domingo, 10 de marzo de 2013

EL IMPERIO DEL EXCREMENTO. LA FIEBRE DEL GUANO (SEGUNDA PARTE)

(Primera parte publicada el 7 de marzo en este enlace :
 http://chrismielost.blogspot.com.es/2013/03/el-imperio-del-excremento-la-fiebre-del.html
 
En la primera parte de este relato habíamos descubierto la importancia que el guano alcanzó a partir de la década de 1840 como fertilizante natural para los agotados campos de Inglaterra y Estados Unidos, hasta el extremo de convertirse en la principal fuente de ingresos de la joven república de Perú, que explotaba los grandes depósitos de excrementos acumulados a lo largo de millones de años en pequeñas islas como las islas Chincha. El aumento de precio y la producción limitada provocó que se buscaran otros lugares para su extracción, como la isla Ichaboe , frente a las costas de Namibia en la costa occidental de África, que entre 1843 y 1845 fue visitada por centenares de barcos hasta que no quedó ni un gramo de guano por recoger. El contrato que Perú había firmado con Inglaterra daba a esta última la exclusiva en la adquisición del guano y si algún otro país quería acceder a él antes el fertilizante tenía que pasar por Inglaterra lo que aumentaba aún más los costes, algo que no aceptaban los cada vez más numerosos granjeros estadounidenses que presionaban a su gobierno para que lograra que este imprescindible fertilizante fluyera hasta Estados Unidos  y a precios más económicos. Los marineros ya habían advertido que había muchas pequeñas islas por todo el Pacífico y en el Caribe con depósitos de guano que podían ser explotados y fue entonces cuando, en 1856, el congreso norteamericano aprobaba el Acta de las Islas Guaneras que permitía a todo norteamericano que descubriera una isla rica en guano que no perteneciera a nadie tomar posesión de la misma , lo que era de hecho el comienzo de una política de expansión fuera de sus fronteras que además se vería apoyado por la creación de empresas dedicadas a su extracción y venta.
 
Mientras, vimos también como la posesión de las islas Chincha en Perú había sido una de las causas de la guerra que enfrentó a Perú y Chile contra la antigua metrópolis, España, en la conocida como Primera Guerra del Pacífico o Guerra Hispano-Americana, cuyas acciones bélicas más importantes tuvieron lugar entre 1865 y 1866 aunque la paz sería firmada en 1871, una guerra sin unos objetivos concretos y que supuso una grave pérdida económica para las tres naciones. En este punto dejaba el relato , con Perú sumida en una grave crisis económica que la obligaba a aumentar el rendimiento de sus explotaciones de guano para lo cual no dudó en hacerse con mano de obra procedente de fuera de sus fronteras, ya que los propios peruanos eran reticentes a participar en ellas, pues se trataba de un trabajo no sólo duro sino insano. El guano desprendía un polvo amarillento que causaba problemas respiratorios a los trabajadores y además los hongos que contenía causaba enfermedades como nos lo describe Joseph Cummins en su obra "Grandes episodios desconocidos de la historia" que estoy consultando para contaros esta historia "Escribe Joseph Cummins "Cualquiera que pasase un tiempo en las islas Chincha sufría enfermedades que iban desde el asma y la disentería hasta otras más graves como la histoplasmosis (conocida también como enfermedad de las Cavernas y provocada por un hongo) y la shigelosis(una variedad de disentería)" ¿Cómo hacerse con nuevos trabajadores? Había dos métodos, o engañándoles con promesas de grandes sueldos y un futuro próspero o , directamente, llevando esclavos a las explotaciones de guano.

La extracción de guano tuvo lo que hoy llamaríamos perversos efectos colaterales. Esta es una fotografía de los célebres Moáis que se extienden por toda la isla de Pascua,también conocida como Rapa Nui, que significa "Rapa la grande" y era el nombre que le pusieron los navegantes tahitianos que visitaban su costa , y "Te pito o te henua", que significa "El ombligo del mundo" y Mata ki te rangi, "Ojos que miran al cielo", como la conocían sus habitantes. Cuando los españoles estuvieron en la isla en 1770, cuarenta y ocho años después de la llegada del navegante holandés Roggeveen en 1722 ,  no quedaba nadie que recordara la presencia del navegante holandés y los españoles calcularon que la población no debía superar los mil habitantes, aunque por el número de personas que a mediados del siglo XIX fueron llevados a trabajar en la extracción del guano en Perú otros historiadores afirman que debía estar por los tres mil habitantes .Los españoles advirtieron la casi ausencia absoluta de madera, como escribió uno de ellos, "no había árbol de producir una tabla del ancho de 6 pulgadas" y la escasa presencia de animales, con la excepción de algunos ratones , gallinas y las aves. El declive de la cultura de Pascua antes de la llegada de los europeos aún es motivo de disputa entre los historiadores, no así lo que luego sucedió. Las epidemias de viruela, tuberculosis, cólera o tifus diezmaron su población y la llegada de los barcos esclavistas en la década de los sesenta del siglo XIX para llevarles cautivos a trabajar en la extracción del guano terminó por destruir su cultura y casi acabar con ellos , reduciendo su  población a menos de trescientos habitantes en 1877. Si queréis saber más sobre la cultura de Pascua os dejo el enlace del artículo que escribí sobre ella
 http://chrismielost.blogspot.com.es/2011/11/misterios-de-la-historia-rapa-nui-y-el.html
 (Imagen procedente de http://paco-encuentros.blogspot.com )
 
Y las primeras víctimas serían los habitantes de la isla de Pascua. Esta pequeña isla, hoy mundialmente conocida por sus célebres Moais,  de apenas ciento sesenta y cinco kilómetros cuadrados, se encuentra separada por 3526 kilómetros de la costa chilena, la más próxima a la isla. Habitada desde el siglo V o VI por pobladores procedentes de la Polinesia, su primer contacto con los europeos no se había producido hasta 1722 cuando llegó hasta la isla el navegante neerlandés Jakob Roggeveen (1659-1729) y  medio siglo después, en 1770, una expedición española dirigida por el cartógrafo y oficial de la Armada española Felipe González Ahedo (1714-1802) tomaba posesión de la isla a la que daba el nombre de San Carlos, en honor del rey español Carlos III(1716-1788) entonces en el trono. Ahedo fue el primero en cartografiar la isla y situarla en los mapas, por lo que a partir de entonces fue más fácil para otros navegantes seguir sus pasos, como el inglés James Cook (1728-1779) en 1774 o el marinero francés Jean François Galaup, conde de La Pérouse (1741-1788) que arribaba a sus costas en 1786. Pascua ya había sufrido una grave crisis entre los siglos XVII y XVIII tal vez causada por una sobrepoblación unida a la deforestación de la isla, lo que debilitó a la población que ahora además caía víctima de epidemias propagadas por los visitantes de la isla . A mediados del siglo XIX no habría más de tres mil habitantes en la isla cuando en 1862 llegaron los primeros barcos esclavistas procedentes del puerto peruano de El Callao para llevarlos como esclavos a Perú trabajando en plantaciones del interior pero principalmente para las explotaciones de guano.
 
Entre 1862 y 1863 un millar de habitantes de Pascua, un tercio de la población, fueron esclavizados. Así describe Cummins el primer contacto entre los pascuenses y los esclavistas "una fuerza de unos ochenta marineros desembarcó y mostró a los habitantes de la isla una selección de baratijas y mercancías. Cientos de personas se reunieron para verlos. Después, uno de los capitanes de los barcos hizo un disparo al aire y los recién llegados comenzaron a sacar pistolas y a llevar a los habitantes hacia los barcos. En medio del pánico , algunos isleños se tiraron al mar y a otros les dispararon  y mataron cuanto intentaban escapar" Entre los que formaban parte de aquel cargamento de esclavos estaban todos los sacerdotes de Pascua, los que guardaban en su memoria el conocimiento y los ritos de la cultura pascuense . No regresaron, murieron trabajando y con ellos murió la cultura de la isla de Pascua y el conocimiento de su lengua, llamada Rongo Rongo, que sería descrita un año después, en 1864, el fraile francés Eugène Eyraud (1820-1868), que evangelizó la isla o, al menos, a lo que quedaba de ella, porque de los mil esclavos que habían llevado a Perú novecientos murieron en las explotaciones de guano y cuando las protestas internacionales forzaron al gobierno peruano a repatriar al centenar de supervivientes estos morirían en el viaje de regreso afectados por la viruela y el tifus. No más de una quincena lograron regresar a Pascua y algunos de ellos enfermos, propagando epidemias en la isla de tal forma que en 1877 no quedaban en Pascua más que doscientos cincuenta habitantes.


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Fotografía de uno de los barcos esclavistas, muchos de ellos navegando con bandera británica y estadounidense ya que eran los principales interesados en las explotaciones de guano,  que desde mediados del siglo XIX  transportaron a decenas de miles de chinos hasta Perú, hasta un número que algunos estiman en unos cien mil. No todos ellos trabajaban en la explotación del guano sino que también lo hacían en las plantaciones del interior del país como el culí, nombre que se daba en general a los trabajadores procedentes de China, India y el resto de países asiáticos, que podéis ver en la fotografía de la derecha. Muchos de ellos pensaban que les llevaban a California, un sueño para muchos pues pensaban hacerse ricos encontrando oro . Imaginad el desconcierto primero, la indignación después y la resignación final cuando se daban cuenta que les habían engañado y su destino eran las islas de guano para trabajar en condiciones de esclavitud, en un clima infernal y con un trabajo de gran dureza, a miles de kilómetros de tu hogar y sin muchas esperanzas de poder cambiar tu destino. Muchos de ellos optarían por quitarse la vida. Cuando la realidad fue conocida en China se negaron a seguir embarcando, por lo que hubo que buscar nuevos trabajadores entre los habitantes de las islas de la Polinesia e Indonesia , a los que se les ofrecían contratos de tres años con buenos salarios, condiciones que, como podéis imaginar, no se cumplían cuando llegaban a su destino  (Imagen procedente de http://viajes.elpais.com.uy ) 
 
Había que buscar otro lugar donde conseguir trabajadores y las miradas de Perú se dirigieron a China . En 1848 se había desatado la fiebre del oro en Norteamérica con el descubrimiento de filones de oro en California y en los años siguientes decenas de miles de chinos habían viajado hasta allí soñando con hacerse ricos. Sólo en el año 1852 veinticinco mil chinos llegaron a California , unos en busca de oro y otros tan solo de trabajo, aunque lo que más encontraban era la explotación y el desprecio de los blancos. En todo caso viajar a California era un sueño para muchos chinos, en particular para los más pobres, y de ese sueño se sirvieron los barcos esclavistas enviados por Perú que engañaban a aquellos hombres ofreciéndoles grandes condiciones de trabajo y prometiéndoles riquezas en California y los incautos descubrían demasiado tarde que el verdadero destino de aquellos barcos eran las explotaciones de guano en las islas Chincha.  Es difícil decir el número exacto de los que terminaron sus días trabajando con el guano y también en las explotaciones agrícolas, pero se estima que a mediados de la década de los setenta del siglo XIX había trabajando en Perú hasta cien mil chinos. Escribe Cummins que "Con una dieta de cuatro plátanos verdes al día, vivían en cabañas de paja , los golpeaban y fustigaban, trabajando hasta la muerte" y añade que las condiciones de trabajo eran tan duras que "muchos se suicidaban , arrojándose por los acantilados".  Pero dejemos ahora las islas Chincha para regresar a Estados Unidos, porque sus empresas, como la American Guano Company y la United Guano Company, estaban haciendo uso del Acta de las Islas Guaneras.


Mapa con algunas de las islas guaneras que fueron ocupadas por Estados Unidos en el Pacífico utilizando el poder que se otorgaba a sí misma a través del Acta de las Islas Guaneras . Las que podéis ver en esta imagen siguen hoy bajo jurisdicción de Estados Unidos , algunas, como el Atolón Johnston (Johnston Atoll en el mapa), convertido en un recinto militar donde está prohibida la entrada a todas aquellas personas ajenas al ejército y se dedica a la destrucción de armas químicas y gases nerviosos. Todas ellas fueron en su día lugar de extracción del guano y si no hubiera sido por él Estados Unidos nunca se habría interesado por ellas, aunque luego han tenido en algunos casos un valor estratégico y militar (Imagen procedente de http://mapas.owje.com )
 
Cerca de un centenar de islas serían reclamadas durante la segunda mitad del siglo XIX por Estados Unidos para explotar sus depósitos de guano y luego eran abandonadas . Una de las primeras fue un pequeño islote perdido en medio del Pacífico, a medio camino entre Australia y la isla de Hawai, de la que la separan tres mil cien kilómetros de océano. La isla Howland,como así la llamaron, tenía menos de dos kilómetros cuadrados de superficie y estaba deshabitada al menos en lo que se refiere a la presencia humana porque Howland tenía otra población muy abundante, millares de  hambrienta ratas, que debieron llegar hasta allí en algún barco que naufragó en sus aguas. La isla fue reclamada en 1857 haciendo uso de la Acta de las Islas Guaneras y los norteamericanos emplearon para explotar sus depósitos de guano a trabajadores procedentes de Hawaii, que no eran esclavos pero soportaban unas condiciones que no eran menos duras que las que tenían que soportar pascuenses y chinos en las islas Chincha, con un clima tórrido, húmedo y azotados por un viento constante además de tener que luchar por el espacio con las ratas que infestaban la isla. Escribe Cummins "Los hombres se asfixiaban con el polvo de guano y el agua potable era escasa. Miles de ratas se introducían en las provisiones de comida , mordían a los trabajadores mientras dormían y robaban los huevos de los nidos de los pájaros. Los trabajadores mataban a miles de ratas a la semana sin que eso sirviese de mucho ". Las terribles condiciones de trabajo de aquellos hombres servía para cimentar las funciones de la American Guano Company y la United Guano Company que explotaba conjuntamente esta isla y otras muchas por todo el Pacífico, vendiendo a comienzos de la década de los ochenta del siglo XIX guano por valor de más de diez millones de dólares, toda una fortuna si tenemos en cuenta que nos años antes, en 1867, Estados Unidos había comprado Alaska a Rusia por siete millones doscientos mil dólares.

Fotografía de la Isla Howland con el cartel que anuncia que se trata del Refugio Nacional de Vida Salvaje de la Isla Howland que, como otras islas guaneras, se halla en la actualidad gestionado por el  Servicio de Pesca y Vida Silvestre del Departamento del Interior de los Estados Unidos. Como otras islas guaneras, después de ser explotada la abandonaron pero a partir de 1935 se intentó colonizarla y en 1937 adquiriría cierta fama cuando fue elegida por la aviadora Amelia Earhart(1897-1937) para utilizarla como escala en su viaje alrededor del mundo en avión y hacia ella se dirigía cuando despegó de Nueva Guinea el 29 de junio de 1937, pero nunca llegó a su destino desapareciendo en algún punto del Océano Pacífico entre Nueva Guinea y Howland. Howland sería evacuada en 1942 durante la Segunda Guerra Mundial y hoy sólo es visitada por científicos con el permiso del Servicio de Pesca y Vida Silvestre. Aún quedan los restos de la pista de aterrizaje que se construyó en 1937 donde iba a aterrizar Amelia Earhart, un lugar que ni siquiera habría aparecido en los mapas si no hubiera sido por el guano y cuando los primeros extractores de guano llegaron allí sus únicos habitantes eran las ratas  (Imagen procedente de http://www.taringa.net )
 
 
Mientras, en 1879 el guano junto con el salitre era el origen de una nueva guerra que enfrentaría a Perú, Chile y Bolivia. El enfrentamiento comenzó entre Chile y Bolivia por los depósitos de guano en el desierto de Atacama y también por las diferencias entre ambas naciones por la explotación del salitre. Perú tenía un acuerdo firmado con Bolivia que la obligó a entrar en guerra de su lado y contra Chile , estallando la que sería conocida como Guerra del Pacífico , una guerra en la que Chile tenía ventaja por la superioridad de su flota que la permitió tener la iniciativa durante la guerra que se prolongaría hasta 1883, en el transcurso de la cual Lima sería ocupada en dos ocasiones en 1881 y en 1883 por las tropas chilenas , y que concluiría con cesiones territoriales tanto de Perú como de Bolivia en favor de Chile. Como consecuencia de la guerra Perú quedó arruinado e inició un periodo de inestabilidad que no concluiría hasta 1895. Era el final en Perú de la que sería conocida como Era del Guano que había comenzado en 1840. Cambiando de escenario viajemos ahora hasta el Caribe, donde los Estados Unidos también buscaban depósitos de guano en islas deshabitadas aunque eso no significase que no pertenecieran a nadie , como sucedía con las islas de Cisne o Islas Santanilla, formadas por tres pequeñas islas, la del Cisne Grande,la del Cisne Pequeño y el Cayo Pájaro Bobo que sumadas apenas alcanzan los ocho kilómetros cuadrados de superficie situadas en el Mar Caribe a doscientos cincuenta kilómetros de la costa de Honduras, nación a la que legalmente pertenecían, aunque eso no fue un obstáculo para que fueran ocupadas por Estados Unidos para explotar sus depósitos de guano y durante más de un siglo mantuvo su derecho de soberanía sobre estas tierras hasta que en 1972 renunció a ellas en favor de Honduras cuando ya no tenía interés ni económico ni estratégico en ellas.


Mapa donde vemos la situación de dos de los enclaves guaneros controlados por Estados Unidos en el siglo XIX. Las Swan Islands o Islas del Cisne , frente a las costas de Honduras, y Navassa Island o isla de Navaza, situada en el estrecho que separa Jamaica de Haití y que, aunque se halla dentro de las aguas territoriales de Haití, aún hoy sigue bajo jurisdicción de Estados Unidos dependiendo de la base militar de Guantánamo y el servicio de Guarda Costas norteamericano, mientas que las islas del Cisne fueron devueltas a Honduras después de que durante años fuera utilizada por la CIA  que construyó en ella una pista de aterrizaje y una estación de radio desde donde lanzaba mensajes contra el régimen cubano de Fidel Castro. (Imagen procedente de http://www.islasdelcines.com)

Parecida suerte corrió otra pequeña isla de cinco kilómetros cuadrados de superficie , situada en el Canal de Jamaica que separa Jamaica y Haití pero dentro de las aguas territoriales de esta última, de cuyas costas la separan apenas sesenta kilómetros. La isla, llamada isla Navaza , había sido descubierta durante el cuarto viaje del navegante Cristóbal Colón(hacia 1447- 1506) en 1504, describiéndola con estas palabras en su diario "Hallaron que ésta era toda de piedra viva, de media legua de circuito. Desembarcados donde mejor pudieron, dieron muchas gracias a Dios por tal socorro, y porque no había en ella agua dulce viva, ni árbol alguno, sino peñascos, anduvieron de peña en peña, recogiendo con calabazas el agua llovediza que hallaban, de la que Dios les dio tanta abundancia, que fue bastante para llenar los vientres y los vasos; aunque los más prudentes advirtieron a los otros que bebiesen con moderación, llevados por la sed, bebieron sin tino algunos indios, y se murieron allí; otros, enfermaron de grave dolencia" Durante siglos nadie se preocupó por aquella isla hasta que la fiebre del guano y el Acta de las Islas Guaneras llevaron a que fuera reclamada  por un capitán norteamericano, Peter Duncan, en 1857 con el objetivo de explotar sus depósitos de guano. Haití alegaba que en 1801 ya había reclamado su soberanía sobre aquella isla pero, como podéis imaginar, Estados Unidos no hizo caso de aquella reclamación y desde 1865 hasta 1898 la compañía norteamericana Navassa Phosphate Company con sede en la ciudad de Baltimore (Maryland)  explotó el guano de la isla y lo hizo recurriendo a una mano de obra que convertiría a Navaza en el último reducto de esclavitud en Estados Unidos.

El 18 de diciembre de 1865 , el mismo año en que había terminado la Guerra de Secesión norteamericana, el Secretario de Estado de los Estados Unidos, William H.Seward(1801-1872) proclamaba la entrada en vigor de la decimotercera enmienda a la Constitución de los Estados Unidos, una enmienda cuyo texto rezaba así " Sección 1. Ni en los Estados Unidos ni en ningún lugar sujeto a su jurisdicción habrá esclavitud ni trabajo forzado, excepto como castigo de un delito del que el responsable haya quedado debidamente convicto.Sección 2. El Congreso estará facultado para hacer cumplir este artículo por medio de leyes apropiadas." En efecto, la esclavitud quedaba prohibida en todo el territorio de Estados Unidos , pero la Isla de Navaza logró quedar fuera de la jurisdicción de esta ley como sucedía con todos aquellos territorios ocupados por Estados Unidos al amparo del Acta de las Islas Guaneras. Fuera como fuese a partir de 1865 ciento cincuenta negros procedentes de Maryland, ya que este estado era la sede de la empresa Navassa Phosphate Company   fueron llevados a trabajar a la isla. Iban contratados pero el trato que les dieron fue el propio de los esclavos  . Cummins nos describe las duras condiciones de trabajo que tuvieron que soportar "Arrancaban el guano con picos y a veces con dinamita, bajo un horrible calor, siempre vigilados por supervisores blancos que, profundamente racistas, trataban a los trabajadores con gran violencia, castigando a veces las más pequeñas infracciones colgando a los hombres con cuerdas atadas a las muñecas sin que los dedos de los pies apenas pudiesen tocar el suelo durante horas bajo el ardiente sol".



Fotografías de la isla de Navaza , entre Jamaica y Haití, que después de ser el último lugar donde hubo esclavos en Estados Unidos para la explotación del guano , en 1917 se construyó en ella un faro para guiar a las naves que cruzaban el estrecho en dirección al Canal de Panamá inaugurado tres años antes, un faro que no sería desmantelado hasta el año 1996. Hoy es considerado por los biólogos como uno de los últimos refugios de la biodiversidad del Caribe (Imagen procedente de http://www.fws.gov)


Tan malas eran las condiciones que en 1889 estalló una rebelión en la que murieron cinco de los supervisores blancos y la Marina norteamericana envió un navío de guerra que sofocó la rebelión y llevó a un grupo de dieciocho hombres a Baltimore para ser juzgados por rebelión y asesinato. Aunque la defensa denunció las condiciones de  esclavitud en las que vivían y acusó al Acta de las Islas Guaneras de inconstitucionalidad ya que entraba en contradicción con la Decimotercera enmienda a la Constitución y alegó además que aquel territorio no pertenecía por completo a los Estados Unidos por lo que no deberían aplicarse las leyes federales norteamericanas, pero no fue considerado así por el tribunal que condenó a muerte a tres de los trabajadores en 1891. Finalmente, después de recibir numerosas peticiones de indulto,  el presidente Benjamin Harrison (1833-1901) conmutó las penas de muerte y las convirtió en cadena perpetua.  Poco a poco los depósitos de guano se fueron agotando y el estallido de la guerra de Cuba entre Estados Unidos y España en 1898 puso punto final a su explotación. En 1901 la isla fue abandonada , pero por poco tiempo, porque la inauguración del Canal de Panamá en 1914 devolvió su importancia a aquella pequeña isla por ser un lugar de paso de muchos barcos que se dirigían hacia el Canal de Panamá a través del Canal de Jamaica, por lo que se contruyó en  1917 un faro y desde entonces los norteamericanos siguieron ocupando la isla y aún hoy sigue administrada por el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de los Estados Unidos convertida en Refugio de Fauna Nacional después de ser durante muchas décadas un territorio dependiente primero de la base militar norteamericana en territorio cubano de Guantánamo y después del servicio de Guarda Costas norteamericano


Fotografía del atolón Johnston , que comenzó como una más de las pequeñas islas que fue explotada por su riqueza en guano y que se ha  convertido en nuestros días en un centro de eliminación de gases químicos y otros productos tóxicos , sin que Estados Unidos atienda las protestas de las organizaciones ecologistas que piden el cierre de estas instalaciones que contienen subterráneos, búnkeres y nueve incineradoras. Hoy está  habitadas por más de un millar de militares norteamericanos y donde está prohibido el acceso. (Imagen procedente de http://m.forocoches.com

En lo que se refiere a la esclavitud, el caso de la isla de Navaza tuvo consecuencias, porque nueve años después de la condena a cadena perpetua de los tres trabajadores negros acusados de asesinato, se promulgó una ley en 1900 que prohibía la esclavitud en todos aquellos territorios que estuvieran "bajo la jurisdicción de Estados Unidos aunque no estén incorporados al país". Ya veis la historia que se esconde detrás de la explotación del guano y como sus repercusiones se extienden a lo largo del siglo XX. Poco a poco el guano fue perdiendo importancia a medida que se comercializaban fertilizantes químicos, más baratos e igual de eficaces y gran parte de las noventa y cuatro islas que habían formado parte del territorio de Estados Unidos en virtud del Actas de las Islas Guaneras serían abandonadas, aunque no todas ellas , manteniendo la posesión sobre algunas islas como las que acabamos de conocer, la isla de Navaza, las islas de Cisne Grande y Cisne Pequeño que años después se convertirían en una base para la CIA donde estableció una emisora de Radio Cuba Libre desde la que se lanzaban mensajes contra el régimen cubano de Fidel Castro(1926) durante la década de los sesenta , o el atolón Johnson, formado por unas pequeñas islas de coral que no suman los tres kilómetros cuadrados de superficie y están situadas en el Pacífico Norte, entre los archipiélagos de las Hawaii y las Marshall. En la actualidad está habitado por una guarnición de más de un millar de soldados norteamericanos aunque su administración, oficialmente , depende del Servicio de Pesca y Vida Silvestre del Departamento del Interior de los Estados Unidos. Su acceso está prohibido a todo aquel que no sea personal militar y se ha convertido en un centro para la destrucción y almacenamiento de armas químicas y gases nerviosos, de los que se cree que podría haber más de trece mil toneladas, al menos así lo afirma Cummins en su obra, en los subterráneos excavados en el atolón.

DOCUMENTAL "CUARTO PODER: GUANO DE ISLA)

Documental sobre la extracción actual del guano y su resurgir en Perú gracias al auge de la agricultura ecológica . Nos llevan a conocer la isla guanera de Guañape donde veremos que nada tiene que ver la explotación del guano de hoy con los terribles episodios que se vivieron en el siglo XIX.






En nuestros días, gracias al auge de la agricultura ecológica que busca sustituir los fertilizantes químicos contaminantes para el suelo por fertilizantes naturales, la extracción del guano ha vuelto a resurgir aunque la nueva estrella del guano no es el procedente de los depósitos acumulados por las aves marinas en las islas, sino el encontrado en las cuevas  gracias a los excrementos de los murciélagos. Las antaño ricas explotaciones de guano de islas como las islas peruanas de Chincha siguen siendo importantes, pero mucho menos que en el siglo XIX, en parte porque sus depósitos fueron esquilmados durante los años de la fiebre del guano pero también por otra causa, la disminución alarmante del número de aves marinas derivada a su vez del descenso de la población de peces de las que estas se alimentan , un descenso causado por la sobreexplotación pesquera , por el cambio climático que aumenta la temperatura del agua afectando a la reproducción de las diferentes especies marinas y  por la propia explotación del guano, ya que muchas de las aves marinas anidaban aprovechando los depósitos de guano y al desaparecer este por su extracción también se reducen sus lugares de anidación. Escribe Cummins, aunque es un dato que no he podido corroborar, que la población de aves marinas de la región se ha reducido de los cuarenta millones de mediados del siglo XX a los dos millones actuales. Sea como fuere, hemos visto como algo que podría parecernos insignificante, los excrementos de las aves, provocó desde mediados del siglo XIX dos guerras internacionales en el Pacífico, la creación de un pequeño imperio insular por parte de Estados Unidos, el desplazamiento de decenas de miles de chinos hasta Perú para vivir allí en condiciones de esclavitud, la destrucción de la cultura de la isla de Pascua, el desarrollo de la agricultura en Estados Unidos , la definitiva prohibición en este país de la esclavitud en cualquiera de sus territorios a partir de 1900 y el cambio de fronteras internacionales que aún se mantiene hasta nuestros días. No está nada mal para unos humildes excrementos, aunque como decía Ernst Hemingway nunca hay que despreciar lo que nos parece humilde y sin importancia porque  "El secreto de la sabiduría, del poder y del conocimiento es la humildad"

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