. Lo izaron hasta lo más alto del mástil de una galera , sumergido luego en el mar y mostrado ante toda la flota  para que le gritaran burlas e improperios" Finalmente, Bragadin  fue atado a una columna de un antiguo templo griego y allí lo desollaron vivo.  Por último , su piel fue rellenada de paja y enviada a Constantinopla  como un presente para el sultán Selim En cuanto al resto de prisioneros  fueron decapitados  formando una pirámide de trescientas cincuenta cabezas frente al campamento otomano. 


En este mapa podéis ver en color rojo y partiendo de Barcelona, donde zarparía el 20 de julio  el itinerario de don Juan de Austria al frente de la flota española, que se reuniría después con sus aliadas de la Liga Santa en Messina ,en el estrecho que separa Sicilia de la península italiana. Llegó aquí el 22 de agosto y permanecerían allí hasta el 16 de septiembre de 1571 cuando el conjunto de la flota cristiana parte rumbo a las costas controladas por el Imperio Otomano para encontrarse con su flota (Imagen procedente de http://www.mundohistoria.org )

Aún así , la terrible muerte de Bragadin y sus hombres no había sido en vano, pues había causado una gran pérdida en las tropas otomanas. Mientras, la larga odisea de la flota española llegaba a  su fin  el 22 de agosto , casi dos meses después de que Juan de Austria abandonara Madrid, cuando llegan a Mesina convertida en aquel momento en la mayor base naval de toda la cristiandad pues se encuentran reunidos doscientas ocho  galeras y seis galeazas, de las que ahora os hablaré. . Allí están los venecianos dirigidos por Sebastiano Venier, las naves de los Estados Pontificios bajo el mando de Marco Antonio Colonna , las galeras de los Caballeros de la Orden de San Juan  bajo el mando del caballero Mathurin Romegas (hacia 1525-1581) y, por supuesto, la flota española. Al ver a los barcos españoles Colonna dio un suspiro de alivio y escribió "Gracias a Dios estamos todos aquí y se verá lo que cada uno vale" Juan de Austria tendría que utilizar de toda su diplomacia para evitar que aquella gran flota  terminará separándose , porque las tensiones entre sus miembros eran muy grandes. Los Caballeros de la Orden de San Juan no podían perdonar a los venecianos que no acudieran en su ayuda durante el asedio de Malta en 1565, cuando los venecianos llegaron a aplaudir las acciones de los otomanos. A su vez los venecianos detestaban a Juan Andrea Doria culpándolo del fracaso de la flota de 1570 como ya vimos más arriba y también recelaban de los españoles porque sospechaban, y no iban desencaminados, que Felipe II no tenía intención de entrar en combate. A todo ello había que unir  los problemas para el pago de las tripulaciones que en cualquier momento podía degenerar en un motín como así fue el 3 de agosto, sofocado personalmente por Juan de Austria que les prometió que sus pagas las recibirían  sin tardanza. 


Retrato de García Álvarez de Toledo y Osorio, virrey de Sicilia entre 1564 y 1566 y el hombre que dirigió la flota que acudió en 1565 al rescate de Malta. Juan de Austria le pediría consejo por carta para saber como actuar si se enfrentaba a los otomanos. García Álvarez ,que conocían bien los riesgos de un enfrentamiento en el mar, le desaconsejaba  entrar en batalla y le escribe "Faltando de la armada  ocho o nueve mil  soldados viejos  que están en Flandes , que eran el nervio de toda ella, de mala gana vendría yo sin ellos a las manos si lo tuviese a mi cargo porque hallo de harto mayor daño la pérdida si acaso sucediese , lo que Dios no quiera, que podría ser de provecho ganancia. " y añade además la complejidad de dirigir una flota de diferentes potencias e intereses mientras que los otomanos son los únicos dueños de su flota "Hase de considerar también que nuestra armada  es de diferentes dueños, y quizá  a las veces cumple a los unos lo que no cumple a los otros, y la de los enemigos  es de un solo patrón, de un solo bando y voluntad y
obediencia "
y por último  señala que los turcos tenían ganada la moral a los cristianos "Tienen los turcos ganado el ánimo contra venecianos  y aun creo que contra nosotros  no le tienen muy perdido, ni los nuestros  muy ganado contra ellos" ¿Conclusión,? según García Álvarez sería mejor evitar el enfrentamiento  , algo que le repetían a Juan de Austria demasiadas personas. Pero él iba a tomar sus propias decisiones a pesar del riesgo que se iba a correr y que de fracasar podría poner en peligro a toda Europa  (Imagen procedente de    http://www.todoavante.es )

Mientras , los españoles tratan de contener  los deseos de batalla de Juan de Austria. García Álvarez de  Toledo y Osorio(1513-1577), que había sido virrey de Nápoles y estuvo al frente de la flota que acudió al rescate de Malta en 1565, escribe a Luis de Requesens, a quién Felipe II había encargado la tarea  de asesor de confianza de Juan de Austria,  para prevenirlo sobre cualquier intento de entablar batalla por los riesgos que conllevaba "Considerad bien  qué gran asunto es este  y el daño que puede causarse con un error. " y   también le recuerda la necesidad de mantener en el mayor de los secretos que la verdadera intención del rey Felipe II era evitar la batalla "Pero como es mejor por varias buenas razones  que los venecianos no sepan cuánto o por qué está en el interés de Su Majestad  que no haya batalla , ruego que tras leer la presente a Don Juan la destruya". Todavía en los primeros días de septiembre seguían llevando naves mientras Juan de Austria escribía a García Álvarez de Osorio pidiéndole consejos sobre la táctica a seguir en caso de llegar a un combate, lo que angustiaba al veterano marino que temía la pérdida de la flota y las consecuencias que eso podría tener para toda la cristiandad que quedaría indefensa ante la flota otomana. El 10 de septiembre Juan de Austria reúne en su galera "Real" a setenta oficiales de la flota para debatir el plan a seguir. Había que decidir si saldrían ellos a buscar al enemigo o era mejor esperar y que fuera la flota otomana la que tuviera que desplazarse para buscar a las naves cristianas. Mientras que los españoles optaban por esperar, como es lógico ya que tenían instrucciones de hacer lo posible por evitar la batalla, los venecianos  y la flota papal querían zarpar y enfrentarse a la flota otomana allí donde estuviera. 


Retrato de Fernando Álvarez de Toledo, III Duque de Alba (1507-1582), que era en 1571 gobernador de Flandes  y escribió a Juan de Austria dándole  valiosos consejos para  evitar problemas con las tripulaciones de los barcos  y los soldados "A los soldados todos procurará Vuestra Excelencia  mostrarles siempre  el gesto alegre , que como es comunidad , pácense mucho desto y de algunas palabras que Vuestra Excelencia soltase  un día en favor de una nación y otro día de otra. Convendrá mucho que ellos entiendan  que Vuestra Excelencia  tiene gran cuidado de sus pagas, de hacérselas cuando se pueda , y cuando no, que Vuestra Excelencia mande que se tenga gran cuenta con darles sus raciones  en la mar cumplidamente  y las vituallas bien acondicionadas , y que entiendan que cuanto se hace es por orden y diligencia de Vuestra Excelencia , y que cuando no , que le pesa, y que lo manda castigar"  Juan de Austria logró mantener la flota unida hasta Lepanto , lo que ya fue un primer triunfo teniendo en cuenta las tensiones que existían entre sus miembros (Imagen procedente de  http://commons.wikimedia.org )

Escribe Crowley que en medio del debate Juan de Austria lo zanjó  "declarando rotundamente su intención de atacar al enemigo y derrotarlo , haciendo saber que si los españoles  decidían no participar en la expedición, seguiría adelante  aunque fuera sólo con las flotas de Venecia y del Papado"  Todos votaron a favor de la decisión de Juan de Austria, incluidos los españoles que, como reconocería Luis de Requesens "no estados todos de acuerdo tan alegremente,sino que nos vemos forzados y condicionados por la vergüenza"  Por fin, el 16 de septiembre de 1571 la flota cristiana abandonaba Mesina en busca de la flota otomana. Juan de Austria escribía  esta carta a García Álvarez de Osorio antes de zarpar, anunciándole su decisión y la partida de la flota en busca de sus enemigos  "Considerando que la armada turca, aunque sea superior  en fuerzas a esta de la Liga, según las informaciones que tenemos, no lo es por la calidad  de los navíos ni por la gente , y confiando en Dios Nuestro Señor , que debe prestarnos  Su ayuda porque se trata de  Su causa, se ha tomado la decisión de ir a buscarla ; así pues, parto esta noche para Corfú, si Dios quiere, y de allí me dirigiré al lugar en el que ya sabré que se encuentra. Tengo conmigo doscientas ocho galeras, veintiséis mil soldados de infantería, seis galeazas y veinticuatro naves" Y mientras sucedía esto en Mesina, ¿dónde estaba la flota otomana? El nuevo almirante de la flota otomana, Alí Pachá, recibía el 19 de agosto estas instrucciones desde Constantinopla "Si el enemigo realiza algún movimiento y se da alcance a su armada, Uluj Alí (el corsario que dirigía la flota que había zarpado de Trípoli en el Norte de África) y tú , actuando de común acuerdo , debéis enfrentaros al enemigo y utilizar vuestro valor  e inteligencia para vencerlo" Sin saberlo, aquellas instrucciones llevarían  a Alí a cometer un error fatal ya que le obligaban a combatir aunque esa no fuera la mejor opción. 


Fotografía de la localidad y el  puerto de Lepanto , en el Golfo de Corinto. Hoy la población se llama Naupacto  o Naupaktos y tiene unos dos mil habitantes. En 1571 era uno de los mejores puertos  del Golfo de Corinto y desde él se podía controlar su entrada . Los otomanos habían dispuesto baterías en la entrada del Golfo que hacían imposible para cualquier flota enemiga penetrar en él para atacar a la flota otomana. Mientras permanecieran en su interior Alí Pachá no tenía nada que temer de la flota cristiana (Imagen procedente de  http://www.europebycamper.com )


 A finales de septiembre la flota otomana bajo el mando de Alí Pachá se encontraba fondeada  en el puerto de Lepanto, situado en la entrada del Golfo de Corintio en Grecia. Era un lugar seguro, ya que el  puerto estaba fortificado y la entrada del golfo se hallaba protegida por baterías de cañones que impedirían la entrada a cualquier flota enemiga. Como escribe Crowley "Alí sólo tenía que esperar sentado a que el enemigo se agotara  frente a la costa y luego atacarlo a voluntad o negarle simplemente la batalla." Además se aproximaba octubre y era extraño que nadie se aventurase a entablar combate en una fecha tan tardía . Y por último existía el convencimiento de que al final los cristianos terminaría enfrentados unos con otros y la flota se dispersaría.  Alí decidió que lo mejor era esperar a ver el desarrollo de los acontecimientos. Mientras, Juan de Austria envió por delante a cuatro galeras como exploradoras para tratar de averiguar donde estaba la flota otomana. Unos venecianos que habían estado prisioneros con la flota otomana,llegaron hasta la flota cristiana e informaron que se encontraban en Lepanto y que  disponían de ciento sesenta galeras y muy pocos hombres , una apreciación del todo incorrecta  que llevó a la flota cristiana a subestimar las fuerzas otomanas. Curiosamente otro tanto le sucedió a los otomanos con la flota cristiana. Un corsario italiano convertido al Islam, Kara Hogia , se coló entre la flota de Juan de Austria y contó sus efectivos  pero al hacerlo se saltó todo un escuadrón  de galeras venecianas que estaban ancladas un poco más lejos del resto de la flota, Así, Hogia contó  ciento cuarenta galeras, cuando en realidad eran doscientas ocho. De esta forma ambos bandos tenían una información errónea del adversario y tanto Alí como Juan de Austria creían que se enfrentaban a fuerzas inferiores a lo que eran realmente. El 29 de septiembre las galeras de exploración confirman que la flota otomana está en Lepanto. Juan de Austria pone a la flota rumbo al Golfo de Corinto mientras en Madrid Felipe II le escribe una carta para ordenarle  que pase el invierno en Sicilia. Pero ya era demasiado tarde. Un auténtico choque de civilizaciones iba a tener lugar en apenas una semana, la mayor batalla naval conocida en Europa. Hoy descansaremos en nuestras galeras y mañana zarparemos prestos para asistir al desenlace final en una batalla que cambiaría la historia.  

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