miércoles, 31 de julio de 2013

MUJERES EN LA HISTORIA: ARTEMISIA GENTILESCHI Y EL ARTE DE LA INVISIBILIDAD (SEGUNDA PARTE)

 
Dejábamos ayer a nuestra joven protagonista, Artemisia Gentilleschi(1593-hacia 1654) justo después de haber finalizado el juicio de su violación por el pintor  Agostino Tassi Buonamici(1566-1644), un humillante proceso que se prolongó durante cinco meses, en el que incluso Artemisia tuvo que sufrir la tortura para demostrar que sus acusaciones eran ciertas y que finalmente no sirvió para nada porque las influencias que Agostino tenía en Roma le permitieron evitar el castigo. Tras terminar el juicio, y tal vez como una forma de canalizar el dolor y la rabia que aquel proceso la había originado, pintó una de sus obras más conocidas e importantes "Judit decapitando a Holofernes" , realizada hacia 1613 , cuando Artemisia tiene ya veinte años y su reputación había quedado marcada para siempre, pues la mujer violada no era una víctima sino una mujer que había perdido la honra y que , por cruel que nos parezca, era vista a ojos de la sociedad como una mujer libertina porque la mentalidad de la época , como por desgracia la de otros tiempos no tan lejanos, quedaba reflejada en pensamientos como "algo habrá hecho para que le haya sucedido eso".  Era muy difícil que encontrara un hombre que quisiera contraer matrimonio con ella y , sin embargo, apenas cinco meses después de finalizar el juicio se casaba con un hombre al que apenas conocía pero que tal vez fuera amigo de la familia, un pintor florentino casi desconocido y diez años mayor que Artemisia  llamado Pierantonio Stiattesi . Sin duda aquel matrimonio tan rápido fue una forma de restablecer la honra y respetabilidad de Artemisia a ojos de la sociedad.

File:A Gentileschi Allegoria dell'inclinazione.jpg
"Alegoría de la inclinación"  una de las primeras obras realizadas por Artemisia durante su estancia en Florencia , probablemente hacia 1615 y que hoy se puede contemplar en el techo de la Casa Buonarroti , un palacio florentino en el que vivió Miguel Ángel, el gran pintor y escultor del Renacimiento  y que hoy es un museo dedicado al artista. El encargo lo recibió Artemisia de un sobrino de Miguel Ángel . Artemisia , según algunos historiadores de arte, se habría retratado a ella misma en esta alegoría en la que mostraba su inclinación artística , de ahí su título "Alegoría de la inclinación", con la brújula marcando el rumbo que debe seguir. El cuadro no lo vemos hoy tal y como ella lo pintó , porque en 1684 Leonardo di Buonarotto, otro descendiente de Miguel Ángel Buonarroti, contrató al pintor Baldassare Franceschini, conocido como Il Volterrano (1611-1689), para que cubriera en parte la desnudez de la mujer retratada por Artemisia, un caso de censura artística (Imagen procedente de http://commons.wikimedia.org ) 
 
Nada más casarse el matrimonio abandonó Roma en 1614 para trasladarse a la ciudad de Pierantonio, Florencia, sin duda tratando de dejar atrás las habladurías, las miradas inquisidoras y los comentarios que levantaba en la ciudad romana  todo lo relacionado con Artemisia desde que el juicio se convirtiera en la comidilla de la ciudad. Durante su estancia en Florencia, que se prolongaría durante ocho años, Artemisia decidió prescindir de su apellido Gentilleschi, para adoptar el otro apellido familiar , Lomi, tal vez para dejar atrás el recuerdo de todo lo que había sucedido, tal vez por despecho hacia su padre. Durante esos años pasó a llamarse Artemisia Lomi. Florencia significaba una nueva etapa en su vida y no se hallaba sola porque contaba con el apoyo del hermanastro de su padre, el pintor Aurelio Lomi(1556-1622), recordemos que tanto Aurelio como el padre de Artemisia, Orazio Gentileschi(1563-1639), eran hijos de un orfebre florentino y Aurelio había optado por permanecer en Florencia. Además, también recibiría el auxilio de la familia de su esposo, los Stiattesi. Entre unos y otros lograron introducirla en la corte del duque Cosme II de Médici(1590-1621). El gobernante de Florencia era un joven débil y enfermizo pero también protector de la ciencia y las artes que tenía entre sus protegidos al astrónomo y matemático Galileo Galilei (1564-1642) con el que Artemisia llegaría a tener una buena amistad que se mantendría incluso después de la marcha de la pintora de Florencia. Escribe Ángeles Caso (1959) en su obra "Las olvidadas" que nos está acompañando en todo este relato, que Artemisia era una joven de talento indudable para la pintura pero casi sin formación para la vida en sociedad pues, recordemos, había pasado la mayor parte de su vida recluida en casa para protegerla de los peligros que acechaban a una joven en Roma , si bien aquella protección extrema de poco sirvió al final.


Otra de las obras realizadas en su etapa en Florencia, "Judit y su doncella" que podría haber sido pintada entre 1618 y 1619 y en la que Artemisia retoma el tema de Judit y Holofernes, el general babilonio al que Judit asesina para evitar que conquiste a su pueblo. En la imagen vemos a Judit y su doncella abandonando la tienda en la que han dado muerte a Holofernes con la cabeza del general en la cesta y que hoy se puede disfrutar en el Palacio Pitti de Florencia. Junto con la de "Judit y Holofernes" está considerada una de las obras más importantes de Artemisia, donde una vez más utiliza el efecto luminoso propio del tenebrismo creado por Caravaggio. Las dos figuras son iluminadas por la luz de una vela  que no aparece en el cuadro, y Artemisia crea un gran clima de tensión entre estas dos mujeres que temen ser descubiertas por los soldados que se hallan en el exterior. Mientras la doncella sostiene el cesto con la cabeza de Holofernes con un gesto corporal que nos hace pensar que podría tratarse de la colada, Judit, que aún empuña el arma con la que ha dado muerte a Holofernes, mira con temor al exterior mientras posa una de sus manos en el hombro de su doncella en un gesto de complicidad. A pesar de la juventud de la pintora, unos veinticuatro años en aquel momento, es una obra de madurez artística (Imagen procedente de http://es.wikipedia.org ) 
 
"A sus veinte años - escribe Ángeles Caso - Artemisia era una mujer sin ninguna preparación para desenvolverse en el mundo , y mucho menos en el mundo refinado que cualquier artista necesitaba frecuentar" y añade  que "ni siquiera sabía leer o escribir. Su padre se había desentendido por completo de su educación, salvo en lo referente al arte"  Pero Artemisia no se acobardó, se esforzó en mejorar su formación al mismo tiempo que comenzaba a deslumbrar con su talento a los florentinos, y no tardaron en venir los encargos y en aparecer nuevos mecenazgos y protectores, jugando también a su favor el considerable atractivo físico de Artemisia que parece que a nadie dejaba indiferente. Entre sus nuevos amigos influyentes se encontraban también algunas mujeres como la compositora, cantante y poeta Francesca Caccini (1587-1640) y su hermana Settimia Caccini (1591-hacia 1638), también compositora, que se hallaban al servicio de Cosme II de Médici, y un sobrino del gran artista del Renacimiento, Miguel Ángel Buonarroti (1475-1564), llamado  Miguel Ángel Buonarroti el joven (1568-1646) , que además estaba empeñado en ampliar y restaurar un palacio donde había vivido su tío en Florencia conocido como Casa Buonarroti y para cuya decoración encargó a Artemisia una obra para el palacio. Artemisia realizó para él una otra titulada "Alegoría de la inclinación" fechada entre 1615 y 1616 , donde Artemisia representa a una joven hermosa, tal vez ella misma, desnuda y sosteniendo una brújula que querría simbolizar el talento natural de una persona para una determinada materia, como era el caso de Artemisia por el arte. Son años de intensa actividad donde realiza otras obras importantes como "La conversión de la Magdalena" y "Judit y su doncella", retomando en esta última  obra el tema de Judit y Holofernes que ya conocimos ayer.


"La conversión de la Magdalena" realizada por Artemisia Gentileschi entre 1615 y 1616 también durante su estancia en Florencia que se conserva en el florentino Palacio Pitti. Si os fijáis, en el respaldo de la silla en la que está sentada María Magdalena se puede ver la firma de la pintora como Artemisia Lomi, el apellido que había adoptado a su llegada a Florencia. En esta obra Artemisia había sido menos osada que otros pintores a la hora de representar a María Magdalena, la prostituta convertida a la fe en Cristo. Mientras Tiziano Vecellio (hacia 1477-1576), la había retratado con un seno al descubierto, Artemisia prefirió mostrar una sensualidad menos explícita , con un amplio escote que María Magdalena trata de cubrir pudorosamente con uno de sus brazos , un gesto que también podría ser entendido como el acto de reconocer sus culpas ,mientras que su mirada aún parece mostrar alguna vacilación al dirigirse al cielo , preparándose para iniciar una nueva vida. Destaca también la lujosa ropa que viste María Magdalena, más propia de una dama de la aristocracia , y el símbolo del pie desnudo que asoma en la parte inferior, un símbolo de su renuncia a la vida que había llevado hasta aquel momento. (Imagen procedente de http://digilander.liberto.it )
 
Hoy  algunos expertos creen que el rostro de muchos de los protagonistas femeninos de sus obras tenían los rasgos de Artemisia ya que quienes la encargaban las obras así lo pedían, para disfrutar de la belleza del rostro de la pintora. El prestigio de Artemisia irá creciendo hasta convertirse en la primera mujer en ser aceptada en la Academia del Disegno de Florencia , pero a pesar del éxito en el terreno profesional no iban tan bien las cosas en el personal. En estos años Artemisia y su esposo  Pierantonio Stiattesi tendrán sus dos primeros hijos que, sin embargo, morirán a temprana edad, algo habitual en un tiempo de elevada mortalidad infantil, y sólo sobrevivirá su tercer vástago, una niña a la que pondría por nombre Prudenzia Gentileschi , a la que años después se unirá una cuarta y última niña, Francesca, aunque su padre ya no sería Pierantonio Stiattesi como veremos un poco más adelante. Las relaciones con su marido fueron deteriorándose, ya que este no aportaba al matrimonio otra cosa, al margen de sus hijos en común, que las deudas que acumulaba una y otra vez arrastrando con él a Artemisia que era quién tenía que sostener económicamente a la familia. Escribe Ángeles Caso que sólo entre 1613 y 1616 Artemisia sería denunciada hasta en once ocasiones por impago de deudas que en realidad no eran suyas sino de Pierantonio. Hasta tal extremo llegó la situación que tuvo que recurrir al duque Cosme II de Médici para evitar el embargo de sus propiedades por los acreedores y en sus palabras dirigidas al duque ya se deja sentir lo cansada que debía de estar de Pierantonio , acusándole de haberse quedado con la práctica totalidad de su dote.

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"Retrato de un gonfaloniero", una obra realizada por Artemisia al poco tiempo de su llegada a Roma, hacia el año 1622 y que hoy se conserva en el Palacio de Accursio de Bolonia , el único retrato que se conserva y que se puede atribuir sin dudas a  Artemisia a pesar de que eran precisamente los retratos una de sus obras más apreciadas por sus clientes. El cuadro tiene la firma de Artemisia y también la fecha de su realización ,1622. Hay otros retratos pero su autoría aún hoy es discutida. En este caso Artemisia retrata a un gonfaloniero, también llamados confalonieros, que eran los hombres que llevaba la bandera de un ejército, un portaestandarte, y que en Italia también se utilizaba para designar a un cargo municipal de la ciudad. (Imagen procedente de http://commons.wikimedia.org )  

 
Los problemas con los acreedores y con su esposo, del que termina separándose, la impulsan a abandonar Florencia para regresar a Roma, aunque en principio lo hacía solo de forma temporal. No penséis que eso de abandonar una ciudad por otra para una artista como Artemisia era un asunto sencillo, porque los artistas se debían a sus mecenas y Artemisia tuvo que solicitar permiso al duque Cosme II Médici con la promesa de regresar para lo cual tuvo que dejar alguna de sus posesiones en  Florencia como una forma de asegurar su regreso. Era el año 1620 pero  un año después Cosme II fallecía con apenas treinta y un años, dejando el gobierno de la ciudad en manos de su madre Cristina de Lorena (1565-1636) y su esposa y ahora viuda María Magdalena de Habsburgo (1589-1631), dos mujeres de profunda religiosidad que aunque siguieron apoyando el trabajo de Galileo Galilei , no veían con buenos ojos ni la reputación de Artemisia ni la sensualidad de sus pinturas , por lo que Artemisia decidió no regresar y establecerse definitivamente en Roma en 1621 junto a su hija Prudenzia. Como si quisiera evitarla, su padre se trasladó a trabajar a Génova y más tarde, entre 1624 y 1625 permanecería en París para a partir de 1626 establecerse en Londres, en la corte del rey Carlos I de Inglaterra (1600-1649), donde viviría hasta el final de sus días. Allí estaba de nuevo Artemisia, en la misma Roma de la que se había marchado ocho años antes , pero ahora con el prestigio y la fama ganados en Florencia, lo que sin duda la ayudó a silenciar los rumores sobre su vida personal. También vuelve a recuperar su apellido y firmará de nuevo sus obras como Artemisia Gentileschi .

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"Ester y Asuero" , obra que probablemente iniciaría Artemisia cuando estaba en Venecia hacia 1628 y que luego concluiría cuando ya se había establecido en Nápoles. Retrata un episodio recogido en el "Libro de Ester" del Antiguo Testamento. Asuero era el rey de Persia cuyos dominios se extendían desde la India a Etiopía  y estaba casado con la reina Vasti, pero un día ella se negó a asistir a un banquete para mostrar su belleza al resto de príncipes allí reunidos. Asuero decidió castigar a la reina alejándola de su lado y eligiendo a una nueva reina, una elección que recayó en una hebrea, Ester, una joven de gran belleza . Tiempo después, siendo ya Ester reina , Asuero iba a decretar el exterminio de los judíos ,pero Ester , por orden de su padre, decidió interceder por su pueblo para salvarlo. Antes de ello ayunó durante tres días al tiempo que oraba a Yavhé  y el día tercero se vistió con sus ropas de reina y acompañada de dos doncellas se presentó ante su esposo y rey Asuero para pedir clemencia para los judíos, y esta es la escena que representa Artemisia, con Ester desmayándose por el temor que le causa Asuero y por la debilidad de tres días de ayuno "Pasadas todas las puertas , se encontró ante el rey. Estaba sentado en su trono, revestido de todos los ornamentos solemnes, resplandeciente de oro y pedrerías. Era imponente su aspecto. Levantó su rostro resplandeciente y lanzó una mirada cargada de ira. Cambió de color la reina , se mareó y se apoyaba en la doncella que la acompañaba" (Libro de Ester 15,9-11)Ese instante es el que Artemisia recoge en esta obra. (Imagen procedente de http://commons.wikimedia.org )
 
Ayudada por su éxito en Florencia se le abren las puertas de los círculos más exclusivos de Roma , entre ellos el de la corte papal , y a menudo es la única mujer invitada a las reuniones de artistas e intelectuales. La reclama primero el papa Gregorio XV (1554-1623) y después su sucesor Urbano VIII (1568-1644) y la presencia de Artemisia se vuelve imprescindible en la vida social de Roma. Aunque parece que Pierantonio aún habría convivido con ella un breve tiempo en Roma , sus problemas con el alcohol deterioraron aún más la relación y desaparecerá de manera definitiva, y afortunadamente visto los resultados, de la vida de Artemisia, aunque relata Ángeles Caso que este último episodio de la vida del matrimonio no estuvo exento también de la polémica Parece ser que un día ,al regresar a casa, Pierantonio tuvo un enfrentamiento con un grupo de españoles que rondaba a Artemisia, y entre ellos se encontraba nada menos que el embajador español en la Santa Sede, Fernando Afan de Ribera y Enríquez, duque de Alcalá (1583-1637) que era hombre de confianza del monarca español Felipe IV (1605-1665), que tal vez fuera amante de Artemisia . Sea como fuere, en la reyerta habría heridos y como el asunto era un escándalo que ni al duque, ni a Artemisia convenía que se propagara por Roma ,probablemente ayudaron económicamente a Pierantonio para que abandonara la ciudad y desapareciera de sus vidas, lo que Pierantonio hizo con eficacia porque no se volvió a saber de él hasta el extremo de que incluso hubo rumores de que hubiera sido asesinado, aunque  no había prueba alguna que apoyara esta afirmación. A partir de ahora Artemisia se haría con las riendas de su vida, ya no había ni un padre ni un marido que ejerciera ningún tipo de tutela sobre ella, alcanzando una independencia entonces impensable para una mujer.

Otra versión de "Judit y la doncella" que todavía pertenece a su etapa en Roma pues fue pintado entre 1625 y 1627 , en la que retoma de nuevo la historia de la muerte de Holofernes a manos de Judit y la escena en la que ella y su doncella se disponen a abandonar la tienda. En este caso introduce un elemento innovador en su pintura y que no vemos en otra, el foco de luz está visible en el cuadro,  una vela que ilumina a las dos protagonistas . Artemisia también fue una reputada autora de bodegones pero al igual que sucede con los retratos no han llegado hasta nosotros o, al menos, no han sido identificados como obras de Artemisia (Imagen procedente de http://commons.wikimedia.org )
 
Entre 1626 y 1627, convertida ya en cabeza de familia,  Artemisia tuvo a Francesca, su segunda hija después de Prudenzia, ¿hija , tal vez, del duque de Alcalá? No lo sabemos  porque no daría a conocer el nombre del padre aunque parece que en el tiempo del nacimiento de Francesca Artemisia mantenía relaciones con el compositor, cantante, interprete de laud y pintor inglés Nicholas Lanier (1588-1666) que en 1625 había iniciado una serie de viajes por Italia para adquirir y coleccionar pinturas en nombre del rey Carlos I de Inglaterra y también , algo frecuente en la época , desempeñando funciones de espionaje para el monarca inglés. Fue una relación tan apasionada como efímera pero que podría haber dado como fruto a la pequeña Francesca. Al margen de la agitada vida sentimental de Artemisia, su estancia en Roma, aunque exitosa en lo social, no lo era tanto en lo económico ya que su condición de mujer la apartaba de los grandes encargos , los más rentables económicamente . Entre las obras de esta época, aunque tanto con estas como con el resto de su pintura hay bastantes problemas para datarlas con precisión , por lo que no es seguro que pertenezcan todas a este periodo romano, se encuentra el  "Retrato de un confaloniero", que a pesar de que la fama de Artemisia se cimentaba principalmente en los retratos es el único que ha llegado hasta nuestros días y habría sido realizado hacia 1622, "Judit y su doncella" pintada hacia 1625 en la que retoma el tema de Judit y Holofernes una vez más retratando el momento en que Judit y su doncella se disponen a abandonar la tienda en la que acaban de dar muerte a Holofernes, o "Ester y Asuero" , obra que iniciaría hacia 1628, aunque algunos historiadores creen que no la pintó en Roma sino en Venecia, ciudad a la que se habría trasladado en algún momento entre 1627 y 1630.

"Nacimiento de San Juan Bautista" pintado por Artemisia entre 1633 y 1635 cuando ya se encontraba establecida en Nápoles  y que realizó por encargo del virrey de Nápoles para ser enviado al Palacio del Buen Retiro de Madrid, que formaba parte de una serie de obras dedicada a la vida de San Juan Bautista y que hoy se conserva en el Museo del Prado de Madrid. Una vez más juega con la luz que ilumina al pequeño, San Juan Bautista, y a las tres mujeres que lo cuidan, mientras que el resto de la composición permanece a oscuras. Esta fue la época de mayor éxito de Artemisia, cuando de su taller salían decenas de obras y por fin superó todas las dificultades económicas del pasado (Imagen procedente de http://aurorartandsoul.com )
 
No hay demasiadas pruebas documentales de este periodo de la vida de Artemisia, pero lo que si sabemos es que , estuviera en esos años o no en Venecia, en 1630 se trasladaba con sus hijas a Nápoles, en aquel momento en manos de España, y una de las ciudades más ricas y prósperas de Italia que desde hacía décadas acogía a los grandes artistas de su tiempo  y donde en aquel momento se hallaba otro de los grandes artistas del barroco, José de Ribera (1591-1652), más conocido en Nápoles por su apodo, Lo Spagnoletto , que podría traducirse como "El Españolito", aunque los pintores locales no recibían precisamente con los brazos abiertos a los artistas procedentes del exterior y en ocasiones llegaban incluso a mostrarse agresivos, algo que ya había sufrido durante su estancia allí Caravaggio (1571-1710).Sin embargo, Artemisia supo una vez más salir adelante y ganarse una buena reputación, encontrando aquí su hogar definitivo donde iba a permanecer el resto de su vida. Su primera obra en Nápoles será una "Anunciación" y entre 1633 y 1635 el "Nacimiento de San Juan Bautista" que en la actualidad puede contemplarse en el Museo del Prado. Crea un taller que se convierte en uno de los más importantes y de mayor actividad de la ciudad, de donde cada mes salen decenas de obras. Por fin su situación económica es próspera  y su obra se convierte en objetivo de los más importantes coleccionistas, una prosperidad económica que le permitirá en el futuro dotar a sus dos hijas de una importante dote que facilitará su casamiento. Pero en 1638 recibe una carta de su padre, Orazio Gentileschi, ya entonces un anciano de casi setenta y cinco años , que había recibido el encargo del rey inglés Carlos I de pintar la decoración del Salón de Baile de la esposa del rey, la reina Enriqueta María de Francia (1609-1669).

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Una de las obras más conocidas de Orazio Gentileschi, "La tañedora de laúd" expuesta en la National Gallery de Washington. Después de años sin verse, en el último año de su vida padre e hija se reencontraron en Inglaterra y Artemisia pudo colaborar con él en su última obra y le acompañó hasta su muerte. De esta forma quedaba cerrada una herida abierta más de treinta años antes, durante el proceso por la violación de Artemisia (Imagen procedente de http://commons.wikimedia.org )


 
Orazio sentía que las fuerzas le abandonaban y que no sería capaz de concluir la obra que se le había encomendado sin el auxilio de su hija. Aunque llevaban muchos años sin verse, Artemisia no dudo en dejarlo todo para viajar hasta Inglaterra y ayudar a su padre a terminar aquella obra acompañada por su hija pequeña Francesca, ya que Prudenzia se quedaba en Nápoles donde acababa de contraer matrimonio. Si Artemisia había guardado algún rencor a su padre por lo sucedido más de veinte años atrás durante el juicio de violación, parece que ya lo había perdonado y ahora trabajaron juntos hasta concluir la obra . Hay que tener en cuenta que aquel viaje a Inglaterra no estaba exento de peligros porque el continente se hallaba sumido en la cruenta Guerra de los Treinta Años que estaba regando de sangre los campos de Europa , pero Artemisia nunca se había arredrado ante los peligros y logró llegar hasta su padre. Poco después de terminar este encargo, como si su conclusión y la reconciliación con Artemisia le hubieran liberado de una pesada carga, Orazio Gentileschi moría en febrero de 1639. Después de la muerte de su padre Artemisia aún permanecería otros dos años en Londres pintando retratos para miembros de la corte para regresar en 1641 donde seguiría trabajando aunque su época de máximo esplendor había pasado y sus obras no eran tan bien pagadas como antes , pues el estilo creado por Caravaggio iba dejando paso a otros pintores. Poco se sabe sobre estos últimos años de su vida, ni siquiera conocemos la fecha exacta de su muerte que algunos han establecido en el año 1653, pero otros historiadores aventuran que podría haber muerto en 1656, durante la epidemia de peste que sufrió Nápoles.


Termino esta pequeña selección de las obras de Artemisia Gentileschi con este autorretrato de su obra "Alegoría de la pintura", aquella mujer cuyo nombre permanecería olvidado durante más de dos siglos .Ella fue una de esas escasas mujeres que lograron obtener éxito y reconocimiento en vida, aunque su obra no se salvaría de una larga travesía en el desierto , pues durante dos siglos y medio permanecería casi olvidada o, lo que es peor, atribuida a otros artistas. Hoy es, con justicia, considerada una de las grandes artistas del barroco (Imagen procedente de http://commons.wikimedia.org)
 
En estos últimos años habría contado con la colaboración del pintor Onofrio Palumbo. En opinión de Ángeles Caso, las obras de Artemisia de esta última época napolitana carecían de la originalidad de sus años anteriores "Sus obras comenzaron lentamente a perder la originalidad y la fuerza que la habían caracterizado, sus cuadros empezaron a ser a menudo una mera repetición de lo ya realizado" y concluye "Como tantas otras veces ocurre, el triunfo terminó por devorar el talento de un gran artista".  Fuera en 1653 o en 1656 o en un año entre estas dos fechas, Artemisia Gentileschi sería enterrada en la iglesia de San Juan de los Florentinos  de Nápoles, donde permaneció hasta que fue destruida durante un bombardeo en el transcurso de la Segunda Guerra Mundial. Como tantas otras artistas femeninas, su obra no tardó en caer en un injusto olvido, muchos de sus cuadros fueron atribuidos a Caravaggio o a otros pintores de su escuela, incluido su propio padre Orazio Gentileschi, y hubo que esperar hasta el siglo XX para que su obra fuera de nuevo reivindicada. Por eso he titulado este artículo que ahora concluyo como el arte de la invisibilidad, porque Artemisia y otras pintoras, escultoras, escritoras o músicos han tenido que luchar en vida contra los obstáculos y los prejuicios con que las rodeaba la sociedad y después de su muerte tuvieron que luchar de nuevo para no ser víctimas de un silencio que parecía querer negar su propia existencia. Como ella misma decía "El nombre de una mujer pintora hace que las personas tengan dudas hasta que han visto la obra" y la experiencia demuestra que incluso después de verla las dudas seguían vivas ¿Cómo podía una mujer crear un arte tan hermoso?. Artemisia es hoy considerada una de las grandes artistas, ya fueran hombres o mujeres, del barroco, una mujer valiente que supo enfrentarse al hecho terrible de su violación y a la marginación social que traía consigo, que evitó dejarse arrastrar por la ira, la rabia y la venganza para canalizar sus pasiones a través de su obra , que alcanzó lo que entonces era un imposible para una mujer, el reconocimiento social y profesional y su plena independencia económica y vital, y que al margen de todos los vaivenes de su existencia amó profundamente , vivió con pasión y nos regaló el ejemplo de una vida valiente y de una obra inmortal.

martes, 30 de julio de 2013

MUJERES EN LA HISTORIA: ARTEMISIA GENTILESCHI Y EL ARTE DE LA INVISIBILIDAD (PRIMERA PARTE)

La escritora francesa conocida como Madame de Genlis (1746-1830) , una de las pocas mujeres que pudo vivir cumpliendo su vocación literaria y pedagógica, escribió en una ocasión refiriéndose a las dificultades de la mujer para abrirse paso en la sociedad de su tiempo "En cuanto una mujer se aparta del camino normal que ha sido trazado para ella, se convierte en una especie de monstruo". ¿Qué camino era ese que madame de Genlis calificaba de normal? Es sencillo de imaginar, un matrimonio a edad temprana, dar muchos hijos a su marido, consagrarse al cuidado del hogar y tener una vida considerada virtuosa , entendiendo por virtud la sumisión al papel que la sociedad atribuía a la mujer y transmitir esa misma sumisión a sus hijas. La escritora española Ángeles Caso(1959) en su libro "Las olvidadas", en el que voy a basar este relato, recupera estos versos de la escritora y aristócrata británica Margaret Cavendish, duquesa de Newcastle (1623-1673), que describe el ciclo de la vida de la mujer no sólo en los siglos XVII en el que ella vivió,  sino a lo largo de la mayor parte de la historia "Las mujeres viven como murciélagos o lechuzas/ trabajan como bestias/ y mueren como gusanos". Ese era tu destino si eras mujer y tenías la mala fortuna de nacer en una familia de las clases bajas, tener hijos y ver como la mayoría de ellos morían, trabajar hasta el agotamiento cuidando de la familia y colaborando en las tareas del campo y morir en la pobreza después de una vida de penalidades. Por supuesto, no era igual en la aristocracia, con ejemplos como la propia Madame de Genlis o la duquesa de Newcastle, pero sus vidas también estaban sujetas a limitaciones que las impedían desempeñar una profesión, porque eso no era cosa de mujeres. ¿Cuántos talentos se habrán perdido por esta exclusión de la mitad de la humanidad de los estudios, la creación artística, la invención científica?

Autorretrato de la pintora italiana Sofonisba Anguissola realizado en 1556, cuando la pintora tenía 24 años y actualmente conservado en el museo de Lancut en Polonia. Ella fue una de esos escasos ejemplos de mujeres que lograron seguir adelante con su vocación artística . Sofonisba tuvo que superar muchos obstáculos pero su talento fue reconocido y trabajó durante muchos años en la corte más poderosa de su tiempo, la del rey español Felipe II(1527-1598). Por desgracia, su éxito no facilitó el camino a otras artistas como nuestra protagonista de hoy, Artemisia Gentileschi, que tuvo que enfrentarse con los mismos prejuicios con los que habían tenido que luchar las mujeres desde hacía siglos . La poetisa griega Safo de Lesbos habría escrito "Os aseguro que alguien se acordará de nosotras en el futuro" pero sólo de estas pocas personalidades excepcionales llegaría su nombre y su obra hasta nosotros. La mujer tenía que convertirse en una heroína para demostrar su talento y aun así nada la garantizaba que lograra el éxito ni que alguien le pudiera facilitar el camino (Imagen procedente de http://womenshistory.about.com )
 
Sólo unos pocos nombres, como si se trataran de estrellas que destacan en el cielo oscuro de la noche, brillan en medio del silencio al que fueron sometidas las mujeres a lo largo de casi toda la historia de la humanidad. Desde la poetisa griega Safo en el siglo VI a. C , a la científico Hipatia de Alejandría (hacia 355- hacia 415) , la escritora Christine de Pisan (1364-hacia 1430) o la pintora Sofonisba Anguissola (1532-1625) son algunos de los pocos nombres que han llegado hasta nosotros, mujeres que desafiaron los prejuicios sociales y religiosos del tiempo que les tocó vivir para demostrar su talento, siempre luchando contra la incomprensión, el rechazo , la sospecha que la sociedad mostraba hacia aquellas mujeres que desafiaban la tradición, convirtiéndose en los monstruos a los que hacía referencia madame de Genlis. Hoy vamos a conocer a una de esas mujeres, y no a una cualquiera sino la que es considerada por muchos críticos de pintura como una de las grandes artistas del barroco aunque su nombre, como no podía ser de otro modo, había sido olvidado durante varios siglos hasta que en el pasado siglo XX fue de nuevo reivindicado no por tratarse de una mujer, sino por el valor de su creación artística , aunque, añado yo, tiene el valor añadido de haberla realizado teniendo que enfrentarse a obstáculos que un hombre nunca tendría que haber sorteado. Pero subamos a nuestra particular máquina del tiempo y viajemos hasta la última década del siglo XVI, un siglo de apasionada vida artística, que había conocido el final del Renacimiento, el de la resurrección de la armonía de las formas clásicas de las antiguas Grecia y Roma, que había dominado todo el siglo XV y el primer cuarto del siglo XVI.

La "Madonna del largo cuello" del pintor italiano,  Girolamo Francesco Maria Mazzola , más conocido como Parmigianino (1503-1540), llamado así tanto por su lugar de nacimiento, Parma, como por su baja estatura ya que su nombre artístico es un diminutivo en italiano. Fue uno de los principales representantes del estilo manierista que os explico en el párrafo bajo estas líneas, un estilo surgido del Renacimiento y que haría de puente con el Barroco, en el que las formas naturales eran deformadas, exageradas, como en esta pintura donde podéis observar como las figuras de la Virgen y del Niño Jesús están exageradamente alargadas , una de las principales características del manierismo. Parece que Parmigianino empleaba lentes que deformaban lo que el pintor observaba. Un estilo semejante era el que caracterizaba a otro de los grandes pintores del siglo XVI , El Greco (1541-1614) (Imagen procedente de http://lananegra.blogspot.com )
 
Pero como a todo movimiento se le contrapone otro que cuestiona sus valores, hacia 1530 surgió el manierismo , que discutía el ideal de belleza defendido por los artistas renacentistas, basado en el equilibrio de la composición, la armonía de las proporciones, el retrato idealizado de la naturaleza, la aparición de los desnudos y de los temas mitológicos. Los manieristas  abandonan ese naturalismo idealizado de las formas y los colores, retratan a los protagonistas de sus obras en posiciones forzadas, violentas e imposibles, con colores fríos y distintos a los que podemos hallar en la naturaleza , se trata de una pintura más artificial, exagerada y desproporcionada,  que parece huir de la naturaleza y del realismo, obras preciosistas donde lo que importaba era "la maniera", palabra italiana que podría traducirse como al estilo, a la manera de algo, en este caso obras pintadas a la manera de artistas como Miguel Ángel(1475-1564), Rafael Sanzio(1483-1520) o Leonardo da Vinci(1452-1519),  de donde derivó el término manierismo. Pero en el último cuarto del siglo XVI surgiría a su vez otra reacción contra el artificioso estilo manierista de la mano de uno de los grandes artistas de la historia de la pintura, Michelangelo Merisi da Caravaggio (1571-1610), que abandonó el estilo artificial de los manieristas y también la idealización característica del Renacimiento,  para iniciar una nueva etapa de la pintura que buscaba reflejar la realidad, sin embellecerla, sin alegorías, buscando mostrar no sólo el físico, la apariencia real de los retratados, sino también su psicología, resaltada además por el juego de luces y sombras de estos cuadros, donde el color queda subordinado a la luz que ilumina el cuadro desde un único punto luminoso fuera del cuadro, como si se tratara de una claraboya que el espectador no puede ver y que dota a estas obras de un aire de misterio. Sus obras serán fuertemente criticadas en su tiempo porque en ellas faltaba el ideal, la nobleza de espíritu de sus protagonistas, algo que a Caravaggio no le interesa, pues trata de reflejar la realidad, la enfermedad, la suciedad y utiliza para sus obras de santos y vírgenes a personas de la calle, a pobres e incluso a prostitutas, lo que escandaliza a la Iglesia de su tiempo.

"Martirio de San Pedro" de Caravaggio y que todo viajero en Roma puede contemplar en la iglesia de Santa María del Popolo  . Es uno de los mejores ejemplos del tenebrismo , nombre que se da a la fase inicial del estilo barroco que dominaría la pintura, la arquitectura y la escultura  durante el siglo XVII. El tenebrismo se caracteriza sobre todo por el uso de la iluminación, ya que los personajes son iluminados por una única luz, situada en algún lugar por encima de ellos pero también fuera de la visión de espectador . Con la llegada del Barroco se abandona la idealización del Renacimiento y la exageración del Manierismo para reflejar lo que se ve, lo feo y lo bello, lo agradable y lo repugnante, una mirada descarnada sobre la realidad. También se caracteriza por la grandiosidad de sus obras, se pintan  óleos monumentales donde el artista juega con la luz, el color y el movimiento. En lugar de buscar la simetría como en el Renacimiento , se decanta por la asimetría , más cercana al movimiento real de la naturaleza. Este mismo realismo es lo que lleva a tener como uno de los temas preferidos de los artistas barrocos el martirio de los santos, donde tratan de reflejar el dolor del santo, como hace Caravaggio en esta obra. Será Caravaggio  el principal inspirador de la obra de Artemisia Gentileschi (Imagen procedente de http://globedia.com )
 
Con Caravaggio nacía el Barroco, o al menos fue el primer gran representante del  estilo artístico que iba a dominar todo el siglo XVII. Su vida fue tan turbulenta como su pintura, en 1606 había sido acusado de dar muerte en una pelea en Roma a un hombre llamado Ranuccio Tomassoni. Aunque en otras ocasiones sus mecenas habían podido protegerle , la acusación de asesinato era más grave que las frecuentes riñas en las que hasta entonces se había visto envuelto, y tuvo que huir de Roma para buscar refugio en Nápoles desde donde viaja a continuación a Malta gobernada entonces por la Orden de los Caballeros de Malta que incluso le conceden el título de Caballero de la Orden y pintor oficial de la Orden, pero de nuevo volvió a meterse en líos y en una nueva riña hirió de gravedad a un caballero de la Orden lo que provocó su expulsión de la isla. Luego viajaría por Sicilia para regresar por último a Nápoles donde sufriría un intento de asesinato que le desfiguró la cara y que podría haber sido patrocinado por pintores rivales de Caravaggio. En 1610 viajaba de regreso a Roma para obtener el perdón del papa por el homicidio cometido cuatro años antes y aquí el misterio se cierne sobre el destino final de Caravaggio. Para unos Caravaggio fue asesinado durante su estancia en Roma, para otros murió en una pequeña localidad de la Toscana, Porto Ércole, víctima de la malaria. De una u otra forma el primero de los grandes genios del barroco había muerto y su discípulo más aventajado sería un pintor pisano llamado Orazio Gentilleschi (1563-1639), el principal representante de los llamados Caravaggistas.

"San Francisco sostenido por un ángel" , obra realizada durante los primeros años del siglo XVII por Orazio Gentileschi y que hoy se puede contemplar en el Museo del Prado de Madrid . Durante sus primeros años como pintor Gentileschi, el padre de la protagonista de este relato, Artemisia Gentileschi, había comenzado dentro del estilo manierista hasta que viajó a Roma y conoció a Caravaggio con el que además parece que llegó a entablar una cierta amistad. Se convertiría en uno de sus principales seguidores que serían llamados los Caravaggistas . Esta obra pertenece a una de sus épocas de máximo esplendor, la primera década del siglo XVII, cuando también pinto frescos para la cúpula del San Pedro del Vaticano (Imagen procedente de http://www.museodelprado.es )
 
Orazio era a su vez hijo de un orfebre de Florencia llamado Giovanni Battista Lomi, padre de otro pintor de la época, Aurelio Lomi (1556-1622). Aunque Orazio creció rodeado por artistas representantes del manierismo, cuando viajó a Roma y conoció la obra de Caravaggio quedó tan impresionado por ella que no dudó en seguir el estilo del que desde entonces se convertiría en su maestro. En la última década del siglo XVI encontramos a Orazio luchando por hacerse un nombre en Roma, una ciudad que podríamos comparar con la Nueva York de nuestros días por la intensidad de su vida cultural, incluso demasiado intensa como nos lo cuenta Ángeles Caso  que escribe que aquella Roma era "Una ciudad llena de oportunidades , pero en la que la rivalidad, la codicia y hasta el odio entre artistas, intermediarios y patronos acababa a menudo con los huesos de unos y otros en las cárceles, las galeras o las tumbas. Una ciudad llena de poder y de lujo , de miserias éticas, de pícaros y genios y seres extravagantes, capaces de lo que fuera con tal de obtener un contrato para decorar una cúpula o un salón" En este ambiente vital , dinámico pero también  violento y duro nacía en Roma el 8 de julio de 1593 la primera de los cuatro hijos que tendría Orazio y la única que sería niña, a la que puso por nombre Artemisia . Orazio y su esposa tendrían otros seis hijos, todos ellos varones, de los que sólo tres llegarían a la edad adulta. La madre  de Artemisia moriría durante el parto de su séptimo hijo, un destino habitual para las mujeres de su tiempo, cuando la futura pintora sólo tenía doce años de edad, convirtiéndose a partir de aquel momento en la única mujer del hogar de los Gentileschi.

LA PINTURA BARROCA

Para ilustrar mejor el estilo pictórico que iba a dominar durante la época en que vivió Artemisia Gentileschi he incluido este breve documental con algunos de los pintores y las obras más importantes del Barroco

 
 
Aunque ya sabemos que no era considerado apropiado que las mujeres siguieran los pasos artísticos de sus progenitores si era habitual que  las mujeres ayudaran en los talleres de pintura , aunque sólo en labores concretas y sin que se las encargara realizar obras completas, por lo que no podían ser consideradas artistas ni tampoco firmaban ninguna obra. Pero Orazio debió percatarse del talento de su hija mayor y puso mucho empeño en enseñarla, incluso más que a sus propios hijos que jamás lograrían desarrollar el talento de su hermana. Pero como nos cuenta Ángeles Caso, Orazio era consciente de los peligros que una joven tenía que afrontar en la sociedad de la Roma de comienzos del siglo XVII, donde los abusos y las violaciones estaban a la orden del día. La mejor forma de protegerla era manteniéndola recluida en casa , a salvo de la vista de posibles seductores, mientras la enseñaba los secretos de la pintura . Escribe Ángeles Caso " Artemisia llevó una vida de absoluta reclusión. Tan sólo salía para ir a la iglesia , y eso siempre al alba. Durante el día nadie pudo ver nunca a aquella criatura que se desvivía por pintar y, a la vez, tenía que ocuparse mantener el hogar en orden" Casi parece la descripción de la vida de una mujer afgana durante el gobierno talibán pero así estaban las cosas en la Roma del siglo XVII. En 1610, el mismo año de la muerte del maestro de Orazio Gentileschi, Caravaggio,  Artemisia realizaba la primera de sus grandes obras, "Susana y los viejos", influida por el realismo de Caravaggio pero donde ya mostraba su propio punto de vista y su personalidad como artista, una obra cuya madurez incluso hoy sorprende a los críticos por ser impropia de una artista tan joven y que ha llevado a algunos a aventurar que o bien fue realizada en una fecha posterior a la que figura en el cuadro o en ella participó su padre.

"Susana y los viejos"  pintada por Artemisia Gentileschi en 1610 cuando sólo contaba con diecisiete años. Este tema, tomado como tantos otros del Antiguo Testamento, del Libro de Daniel , donde se cuenta la historia de Susana, esposa de un hebreo llamado Joaquín que era muy rico y vivía en Babilonia.   Ella era una mujer de gran belleza y también muy piadosa. Un año fueron elegidos dos ancianos como jueces del pueblo hebreo dos ancianos  que acudían al jardín de la casa de Joaquín y espiaban a Susana. Así lo cuenta el Libro de Daniel "Cuando al mediodía toda la gente se marchaba, Susana solía salir a pasearse por el huerto de su marido. Los dos ancianos la veían todos los días cuando salía a pasear y empezaron a desearla; pervirtieron su mente y desviaron sus ojos, que ya no miraban al cielo ni se acordaban de sus justos juicios"(Daniel 13,7-10). Hasta que un día aprovecharon que Susana se había quedado sola después de despedir a sus doncellas y se disponía a tomar un baño ,momento que recoge el cuadro de Artemisia,  y se apresuraron hacia ella y la dijeron "Mira, las puertas del jardín están cerradas y nadie nos ve. Nosotros te estamos deseando; consiente , pues, en darte a nosotros; si no lo haces , atestiguaremos contra ti de que estaba contigo un joven y que por eso mandaste fuera a las doncellas"(Daniel 13,20-22) Susana se negó a doblegarse a las pretensiones de los dos ancianos que la acusaron de adulterio con un joven tal y como la habían amenazado. Era una historia de fuerte contenido erótico, sin duda inapropiada para la mentalidad de la época como tema de inspiración para una joven artista de diecisiete años,  pero lo que destaca en la obra de Artemisia es un enfoque diferente al que le daban los pintores varones, pues estos mostraban a Susana exhibiendo su cuerpo con completa despreocupación sin saber que estaba siendo espiada,  mientras que Artemisia la presenta en el momento  en que es sorprendida por los dos ancianos y trata de proteger su desnudez ante sus miradas libidinosas mostrando a su vez la vergüenza y el rechazo que le causa esa situación. Como escribe Ángeles Caso , es un ejemplo de empatía femenina (Imagen procedente de http://gigantesquedesaparecen.blogspot.com
 
Sea como fuere, el talento de Artemisia era innegable pero había un problema, las mujeres tenían vedado su ingreso en academias para mejorar su formación y Orazio no podía dedicarla mucho tiempo porque se estaba encargando de la decoración del Palacio Pallavicini-Rospigliosi  en Roma. Precisamente aquí colaboraba con él Agostino Tassi Buonamici(1566-1644), un pintor nacido en la ciudad de Peruggia, en la Umbría, y que durante su carrera artística que le había llevado a trabajar primero en la Toscana y luego en Génova, había destacado como paisajista y , en particular, por la utilización de la técnica del Trampe - d´oeil o Trampantojo, que seguro que si no la habéis visto en un palacio o en un museo la habréis contemplado en los muros de nuestras ciudades, pues consiste en murales donde los elementos arquitectónicos son realizados con una perspectiva que crea en el ojo la ilusión de profundidad, como si no hubiera una pared y pudiéramos seguir caminando hacia el fondo de la composición o bien que sus personajes fueran a salir del cuadro, una especie de cine en tres dimensiones pero sin la necesidad de utilizar gafas especiales para poder contemplarlo. A pesar de su segundo apellido, Buonamici podría traducirse como buen amigo o amistoso, Tassi no era persona muy de fiar pues ya había tenido problemas con la justicia y en más de una ocasión fue encarcelado, un Caravaggio pero sin el talento del gran maestro del barroco. Pero , a pesar de ello, de alguna forma se había ganado la confianza de Orazio Gentileschi que le eligió como preceptor de su hija, para que la ayudara a completar su formación. Resulta difícil entender que Orazio, que siempre había protegido a su hija con tanto celo, permitiera que aquel hombre de dudosa reputación pasara ahora a compartir muchas horas del día con su hija en la soledad de la casa paterna, era casi como meter al zorro en el corral y, como podéis suponer, lo que era de temer que sucedería finalmente sucedió.

"Competición de cucaña en el Capitolio", obra realizada por Agostino Tassi hacia 1630 y actualmente conservada en el Museo Capitolino de Roma, donde se puede apreciar el uso de la perspectiva y del Trampantojo para crear la sensación de profundidad en la obra, una técnica en la que era maestro  Tassi, el hombre que sería elegido por Orazio Gentileschi como preceptor de su hija Artemisia y que marcaría el destino de la joven (Imagen procedente de http://www.epdlp.com ) 
 
 
La atractiva Artemisia ,que en 1611 tenía dieciocho año, aunque he encontrado diferentes fechas para la violación que oscila entre el 1611 y el 1612, era un objetivo demasiado evidente para que dejara escaparlo un hombre maduro como Agostino Tassi, que para entonces contaba cuarenta y siete años y cuya fama le precedía. En aquellas horas que pasaban juntos en soledad en la casa del padre de Artemisia, Tassi primero trató de seducirla pero ante los continuos rechazos de la joven a sus pretensiones no vaciló en hacer uso de la fuerza y satisfacer sus deseos como era práctica habitual en aquel tiempo, violándola. La violación , la pérdida de la virginidad aunque fuera por la fuerza, era una deshonra, pero no tanto para el hombre que la cometía, como para la mujer que quedaba marcada y le era casi imposible encontrar esposo lo que significaba la marginación social. La única alternativa a este amargo destino es que el violador accediese a casarse con su víctima, con lo que la honra quedaba restituida y parece ser que eso es lo que luego le prometió Agostino a Artemisia a cambio de seguir manteniendo relaciones sexuales con él, aunque ,por desgracia, Tassi no tenía intención alguna de cumplir con su palabra. En realidad Tassi ya estaba casado aunque la situación es confusa porque el matrimonio se habría roto años antes e incluso se decía que su mujer habría muerto asesinada, presuntamente por un sicario enviado por el propio Agostino .Fuera esto verdad o no lo cierto es que el padre de Artemisia, Orazio, denunció a Agostino por la violación, pero , sobre todo, por no cumplir su promesa de casarse con su hija aunque el juicio hacia un pobre favor a su propia hija porque hacía publica la violación y lo que eso significaba de deshonra social para Artemisia.
 
Durante el juicio Artemisia relataría como se desarrollaron los hechos de aquel acontecimiento que marcaría su vida y que yo tomo prestado del relato de Ángeles Caso en su obra "Las olvidadas" "Cuando estábamos en la puerta del cuarto -declaraba Artemisia ante el juez - me cogió (se refiere a Tassi) y cerró el cuarto con llave y después de cerrado me tiró encima de la cama empujándome con una mano por el pecho, me puso una rodilla entre los muslos de tal manera que yo no podía cerrarlos, y levantándome las faldas, que tuvo muchas dificultades para alzármelas, me puso una mano con un pañuelo en el cuello y en la boca para que no gritase y habiendo puesto primero las dos rodillas entre mis piernas y apuntándome con el miembro a la naturaleza , empezó a empujar y lo introdujo dentro de mi , que yo sentí que me ardía muchísimo y me hacía mucho daño, pero por el impedimento que tenía en la boca no pude gritar, aunque intenté chillar todo lo que podía llamando a Tutia. Y le arañé la cara y le tiré del pelo y antes de que me introdujera el miembro también se lo agarré tan fuerte que incluso le arranqué un trozo de carne pero a él no le dolía nada de eso y siguió haciendo sus cosas, y estuvo un rato encima de mi con su miembro dentro de mi naturaleza" ¿Cuántas veces, cuantos millones de mujeres a lo largo de la historia han tenido que sufrir esta vejación? Pero cuando Tassi  termina Artemisia no se quedó quieta , ella nos lo cuenta "Al verme libre abrí un cajón de la mesa y cogí un cuchillo y fui hacia Agostino diciendo "Quiero matarte con este cuchillo porque me has deshonrado".Él , abriéndose la camisa , dijo "Aquí estoy" y yo me lancé con el cuchillo, pero se apartó , que si no le habría hecho daño y fácilmente lo habría matado; no obstante le herí un poco en el pecho y le salió sangre, aunque poco, porque apenas le había dado con la punta del cuchillo"
Dibujo de una aplastapulgares, una de las torturas más utilizadas en el siglo XVII y que utilizaron con Artemisia durante el juicio de violación para comprobar si estaba diciendo la verdad. Era la palabra de ella contra la de Tassi y al no haber testigos y no existir en la época otro medio de probar las violaciones , el método empleado era torturar a la acusadora , evitando así las falsas acusaciones. Curiosamente no hay noticias de que Tassi fuera sometido a ninguna tortura para comprobar si las acusaciones que lanzó contra la honestidad de Artemisia tenían alguna veracidad. A pesar del dolor Artemisia no cambió nada de su declaración y por suerte para ella y también para la historia del arte los jueces detuvieron la tortura antes de que sus dedos quedaran inutilizados para la pintura (Imagen procedente de http://blogs.ua.es ) 
 
 
Pero no es fácil matar a una persona, ni siquiera cuando es alguien que te ha hecho tanto daño como Tassi le había infligido a Artemisia , la joven se derrumbó en aquel momento, llorando su desgracia ,momento que aprovechó el artero y mentiroso Tassi para embaucarla "Agostino se abrochó la camisa,  y yo estaba llorando y doliéndome del mal que me había causado y él para tranquilizarme me dijo "Dadme la mano que os prometo casarme con vos en cuanto salga del laberinto en el que estoy. Y con esta buena promesa me tranquilicé y con  esa promesa me indujo a consentir después más veces amorosamente a sus deseos, que esa promesa me la volvió a confirmar más veces" Pero como decía el escritor español del siglo XVII Francisco de Quevedo, "Nadie ofrece tanto como el que no va a cumplir." y Tassi no tenía intención alguna de cumplir su palabra como no tardaría en descubrir Artemisia "Después -sigue relatando Artemisia - tuve noticias de que tenía mujer , me quejé con él de esa traición y él siempre me lo negaba diciéndome que no tenía mujer y siempre me decía que estaba seguro de que ningún otro más que él me había tomado." Pero no penséis que esta declaración de Artemisia era realizada como en la actualidad, con un abogado y respondiendo con tranquilidad a las preguntas. Artemisia tenía que demostrar que lo que decía era cierto y para ello la sometieron a tortura para averiguar si todo lo que había dicho correspondía con la realidad y emplearon con ella una técnica conocida como  empulguera que consistía en ir apretando progresivamente los dedos del torturado con unas cuerdas hasta lograr el aplastamiento de sus falanges. Por fortuna para Artemisia, con ella la tortura no se llevó hasta el final porque sino habría quedado incapacitada para pintar durante el resto de su vida.
 
Además de las torturas Artemisia también tuvo que sufrir las calumnias de Tassi que la acusó de ser una mujer licenciosa, una prostituta que gustaba de acostarse con todo hombre que se la aproximaba.  y como nos cuenta Ángeles Caso, llegó a declarar que el mismo padre de Artemisia había dicho de su hija que "era una puta y no sabía como hacer para remediarlo". Es la estrategia tantas veces utilizada en las agresiones sexuales, culpabilizar a la víctima.  En caso de ser hallado culpable la pena a la que se enfrentaba Tassi era de pasarse un mínimo de cinco años y un máximo de veinte remando en galeras, uno de los castigos tradicionales de la época , pasando a llamarse galeotes, además de tener que pagar a la víctima , en este caso a Artemisia, una dote suficiente para que a pesar de la violación alguien se dignara a casarse con ella. Aunque en aquella época era muy difícil demostrar las violaciones pues todo se basaba en los testimonios de los implicados , en este caso fue decisivo el testimonio de la propia hermana de Tassi que declaró contra él acusándole además de mantener relaciones con la hermana pequeña de la esposa de Tassi, lo que era considerado un incesto. Como veis sólo con esta historia se podría escribir un serial para televisión y es fácil imaginar el dolor que tuvo que causar en la joven Artemisia todo este espectáculo que  se prolongaría durante cinco meses hasta que el juez tomó una decisión y sentenció a Agostino Tassi a elegir entre el destierro definitivo de Roma o cinco años en las galeras. Parece que Tassi contaba con importantes contactos en Roma que lograron suavizar la pena y que lograrían que apenas unos meses más tarde esta condena fuera suspendida y Tassi, que había elegido el destierro , pudo regresar tranquilamente a la ciudad. Tassi aún viviría muchos años, hasta 1644, siempre implicado en asuntos ilegales pero contando con la ayuda permanente de personas poderosas lo que le permitió morir ya anciano, a los 78 años de edad en 1644.

"Judit decapitando a Holofernes". realizado por Artemisia poco después de finalizado el juicio por violación, y que hoy es el cuadro más conocido de la pintora italiana, una obra que era un tema habitual en el Barroco pero en este caso con  un dramatismo y violencia que sólo igualó Caravaggio .  En el Libro de Judit se cuenta la historia  de la resistencia de los hebreos en Betulia al asedio al que estaban siendo sometidos por las tropas de Babilonia dirigidas por el general Holofernes. La situación era desesperada hasta que interviene Judit, que es definida en el Libro de Judit como una mujer viuda "muy bella y de aspecto encantador"(Judit8,7-8) Ella fingió traicionar a su pueblo y entregarse a Holofernes aunque lo que en realidad pretendía era seducirle y darle muerte. Así, después de un banquete en el que Holofernes bebió más de la cuenta ,  Judit aprovechó su oportunidad "Solamente quedó Judit en la tienda con Holofernes quien, bañado en vino, yacía en el lecho. Judit había dicho a su doncella que estuviera fuera del dormitorio"(Judit 13,2-3) y a continuación procede a degollar al general babilonio lo que causaría la retirada de las tropas de Babilonia "Ha llegado el momento de ayudar a tu heredad y de realizar mis proyectos para derrotar a los enemigos que se han levantado contra nosotros." Acercándose luego al lecho , asió la cabeza por los cabellos diciendo "Señor, dios de Israel, dame ahora fuerzas". Por dos veces le dio en e cuello con todas sus fuerzas ,cortándole la cabeza"(Judit 13,5-9). Esta es la escena representada por Artemisia en esta obra llena de dramatismo y violencia, con la sangre de Holofernes salpicando la ropa y los brazos de sus verdugos . Ángeles Caso escribe sobre esta obra "Bajo el hermoso satén anaranjado del traje (Judit es la que se encuentra a la derecha del cuadro), aparecen sus brazos musculosos ,casi masculinos. Ni el más leve matiz de duda en su rostro impasible. Sus ojos no se apartan del movimiento de la cimitarra que degolla al enemigo, sino que mira con determinación y fijeza el profundo tajo del cuello" Ángeles Caso aventura que bien podría tomarse esta obra como una venganza contra el género masculino ya que fue realizada justo después de terminar el juicio , una forma de canalizar el dolor y la rabia que sintió durante aquellos cinco meses que duró la causa,  en el que tuvo que sufrir multiplicada la humillación  de la violación. Pero lo que es indiscutible, al margen de la interpretación que demos al cuadro, es el extraordinario dramatismo de la composición  (Imagen procedente de http://www.emol.com )
 
 
Pero mientras que Tassi se disponía a continuar su vida como si nada hubiera pasado, la reputación de Artemisia estaba hundida. La habían violado, la habían mentido, la habían torturado y difamado y ahora la víctima parecía la culpable de lo que había sucedido, algo de lo que tal vez habría que responsabilizar al padre de Artemisia, Orazio, porque de no hacerse el juicio ella no tendría que haber sufrido aquella humillación pública. Pero Artemisia era una mujer fuerte, que iba a levantarse de aquel golpe y que hablaría con el lenguaje que mejor sabía utilizar, la pintura , y serán mujeres fuertes, guerreras, valientes las protagonistas, aunque no exclusivamente, de sus obras, aunque eso no significa que consideremos a Artemisia una pintora feminista pues es un concepto que entonces ni siquiera existía ni se planteaba en el sentido que le damos hoy, pero si que mostraría a través de sus obras , del realismo , la fuerza y el dramatismo de estas composiciones a mujeres que , de alguna forma, desafiaban un mundo controlado por el hombre y por unas reglas sociales dirigidas a mantener a la mujer en un estado de subordinación permanente al hombre . Justo a la época posterior al juicio corresponde otra de sus grandes obras  "Judit decapitando a Holofernes". Su tema está tomado del Libro de Judit que forma parte a su vez de los textos que conforman el Antiguo Testamento de la Biblia, ambientado en la guerra que mantenía Israel con Babilonia. Su protagonista, Judit, es una bella y cultivada hebrea que para salvar a su pueblo de los ejércitos de Babilonia se hace conducir ante el general Holofernes al que logra seducir , haciéndole creer que ella también está enamorada de él.Logra que éste la invite a su tienda de campaña donde Judit le incita a emborracharlo y aprovecha la ebriedad de Holofernes para degollarlo. Con su muerte el ejército de Babilonia huye e Israel obtiene la victoria. Artemisia supo plasmar el dolor que le había causado aquel juicio, su violador Tassi y su propio padre, en esta obra , canalizando sus sentimientos a través del arte. Artemisia se iba a independizar personal y artísticamente de su padre e iba a convertirse en la pintora más importante del Barroco, pero será mañana cuando la acompañaremos por un camino que, como no podía ser de otra forma, no estaría exenta de obstáculos.

jueves, 25 de julio de 2013

LA FRAGILIDAD DE LA VIDA

 
Hace algunos años , un día muy parecido al de hoy, en pleno mes de julio, con el sol abrasando las llanuras de Castilla, salía de casa para dirigirme a una de las dos grandes estaciones de tren de Madrid, la estación de Chamartín, de donde salen y a donde llegan los trenes que unen el norte de la Península Ibérica con el centro de España. Llevaba una pequeña maleta con las cosas imprescindibles que necesitaría para pasar unos días en el lugar de destino, sin olvidarme , aunque era el mes de julio, ropa de abrigo , un impermeable y un paraguas porque a Galicia , incluso en pleno verano, hay que viajar preparado para cualquier sorpresa del clima y en la misma maleta tienen que compartir espacio los bañadores para sumergirse en las frías aguas de las hermosas playas  de las rías con los jerséis y chaquetas que puedas necesitar en los días de lluvia y nubes, en los que el viento del norte parece querer llevarte al otoño. Las estaciones son lugares que siempre me han gustado, mucho más que los aeropuertos, aunque no tenga muy clara la razón. Tal vez el tren me parece más humano y más natural que subir en un avión, que  siempre te hace sentir como si desafiaras el orden natural de las cosas. El hombre no está hecho para volar, decían nuestros antepasados, y nosotros hemos violado esa norma y surcamos los cielos en grandes naves que pueden transportar en su interior cientos de pasajeros, pero nunca te olvidas que debajo de tus pies se halla un abismo de kilómetros. Sin embargo, el tren transmite seguridad, y, en los modernos vagones de nuestros días, los largos viajes de antaño quedan reducidos a unas pocas horas , devorando el espacio a más de doscientos kilómetros por hora, sin baches aéreos, sin pérdidas de equipaje, sin largas esperas en el aeropuerto, sin esa tensión que siempre sentimos en un avión. Definitivamente prefiero el tren.
 
Recuerdo que aquel viaje me lo pasé en gran parte leyendo una novela de un escritor inglés, aunque olvidé su nombre, comí un pequeño bocadillo que me preparé en casa , repasé el periódico que había comprado en la estación y después me sumergí en ese estado de somnolencia entre el sueño y la vigilia, donde todo parece  flotar y adoptar un aire de irrealidad, acunado por el ruido monótono de los vagones sobre las vías. Cada cierto tiempo el tren se detenía en alguna de las estaciones del camino, había personas que bajaban del vagón, siempre con esa curiosa inquietud y prisa , con el temor de que el tren reinicie la marcha antes de que puedas abandonarlo. Y después del revuelo, de nuevo la calma, el sonido monótono del tren, el sueño que regresa. Y así pasan los minutos y las horas , hasta que una voz anuncia que la próxima parada es tu destino, Santiago de Compostela. Como casi todos los pasajeros en el vagón busqué mi teléfono móvil para llamar a mi abuela y mi tío que me estaban esperando ya en la estación de Santiago. "¡Hola! Ya estoy llegando. Creo que en unos cinco minutos estaré allí. ¡Ahora nos vemos!" Imagino que diría algo muy parecido a esto. En apenas unos minutos estaría con ellos y disfrutaría de unos días de vacaciones en Galicia. En aquel momento el viaje era largo, tardabas unas siete horas, pero aún así se te pasaban en un suspiro . De nuevo el nerviosismo de los pasajeros del vagón antes de llegar a la estación, el revuelo de equipajes , las prisas por situarse ante la puerta, las ganas de ver a la familia que te estaba esperando. Por fin, el tren hace su entrada en la estación, se detiene, las puertas se abren, comenzamos a bajar y a buscar con la mirada a la familia ¡¡Allí están!! Abrazos , risas, "¿Qué tal el viaje? Deja que te lleve el equipaje".
 

Podría incluir muchas fotografías impactantes de este accidente pero aunque sin duda me proporcionarían más lectores porque son las fotografías más buscadas en la red, prefiero dejar testimonio en el Mentidero de como sucedió el accidente  , porque será una de esas tragedias que quedará en los libros de historia por el elevado número de víctimas y , también, por la conmoción que causa en la sociedad un accidente tan grave en el transporte que la mayoría de nosotros consideramos el más seguro que hay, como así es  ,pues apenas hay accidentes en las últimas décadas, pero la posibilidad siempre existe. En el gráfico vemos el punto en el que el tren descarriló apenas a cuatro kilómetros de Santiago de Compostela, un lugar al que muchos iban para celebrar las fiestas de Santiago Apóstol que tenían lugar justo en el día en que estoy escribiendo, 25 de julio.  Se produjo en una curva donde la velocidad está limitada a 80 km/h aunque el tren la tomó a una velocidad de entre 10 y 190 km/h sin que de momento se conozcan las razones de este exceso de velocidad. Hay muchas versiones y especulaciones, pero considero que hay que dejar el tema en las manos de los expertos antes que ponernos a buscar responsables  (Imagen procedente de http://www.elpais.com ) 

 
 
 
Una escena que se repite cada día en cada estación en cualquier rincón del mundo. Algo cotidiano, normal, tanto que no le damos importancia y ni se nos pasa por la cabeza que en cada viaje hay un riesgo, porque además, si lo hiciéramos, viviríamos siempre con temor. Una escena muy parecida a esta es la que vivían ayer 24 de julio, víspera de la fiesta de Santiago Apóstol, los 218 viajeros más la tripulación que llenaban los vagones del tren modelo Alvia 151 que cubría la línea que une Madrid con la localidad coruñesa de El Ferrol, aunque una de las estaciones principales, y más aún en un día como ayer víspera de la gran fiesta de la ciudad, es Santiago de Compostela. Al igual que yo aquel día de hace unos años, al igual que los miles y miles de viajeros que año tras año han hecho el mismo recorrido, iban confiados, leyendo, escuchando música, hablando de la actualidad, durmiendo, tomando algo en el vagón restaurante o, tal vez, haciendo un nuevo amigo o amiga o conociendo a un posible futuro amor, porque los trenes son también un lugar de encuentro. Todo va como siempre, con esa monótona cotidianeidad a la que no damos mayor importancia, precisamente porque es lo normal, lo que sucede todos los días una y otra vez. Por fin , nos acercamos a Santiago de Compostela, apenas nos separan cuatro kilómetros de nuestro destino, deben de ser las 20:30 hrs, porque nuestra llegada está prevista para las 20:41. De nuevo los teléfonos móviles comienzan a salir de los bolsillos para llamar a la familia y anunciarles que ya estamos llegando. Dentro de poco nos veremos, nos abrazaremos y nos preguntarán  "¿Qué tal el viaje? Deja que te lleve el equipaje". Estiramos los brazos y las piernas, un poco entumecidas después de tantas horas sentados. Estamos apunto de llegar
 
Pero eso que llamamos normalidad muestra al segundo siguiente su extraordinaria fragilidad. El vagón vibra, se oye un fuerte estruendo, de pronto nos vemos lanzados contra el techo, contra la ventana, contra el asiento delante nuestro. Gritos, golpes, confusión, dolor, oscuridad. Unos segundos después, ¿o son minutos u horas?, abrimos los ojos, sentimos un dolor sordo en el brazo, el vagón está oscuro, se oyen lamentos , llantos, hay cuerpos inmóviles de los que no surge ningún sonido. Estás aturdido ¿qué ha pasado? ¡Un accidente! Has sobrevivido, tratas de incorporarte y ayudar a los que están más cerca. Hay humo, uno de los vagones se habrá incendiado. A lo lejos se oye el ulular de una sirena que se aproxima. Unos minutos después logras salir del vagón y sólo entonces eres consciente del desastre, los vagones convertidos en un amasijo de hierros retorcidos, uno de ellos está ardiendo , otros se hallan desplazados y boca abajo , después de dar varias vueltas de campaña , la mayoría de ellos atrapados entre las vías y una gruesa pared de hormigón, uno de ellos, empujado por la potencia del tren que circulaba a 190 kilómetros por hora, ha saltado por encima de una protección acristalada de seis metros de altura  como si fuera un atleta de salto de altura superando el listón, para aterrizar  al otro lado. Hay cadáveres en el suelo, se escuchan gritos , se ven a pasajeros que deambulan aturdidos, con su maleta en la mano, preguntándose que ha sucedido, rostros ensangrentados, gemidos que siguen surgiendo del interior de los vagones.
 
He pensado si incluir o no el vídeo con la imagen grabada del accidente tomada por una cámara de la vía, pero creo que al igual que lo hice con las del Tsunami de Japón forma parte de la historia de esta tragedia y he decidido finalmente incluirla.
 
 
 
 
 
Ayer , 24 de julio, poco después de las 20:30 hrs, algo muy parecido a esto es lo que tuvieron que vivir las casi doscientas cincuenta personas, entre pasajeros y tripulación , que iban a bordo del tren Alvia que hacía su recorrido entre Madrid y El Ferrol, cuando se hallaban apenas a cuatro kilómetros de su destino. El tren iba a una velocidad de entre 180 y 190 kilómetros por hora al llegar a una curva en la que la velocidad máxima estaba fijada en 80 kilómetros por hora. ¿Por qué? La investigación ya hará luz sobre ello , pudo ser un error humano o un error tecnológico, ambos a la vez o tal vez un cúmulo de pequeños errores o desgracias. Lo sabremos en su debido momento, pero para eso están los expertos que se encargarán de encontrar las respuestas y tratar de evitar que en el futuro se pueda producir un accidente similar.  Fuera por lo que fuese el resultado son ochenta víctimas y ciento sesenta y ocho heridos, muchos de ellos en estado crítico , ochenta vidas truncadas de forma imprevista, personas que como yo aquel día o como tu lector en cualquier otra ocasión, no sentían el menor temor en su viaje ¿qué puede pasar en un tren? Es algo normal, cotidiano , seguro. Es sencillo tener empatía con estas personas y con sus familias porque todos hemos sido en alguna ocasión pasajeros de un tren, de un avión , de un autobús o un barco, y también casi todos hemos esperado a alguien cercano en el anden de una estación, en la sala de un aeropuerto o en el muelle de amarre de un puerto, mirando el reloj con impaciencia y con las ganas de ver a esa persona querida a la que hace un tiempo que no vemos.   
 
El terrible accidente de Santiago de Compostela ya será aclarado por los expertos, a los demás nos queda enviar mensajes de animo a las familias afectadas, que dentro de unos días, cuando las noticias del accidente sean desplazadas por otras más actuales, se quedarán a solas con su dolor y su pérdida. No es ni bueno ni malo, es la vida que sigue su curso y aunque los demás hoy podamos compartir una pequeña parte de ese dolor, no hemos perdido a nadie allí y nuestra vida sigue dentro de lo que llamamos "normalidad", una normalidad que no podrán recuperar nunca por completo aquellos que han perdido a un familiar o a un amigo, porque su ausencia estará siempre presente de algún modo. Ausencia presente, una extraña forma de definirlo pero es la mejor que se me ocurre para expresarlo. Este es el trágico contraste entre la normalidad y la anormalidad, entre lo previsible y el azar, la fragilidad de la vida puesta al descubierto, mostrándonos la incertidumbre que siempre rodea nuestra existencia aunque la vistamos con la ropa de lo cotidiano, porque necesitamos sentirnos seguros, necesitamos la normalidad, lo cotidiano, donde lo imprevisto no tiene lugar, por eso , cuando sucede, nos quedamos conmocionados, no podemos dar crédito a lo que está sucediendo "¿por qué ha pasado esto?" "¿por qué le ha pasado eso a él, a ella, a mi padre, a mi hijo, a mi hermano, a mi amigo?" La muerte siempre llega demasiado pronto , siempre nos parece injusta, pero aún más cuando llega de forma imprevista, cuando nos arrebata lo que amamos sin avisar, es como si hubieran entrado en casa los ladrones y se hubieran llevado todo. Incredulidad, rabia, impotencia y resignación podrían ser las fases por las que una persona pasa ante un hecho como este . Incredulidad, porque no puedes creer lo que ha sucedido, rabia, porque no entiendes la razón  que justifique la tragedia, impotencia porque o puedes hacer nada para cambiarlo y resignación porque desde que el ser humano está sobre el planeta ha tenido que aceptar la pérdida y seguir viviendo.
 
La mejor fotografía de esta tragedia es sin duda la de las colas que se formaron delante de los autobuses enviados para donar sangre. Cientos de ciudadanos acudieron a donar sangre para las decenas de heridos del accidente. Ese gran misterio que es el altruismo, el entregar algo sin esperar nada a cambio, simplemente porque se trata de otro ser humano al que puedes ayudar.(Imagen procedente de http://noticias.terra.es ) 
 
El novelista francés André Malraux escribía que "La muerte sólo tiene importancia en la medida en que nos hace reflexionar sobre el valor de la vida."  y al menos a mi me sucede que cuando acontece una tragedia de estas características, la muerte violenta y súbita de decenas de personas que un minuto antes se hallaban llenas de vida y sin temor, regresan a mi mente las reflexiones sobre la vida y la muerte. Pienso que si algo nos enseñan estas tragedias es a ser más conscientes de lo frágiles que son nuestras vidas, de los delgados hilos que nos unen a nuestra consciencia, a nuestro yo, a ser quienes somos, unos hilos que aunque nos creamos muy seguros, una leve brisa en forma de giro del destino puede romper en cualquier momento. Nuestra sociedad oculta la muerte, la teme, no habla de ella . Es verdad que reflexionar  sobre la muerte no nos permitirá hallar muchas respuestas, al margen de las que nos ofrecen las religiones. Yo, personalmente, creo en que nuestra existencia prosigue después, de alguna forma que no acierto a imaginar, pero es una creencia, no una certeza, porque no tengo medios para demostrarlo. Pero lo que si es cierto es que estoy vivo, aquí y ahora, y que no se si dentro de una hora, de un día, de una semana, un mes o un año lo seguiré estando, porque la vida es incertidumbre, inseguridad, fragilidad.  Y no, no es una visión pesimista de la vida, muy al contrario, ser consciente de esta fragilidad, de la que hechos trágicos como el accidente ferroviario de Santiago de Compostela nos hace sentir esa fragilidad con mayor viveza y nos ayudará también a valorar la vida, lo importante que es cada segundo, cada minuto y también que es lo que realmente nos importa, con quién queremos compartir ese tiempo que vamos a pasar aquí, aquello que es valioso.
 
El escritor Stefan Zweig expresaba mejor que yo lo que quería decir en el párrafo anterior "No basta con pensar en la muerte, sino que se debe tenerla siempre delante. Entonces la vida se hace más solemne, más importante, más fecunda y alegre." Si, la vida es frágil, y los accidentes nos lo recuerdan mejor que cualquier otro acontecimiento porque es algo súbito e inesperado, que no podemos planificar y que no sabemos cuando ocurrirá, pero eso tiene que servirnos de estímulo para vivir con plenitud, para no temer a los desafíos de la vida, para no tener que arrepentirnos de no habernos atrevido a vivir . Sabemos que la muerte nos esperará en algún recodo del camino y por eso cada día tenemos que contemplarlo como un milagro, un regalo, una oportunidad  de poder gozar una vez más del sol, del cielo, de las nubes, de la brisa, del agua del mar, del sonido de la voz, de la risa, del tacto de la piel de las personas a las que amamos. Si, la vida es frágil , pero también es fuerte, hermosa y llena de posibilidades, aprovechemos cada segundo de ella, no dejemos que pase a nuestro lado como la corriente de un río al que no permitimos que nos moje los pies, sumerjámonos en sus aguas. Hoy quiero dedicar este artículo no a las personas que murieron en el accidente, porque mis palabras ya no las necesitan , si hay un camino después de esto ya estarán en él descubriendo lo que nosotros aún ignoramos, sino a las familias y amigos que han perdido a alguien cercano. Y también a todos nosotros, amemos la vida con todas nuestras fuerzas, cada hora es preciosa, cada día un milagro y así , como decía Zweig , la vida se nos hará "más solemne, más importante, más fecunda y alegre."
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