miércoles, 1 de diciembre de 2010

TUMORES DEL SISTEMA: LOS MALOS EMPRESARIOS(PARTE I)

Las malas noticias económicas se suceden a tal velocidad que si no nos detenemos y tratamos de analizarlas, no una a una en detalle sino con una visión global, terminaremos por no entender nada y , si siempre es importante comprender lo que sucede, en estos momentos lo es aún más, porque nuestras vidas se verán afectadas por el resultado de los acontecimientos  que llevan sucediéndose los dos últimos años y que se ciernen como una negra sombra sobre el futuro de millones de personas. Por eso , quiero escribir sobre varios de los tumores que afectan a esta sistema en el que vivimos, un sistema que agoniza pero que los que se aprovechan de él quieren mantener a toda costa aunque para ello nos hundan a todos en la miseria.

Primero quiero hablar de los malos empresarios, no de aquellos pequeños empresarios que arriesgan todo lo que tienen para sacar adelante esas empresas, que suelen nacer del entusiasmo e ilusión de personas emprendedoras que ,día a día, se dejan la piel por sacarlas adelante en medio de las dificultades y constituyen la base de la economía de un país y quienes más trabajo crean, a pesar de no recibir las ayudas que si reciben las grandes compañías.

Pero existe esa otra raza de empresarios, los que dirigen entidades que dan trabajo a miles de personas y mueven millones de euros, que buscan maximizar sus beneficios , obtener mayores rentabilidades y para quienes sus trabajadores son poco más que un número que nada significa. Estamos cansados de ver empresas  que durante años han obtenido beneficios millonarios sin que ello redundase en mejoras salariales de sus empleados, con la excusa de que los márgenes de beneficio eran muy estrechos, mientras sus directivos se embolsaban sueldos que multiplicaban por cuarenta, y no es una broma, el que cobraban los que día a día hacían el trabajo que permitía a esos empresarios enriquecerse y vivir en el lujo.

Aunque no me gusta hablar de mi, en este caso si  creo que es ilustrador hablar de  una experiencia personal que es común a la de millones de trabajadores no sólo en España sino en gran parte de Europa .Yo he vivido , junto a mis compañeros de trabajo, esa situación. Una empresa centenaria, líder en el sector turístico, Viajes Marsans, en la que mucha gente ha pasado toda su vida hasta convertirla casi en su segunda casa. Recuerdo las horas que hemos pasado trabajando en ella, las jornadas en las que trabajábamos hasta cuatro y cinco horas extra sin que nadie nos la pagase, sólo porque queríamos hacer bien nuestro trabajo. Por supuesto, nadie nos agradeció nunca nuestro esfuerzo, ni de palabra ni económicamente, muy al contrario, las exigencias eran cada vez mayores sin recibir nada a cambio. Aún así nos sentíamos orgullosos de desempeñar un trabajo que nos gustaba y que tratábamos de realizar con la máxima honradez y responsabilidad, esforzándonos en mejorar y dar un mejor servicio a nuestros clientes.

Gerardo Díaz Ferrán, responsable de la ruina de Marsans y presidente de la CEOE

Lo que no podíamos saber es que nuestros dueños, a los que podríamos llamar amos porque la relación que establecían con sus trabajadores era muy parecida a la que podían tener un patricio romano con sus esclavos pues sólo podías agachar la cabeza y obedecer sino querías recibir un castigo, se enriquecían a nuestras espaldas en operaciones turbias que terminaron arruinando la empresa. Por supuesto, durante meses y meses mintieron, ocultaron la realidad de la situación, engañaron a proveedores, empleados y clientes, dejaron deudas millonarias que han puesto en riesgo la viabilidad de otras empresas, sueldos sin abonar y miles de personas en la calle.

Para hacer más sangrante la situación, el dueño de la empresa, Gerardo Díaz Ferrán, era el mismo que se hallaba al frente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales(CEOE), el líder de unos grandes empresarios que no dudaban en aplaudirle después de cada discurso, aplausos que sólo puedo entender si  para ellos arruinar la vida de sus trabajadores no significa nada, si lo único  importante es el enriquecimiento personal, aunque para ello haya que sacrificar en el altar de sus ambiciones sin escrúpulos a personas que sólo tratan de llevar un sueldo a casa cada mes para poder tener un techo y alimentar a sus familias.

Ahora se abrirá un juicio sobre su gestión , que se prolongará años en el tiempo y con un resultado muy incierto en el que posiblemente salgan indemnes  y con el dinero que robaron durante años no sólo a través de operaciones financieras dudosas sino también a través de sueldos millonarios sin justificación alguna, porque eso también es una forma de robar. ¿Como explicar que un trabajador gane 1000 euros al mes mientras que directores de zona superasen los 300.000 y hasta los 500.000 anuales ?¿cómo explicar que esos mismos trabajadores tuviesen que trabajar hasta doce horas diarias sin ninguna retribución por ello, se les exigiese cada vez más porque la situación era muy mala y se les mantuviese engañados hasta casi el final de la empresa?¿cómo explicar a esos trabajadores que lo dieron todo, que han tenido que renunciar a la indemnización que les correspondía por derecho?

Personalmente no me arrepiento de nada, porque mis compañeros y yo cumplimos con nuestro deber, fuimos honrados y lo mejor puedo decir de mis años en esa empresa es que eran sus trabajadores los que la hacían grande y la convertían en un gran lugar para crecer no sólo como profesional, sino como persona porque allí conocí a grandes personas que hoy están entre mis mejores amigos y siempre han dado ejemplo de buen hacer, sacrificio y profesionalidad. Pero la realidad es que miles de personas se han quedado sin trabajo, y cada una de esas personas no es un número, es un ser humano que siente y padece, que tiene que pagar su hipoteca, alimentar a sus hijos y luchar por sus sueños.


Filas interminables ante las oficinas de empleo. Las victimas de los malos  empresarios

¿Qué justicia puede devolver su vida a estas personas?¿quién le indemnizará por la humillación sufrida al saberse engañados durante años por unas personas deleznables, avariciosas , sin escrúpulos y cobardes, incapaces de dar la cara para responder de todo el daño irreparable que han hecho? Yo os lo diré, nada ni nadie lo reparará ni hará justicia, pasará el tiempo, ellos, los que se aprovecharon de nuestro esfuerzo y nos robaron tantas horas de nuestra vida, seguirán siendo ricos y abriendo nuevas empresas para continuar engañando, robando y sacrificando a nuevas víctimas en su adoración al Dios del dinero.

Este es el caso que mejor conozco por haberlo vivido personalmente, pero es, sin duda, el mismo caso que viven millones de españoles, que se ven ahora en el paro y a los que quieren hacerles sentir culpables de cobrar el subsidio de desempleo , los mismos a los que ahora van a arrebatarles una ayuda mísera de 400 euros al mes porque hay que ahorrar, los mismos a los que se les va a exigir nuevos sacrificios para salvar a las grandes empresas y a los bancos que durante años se han llenado los bolsillos indecentemente , los mismos a los que se les quiere rebajar las pensiones, los mismos a los que se congelan los sueldos en los convenios colectivos mientras los precios suben,los mismos a los que se les exige trabajar más por menos,  los mismos a los que los políticos engañan día tras día con promesas incumplidas que se convierten en nuevos sacrificios cuyos resultados son siempre los mismos: los que están arriba cada vez más ricos y los que están en la base de la pirámide, cada vez más pobres, con sus derechos recortados y obligados a callar resignadamente porque todo es por el bien de su majestad el Mercado.

Este es el primero de los tumores malignos que están infectando nuestro sistema económico, un sistema que se ha olvidado que el mundo no está formado por entidades financieras, mercados de divisas, bolsas, fondos de inversiones, multinacionales, especulaciones inmobiliarias y beneficios ilimitados, no, el mundo está formado por personas de carne y hueso, que son los que mantienen ese maravilloso sistema capitalista del que los grandes empresarios se benefician, y que ven como se cierran los caminos, como su futuro se constriñe y la desesperanza se cierne sobre sus vidas. Y deberían tener en cuenta que sin nosotros nada puede funcionar y , como dijo Thomas Fuller, "la desesperación presta valor incluso al más cobarde". No deberían empujarnos a ese estado, porque quizás , si nadie pone justicia en un sistema cada vez más injusto, llegue el momento en que la justicia sea tomada por la fuerza.

Aún estamos a tiempo de evitarlo, una vez más insistiré en que no se puede seguir así porque los tiempos han cambiado y no podemos continuar con un sistema que nació hace dos siglos, que hay que cambiar no la economía sino a la sociedad, recuperar los valores morales que ponen al ser humano como la principal prioridad y no al enriquecimiento y los bienes materiales. Y eso tendrá que ser rápido, porque no se puede vivir mucho tiempo en la injusticia ni contemplar el espectáculo de como los que nos arruinan la vida se ríen de nosotros. Hay partes podridas de nuestra sociedad, que apestan con sus almas miserables, y cuando la gangrena ataca un cuerpo, la única forma de detenerla es amputar el miembro infectado


Protestas estudiantiles en Italia contra las reformas. Primeros movimientos de protesta surgen en Europa  

Por cierto , imagino que si algún empresario lee estas palabras será muy complicado que me ofrezca trabajo, pero no podemos seguir siempre callados , aceptando con resignación  y en silencio las injusticias que sufrimos. Hago mías las palabras del actor y compositor inglés Noel Pierce Coward ,quién decía que " es desconsolador pensar cuánta gente se asombra de la honradez y cuan pocos se escandalizan del engaño".

Es lo que pasa en nuestro mundo, y es lo que hay que cambiar, hay que escandalizarse ante la conducta inmoral y luchar contra la indiferencia y silencio de esas conductas. Y si no lo hacen nuestros gobiernos ni nuestras leyes, nos corresponderá hacerlo a nosotros.

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