lunes, 23 de abril de 2012

TUSITALA, EL NARRADOR DE CUENTOS

Cuando escribo estas palabras, 23 de abril de 2012, se celebra el Día Mundial del Libro, una fecha que fue escogida porque en ella coincidieron las muertes de dos de las máximas figuras literarias de las dos lenguas más importantes, no por su número de hablantes, pero si por estar extendidas por todo el mundo construyendo puentes entre diferentes naciones y continentes, el español Miguel de Cervantes Saavedra (1547-1616) y el inglés William Shakespeare (1564-1616) aunque esta extraordinaria coincidencia no es tanta si tenemos en cuenta que Shakespeare murió , en efecto, el 23 de abril de 1616, el mismo día y año que Cervantes, pero del calendario juliano, mientras que Cervantes moría el 23 de abril pero del calendario gregoriano. Teniendo en cuanta la diferencia de diez días  entre uno y otro calendario la muerte de Shakespeare tuvo lugar el 3 de mayo de 1616 según el calendario gregoriano por el que aún hoy contamos el paso del tiempo. Pero esto no es más que una anécdota, lo esencial es que hoy todos los que amamos los libros celebramos este amor que a la mayoría de los lectores les acompaña desde su infancia, desde aquel momento mágico en que por vez primera abrimos las paginas de un libro y nos dejamos cautivar por la magia de las palabras.

No sabría explicar lo que es un libro con palabras más bellas y certeras que las del poeta nicaraguense Rubén Darío , que  escribía "El libro es fuerza, es valor, es fuerza, es alimento; antorcha del pensamiento y manantial del amor." En el día del libro la mejor forma de celebrarlo es dedicando aunque sea unos minutos a sumergirnos en la lectura de unas páginas y cumplir las palabras de la poetisa americana Emily Dickinson "para viajar lejos , no hay mejor nave que un libro". Son compañeros que nunca fallan, que nos dan respuestas incluso cuando no las buscamos, que nos acercan a personas que vivieron hace siglos uniendo a través del tiempo pensamientos y espíritus, formas de ver la vida, de sentirla, compartiendo la búsqueda de su significado. Un libro no es un objeto, ni un artículo de entretenimiento, un libro es, para mi, un trozo de vida impresa, un jirón del espíritu de aquel que lo escribió. No veamos leer como una obligación, ni como un deber para ser más cultos, sino como un placer para hacer nuestra vida más plena y mas hermosa.Como dice el proverbio árabe "Un libro es como un jardín que se lleva en el bolsillo" ¿hay palabras mas hermosas para definir un libro?

Miguel de Cervantes(izquierda) y William Shakespeare(derecha) son los dos autores más universales de la literatura mundial pero cada lector tiene en su recuerdo aquel primer libro que despertó su entusiasmo por la lectura. En mi caso y creo que en el de muchos niños, fue con "La isla del Tesoro" de Robert Louis Stevenson y por eso en el Día Mundial del Libro he querido dedicárselo a aquel que despertó mi interés por los libros. Y habría que dedicárselo también a todas las personas, de la familia, profesores, amigos que nos permitieron conocer los libros no sólo como una fuente de conocimiento, sino como una ventana abierta a un mosaico de vidas, de lugares, de sentimientos que nos ayudan no a ser más listos, más brillantes o a alcanzar el éxito, sino a algo aún más importante, a ser más tolerantes y a amar más la vida. Como dice un proverbio árabe "Libros, caminos y días dan al hombre sabiduría." (imagen procedente de http://espaciolibros.com )

Había pensado en dedicar un artículo a William Shakespeare o a Cervantes, una osada empresa pues son los dos gigantes de la literatura universal, pero aunque espero hacerlo en el futuro si mis fuerzas me lo permiten y si el Mentidero sigue adelante, creo que el mejor homenaje que puedo hacer al libro es recordar al escritor que me descubrió el universo infinito de  la literatura, que me mostró el camino a través del cual entras en contacto con ideas, lugares, aventuras, acontecimientos, personas que de otra forma jamás habría conocido. La literatura te enseña a ser más consciente de tu ignorancia y también alimenta tu curiosidad por saber más, por sentir la emoción de lo que habrá en la siguiente página, en el próximo párrafo o en la frase que venga a continuación de la que recorren tus ojos. No puedo decir si fue el primer libro que leí pero si es el primero que recuerdo y cómo no podía abandonarlo , inmerso en una aventura donde había piratas, tesoros, islas perdidas en el océano y , sobre todo, emoción, aventura y vida. Por supuesto cuando eres un niño no piensas en eso, simplemente te dejas arrastrar por las palabras e inicias una relación de amor con ellas que durará toda tu vida. Imagino que habéis adivinado a que libro me refiero , si, la maravillosa, alegre y luminosa "La isla del Tesoro", de Robert Louis Stevenson(1850-1894).

"Lo recuerdo, como si hubiera sido ayer, tal como llegó, con torpe andadura, a la puerta del albergue, y tras él, siguiéndole en una carretilla, un cofre de marinero. Era un hombre alto, recio, pesado, de color de nuez; la coleta embreada le caía sobre los hombros de la casaca azul, cubierta de manchas; tenía las manos agrietadas y llenas de cicatrices, con las uñas negras y rotas; y la cuchillada, que cruzaba una de sus mejillas, había dejado un costurón lívido, de sucia blancura. Paréceme Es el segundo párrafo de "La isla del tesoro" y el principio de mi particular relación de amor con la literatura, por eso hoy quiero contaros la vida de su autor, Robert Louis Stevenson, que en tantos niños ha despertado la fascinación por los libros, abriendo una ventana a un mundo de aventuras donde todo es posible. Este es mi homenaje al libro y al autor que me hizo amar la palabra.

Fotografía de Robert Louis Balfour Stevenson con siete años de edad. Su segundo nombre era en principio Lewis , pero con 18 años su padre se lo cambió por la forma francés Louis para diferenciarlo de un político radical de su tiempo. Los primeros síntomas de la enfermedad que le afectaría durante el resto de su vida ya se manifestaban con cinco años de edad. La debilidad de sus bronquios le impedía seguir las clases como el resto de los niños . Pero además de las limitaciones que le imponía la enfermedad se encontraban las que le imponía el estricto puritanismo de su familia , y para escapar de esa opresiva atmósfera familiar el pequeño Robert buscó refugio en su imaginación y en las historias que le contaba de pequeño su niñera Alison Cunningham. Años después, quizás pensando en esta época en la que a veces se sentía aislado en su propio hogar , diría "Vale más vivir y morir de una vez, que no languidecer cada día en nuestra habitación bajo el pretexto de preservarnos." Robert Louis Stevenson siempre tuvo el valor de vivir con plenitud a pesar de los obstáculos que le presentaba su propio cuerpo  (imagen procedente de http://manuelblascuatro.blogspot.com )

Primero dejaré que oigáis la voz de otro gran escritor , el argentino Jorge Luis Borges(1899-1986), un gran admirador de Stevenson , que resumía así la vida del autor de "La isla del Tesoro" "Robert Louis Stevenson nació en Edimburgo a principio de 1850. Sus padres fueron ingenieros constructores de faros, una línea famosa rememora las torres que fundaron y las lámparas que encendieron . Su vida fue dura y valerosa . Guardó hasta el fin, como él mismo escribió de un amigo suyo, la voluntad de sonreír. La tuberculosis lo llevó de Inglaterra al Mediterráneo, del Mediterráneo a California, de California definitivamente , a Samoa, en el otro hemisferio. Murió en 1894. Los nativos lo llamaban Tusitala, el narrador de cuentos; Stevenson abordó todos los géneros, incluso la plegaria, la fábula y la poesía , pero la posterioridad prefiere recordarlo como un narrador. Abjuró del calvinismo, pero creía, como los hindúes, que el universo esta regido por una ley moral y que un rufián , un tigre o una hormiga saben que hay cosas que no deben de hacer" No se puede describir mejor con menos palabras la vida de este hombre pero trataré de contaros algo más sobre este hombre cuyo carácter y personalidad quedan para mi definidos por estas palabras que escribiera en "Un sermón de Navidad " "La dulzura y la alegría han de anteponerse a toda moralidad. Son los deberes perfectos"

Robert Louis Stevenson nacía un 13 de noviembre de 1850 en la hermosa y brumosa capital escocesa de Edimburgo, un nombre que se remonta a los comienzos de la época medieval cuando fue bautizada como Edwin Burth, el Fuerte de Edwin, en honor del rey de dos pequeños reinos del norte de la isla, Deira y Bernicia, que luego se convertirían en el reino de Northumbria. Como nos contaba Borges, su padre, Thomas Stevenson, era constructor de faros , y el pequeño Robert era el único hijo del matrimonio entre Thomas y Margaret Isabella Balfour. Toda la familia de Robert, desde su abuelo a sus tíos y también sus primos eran constructores de faros, y tal vez hubiera sido el destino que habría seguido Robert, pero ya desde sus primeros años mostraba su imaginación  y su inclinación a perderse en los mundos que creaba su mente. El escritor argentino  Marcelo Cohen(1951) en un prólogo a una de las obras de Stevenson "Las aventuras de David Balfour" nos traslada la respuesta del pequeño Robert cuando alguien se burlaba de su espada de juguete "El puño es de oro y la vaina de plata , y el niño está contento" Es fácil imaginar la cara de asombro de aquellos que escuchaban esta respuesta de labios de un niño de apenas cinco años, justo en la época en que ya comenzaron a manifestarse los primeros problemas respiratorios que le perseguirían durante toda su vida.

Fotografía de Robert Louis Stevenson con su padre Thomas Stevenson (1818-1887) , pionero en la construcción de faros y también en el desarrollo de la meteorología en Escocia. En un principio apoyó a su hijo pagando la edición de su primera obra cuando Robert tenía dieciséis años pero luego le presionó para que siguiera la tradición familiar y estudiara Ingeniería, algo que se hallaba muy lejos de lo que realmente perseguía el espíritu de Robert  que aunque se inclinaría ante la autoridad paterna y estudiaría Derecho, sería la última vez que lo haría para seguir a partir de entonces su propio camino. Él mismo lo escribiría con estas palabras "Ser lo que somos y convertirnos en lo que somos capaces de ser es la única finalidad de la vida." (imagen procedente de http://agosto.libertaddigital.com )

Esta misma debilidad en los pulmones, agravada por el frío y húmedo clima escoces, la sufría también su madre y para que pudiera descansar la familia contrató a una niñera , Alison Cunningham (1822–1910), a la que Stevenson llamaría cariñosamente Cummy y que en parte despertaría el gusto por los cuentos y las narraciones de Robert gracias a las historias que le contaba por la noche, alimentando así la viva imaginación del futuro escritor. Muchos años después, en 1885, ya con treinta y cinco años, dedicaría a su niñera un libro titulado "A Child’s Garden of Verses". Durante su infancia pasará por diferentes escuelas pero sus problemas respiratorios limitarían su estancia en las escuelas, ya que no podía dar tantas horas como los demás , lo que no le iba a impedir  escribir, en un primer momento con una actitud comprensiva por parte de su padre y después ya en contra de su opinión, pues éste pensaba que su hijo tenía que dedicarse a cosas más serias. En 1866, con apenas dieciséis años , publica su primera obra titulada "La revuelta de Pentland" , una pequeña obra de apenas veintidós páginas y  de la que se editaron cien ejemplares financiada por su padre que, tal vez, tenía la esperanza de que satisfaciendo esto que él consideraba un capricho de adolescente, su hijo se decidiera a abandonar la literatura para seguir la tradición familiar de constructores de faros. El nombre de Pentland procedía de las montañas de Pentland, muy próximas al lugar donde su padre había comprado una casa para pasar el verano.

Pero aunque no tenía interés en seguir la tradición familiar, para evitar un enfrentamiento y contentarles entró a estudiar Ingeniería Náutica en la Universidad de Edimburgo pero como suele suceder, sólo se aprende bien aquello que se ama, y la pasión de Robert nada tenía que ver con la construcción naval y si con los viajes y la literatura. Los viajes porque había acompañado a su padre de pequeño en muchos viajes que llenarían de imágenes y escenas su imaginación,    y la escritura porque le salía del corazón, formaba parte de su ser. No tardaría en abandonar sus estudios de ingeniería y se decidió a probar con el derecho y en 1875 lograba la licenciatura de Derecho, aunque estaba claro que ser abogado no se hallaba entre sus planes. En estos años de estudiante fue, según nos cuenta el escritor y periodista Juan Luis Cebrián en su obra  "Pasajes de la historia" , "un estudiante díscolo, pícaro y amante de las juergas nocturnas, lo que provocó grandes disgustos familiares"  Ya en 1873, dos años antes de terminar sus estudios, los síntomas de tuberculosis comienzan a manifestarse y la enfermedad se agravara poco tiempo después de salir de la Universidad, por lo que en 1876 emprende un viaje para alejarse del clima frío y húmedo de su tierra natal que le lleva hasta Francia, donde cada vez pasa más tiempo.

Fotografía del gran amor en la vida de Robert Louis Stevenson , Fanny Osbourne, una relación considerada inapropiada por la puritana y conservadora familia del escritor que no podían ver con buenos ojos su unión con una mujer mayor, divorciada y con dos hijos . Sin dinero y sin salud Stevenson abandonó Escocia para ir en busca de Fanny que había regresado en 1878 a California para conseguir el divorcio. No volverían a separarse y se casaría con ella en 1880. Stevenson era escritor y amaba la literatura , pero por encima de todo quería vivir . Escribió "Tanta prisa tenemos por hacer, escribir y dejar oír nuestra voz en el silencio de la eternidad, que olvidamos lo único realmente importante: vivir." Nada de valor se puede escribir si antes no vives y en realidad la vida es lo único importante (imagen procedente de http://library.sc.edu )

Estos viajes alimentaban la imaginación del escritor que iría incorporando en sus primeros escritos los paisajes y lugares que descubría en ellos . Pero no solo descubriría paisajes sino también el amor un día de 1876,  cuando, paseando por la pequeña localidad francesa de Grez en compañía de un amigo , se encontró con la norteamericana Fanny Osbourne . Se enamoraron el uno del otro pero la relación no recibiría la aprobación de su conservadora familia ya que se trataba de una mujer casada pero en tramites de conseguir el divorcio  ,con dos hijos y con diez años de edad  más que Robert. Esta relación no era vista con buenos ojos por su familia , que trataría de impedir el matrimonio. La familia de Stevenson  era como muchas otras familias que procurando, con su mejor intención, el bien de sus hijos no se dan cuenta que lo que consiguen es ahogar su propia personalidad. Por fortuna, Robert no haría caso de las prohibiciones y en 1879 se subió a bordo de un barco que zarpaba para Estados Unidos con el objetivo de encontrarse allí a Fanny, que había regresado a su país para tramitar el divorcio en 1878 . Pero los delicados pulmones de Stevenson estuvieron muy cerca de no soportar el viaje y cuando llegó a Estados Unidos enfermo , débil , y con apenas algo de dinero para pagarse la comida, tenía que atravesar el país hasta alcanzar California, donde vivía Fanny. Lo consiguió y con toda probabilidad fue el amor con el que le cuidó Fanny el que le permitió reponerse.

Un año después, en 1880 se casaban y pasaban su luna de miel en el californiano  Valle de Napa. Stevenson recogería sus impresiones de este viaje en un diario al que tituló "Bosquejo Silverado" que contenía descripciones que luego utilizaría en "La isla del Tesoro". Robert establecería una gran relación con sus dos hijos adoptivos y particularmente con el mayor, Lloyd  Osbourne, que jugaría un papel importante en el nacimiento de un libro que a mi y a millones de niños nos inició en el amor a la literatura. Después de vivir un tiempo en la localidad californiana de Calistoga, en el condado de Napa, la familia Stevenson regresaba a Escocia . En 1881 los encontramos en la localidad de Braemar, en las Tierras Altas de Escocia, las Highlands. Robert compartía muchas horas de juegos y charla con Lloyd . Uno de los días grises y lluviosos tan frecuentes en esa hermosa y fría región , nos cuenta Lloyd que estaba  "ocupado con una caja de acuarelas intenté hacer un mapa de una isla que había dibujado. Stevenson entró cuando yo lo terminaba y con su amable interés por todo que yo hacía, se apoyó sobre mi hombro, y pronto se puso a construir el mapa y darle un nombre. ¡Nunca olvidaré la emoción de la Isla del Esqueleto, la Colina del Catalejo, ni la emoción que sentó en mi corazón con las tres Cruces Rojas! ¡Pero la emoción fue aún mayor cuándo él escribió las palabras "La Isla del Tesoro" en la esquina superior derecha! No tardó en demostrar grandes conocimientos sobre la isla y sus habitantes los piratas, el tesoro enterrado, el hombre que había sido abandonado en la isla. "Oh, es como para hacer una historia sobre ello", exclamé"

El hijo de Fanny Osbourne , Lloyd, se convertiría en un gran amigo de Robert y sería el inspirador de una de sus más famosas novelas  de aventuras "La isla del Tesoro". En esta fotografía vemos en primer plano a la izquierda a Lloyd Osbourne, a continuación su madre Fanny y junto a ella Robert Louis Stevenson . Stevenson consideraba que lo más difícil al escribir era la honestidad en la escritura , decir lo que realmente deseas y no lo que piensas que los demás quieren leer. Decía "La dificultad de la literatura no es escribir, sino escribir lo que quieres decir". Una lección que los que amamos los libros y también la escritura debemos tener presente   (imagen procedente de http://strange-library.blogspot.com )

Entonces Lloyd le preguntó a Robert si podría escribir una novela de aventuras para él , a lo que el escritor le respondió con otra pregunta "¿Qué entiendes por una buena novela" Y Lloyd, sin titubeos, replicó "Un libro que tenga un poco de doto: emoción, aventuras fantásticas, soldados, piratas, barcos, un chico como yo ; y lo más importante ¡nada de mujeres!" No se muy bien el motivo por el que Lloyd no quería que hubiera mujeres en  la historia pero Robert aceptó el reto y ese mismo año comenzarían a publicarse por entregas en una revista juvenil llamada "Young Folks"El relato tendría tanto éxito entre los lectores de la revista, que dos años después, en 1883, se publicarían reunidos en forma de libro y con el título de "La isla del Tesoro". Había nacido una de esas obras que figuran en toda relación de los títulos más destacados de la historia de la literatura, aunque los críticos literarios tardaran en aceptarla al igual que otras obras de Stevenson tachándolas de muy superficiales, pero nada es superficial si emociona al lector, y eso lo conseguía Robert Stevenson con el capitán pirata Long John Silver ,aquel hombre con pata de palo y un loro en el hombro, que se convertiría en la imaginación de todos en el arquetipo del pirata. Y ¿que niño no ha soñado alguna vez vivir las aventuras del pequeño Jim buscando un tesoro en islas olvidadas a bordo de grandes navíos y en compañía de piratas?

Los miles de ejemplares que en muy poco tiempo se iban a vender de "La isla del Tesoro" le permitirían dedicarse por completo a la literatura. El mismo año, 1883,  en que se publicaba en forma de libro "La isla del tesoro" también publica otro gran relato de aventuras "La Flecha Negra", ambientada en el siglo XV durante la Guerra de las Dos Rosas en Inglaterra , que enfrentaba en una lucha por el trono a las casas nobles de York y Lancaster, que tenían en sus emblemas una rosa blanca y una roja  respectivamente, que daría origen así al nombre de la guerra, la de las Dos Rosas. En el comienzo del relato dos hombres tratan de reclutar para el ejército a un veterano arquero pero una flecha interrumpirá la conversación alcanzando al veterano arquero que muere ahí mismo, y en la flecha aparece un papel donde se puede leer " Tenía en el cinto cuatro flechas negras por las cuatro penas que he soportado/y para los cuatro hombres malvados que nos tiranizan y nos atropellan/ Una dio en el blanco, una ya acertó pues al viejo Appleyard muerto lo dejó./Otra, Master Hatch, para vos, no miento por quemar Grimstone hasta los cimientos./A Oliver Oates otra irá a parar que a Sir Harry Shelton mandó degollar./Y para Sir Daniel la cuarta será y todos dirán que bien hecho está./Cada cual tendrá lo que ha merecido una flecha negra por cada maldad y ahora caed de rodillas, rezad ¡porque ya estáis muertos, vosotros, bandidos!."

"Quince hombres sobre el cofre del muerto./Ron ron ron la botella de ron./La bebida y el Diablo hicieron el resto./Ron ron ron la botella de ron." Es la famosa canción de los piratas  de "La isla del Tesoro"  . Escribe Juan Luis Cebrián sobre  esta novela "es una de las joyas literarias que mejor definen el estilo personal de Robert Louis Stevenson: la eterna lucha entre el bien y el mal, un capitán honrado, leales servidores de los justos, náufragos imposibles y loros que mantienen en su pico alguna clave secreta , islas olvidadas;  todo un universo mágico " Eso es lo que nos aporta la buena literatura, magia, aventura, vida detrás de cada palabra   (Imagen procedente de http://www.bibliofiloenmascarado.com )

En ese mismo año de 1885 publicaba "Jardín de versos para niños"  y también sufre un empeoramiento de su enfermedad, una enfermedad que compartía con su esposa Fanny que también la padecía aunque con menor virulencia. A pesar de que su familia era muy tradicional y conservadora, Robert había entrado en  contacto con personas de espíritu más progresista y con mayor preocupación por las injusticias sociales , y quizás de sus observaciones sobre la vida de las clases menos favorecidas se encuentre la base para la redacción de otra de sus grandes obras. "El extraño caso del Doctor Jeckyll y Mr Hyde" una obra en la que Stevenson describe un caso de desdoblamiento de personalidad, algo innovador en su tiempo, donde el protagonista ofrece un rostro educado, amable y respetable de cara al exterior para transformarse, por medio de un preparado, en un ser lujurioso, violento, libertino, todo lo que asustaba a la puritana sociedad de su tiempo. Además de esta descripción de la doble personalidad de su protagonista, de la dualidad del bien y el mal contenido en el mismo espíritu y que anticipa conceptos que desarrollará décadas después Sigmund Freud (1856-1939), Stevenson hace una sobrecogedora descripción de la miseria social de los barrios marginales de Londres donde se desarrollan las correrías nocturnas del lado malvado del doctor , sus calles húmedas, sucias, donde la pobreza , el crimen, el alcoholismo y la maldad se difuminan escondidas en estrechos callejones cubiertos por una fría y espesa niebla que apenas pueden iluminar las escasas y débiles luces de las farolas de gas.

Aquí es Fanny Osbourne, su esposa, la que nos relata como nación esta obra maestra de la literatura , de la que se han  muchas películas y series, y que es conocida por todo el mundo aunque no sean lectores "A altas horas de la mañana" dijo la señora Stevenson "fui despertada por gritos de horror de Louis. Pensando que tenía una pesadilla le desperté. Él me dijo furioso '¿Por qué me has despertado? Estaba soñando un dulce cuento de terror." y su hijo adoptivo Lloyd recordaba así aquel momento "No creo que haya habido antes una hazaña literaria como la escritura de Doctor Jekyll. Recuerdo su primera lectura como si fuera ayer. Louis bajó enfebrecido, leyó casi la mitad del libro en voz alta; y luego, cuando todavía estábamos jadeando, él ya estaba otra vez lejos ocupado en la escritura. Dudo que la primera versión le llevara más de tres días" Habla de la primera versión porque el manuscrito original sería destruido, aunque no sabemos con certeza como sucedió. En algunas historias se cuenta que su esposa, asustada por el contenido erótico y violento del relato que podría escandalizar a la puritana sociedad victoriana , decidió destruirlo para evitar problemas a la familia. Pero yo creo más verosímil otra versión según la cual fue el propio Robert el que la destruyó ante las críticas de su mujer al estilo del texto.

Además de ser un relato de terror y misterio también hay una crítica social en la obra de Stevenson "El doctor Jekyll y Mister Hide" en la que describía el ambiente de los barrios más pobres y sórdidos de Londres como el de Whitechapel donde apenas  dos años después se producirían los celebres crímenes de Jack el Destripador.  La obra de Stevenson obtendría un éxito inmediato y ya en 1887 se estrenaba la obra con gran éxito en los escenarios de los teatros de Londres y Boston. Se había convertido en un autor de éxito, pero para Stevenson el verdadero éxito consistía en algo más que las ventas de sus obras. Así definía Stevenson lo que para él era el éxito "El hombre de éxito es el que vivía bien, se echaba a reír a menudo y amaba mucho, el que ha ganado el respeto de hombres inteligentes y el amor de los niños, que llegó a una posición de respeto y cumplimiento de sus deberes, dejó este mundo mejor de lo lo encontró al contribuir con una flor más hermosa, un poema perfecto o una alma rescatada, que nunca dejó de apreciar la belleza del mundo o de expresarlo, que buscó lo mejor de otros y dio lo mejor posible" (imagen procedente de http://librosyautolibrosonline.com )
Sea como fuere , Stevenson reescribió con una rapidez inusitada el libro , así lo afirma Lloyd Osbourne "la mera hazaña física era enorme; y en vez de dañarle, esto le despertó y entusiasmó de forma inexpresable. Luego siguió refinándola y trabajando en ella durante 4 a 6 semanas" Nos daremos cuenta de esta hazaña si añado que el texto de la obra contenía sesenta mil palabras, lo que refleja el esfuerzo que tuvo que hacer un Stevenson que se hallaba en cama, tenía  fiebre y escupía sangre al toser. Aunque terminada en Navidad de 1885 sería publicada en enero de 1886 obteniendo un gran éxito y vendiendo durante los primeros meses más de un cuarto de millón de ejemplares en las primeras semanas. Es una época muy prolífica en la que también escribe cuentos de terror como "Los ladrones de cadáveres" en 1884 y "Secuestrado"  publicada por entregas en 1886 en la revista "Young Folks" igual que "La isla del Tesoro", un relato que sería admirado por Jorge Luis Borges o Henry Miller y que es una novela histórica inspirada por un caso de asesinato sin resolver en la Escocia del siglo XVIII.

 Pero la salud de Stevenson continúa empeorando y la familia decide abandonar de nuevo Escocia y en 1887 regresan a Estados Unidos, donde Robert inicia una estrecha amistad con el escritor norteamericano Mark Twain (1835-1910) mientras permanece en Nueva York. De allí viajan a San Francisco y después de un tiempo en la ciudad e influido por la lectura del escritor norteamericano  Henry Melville (1819-1891) deciden emprender un viaje a los Mares del Sur. Un crucero por el Pacífico que se prolongaría durante casi dos años en los que aprovechó para escribir otra de sus novelas de aventuras más conocida "El señor de Ballantrae" en 1889. Por fin, en 1890 alcanzan Samoa, un archipiélago situado a mitad de camino entre la isla Hawai y las costas de Nueva Zelanda y Australia. Pensó que aquel clima tropical con temperaturas  medias de 25 grados le iría bien a su salud. El archipiélago está compuesto por dos islas principales, que componen el 96% de todo el territorio del archipiélago , y se llaman Savai´i y Upolu, siendo en esta última donde se concentra la mayor parte de la población y donde se establecerían los Stevenson , que en 1890 construían allí su casa, a la que dieron el nombre de Vailimia que significa "casa entre ríos".

Fotografía de Robert Louis Stevenson y Fanny Osbourne durante su estancia en Samoa donde Stevenson defendió a los nativos contra los abusos cometidos por los colonizadores alemanes. Así describía  Stevenson en su obra "Bajamar" el ambiente que se respiraba en las islas del Mar del Sur, "En las islas del Pacífico, aquí y allá, hombres de diferentes pueblos europeos, de varia clase y condición social, desempeñan actividades de toda índole, y contagian enfermedades. Unos prosperan, otros vegetan. Los hay que han ascendido por las gradas de los tronos, que han llegado a poseer islas y compañías de navegación. Sin embargo otros se casan para sobrevivir. Hay damas bien parecidas, de buen carácter y del color del chocolate, que los toman a su cargo y los mantienen en completa ociosidad. Vestidos como nativos reposan bajo tejadillos de hoja de palma"  Stevenson , su esposa y el resto de la familia pasarían allí cuatro años que sin duda debieron ser los más felices en la vida del escritor . Había encontrado el lugar que tanto tiempo estuvo buscando . Su hogar  (imagen y traducción del texto de Stevenson procedente del blog http://strange-library.blogspot.com)   

Allí viviría Stevenson sus últimos años, integrado con los nativos y defendiéndolos de la colonización, con lo que se ganó el aprecio de los habitantes de Samoa . Al igual que en sus libros en su vida Stevenson reivindicaba la alegría, la esperanza y creía con firmeza en el triunfo del bien. Fue un nombre que nunca conoció la salud , perseguido por la enfermedad, pero no demostró amargura por ello y tanto su vida como su obra rebosan de vitalidad, de alegría, de ganas de vivir, de emoción  aunque el distinguía muy bien la diferencia entre la vida y la creación literaria y escribía "La vida es monstruosa, ilimitada, absurda , profunda y áspera; en comparación con ella , la obra de arte es ordenada, precisa, independiente, racional, fluida y mutilada". Las escasas fuerzas de Robert Louis Stevenson se agotaron el 3 de diciembre de 1894, víctima de un aneurisma. Unas horas antes de su muerte diría a su familia "Viví alegre y alegremente muero", palabras que describen lo que fue su vida, la de una persona que cumplió con lo que para él era el primer y más importante deber de un hombre, la alegría y palabras que además aparecen en su epitafio. Su hijo Lloyd Osbourne nos cuenta que el día en que murió Stevenson, un anciano jefe de una tribu de Samoa dijo "Samoa muere contigo Tusitala". 

La tumba de Robert Louis Balfour Stevenson en el  Monte Vaea, isla Upolu, la principal de las islas que forman el archipiélago de las Samoa. En su epitafio se puede leer "Bajo el inmenso y estrellado cielo,/cavad mi fosa y dejadme yacer./Alegre he vivido y alegre muero./Pero al caer quiero haceros un ruego./Que pongáis sobre mi tumba este verso:/Aquí yace donde quiso yacer;/De vuelta del mar está el marinero,/de vuelta del monte está el cazador". En una ocasión había dicho "El precio que tenemos que pagar por el dinero se paga en libertad." Él consiguió en sus últimos años vivir y , finalmente, morir en libertad ,
(imagen procedente de http://quiereshacerelfavor.wordpress.com ) 

Hoy podemos visitar su tumba en el monte Vaea de Samoa donde se puede leer un breve epitafio "Aquí está enterrado Tusitala". Ahí yace el narrador de historias, el creador del relato moderno de aventuras que inspiraría a otros escritores como Joseph Conrad(1857-1924), H.G.Wells (1866-1946) o Graham Greene (1901-1991) y el escritor que nos enseñó a muchos, al menos al que escribe estas lineas, a amar la literatura , alguien que dijo algo que deberíamos convertir en un lema en nuestras vidas "No hay deber que descuidemos tanto como el deber de ser felices" y lo dijo un hombre que siempre estuvo asediado por la enfermedad pero que no le impidió llevar una vida plena y creativa. Por eso, desde el Mentidero que existe gracias a que hombres como él una vez me enseñaron a valorar la palabra impresa y también a amar la vida, le rindo mi humilde homenaje en el Día Mundial del Libro. Quiero cerrar este artículo con una frase del poeta alemán Heinrich Heine que para mi define la importancia y el valor de los libros "Donde se quiere a los libros también se quiere a los hombres." Amar la literatura no es sólo amar cuentos, historias, narraciones, sino encontrarse con otros seres humanos, comprenderlos y amarlos.

Robert Louis Stevenson
Para cerrar este artículo he escogido esta fotografía de Robert Louis Stevenson haciendo lo que tanto amaba escribir, y quiero imaginar que en ese momento estaba escribiendo estas palabras con las que concluyo este artículo dedicado al hombre que me hizo amar los libros "No hay deber que descuidemos tanto como el deber de ser felices." Leed, disfrutad de la sabiduría, de la vida, del conocimiento, de los sentimientos, de los lugares y de las personas contenidas en los libros y usadlos para cumplir con el único deber irrenunciable, el de ser felices (imagen procedente de http://vidasfamosas.com )

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